Yardas, décimas de segundo y la plusmarca de Juantorena que pudo no serlo

El origen de casi todas las actuales distancias atléticas está en la milla. El pedestrismo en el Reino Unido es el predecesor del atletismo en pista , con la milla (1609,344 m) como distancia predilecta. La popularidad alcanzada por esta medida hizo que la prueba se trasladase a pistas construidas alrededor los campos de fútbol y rugby, que podían albergar más público, con mejor visión que en la calle. La longitud más apropiada dadas las dimensiones de los terrenos de juego era un cuarto de milla o 440 yardas (402,336 m). A partir de ahí surgieron no solo las 440 yardas, sino también las 220 yardas (201,168 m), las 880 yardas (804,672 m), las 3 millas (4628,032 m) o las 6 millas (9656,064 m), precursoras de los actuales 400, 200, 800, 5000 y 10000 metros. Hasta el 1 de enero de 1977 las distancias anglosajonas (o imperiales) fueron oficiales y convivieron, muchas veces generando cierta confusión, con las métricas. De hecho en los Juegos de la Commonwealth no se disputaron las distancias métricas hasta 1970. A partir de 1977, solo se reconoció la milla como oficial, de modo que el resto de las distancias anglosajonas, salvo las 2 millas, cayeron en el olvido.

Por otro lado a partir de los años 60 se generó otra importante confusión entre los registros cronometrados manualmente y los cronometrados de forma electrónica. El cronometraje automático se utilizó por primera vez en los Juegos de Los Ángeles 1932, pero hasta los Juegos de Tokio 1964 se empleó únicamente como apoyo en caso de duda. El cronometraje oficial era el manual, con el que había notables diferencias. Por ejemplo, en la final de 400 metros de los Juegos de Roma 1960 se otorgó a los 2 primeros, Otis Davis (1932) y Carl Kaufmann (1936-2008), el registro oficial de 44,9, plusmarca mundial. Los tiempos reales no oficiales fueron, sin embargo, 45,07 y 45,08. A partir de 1964 se consideró oficial la marca automática, redondeada a la décima inferior. Estos registros se consideraban iguales a los similares realizados manualmente. Por ejemplo, la IAAF consideró de igual valor el tiempo de Bob Hayes (1942-2002) en Tokio 10,05, oficialmente 10,0, que el registro manual de Armin Hary (1937) de 10,0. Ambos se homologaron como plusmarcas mundiales. Posteriormente, las marcas en distancias mayores de 800 m se homologaban redondeando a la décima superior. Así, como ya hemos contado, Seb Coe (1956) y Steve Ovett (1955) compartieron la plusmarca mundial de 1500 m con 3:32,1, pese a que el tiempo real del primero fue 3:32,03 y el del segundo 3:32,09. A partir del 1 de enero de 1977, los registros de distancias de 400 metros o inferiores se homologaron incluso retrospectivamente en centésimas. Desde entonces las plusmarcas  mundiales solo se homologarían con cronometraje electrónico. Se mantuvo el redondeo a la décima inferior en 800 m y a la superior en pruebas más largas hasta el 1 de enero de 1981.

Las distancias en las que hubo más problemas fueron las 880 yardas y su equivalente métrico, los 800 metros. En más de una ocasión el plusmarquista mundial de 800 m no era el atleta que había corrido más rápido la distancia. Hasta los años 80, la prueba de 800 metros estaba dominada por atletas anglosajones, tanto británicos, estadounidenses, neozelandeses o australianos. La prueba de la media milla era muy popular entonces en esos países. En los intentos de plusmarca mundial en ocasiones había cronometraje en la marca de 800 metros, pero no siempre. Solamente a efectos estadísticos, la diferencia entre ambas distancias se ha establecido en 0,7 segundos. Realmente si se considera velocidad constante la diferencia es 0,6, pero en el 800 (o las 880 yardas) la segunda vuelta suele ser mucho más lenta que la primera. Esta es la progresión de la plusmarca de 880 yardas. Entre paréntesis está el pase de 800 metros cuando se conoce. En negrita los pases que fueron plusmarca mundial de 800 metros, y en cursiva los pases no homologados que habrían sido plusmarca mundial de 800 metros:

1:52.5 (1:51,9) Ted Meredith USA Stockholm 08 07 1912

1:52.2 Ted Meredith USA Philadelphia 03 05 1915

1:51.6 Otto Peltzer ALE London 03 07 1926

1:51.3 Ben Eastman USA Stanford 09 04 1932

1:50.9 (1:50,0) Ben Eastman USA San Francisco 04 06 1932

1:50.9 Chuck Hornbostel USA Chicago 17 06 1933

1:50.9 Glenn Cunningham USA Chicago 17 06 1933

1:49.8 (1:49,1) Ben Eastman USA Princeton 16 06 1934

1:49.6 Elroy Robinson USA New York 11 07 1937

1:49.2(1:48,4) Sydney Wooderson GBR London 20 08 1938

1:49.2 Doug Harris NZL Wanganui 25 01 1947

1:49.2 Mal Whitfield USA Berea 19 08 1950

1:48.6 (1:47,9) Mal Whitfield USA Turku 17 07 1953

1:48.6 (1:47,9) Gunnar Nielsen DEN Kobenhavn 30 09 1954

1:47.5 Lonnie Spurrier USA Berkeley 26 03 1955

1:46.8 Tom Courtney USA Los Angeles 24 05 1957

1:45.1 (1:44,3) Peter Snell NZL Christchurch 03 02 1962

1:44.9 Jim Ryun USA Terre Haute 10 06 1966

1:44,6 Rick Wohlhuter USA LA 17 05 1973

1:44.1 Rick Wohlhuter USA Eugene 08 06 1974

Ben Eastman (1911-2002) habría conseguido en dos ocasiones la plusmarca mundial de 800 m con 1:50,0 y 1:49,1, pero el reglamento exigía 3 cronometradores y solo había uno. La marca realizada en 880 yardas sí se homologó como plusmarca mundial igualada de 800 m, al ser mayor distancia. La verdadera confusión llegó, no obstante, en los años 60 y 70. En 1966, Jim Ryun (1947), entonces junior, había corrido las 880 yardas en una nueva plusmarca mundial de 1:44,9, con una rapidísima segunda vuelta (53,3+51,6). El tope mundial de 800 metros pertenecía a Peter Snell (1938), con 1:44,3. Estadísticamente el tiempo de Ryun se convirtió a 1:44,2 en 800 m, más rápido que el de Snell, aunque el tiempo real no se conoce, pues no se cronometró. De esta forma en neozelandés mantuvo su plusmarca mundial.

Más problemas. Oficialmente el primer atleta en correr los 800 metros en menos de 1:44,0 fue el italo-surafricano Marcello Fiasconaro (1949), que el 27 de junio de 1973 realizó en Milán 1:43,7. ¿Pero fue realmente el primero? El 17 de mayo de ese mismo año, el estadounidense Rick Wohlhuter (1948) había superado la plusmarca de 880 yardas con 1:44,6. No contó con cronometraje en los 800 metros. La conversión estadística para los 800 metros sería 1:43,9, de modo que habría sido el primer sub1:44 de la historia. Sin embargo, Wohlhuter corrió la prueba a un ritmo sorprendentemente constante, con cada vuelta a 52,5, por lo que es más probable que el pase por el 800 fuese 1:44,0. En cualquier caso 0,3 mejor que el primado mundial de 800 m de entonces.

Wohlhuter continuó con la mala costumbre de hacer plusmarcas mundiales de gran valor en las 880 yardas sin cronometrar el pase por los 800 metros. El 8 de junio de 1974 marcó en la media milla 1:44,1 (51,0 + 53,1). El tiempo en los 800 metros, desconocido. Aplicando la corrección estadística habría sido 1:43,4, 1:43,5 con velocidad constante. Es decir, claramente superior a los 1:43,7 de Marcello Fiasconaro. Wohlhuter era el favorito para el oro en los Juegos de Montreal, pero allí se encontró a un inabordable Alberto Juantorena (1950), que ganó con plusmarca mundial oficial de 1:43,5 (en realidad 1:43,50). ¿Qué plusmarca era mejor, la de 800 metros o la de 880 yardas? Pues no es fácil determinarlo. Por un lado, no sabemos el tiempo real de Wohlhuter en 800 m el día de su plusmarca y por otro el tiempo de El Caballo es electrónico. De todos modos no es descabellado pensar que un cronometraje manual oficial hubiese dado a Wohlhuter 1:43,4, por lo que, ateniéndonos a las normas de la época, Juantorena no habría sido plusmarquista mundial, aunque probablemente sus 1:43,50 eléctricos son mejores que los estimados 1:43,4 manuales.

La IAAF, con buen criterio, acabó poniendo orden en el caos de las yardas y las décimas, al excluir la mayoría de las distancias imperiales de las pruebas oficiales y al generalizarse el cronometraje electrónico.

Anuncio publicitario

2 comentarios en “Yardas, décimas de segundo y la plusmarca de Juantorena que pudo no serlo

  1. Pingback: Alberto Juantorena, el doblete inédito de “El Caballo” – Historias del atletismo

  2. Pingback: Tokio 1964, los primeros Juegos Olímpicos en Asia – Historias del atletismo

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s