Acaba de fallecer Dick Quax (1948-2018). Junto con Rod Dixon (1950) y John Walker (1952), llevó al medio fondo y fondo neozelandés de los años 70 a lo más alto con su plata en el 5000 de los Juegos de Montreal 1976 y su plusmarca mundial de esta prueba al año siguiente.
Theodorus Jacobus Leonardus Dick Quax nació el 1 de enero de 1948 en Alkmaar, Países Bajos. En 1954 emigró junto con su familia a Nueva Zelanda. En 1969 adquirió la nacionalidad de su país de adopción. Comenzó a practicar atletismo en el instituto y saltó a la élite mundial en 1970, cuando ganó la medalla de bronce en los 1500 m de los Juegos de la Commonwealth, la primera vez que se disputaban las distancias métricas. Quax realizó 3:38,19, su mejor marca, solo superado por el campeón olímpico, el keniano Kip Keino (1940), 3:36,68. En la misma competición fue 7º en 5000 m.
Acudió a los Juegos de Múnich 1972 en malas condiciones físicas y no pasó de las series en los 5000 m. No participó en los Juegos de la Commonwealth de 1974, que se celebraban en su país, en Christchurch. En 1976, sin embargo, estaba en disposición de disputar el oro olímpico de 5000 m, prueba en la que acreditaba 13:13,10, de ese mismo año. Probablemente esta marca electrónica era mejor que la plusmarca mundial del belga Emiel Puttemans (1947) 13:13,0. Poco antes de los Juegos también había mejorado su plusmarca personal de 1500 m, 3:36,69. En los Juegos se inscribió en las dos pruebas de fondo en pista. Nueva Zelanda había ganado previamente 5 oros en pruebas de medio fondo y fondo, con Jack Lovelock (1910-1949), en 1500 m en 1936, Murray Halberg (1933), en 10 000 m en 1960, y Peter Snell (1938), en 800 m en 1960 y 800 y 1500 m en 1964. Ahora los kiwis aspiraban a otras dos medallas de oro, en 1500 m, con John Walker y en 5000 con el propio Quax y Rod Dixon. Este último, bronce olímpico en 1500 m 4 años antes, pese a haber sido, con Walker, uno de los protagonistas de la gran carrera de 1500 de los Juegos de la Commonwealth de 1974, había preferido los 5000 m, donde acreditaba 13:17,27.
Quax, aquejado de problemas intestinales, no se clasificó para la final de 10 000 m. En 5000 m se programaron 3 series semifinales, donde se clasificaban los 4 primeros y 2 tiempos de repesca. Quax, recuperado, ganó la primera con 13:30,85, con el finlandés Lasse Virén (1949), que aspiraba a repetir el doblete de Múnich tras su oro en 10 000 m, 4º con 13:33,39. Dixon fue 2º, con 13:20,48, en la rapidísima 3ª serie en la que el británico Bredan Foster (1948), acreditado en 13:14,6, hizo con 13:20,34 plusmarca olímpica. Se esperaba una final rápida. Los favoritos eran Virén, los dos neozelandeses, Foster y el alemán Klaus Peter Hildebrand (1952), acreditado en 13:13,69 ese mismo año. La carrera no resultó, sin embargo, tan rápida como se esperaba, pero sí tremendamente competida. Los 3 primeros kilómetros se corrieron en un parcial de 8:16,3 (2:41,2, 5:36,3). A continuación, Foster y Hildebrand avivaron el paso. Virén tomó la cabeza a falta de 1100m y dio paso al 4º km en 10:55,5. El finlandés fue incrementando progresivamente el ritmo. En la contrarrecta de la última vuelta resistió sucesivamente los ataques de Foster, Hildebrand y finalmente, en la curva, el de Quax, que no pudo impedir el cuarto oro del finlandés. Virén mantuvo la cabeza y se hizo con la victoria en 13:24,76. Había corrido el último kilómetro en 2:29,3 y la última vuelta en 55,4. Quax fue plata con 13:25,16 y Hildebrand, cayéndose, arrebató el bronce in extremis a Dixon, 13:25,38 por 13:25,50.
Quax se quedó sin oro y Dixon sin medalla. Al día siguiente, Walker sí consiguió el oro para Nueva Zelanda, en los 1500 m, por tercera vez en la historia. Al año siguiente, Quax se convertía en plusmarquista mundial de 5000 m al correr el 5 de julio en Estocolmo en 13:12,86. Ese año también mejoró su plusmarca personal de 10 000 m hasta 27:41,95. No volvió a ninguna final importante. En 1980 corrió el maratón de Eugene en 2h10:47.
Posteriormente se dedicó a la política local y fue concejal de la ciudad neozelandesa de Auckland. En 2013 se le diagnosticó un carcinoma de laringe, contra el que estuvo luchando 5 años hasta que sucumbió el pasado 28 de mayo. En una de sus últimas entrevistas, realizada este enero, el bravo Quax decía que No me estoy muriendo de cáncer, estoy viviendo con cáncer. No tenía reparos en hablar de la enfermedad que finalmente lo venció.
Pingback: El año mágico de Henry Rono – Historias del atletismo
Pingback: Los grandes corredores de fondo de la Historia, de Hannes Kolehmainen a Joshua Cheptegei – Historias del atletismo