Los mejores 1500 (V): Copa del Mundo Düsseldorf 1977

Tras su victoria con 24 años en la final olímpica de 1976, parecía que John Walker (1952) no tendría rival en los años siguientes. Filbert Bayi (1953), lastrado por la malaria, no volvería a alcanzar el nivel de 1974 y 1975. Y el sorprendente belga Ivo van Damme (1954-1976), plata en Montreal en 800 y 1500 perdería la vida trágicamente en la carretera a finales de 1976. La historia del mediofondo probablemente se habría escrito de forma diferente con van Damme. En su honor la reunión atlética de Bruselas lleva su nombre. Para 1977 la IAAF iniciaría una nueva competición denominada Copa del Mundo, que se disputaría entre las selecciones Europa, Asia, África, América, Oceanía, Estados Unidos y las dos primeras de la Copa de Europa. La primera edición tendría lugar en Düsseldorf, del 2 al 4 de septiembre, y allí se encontraría Walker al hombre que lo iba a destronar. Se trataba de un joven inglés de 21 años llamado Steve Ovett, que el año anterior ni siquiera había estado en la final olímpica de 1500.

Stephen Michael James Ovett había nacido en Brighton, el 9 de octubre de 1955. Hijo de madre soltera, el joven Steve pasó gran parte de su infancia con sus abuelos, que tenían un puesto en el mercado de su ciudad natal. Poco aficionado a los estudios, comenzó a destacar en el atletismo a los 13 años. Superaba una tras otra las plusmarcas británicas de su edad y era capaz lo mismo de vencer en el campo a través que una carrera de 400. Su primer éxito internacional le llegó en 1973, cuando ganó brillantemente el oro en 800 en el Eurojunior de Duisburgo (RFA). La carrera tuvo un  altísimo nivel. El 2º, el alemán Willi Wülbeck (1954), sería el primer campeón mundial de 800 en 1983, el 4º, Ivo van Damme, doble medallista olímpico en Montreal y el francés Jose Marajo (1954), 8º en esta prueba, entraría 7º en la final de 800 de Moscú.

Estos fueron los resultados.

  1. Steve Ovett GB 1:47,53
  2. Willi Wulbeck RFA 1:47,57
  3. Erwin Golke RDA 1:47,83
  4. Ivo van Damme BEL 1:48,16
  5. Janos Hrenek HUN 1:48,89
  6. Feliks Wawrzon POL 1:49,71
  7. Tony Dyke GBR 1:49,87
  8. Jose Marajo FRA 1:50,81

Al año siguiente, con tan solo 18 años se proclamó brillantemente subcampeón de Europa absoluto de 800 metros, detrás del formidable croata, entonces yugoslavo, Luciano Susanj (1948), que ganó con  1.44.07. La marca de Susanj era la 4ª mejor de siempre. Ovett realizó 1:45,77, plusmarca personal. El plusmarquista mundial (1:43,7) Marcello Fiasconaro (1949) solo pudo ser 6º.

En 1975 con 3:57,00 consiguió bajar por primera vez de 4 minutos en la milla. Posteriormente venció en la semifinal del 800 de la Copa de Europa (entonces se disputaba semifinal y final). Tras esta carrera sufrió una pequeña lesión e inicialmente  renunció a correr la final, alegando que podría agravar su problema y pondría en peligro su participación en los Juegos de Montreal. Durante ese anuncio se reveló su mala relación con los medios. Su desparpajo, irreverencia y actitudes poco convencionales (corría con una camiseta de la URSS que le había regalado el fondista Valeri Abramov) hicieron que la prensa lo criticase sin piedad, a lo que respondió con una negativa a hacer declaraciones a los periodistas de su país, negativa que mantuvo durante años. Sin embargo finalmente acabó corriendo y venciendo en la final de la Copa de Europa.

El año olímpico le dejaría un sabor agridulce. Ovett se ganó su plaza para Montreal tanto en 800 como en 1500 ganando las pruebas de selección de su país. En 1500 lo hizo con plusmarca personal de 3:39,64, superando a Dave Moorcroft (1952) y al plusmarquista británico (3:37,38)  Frank Clement (1952). Ovett aspiraba a medalla en las dos vueltas. Ausente por el boicot de los países africanos el keniano Mike Boit (1949, 1:43,79), el favorito era el plusmarquista mundial de 880 yardas, el estadounidense Rick Wohlhuter (1948). Su marca en la media milla de 1:44,1 equivalía aproximadamente a 1:43,4 en la prueba métrica, muy superior al 1:43,7 de Fiasconaro. Nadie parecía contar con un cuatrocentista cubano, antiguo jugador de baloncesto, llamado Alberto Juantorena (1950), pese a acreditar 1:44,9.  Ovett se plantó en la final, pero nada pudo hacer ante la exhibición de El Caballo, que se impuso con plusmarca mundial de 1:43,50 por delante de Ivo van Damme (1:43,86) y Rick Wohlhuter (1:44,12). Willi Wülbeck fue 4º (1:45,26) y Ovett 5º con plusmarca personal de 1:45,44.  En 1500 mejoró con 3:37,89 su marca en las series, pero cayó en las semifinales y no entró en la final de 9, donde  Clement y Moorcroft fueron 5º y 7º respectivamente. Es decir, Ovett había mejorado tanto en 800 como en 1500 pero no lo suficiente para codearse con los mejores. Pero, aunque había vivido muy deprisa, solo tenía 20 años, y las cosas iban a mejorar rápidamente.

1977 fue el año en que se instaló definitivamente en la élite. A principios de temporada se vio superado por Steve Scott (1956) en un 1500. Esa fue su última derrota en esta distancia o en la milla hasta la final de Moscú. En total encadenó 45 victorias consecutivas, una racha que superaba  las 42 de Herb Elliott (1960). Poco después mejoró sus marcas de 1500 y de la milla hasta 3:37,4 y 3:54,4. Posteriormente corrió un 5000 en 13:25,0. A mediados de agosto volvió a demostrar su enorme calidad y su gran versatilidad de una forma un tanto casual. Tras perder un avión para correr una carrera de 1000 m, un amigo le pidió que lo llevase a Dartford, cerca de Londres, para correr un medio maratón. Una vez allí convenció a Ovett para que al menos saliese, pero Steve no solo salió, sino que ganó con 1h05:35.

El 3 de septiembre, tras haber sido seleccionado como representante de Europa, disputó el 1500 de la Copa del Mundo, que se celebraba en Düsseldorf. El favorito indiscutible era el campeón olímpico John Walker, que lideraba ese año tanto el 1500 (3:32,72), como la milla (3:52,0). La carrera contaba con una selecta participación. Además de Steve Ovett correrían el alemán Thomas Wessinghage (1952, 3:34,77), el estadounidense Steve Scott (3:36,19) o el joven argelino Abderramán Morceli (1957, 3:36,26), quien años más tarde se haría más conocido como entrenador de su hermano Nourreddine (1970). La carrera se planteó rápida desde el inicio. Wessinghage  se colocó en cabeza y dio paso al 400 en 56,48. Walker lo relevó a los 500 metros y pasó el 800 en 1:54,96. Se mantuvo en cabeza hasta que faltaban 400 metros, momento en que el canadiense representante de América David Hill (1952) aceleró el ritmo y encabezó el 1200 en 2:54,91. seguido de Ovett y Walker. En los últimos 200 metros Ovett cambió bruscamente y se fue irresistible hacia la meta. Wessinghage intentó irse detrás del británico. Walker, incapaz de seguir el ritmo, abandonó a falta de 150 metros. Ovett entró en la meta con 3:34,45, tras un último 400 en 54,0, nueva plusmarca británica, que sería la segunda mejor marca de ese año. Este fue probablemente su mejor 1500. En esta carrera pudieron observarse dos de los rasgos más característicos del corredor de Brighton: su tremendo cambio a falta de 200 metros, que solo se volvió a ver a finales de los 90 con Reyes Estévez (1976), y la mala costumbre de hacer aspavientos antes del final de la prueba. Los resultados completos fueron:

  1. Steve Ovett EUR 3.34,45
  2. Thomas Wessinghage RFA 3.35,98
  3. Jürgen Straub DA 3.37,5
  4. Abderramán Morceli AFR 3.37,8
  5. Takahashi Ishii ASI 3.382
  6. Dave Hill AME 3.39,2
  7. Steve Scott USA 3.44,0
  8. John Walker OCE Ab

https://www.youtube.com/watch?v=0W7GogWlv7Q

 

En 1978 se encontró con el que sería su gran rival las siguientes 4 temporadas Sebastian Coe (1956). Coe, un año más joven que Ovett, comenzó a destacar en 1977, cuando se hizo con la plusmarca británica de 800 con 1:44,95, tiempo que mejoró con 1:44,25 en agosto de 1978. Ni Coe ni Ovett acudieron a los Juegos de Commonwealth y se centraron en los Campeonatos de Europa, que tendrían lugar en Praga en septiembre. El 800 parecía un asunto entre los dos británicos. Coe se colocó en cabeza tras la salida y pasó la primera vuelta en el tiempo suicida de 49,54. Ovett lo superó en la contrarrecta y cuando parecía que iba a ganar, se vio sobrepasado por el alemán Olaf Beyer (1957), que hizo la carrera de su vida y ganó con 1:43,84. Ovett fue segundo con su mejor marca de siempre, 1:44,09. Coe, desfondado, ocupó la tercera plaza con 1:44,76. El 1500 resultó menos complicado para Ovett, que, tras su cambio seco a falta de 200 metros y los aspavientos a falta de 70, se impuso con unos excelentes 3:35,59. Unos días después redondeó su gran temporada corriendo las 2 millas en 8:13,51 por delante del keniano Henry Rono (1952), que ese año había superado las plusmarcas mundiales de 3000, 3000 obstáculos, 5000 y 10000. El registro de Ovett era la mejor marca mundial de siempre.

1979 fue el año de las plusmarcas mundiales para Sebastian Coe. Coe superó los topes de 800, con unos asombrosos 1:42,33, 1500 con 3:32,03 y la milla con 3:48,95. Ovett nunca había mostrado demasiado interés en las plusmarcas mundiales, pero la actuación de su rival lo estimuló y al final de la temporada se quedó muy cerca de los primados mundiales de la milla, con 3:49,57, y de 1500 con 3:32,11. Tuvo que esperar al año siguiente para estrenarse como plusmarquista mundial. El 1 de julio en el estadio Bislett corrió la milla en 3:48,8, marca probablemente peor que la de Coe (3:48,95), pero entonces la IAAF no hacía distinciones entre tiempos manuales y electrónicos. Incluso redondeaba los electrónicos a la décima superior. Por esta razón, Ovett se convirtió en coplusmarquista mundial de 1500 unos días después. Pese a correr en 3:32,09, más lento que los 3:32,03 de Coe , la IAAF homologó ambas marcas en 3:32,1. Pero a esas alturas, el mundo atlético estaba menos pendiente de las plusmarcas y más del doble duelo entre ambos que tendría lugar en Moscú a finales de julio. Pese a las recomendaciones de Margaret Thatcher, entonces Primera Ministra británica, el Comité Olímpico Británico decidió no secundar el boicot propuesto por Estados Unidos y acudir a los Juegos, aunque con bandera olímpica. Los expertos auguraban una sencilla victoria de  Coe en 800, donde su superioridad parecía incuestionable, y daban a Ovett como favorito en 1500, pues llevaba imbatido desde 1977 en carreras de 1500 o en la milla. En un 800 muy lento y mal corrido tácticamente por un Coe excesivamente nervioso, Ovett se impuso con menos dificultades de las previstas. Coe, sin embargo, consiguió recuperarse anímicamente y se hizo majestuosamente con el oro en los 1500 en 3:38,40. Ovett, al que la enorme presión mediática y su victoria en 800 probablemente le habían restado motivación, solo pudo ser tercero, derrotado también por el alemán del Este Jürgen Straub (1957).

Los Juegos de Moscú no resolvieron la pregunta que se hacía el atletismo: ¿Quién era mejor? Ambos lo dejaron tácitamente en empate y siguieron evitándose fuera de las competiciones oficiales. Lo que desconocía Ovett en ese momento era que el bronce de Moscú sería su última medalla en grandes campeonatos. Pero, mientras tanto, siguió sacando partido a su gran estado de forma y a finales de agosto deshizo el empate en la plusmarca de 1500. En una magnífica carrera en Coblenza registró 3:31,36, bien secundado por los alemanes Thomas Wessinghage, 3:31,58, y Harald Hudak (1957), 3:31,96.

Los dos grandes continuaron en gran forma en 1981. Coe volvió a sorprender con dos plusmarcas estratosféricas, en 800, 1:41,73, y en 1000, 2:12,18. Además ambos se dedicaron a superarse mutuamente la plusmarca de la milla: el 19 de agosto Coe recuperó la plusmarca con 3:48,53, Ovett respondió 6 días después con 3:48,40, pero la alegría le duró dos días, pues Coe tuvo la última palabra con 3:47,33. Ovett además había corrido 2 1500 muy rápidos en 3:31,95 y 3:31,57. A finales de ese año ambos coincidieron en la misma competición, la Copa del Mundo de Roma, pero en pruebas diferentes. Coe ganó el 800 y Ovett el 1500 en 3:34,95, por delante de Walker, que esta vez sí terminó, y de un viejo conocido, Olaf Beyer. Los atletas europeos ganaron el 100 y todas las carreras de medio fondo y fondo, los obstáculos incluidos. Evidentemente eran otros tiempos.

El nuevo duelo anunciado para los Campeonatos de Europa que tendrían lugar en Atenas en 1982 se frustró tras la renuncia de Ovett por baja forma que atribuyó a la pérdida de 4 meses de entrenamiento invernal. En 1983 se celebraba en Helsinki en primer Campeonato del Mundo. Esta vez fue Coe el que renunció por baja forma. Ovett parecía en buenas condiciones. Sin embargo en la capital de Finlandia su actuación fue discreta. En una carrera muy lenta se encontró encerrado a falta de una vuelta cuando tuvo lugar el tirón definitivo. Consiguió alcanzar al grupo de cabeza a falta de 200 metros pero apenas tuvo fuerza para cambiar. En la última recta tan solo pasó al plusmarquista español José Manuel Abascal (1958), y se quedó fuera de las medallas. El oro fue para el campeón de Europa, el británico Steve Cram (1960), que superó al estadounidense Steve Scott y al entonces poco conocido marroquí Said Aouita (1959). Unos días después el estadounidense Sydney Maree (1956) mejoró la plusmarca mundial de 1500 con 3:31,24. Solo le duró unos días pues Ovett la recuperó con 3:30,77.

En vísperas de los Juegos de Los Ángeles la jerarquía del 1500 parecía haber cambiado. Coe llevaba 2 años muy malos y Ovett, pese a su plusmarca mundial, ya no era el atleta invencible de antaño. Steve Cram había dominado la distancia en los 2 años anteriores y  Aouita había llegado a lo más alto para quedarse. Ovett decidió doblar 800 y 1500, pese a que en los años anteriores había prestado poco interés a la prueba más corta. Se clasificó para la final de 800 cayéndose in extremis con 1:44,81, su mejor marca desde 1978. En la final se vio, sin embargo, que Ovett tenía problemas físicos serios. Acabó último y en el hospital. Pese a ello se alineó en las series de 1500 y consiguió llegar a la final, pero abandonó en la última vuelta.

Tras un discreto 1985, Ovett volvió en 1986 reconvertido en corredor de 5000. En junio mejoró su marca a 13:20,06 y un mes después fue campeón en los Juegos de la Commonwealth, derrotando a sus compatriotas Jack Buckner (1961) y Tim Hutchings (1958). No pudo, sin embargo, mantener su buena forma y en septiembre en el campeonato de Europa abandonó en la final, en la que se impuso Buckner (13:10,15) y Hutchings fue 3º (13:12,88). Ovett continuó compitiendo hasta 1990, pero ya fuera de la élite mundial. Tras su retirada de las pistas se dedicó a la labor de comentarista. En la actualidad vive en Australia.

La rivalidad entre Ovett y Coe trascendió con mucho no solo el ámbito atlético sino también el deportivo. Ambos se convirtieron en celebridades mundiales. Los medios hacían por resaltar sus diferentes personalidades: Ovett era extrovertido, irreverente y espontáneo, Coe era reservado, serio y perfeccionista, lo dionisíaco frente a lo apolíneo. Los aficionados se hacían de uno u otro atleta como si se tratasen de equipos de fútbol rivales. Lo cierto es que ambos fueron unos genios que consiguieron llevar el atletismo a una popularidad que nunca había tenido antes.

Hay una buena biografía de Ovett llamada Steve Ovett: portait of an athlete. Es de 1982 pero para entonces Ovett ya había dado lo mejor de sí. Sobre su rivalidad con Coe recomiendo The perfect distance.

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