De toda la historia del atletismo, uno de los atletas que más ha dominado una prueba ha sido el estadounidense Edwin Moses (1955). Durante casi una década, de 1977 a 1987, Moses venció de forma consecutiva en 122 carreras de 400 metros vallas (107 finales). Durante 13 temporadas en la élite, fue 2 veces, que bien pudieron ser 3, oro olímpico, 2 veces campeón del mundo y estableció 4 plusmarcas mundiales. Lideró la lista anual durante 11 temporadas. Su mejor marca, 47,02 (1983), continúa como la segunda mejor de siempre.
La distancia de 400 metros vallas experimentó una gran progresión a finales de los años 60. En 1968, en las pruebas de selección olímpica de Estados Unidos, celebradas a 2200 metros de altitud y, por primera vez, en pista sintética, Geoff Vanderstock (1946) consiguió con 48,94 (48,8) el primer tiempo de la historia sub 49,00. Era el favorito para hacerse con el oro en los Juegos de México, pero no tuvo una buena actuación y solo pudo ser 4º. Fue testigo directo de la pérdida de su efímera plusmarca mundial, a manos del británico David Hemery (1944), que se proclamó campeón con el entonces sorprendente registro de 48,12.
Hemery había comenzado su carrera atlética como corredor de 110 mv/120 yv. En 1966 fue oro en los Juegos de la Commonwealth en esta última distancia. Tras los Juegos de Mëxico volvió a las vallas altas y fue plata en el Europeo de 1969. En 1970 realizó su mejor marca en las vallas altas con 13,4 y repitió su triunfo en los Juegos de la Commonwealth, esta vez en la distancia métrica. En los 400 metros vallas, un ugandés poco conocido llamado John Akii-Bua (1949-1997) había sido 4º. Hemery se pasó 1971 en blanco, pero volvió en 1972 con la intención de renovar su oro olímpico en las vallas intermedias. Akii-Bua había mejorado hasta 49,0 en año anterior. Los estadounidenses Ralph Mann (1949) y Dick Bruggeman (1947) habían ocupado con 48,4 y 48,6 las dos primeras plazas en las pruebas de selección de su país. En la final olímpica, Akii-Bua sorprendió con una carrera perfecta que terminó en una nueva plusmarca mundial de 47,82, por delante de Mann, 48,51, y Hemery, 48,52. El ugandés ya había ganado su semifinal con 49,25, pero nada hacía presagiar que se convertiría en el primer sub48 de la historia, pese a correr por la calle 1.
Akii-Bua continuó con buenos registros en los años siguientes, aunque no volvió a bajar de 48,00. A principios de la temporada al aire libre de 1976 presentó su candidatura para el oro olímpico pero el boicot de los países africanos le impidió defender su título. Lo habría tenido, no obstante, casi imposible. En junio se celebraron las pruebas de selección olímpicas de Estados Unidos. El vencedor en los 400 metros vallas fue un joven de 20 años llamado Edwin Moses, que se impuso con plusmarca nacional de 48,30.
Edwin Corley Moses había nacido el 31 de agosto de 1955 en Dayton, Ohio. Comenzó en el atletismo haciendo 110 metros vallas y 400 metros lisos. En 1975 su mejor marca en las vallas intermedias era 52,0 en 440 yardas. A partir de 1976 decidió centrarse en esta prueba, en la que progresó rápidamente. Comenzó marzo con 50,1, buen tiempo para un principiante, pero muy lejos de los mejores. Sin embargo, poco antes de las pruebas de selección ya había corrido en 49,8 en abril y 48,8 en mayo. Moses llegó a los Juegos Olímpicos, su primer gran campeonato, con la mejor marca de la temporada de entre los participantes. Sin embargo, su rendimiento era una incógnita, dada su juventud e inexperiencia. Nada de esto, sin embargo, hizo mella en el estadounidense. Se impuso en su semifinal con mejor marca personal de 48,29. En la final, por tercera vez consecutiva en los Juegos, el oro se consiguió con plusmarca mundial. Moses, en una carrera sobresaliente, marcó 47,63.
Moses confirmó su calidad al año siguiente. El 11 de junio se hizo con el título nacional de 400 metros vallas, con una nueva plusmarca mundial de 47,45. A principios de septiembre se impuso en la Copa del Mundo, nueva competición de la IAAF por continentes y países. con unos excelentes 47,58. Unos días antes, sin embargo, el vallista estadounidense había resultado derrotado en Berlín por el alemán Harald Schmid (1957), quien realizó 49,07 por 49,29 de Moses. Este declaró a propósito de su derrota Fue un error. No volveré a cometerlo. Y mantuvo su palabra durante casi 10 años.
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