Los mejores 1500 (VI): final de Los Ángeles 1984

A principios de 1984 la carrera atlética de Sebastian Coe (1956) había encallado, para un importante sector de la prensa definitivamente. Después de 6 años progresando y rompiendo límites, en 1982 y 1983 las fuerzas parecían haberlo abandonado. Determinar la causa resultó complejo. Finalmente pudo diagnosticarse de toxoplasmosis, una enfermedad producida por un parásito, habitualmente benigna, pero que en el caso de Coe no lo fue tanto. En esos 2 años no solo había perdido condición física, sino también su jerarquía en el 1500. Mientras Steve Ovett (1955) tampoco estaba en su mejor momento, otro británico Steve Cram (1960) se había hecho brillantemente con el oro en los Juegos de la Commonwealth, en el Campeonato de Europa y en el Campeonato del Mundo. La prensa tenía nuevo ídolo y dejó de prestar atención a los viejos rivales de los Juegos de Moscú.

Sebastian Newbold Coe había nacido en Chiswick (Londres) el 29 de septiembre de 1956 en el seno de una familia acomodada. Su padre, Peter, era ingeniero y su madre, Angela, actriz de teatro. Por el trabajo de Peter, la familia se trasladó a Sheffield cuando Seb era pequeño. El joven Seb comenzó a practicar atletismo a los 12 años. Peter Coe, gran aficionado al deporte, no estaba de acuerdo con el entrenamiento basado en volúmenes altos que aplicaban a su hijo. De modo que, con formación autodidacta, decidió entrenarlo él mismo. Su condición de ingeniero hizo que diese mucha importancia a la biomecánica. Siendo Seb adolescente pronosticó que sería el primer hombre en correr el 1500 en menos de 3:30. No se equivocó por mucho, pues su hijo fue el 4º atleta en superar esa barrera mítica.

El joven Seb afrontó su primera prueba importante en la final de 1500m del Eurojunior de 1975, celebrado en Atenas. Allí consiguió la medalla de bronce, detrás del juvenil finlandés Ari Paunonen (1958) y del entonces soviético Dimitri Dimitriev (1956). El primero repetiría título 2 años más tarde en Donetz (Ucrania) y desaparecería el mapa atlético. El segundo sería 4º en el 5000 del primer Campeonato Mundial. 8º en la carrera de Atenas fue José Manuel Abascal (1958), como Paunonen, aún en categoría juvenil. Durante sus años de junior y sus primeros años en categoría absoluta, Coe compaginó el atletismo con sus estudios de Ciencias Políticas y Económicas en la Universidad de Loughborough. Se licenciaría en 1979. Sus mejores tiempos en categoría junior fueron 1:53,8 en 800m, 3:45,2 en 1500m y 8:14,8 en 3000m, buenas marcas, pero que en absoluto hacían presagiar lo que sucedería en los años siguientes, salvo para Peter Coe.

En 1976 alternó el 1500 y la milla con el 800. A finales de agosto de ese año corrió la milla en 3:58,35, su primera marca por debajo de 4 minutos. En los años siguientes se dedicaría principalmente al 800. Su primer éxito internacional le llegó en 1977, cuando se proclamó campeón de Europa de pista cubierta en San Sebastián. Ese mismo año, al aire libre, superó, con 1:44,95, la plusmarca británica de 800m. En 1978 volvió a mejorar la plusmarca nacional con 1:44,25. Esperaba convertirse en campeón de Europa en Praga en septiembre, pero un tiempo suicida en cabeza de 49,54 en la primera vuelta lo dejó sin fuerzas a partir de los 600 metros y lo relegó a la tercera posición, superado por el alemán Olaf Beyer (1957), con 1:43,84 y por Steve Ovett, que le arrebató la plusmarca británica con 1:44,09.  Esta plusmarca le duró a Ovett escasas semanas, ya que el 15 de septiembre en Crystal Palace, Coe, con 1:43,97, se convirtió en el primer británico en correr la distancia por debajo de 1.44,0.

1979 fue el año de la explosión atlética de Coe. Sin campeonatos importantes (entonces no había campeonato mundial), se centró en la consecución de plusmarcas mundiales. El 5 de julio, en Oslo, sorprendió al mundo atlético con una estratosférica marca en 800m de 1:42,33, 1,11 segundos por debajo de la plusmarca mundial del cubano Alberto Juantorena (1950). Doce días después en el mismo estadio Bislett recuperó la plusmarca mundial de la milla para las Islas Británicas, al correr la distancia en 3:48,95 (marca homologada en 3:49,0), con plusmarca europea de 1500m al paso (3:32,8). El último plusmarquista mundial británico de la milla había sido Derek Ibbotson (1932) con 3:57,2 en 1957.Un mes después, en Zürich, Coe se hizo también con la plusmarca mundial de 1500m, con 3:32,03 (homologada 3:32,1). Solo el alemán Otto Peltzer (1900-1970) había conseguido ser plusmarquista mundial de 800m y 1500m. Las plusmarcas de Coe continuaron en 1980. El 1 de julio en el estadio Bislett consiguió el tope mundial de 1000m, con 2:13,40, medio segundo mejor que el anterior, de Rick Wohlhuter (1950). Durante unos minutos Coe fue el único atleta de la historia en monopolizar las 4 plusmarcas del mediofondo (800m, 1000, 1500m y milla). Esos minutos fueron los que transcurrieron desde el final del 1000 hasta el final de la milla en la misma reunión, carrera en la que Steve Ovett estableció un nuevo primado mundial con 3:48,8.

El gran duelo entre ambos tendría lugar pocos días después en Moscú. Coe aspiraba a los dos oros, Ovett también. Había algunas ausencias importantes sobre todo en 1500m como las de Thomas Wessinghage (1953), Steve Scott (1956) o John Walker (1952) La primera parte del duelo tuvo lugar la tarde del 26 de julio, la final de 800m. Seb, excesivamente nervioso, temeroso de cometer el mismo error que en Praga dos años antes, prefirió mantenerse en puestos secundarios. La primera vuelta se pasó en 54,55. A falta de 200 metros el soviético Nicolai Kirov (1957) dio un acelerón, con Ovett detrás y Coe en quinta posición muy lejos de la cabeza. El final de Ovett lo llevó al oro en 1:45,40. Coe a duras penas se hizo con la medalla de plata (1:45,85). Hijo mío, has corrido como un idiota, Peter Coe no se anduvo por las ramas. Mañana será otro día y dará comienzo otra batalla , parece que contestó Seb. La prensa británica ensalzaba a Ovett, pese a que no les hablaba, y no tenía piedad de Coe. Al día siguiente la situación se presentaba difícil para Coe. Había perdido en su a priori mejor prueba, su autoestima estaba por los suelos y la de su rival por las nubes. El 1 de agosto, los dos rivales estaban nuevamente en la línea de salida de una final. Esta vez Coe se pegó al alemán Jürgen Straub (1953), quien dio paso al 400 (61,1) y al 800 (2:04,9). Steve, tras su oro, parecía algo menos motivado. El alemán continuó en cabeza en el 1200 acelerando (2:59,1) con los dos británicos pisándole los talones. A falta de 200 metros se abrió un pequeño hueco de 4 metros, insuficiente para descolgar a Coe, pues este superó a Straub a falta de 100 metros. Parecía que Ovett se le iba a echar encima, pero Straub logró aguantar la posición. Coe, majestuoso, se hizo con el oro en 3:38,40, Straub fue segundo (3:38,80) y Ovett tercero (3:38,99).

Moscú no resolvió la pregunta de quién era el mejor. Coe tras un 1500 en 3:32,19 en Zúrich dio por terminada la temporada debido a dolores lumbares. Ovett, por su parte, superó la plusmarca de 1500m de Coe con 3:31,36. Los dos rivales se prepararon para una terrible lucha que tendría lugar al año siguiente en pos de las plusmarcas mundiales. Coe comenzó pronto la temporada. El 10 de junio de 1981, en Florencia, volvió a dejar al mundo atlético boquiabierto con un tiempo en 800m de 1:41,73. El 7 de julio en Estocolmo hizo su único 1500 del año que corrió en 3:31,95, su mejor marca. Podría haber rondado la plusmarca mundial, pero pasó el 800 en 1:49,1 (El Guerrouj pasó en 1:50,73 el día de la actual plusmarca mundial de 3:26,00). 4 días después, el 11 de julio, Coe estableció otra plusmarca asombrosa, 2:12,18 en el kilómetro. En la segunda mitad de agosto, en 10 días, recuperó en 2 ocasiones el primado mundial de la milla con 3:48,53 y 3:47,33. En el medio de ambas carreras Ovett había hecho 3:48,40. La lucha de las plusmarcas tenía a Coe como ganador.

La temporada de ambos mediofondistas británicos de 1981 había concitado un enorme interés mediático, lo que había hecho que finalmente ambos cediesen a enfrentarse fuera de los grandes campeonatos. En 1982, además de los Campeonatos Europeos, que se celebrarían en Atenas en septiembre, se habían previsto tres enfrentamientos: un 3000 en Crystal Palace, un 800 en Niza y una milla en Oregon. Una fractura de estrés sufrida por Coe a principios de año hizo que los enfrentamientos previstos no tuviesen lugar. Coe se recuperó y comenzó su preparación para los Europeos, donde correría 800 y 1500. Ovett renunció por baja forma y Coe se vio derrotado sorprendentemente en el 800 por el alemán Hans Peter Ferner (1956). Unos exámenes médicos sugirieron que el británico padecía una enfermedad vírica denominada mononucleosis infecciosa. Le recomendaron no correr el 1500, carrera en la que se impuso la nueva estrella británica Steve Cram. A principios de  1983, Coe parecía plenamente recuperado. En la temporada en sala consiguió las plusmarcas mundiales de 800m (1:44,91) y 1000m (2:18,58). Al aire libre, sin embargo, y pese a correr los 800 en 1:43,80, comenzó a sufrir derrotas que lo llevaron a consultar sobre su condición física. La enfermedad del año anterior había reaparecido. Dado que esa no es la evolución normal de la mononucleosis infecciosa, se realizó una biopsia de un ganglio linfático, que reveló que Coe padecía toxoplasmosis. Ello significaba la renuncia inmediata al Campeonato Mundial de Helsinki y una tórpida recuperación, de incierto resultado a principios de 1984.

Pese a todas sus dudas, Seb Coe pudo reanudar sus entrenamientos en ese año olímpico de 1984, aunque en aquel momento los puestos de honor en los Juegos le parecían muy lejanos. Al cabo de unos meses, sin embargo, parecía ir por el buen camino. Pese a resultar derrotado por Peter Elliott (1962) en el 1500 del Campeonato Británico, realizó 1:43,84 en 800 y 3:54,6 en la milla. Finalmente, en una decisión muy polémica, la AAA decidió seleccionarlo para el 1500 junto con Cram y Ovett, en detrimento de Elliott. Elliott sí iría a los Juegos en el 800, con Coe y Ovett. Un sector de la prensa actuó de forma implacable contra Coe y los miembros de la AAA. Resulta curioso ver cómo la prensa disfruta creando y destrozando ídolos. Lo cierto es que a esas alturas ya tenían otro ídolo, Steve Cram.

Stephen Cram había nacido en Gateshead (Reino Unido) el 14 de octubre de 1960. Corredor de gran talento, consiguió en 1978, a los 17 años, con 3:57,42 bajar de 4 minutos en la milla. Este logro le valió para ir a los Juegos de la Commonwealth, que se celebrarían en Edmonton (Canadá), donde hizo 3:44,83 en su semifinal, insuficiente para pasar a la final. En 1979 ganó el oro en el Eurojunior en 3000m. No corrió el 1500 para evitar al escocés Graham Williamson (1960), plusmarquista europeo junior de 1500 con 3:36,6. Al año siguiente, sin embargo, fue Cram el seleccionado para el 1500 de Moscú, en detrimento de Williamson. En la final de 1500m Cram fue 8º. En 1981 hizo 3:49,95 en la milla y en 1982 consiguió el oro en el 1500 de los Juegos de la Commonwealth y en el Europeo de Atenas. Cram ratificó su clase mundial al año siguiente, cuando en una carrera muy táctica, ganó el oro en el primer Campeonato del Mundo celebrado en Helsinki. Segundo había sido Steve Scott y tercero el marroquí, que empezaba a asomarse a la élite, Said Aouita (1959). Cram redondeó su excelente temporada con sus mejores marcas en 800m (1:43,61) y 1500m (3:31,66, a 0,3 de la plusmarca mundial). Con estas credenciales, parecía el gran favorito para hacerse con el oro olímpico, cuando una inoportuna lesión en el tendón de Aquiles retrasó su puesta a punto para los Juegos.

Tras haber corrido 4 carreras de 800, Steve Ovett y Sebastian Coe se preparaban para tomar parte en la primera ronda del 1500 de los Juegos Olímpicos de Los Ángeles. La Unión Soviética y los países de su esfera de influencia habían decidido boicotear la competición en respuesta al boicot occidental a los Juegos de Moscú, pero en el caso del 1500, el boicot no había tenido efecto alguno. La suerte en el 800 había sido dispar para los 2 británicos. Mientras Coe consiguió una brillante plata (1:43,64), detrás del inabordable brasileño Joaquim Cruz (1963), oro con 1:43,00, Ovett, aquejado por problemas bronquiales, había sido último y acabado en el hospital. Pese a ello decidió correr el 1500. La prueba no tenía un favorito claro: la forma de Cram era una incógnita, Ovett parecía muy mermado físicamente y Coe había hecho un gran esfuerzo en el 800, en un año en que se había perdido parte de la temporada invernal. El mejor marquista del año, 3:31,54, Said Aouita, había preferido el 5000, que juzgaba más asequible. En la primera ronda Coe fue segundo en la segunda serie, 3:45,30, Ovett ganó la tercera, la más lenta, 3:49,23, y Cram la sexta con 3:40,33. El tiempo más rápido, 3:37,68, fue el del plusmarquista español José Manuel Abascal, quien, tras sufrir problemas físicos poco antes de los Juegos, parecía en plena forma. Las semifinales resultaron muy competidas. Abascal ganó la primera con unos excelentes 3:35,70, por delante de Scott, 3:35,71, Coe, 3:35,81, y el sorprendente keniano Joseph Chesire (1961), 3:35,83. En la segunda semifinal se impuso Cram con 3:36,30, el estadounidense Jim Spivey (1961) fue segundo, 3:36,53, la tercera posición fue para el español Andrés Vera (1960) con 3:36,55, marca personal, el mismo tiempo que Ovett.

La final se celebraba al día siguiente, 11 de agosto. Daba la sensación de que Coe se había reservado en las rondas previas, Cram parecía en buena forma y Ovett semejaba bastante recuperado. Abascal y Scott también habían causado una buena impresión. La carrera comenzó con el sudanés Omar Khalifa en cabeza, en  58,85 el 400. A los 500 metros un finalizador como Scott sorprendió colocándose el primero. En el 800 marcó 1:56,81. Sabedor de que su aceleración final era insuficiente, Abascal decidió que su momento había llegado y tomó la cabeza a falta de 600 metros. Marcó 2:39,04 cuando sonó la campana seguido por Coe, Cram y Ovett. A punto de iniciar la última contrarrecta, Ovett, agotado, abandonaba. Abascal seguía líder en el 1200, 2:53,21, por delante del dúo británico. Casi al final de la contrarrecta Cram intentó pasar a la primera posición. Coe se dio cuenta y fue él quien se colocó en cabeza, seguido muy de cerca de Cram, que también superó a Abascal. El rubio de Gateshead no pudo con el tirón final de Coe, que ganó exultante con 3:32,53, nueva plusmarca olímpica. Cram fue plata, 3:33,40, y Abascal, resistiendo el ataque final de Chesire, consiguió el bronce, 3:34,40. Coe nada más terminar se dirigió desafiante a la prensa británica y les preguntó ¿Quién decía que estaba acabado? Estos fueron los resultados completos:

  1. Sebastian Coe GBR 3:32,53
  2. Steve Cram GBR 3:33,40
  3. José Manuel Abascal ESP 3:34,30
  4. Joseph Chesire KEN 3:34,52
  5. Jim Spivey USA 3:36,07
  6. Peter Wirz SUI 3:36,97
  7. Andrés Vera ESP 3:37,02
  8. Omar Khalifa SUD 3:37,11
  9. Tony Rogers NZL 3:38,98
  10. Steve Scott USA 3:39,86
  11. Riccardo Materazzi ITA 3:40,74
    Steve Ovett GBR Ab

Tras dos años con problemas de salud muy serios Coe volvía a lo más alto. Se convertía en el primer atleta en repetir oro en los 1500m, en una carrera muy rápida en la que Abascal puso muy caras las medallas. Cram se tuvo que conformar con la plata. Probablemente en la forma del año anterior o del siguiente habría ganado el oro. Su propensión a las lesiones no le permitió alcanzar su máximo nivel. Aún le quedaban 2 temporadas muy buenas, de las que hablaremos en la próxima entrada, antes de dar paso al otro Cram.

Para Abascal el bronce de Los Ángeles supuso la confirmación de lo que había apuntado las dos temporadas anteriores. José Manuel Abascal Gómez había nacido en Alceda (Cantabria) el 17 de marzo de 1958. Como se dijo anteriormente fue 8º, siendo juvenil, en el 1500 del Eurojunior de 1975. Dos años después fue campeón de Europa junior de 3000m, con 7:58,3, tras pasar en 4:10 el 1500, y unos días más tarde con 3:38,2 se convirtió en el primer español en correr el 1500 por debajo de 3:40. Su carrera atlética se estancó en los años siguientes, años en que vio cómo José Luis González (1957) mejoraba la plusmarca española hasta dejarla en 3:34,41 en 1981. En 1982 Abascal volvió a despegar. Se hizo con el bronce en el 1500 del Europeo de Atenas y recuperó la plusmarca nacional con unos excelentes 3:33,12. En 1983 fue 5º en el Mundial de Helsinki. En los años siguientes a los Juegos llevó su marca personal a 3:31,13 (1986), muy cerca de los 3:30,92 que González había establecido como plusmarca nacional en 1985. Tras su bronce olímpico, ya no volvería a destacar en grandes campeonatos. Una semifinal trampa le impidió acceder a la final del Europeo de Stuttgart, cuando parecía en su mejor momento. A partir de 1987 diversos problemas físicos mermaron su rendimiento y optó por la retirada 2 años después. En la final hubo otro español, Andrés Vera Llorens (Castellón de la Plana, 30 12 1960), quien ocupó una excelente 7ª posición tras mejorar marca en semifinales. A sus 23 años su futuro parecía brillante. Desgraciadamente numerosas lesiones cortaron su progresión.

Coe siguió en la élite mundial algunos años más. En 1985 realizó 1:43,07 y 3:32,13, pero se vio desbordado por una catarata de grandes marcas de sus rivales. Fue tercero en la carrera en la que perdió la plusmarca mundial de la milla. En 1986 fue, por fin, campeón de Europa de 800m y 2º en el 1500m detrás de Cram. Poco después corrió el 1500 en 3:29,77, su mejor marca. Se perdió la temporada de 1987 y parte de la de 1988 por lesión, lo que le impidió hacer las mínimas olímpicas dentro del plazo. En 1989 fue segundo en el 1500 de la Copa del Mundo, detrás del campeón mundial de 1987, el somalí Abdi Bile (1962). Se retiró en 1990, después de haber corrido el 800 de los Juegos de la Commonwealth. Tras dejar la competición fue diputado, jefe del gabinete del líder conservador William Hague, presidente del comité organizador de los Juegos de Londres y, en la actualidad, es el presidente de la IAAF.

Como decíamos en la entrada anterior el duelo Coe-Ovett dio una nueva dimensión al atletismo. Además Coe fue un adelantado a su tiempo. Su plusmarca en 800m duró 16 años, hasta que Wilson Kipketer (1972) la igualó en 1997. Su plusmarca de 1000m fue aún más longeva, hasta 1999, cuando Noah Ngeny (1976) corrió en 2:11,98.

Tal vez la mejor biografía de Coe sea la de David Miller Born to run. Hay otra más reciente, ésta autobiografía, titulada Running my life.

Anuncio publicitario

29 comentarios en “Los mejores 1500 (VI): final de Los Ángeles 1984

  1. Pingback: Athletics Weekly. Seb Coe a los 60 – Historias del atletismo

  2. Pingback: Gunder Hägg, Arne Andersson y las 19 plusmarcas mundiales – Historias del atletismo

  3. Pingback: Breve historia de los 3000 metros lisos (II) – Historias del atletismo

  4. Pingback: Las plusmarcas más antiguas de los campeonatos de Europa – Historias del atletismo

  5. Pingback: Joaquim Cruz, de vendedor ambulante en Brasil al oro olímpico en Los Ángeles (y II) – Historias del atletismo

  6. Pingback: Wilson Kipketer en el Mundial en sala de París 1997 – Historias del atletismo

  7. Pingback: Y el coronavirus se llevó a Donato Sabia – Historias del atletismo

  8. Pingback: ¡Ha ganado Peter Rono! ¿Pero quién es Peter Rono? – Historias del atletismo

  9. Pingback: Historia de la plusmarca europea de 1500 metros – Historias del atletismo

  10. Pingback: Moscú 80: Ovett y Coe salvan los Juegos. ¿Y qué habría ocurrido si…? – Historias del atletismo

  11. Pingback: Stuttgart 1986, última oportunidad perdida de derrotar a la Armada Británica en 1500 m – Historias del atletismo

  12. Pingback: Los mejores 1500 (bonus): final olímpica de Tokio 2020, Jakob Ingebrigtsen se doctora cum laude – Historias del atletismo

  13. Pingback: Faith Kipyegon, doble campeona olímpica de 1500 m – Historias del atletismo

  14. Pingback: ¿Quién es el mejor mediofondista de la historia? – Historias del atletismo

  15. Pingback: Mariano García Verdugo, toda una vida dedicada al atletismo – Historias del atletismo

  16. Pingback: Said Aouita, el corredor más versátil (I) – Historias del atletismo

  17. Pingback: Said Aouita, el corredor más versátil (y II) – Historias del atletismo

  18. Pingback: «Si le falla la cabeza no es bueno» – Historias del atletismo

  19. Pingback: Los Juegos Intercalados de Atenas 1906 – Historias del atletismo

  20. Pingback: Final olímpica de 800m 1996, cuando todos se acuerdan del que no está – Historias del atletismo

  21. Pingback: Londres 2012, una final de 800 metros para la historia – Historias del atletismo

  22. Pingback: Jake Wightman, la vuelta del mediofondo británico – Historias del atletismo

  23. Pingback: Steve Cram, el tercer hombre (I) – Historias del atletismo

  24. Pingback: ¿Cuál es el mediofondista británico más completo de la historia? – Historias del atletismo

  25. Pingback: El 1500 en los años 30, Luigi Beccali, Glenn Cunningham y Jack Lovelock – Historias del atletismo

  26. Pingback: Historia mundial de los 1500 metros, de Walter George a Jakob Ingebrigtsen – Historias del atletismo

  27. Pingback: Los Ángeles 1984, los Juegos de Carl Lewis – Historias del atletismo

  28. Pingback: Renuncias a los Europeos de pista cubierta – Historias del atletismo

  29. Pingback: Reflexiones sobre la entrada número 300 – Historias del atletismo

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s