Hoy, 11 de febrero, cumple 80 años uno de los mejores corredores de fondo de siempre, el tunecino Mohamed Gammoudi. Poco preocupado por las plusmarcas mundiales, incluso personales, Gammoudi fue un magnífico competidor, ganador de 4 medallas olímpicas en tres ediciones diferentes, Tokio 1964, México 1968 y Múnich 1972. Previamente solo el finlandés Paavo Nurmi (1897-1973), con 12 medallas, 9 de oro, entre 1920 y 1928, y el sueco Edvin Wide (1896-1996), con 5 bronces y una plata en el mismo período, habían logrado preseas en tres ediciones de los Juegos en pruebas de medio fondo y fondo. Posteriormente de uniría el campeón olímpico de maratón de 2016, Eliud Kipchoge (1984), que añade a su oro en Río, un bronce en 2004 y una plata en 2008, ambas en 5000 m.
Mohammed Tlili ben Abdallah, más conocido como Mohamed Gammoudi, nació el 11 de febrero de 1938 en Sidi Aïch, una pequeña localidad tunecina 315 Km al sur de la capital. Militar de profesión, comenzó a practicar atletismo a las órdenes del comandante Hassine Mamouda. Inicialmente destacó en campo a través, pero pronto empezó a hacerlo también en pista. En 1963 se hizo con el oro en los Juegos del Mediterráneo en las pruebas de 5000 y 10000 metros. También ese año se impuso en el 5000 de la última edición de los Juegos de la Amistad, precedente de los Juegos Africanos.
En 1964, Gammoudi acudiría a sus primeros Juegos Olímpicos, a Tokio, pero antes, en agosto, compitió en los Juegos Mundiales Militares, que tuvieron lugar en el estadio de Riazor, en La Coruña, donde se impuso en los 5000 m. El español Javier Álvarez Salgado (1943), que en unos años se convertiría en un duro rival para el tunecino, se hizo con el oro en los obstáculos en la misma competición. En la capital de Japón, el tunecino tomaría parte en los 5 y 10 Km en pista. Esta última prueba se celebró en primer lugar, final directa con nada menos que 38 corredores en liza. Los favoritos eran el plusmarquista mundial, 28:15,6, el australiano Ron Clarke (1937-2015), el campeón olímpico 4 años antes y explusmarquista mundial, 28:18,2, el ruso, entonces soviético, Piotr Bolotnikov (1930-2013) y el oro olímpico de 5000 m en Roma 1960, el neozelandés Murray Halberg (1933). Gammoudi, con una plusmarca personal de 29:34,2, no contaba. Imponiendo un ritmo rápido, Clarke fue descolgando a todos los favoritos y se encontró en la última vuelta acompañado de dos corredores que, a priori, no parecían tener opciones, Gammoudi y el marino estadounidense de origen sioux Billy Mills (1938). En una complicadísima última vuelta, con muchos corredores doblados y en la que el australiano y el tunecino rozaron la descalificación, saltó, finalmente, la sorpresa con la victoria Mills en unos excelentes 28:24,4. Gammoudi se hizo con la plata, con una nueva plusmarca africana de 28:24,8, 1:10 menos de su registro previo, que sería su mejor tiempo hasta 1972. Clarke fue tercero, 28:25,8. Sorprendentemente esta sería la única medalla olímpica de su brillante carrera.
Tras el éxito en la prueba larga, Gammoudi se impuso en su serie semifinal de 5000 m, pero alguna misteriosa razón le impidió correr la final, en la que se impuso el estadounidense Bob Schul (1937) y en la que el gran favorito, el francés Michel Jazy (1935), se quedó fuera del podio.
En los años siguientes continuó con buenas actuaciones. En 1965 fue bronce en el Cross de las Naciones, antecedente del Campeonato del Mundo. Ese año, con 13:44,2, superó la plusmarca africana del keniano Kip Keino (1940). Este la recuperaría en 9 días. En 1966 regresó al escenario de uno de sus primeros éxitos, el estado Riazor, donde se celebraban simultáneamente en Gran Premio de La Coruña y el Critérium Mundial Militar. Gammoudi se impuso en los 10000 y en los 5000 m, en la primera prueba con su segunda mejor marca de entonces, 28:40,6. En 1967, renovó sus oros de 5000 y 10000 m de los Juegos Mediterráneos, que tuvieron lugar en la capital de su país.
El año olímpico de 1968 comenzó muy bien para el tunecino. Nuevamente en la capital de su país, se hizo brillantemente con el oro en el Cross de las Naciones, por delante del maratoniano británico Ron Hill (1938). Los Juegos Olímpicos tendrían lugar en la Ciudad de México, a más de 2000 m de altitud. Gammoudi, tras unos excelentes 13:30,8 en 5000 m a principios de junio, se concentró en Font Romeu, en el Pirineo francés para aclimatarse a la altitud de la capital mexicana y tratar de competir con los africanos de la antiplanicie. El objetivo volvían a ser los 5 y 10 Km en pista, donde se enfrentaría a los kenianos Kip Keino, 13:24,2 y 28:06,4, y Naftali Temu (1945-2003), 13:37,6 y 28:27,4, el etíope Mamo Wölde (1932-2002), 28:31,8, 4º en Tokio, el plusmarquista y campeón europeo de 10000 m, el alemán Jürgen Haase (1945), 28:04,4, y al estratosférico plusmarquista mundial de ambas distancias, Ron Clarke, 13:16,6 y 27:39,4. La final de 10000 m, con 37 participantes, se celebraba en primer lugar. La altitud se hizo notar y el ritmo resultó muy lento. A falta de poco más de 1 Km, Keino abandonaba aquejado de un cólico biliar. Tras una penúltima vuelta en 1:04, los últimos 400 m fueron un mano a mano entre Wolde y Temu, con victoria de este último, 29:27,4 y 29:28,0. A cierta distancia Gammoudi resistía el ataque del corredor local Juan Martínez (1947) y conseguía mantener el bronce, 29:34,2 y 29:35,0.
A excepción de Martínez, que rindió de forma excepcional, la actuación de los corredores no africanos estuvo muy por debajo de sus posibilidades con Clarke en 6º lugar, 29:44,6, y Haase 15º, 30:24,2. El australiano necesitó asistencia médica tras colapsarse, una vez cruzada la línea de meta.
La final de 5000 m, a la que Gammoudi accedía tras ser segundo en la primera semifinal, se presentaba como una suerte de revancha de los 10 Km, con casi los mismos protagonistas. En la línea de salida estaban Keino, contra el criterio médico, Temu, Martínez o Clarke. Faltaba Wolde, que no se presentó en la final tras haber ganado su clasificación. Esta vez la pelea por el oro fue entre el tunecino y un recuperado Keino, con victoria de Gammoudi en 14:05,0, 0,2 más rápido que Keino. Se corrió el último 400 en 54,8. El bronce fue para Temu. Juan Martínez repitió el 4º puesto del 10000, mientras Clarke, afectado por la altitud, fue 5º.
En los años siguientes a los Juegos de México, el rendimiento de Gammoudi, ya en la treintena, parecía declinar. No pudo revalidar el oro en su competición favorita, los Juegos del Mediterráneo, al verse derrotado por Javier Álvarez Salgado en los 5000 m y abandonar en los 10000 m en la edición de 1971. Sin embargo, al año siguiente, ya con 34, parecía en su mejor forma y en condiciones de volver a asaltar el podio olímpico en los Juegos de Múnich. Con 50 corredores en los 10000 m, por primera vez desde 1920 se celebrarían semifinales, en concreto 3. Gammoudi se impuso en la segunda con unos excelentes 27:54,69, su mejor marca de siempre. Lo que podría haber hecho en la final nunca lo sabremos, pues se vio envuelto en una caída con el finlandés Lasse Virén (1949), pero mientras este se recuperó y logró el oro con plusmarca mundial, el tunecino se llevó la peor parte y abandonó.
Sin embargo, 4 días más tarde sí pudo tomar la salida en la primera serie semifinal de 5000 m, en la que se impuso con 13:49,8. Estaba en condiciones de conseguir por primera vez repetir oro olímpico en 5000 m. Sus rivales serían, además de Viren, acreditado en 13:19,0, Dave Bedford (1949), que poseía la mejor marca de los participantes, 13:17,2 y el estadounidense Steve Prefontaine (1951-1975), 13:22,8. Los primeros 3000m se corrieron no muy rápido en 8:20,2 (2:46,4, 5:32,6). Cuando iban 3400m el estadounidense Prefontaine rompía la carrera con 400 sucesivos en 1:02,5, 1:01,2 y 1:00,3. A falta de 1000m se había seleccionado un grupo formado por el propio Prefontaine, Virén, el británico Ian Stewart (1949), el belga Emiel Puttemans (1947) y Gammoudi. En la última vuelta cambió Viren que se colocó en cabeza, llevándose consigo Gammoudi, que lo sobrepasó en la contrarrecta. Prefontaine aguantaba en la cabeza, que ya se había separado del resto de los corredores. En la última recta Virén aceleró con fuerza y se hizo con el oro, 13:26,4, por delante de Gammoudi, 13:27,4, y de Stewart, 13:27,6, que adelantó a falta de 20m a un desfallecido Prefontaine. Virén cubrió el último 1500 en 3:44,6, el último 1000 en 2:26,2 y la última vuelta en 56,0. El tiempo del tunecino fue su mejor marca de siempre.
Con 34 años, Gammoudi había corrido más rápido que nunca en sus dos pruebas favoritas. Nunca dio el salto al maratón. Además acreditó 3:41,9 en 1500 m y 7:50,2 en 3000 m. Siguió compitiendo hasta 1976, año en el que aún fue capaz de correr los 10000 m en 28:14,2, poco antes de los Juegos de Montreal. Su objetivo de ser olímpico por cuarta vez ser frustró debido al boicot africano en protesta por la disputa de un torneo de rugby en Suráfrica, entonces apartada de las competiciones dadas sus políticas racistas, por el equipo neozelandés. Se retiró esa misma temporada. Continuó en el ejército hasta 1999 con el grado de comandante. Posteriormente formó parte como técnico y directivo de la federación de atletismo de su país.
Felicidades a este extraordinario corredor de fondo el día de su octogésimo aniversario.
Pingback: Ron Clarke, un corredor de fondo superlativo – Historias del atletismo
Pingback: Tokio 1964, los primeros Juegos Olímpicos en Asia – Historias del atletismo
Pingback: Mariano Haro, uno de los más grandes, en su 80 cumpleaños – Historias del atletismo
Pingback: Los oros olímpicos estadounidenses de fondo en 1964 (I). Billy Mills – Historias del atletismo
Pingback: Los oros olímpicos estadounidenses de fondo en 1964 (II). Bob Schul – Historias del atletismo
Pingback: Naftali Temu, el único campeón olímpico keniano de 10 000 m – Historias del atletismo
Pingback: Mamo Wolde, el segundo as del repóquer etíope – Historias del atletismo
Pingback: Murray Halberg, un atleta paralímpico campeón olímpico – Historias del atletismo
Pingback: Los grandes corredores de fondo de la Historia, de Hannes Kolehmainen a Joshua Cheptegei – Historias del atletismo