En la última entrada de su blog (lástima que no escriba más) Dosis de atletismo, el gerente de la SD Correcaminos y un gran experto en historia del atletismo, Juan Manuel Botella, escribe sobre la cena oficial de la organización que tuvo lugar el día anterior al Campeonato del Mundo de medio maratón de Valencia. En esta cena, Juan compartió mesa y mantel con Sebastian Coe (1956), dos veces campeón olímpico de 1500 m y actual presidente de la IAAF. Aunque el lord británico no estaba muy por la labor de hablar de su pasado atlético, Juan finalmente consiguió que rememorase sus años mágicos de atletismo, especialmente el año 1981. Dijo Coe que aquel año podría haber hecho 3:28, si la liebre no hubiese ido tan rápido.
Se refería Coe al único 1500 que corrió esa temporada, en la que se centró en los 800 m y en la milla. Esta solitaria incursión en el kilómetro y medio tuvo lugar el 7 de julio. El británico había conseguido el mes anterior una estratosférica plusmarca de 800 m, 1:41,73. El objetivo en Estocolmo eran los 3:31,36 que Steve Ovett (1955) tenía como plusmarca mundial, desde al año anterior. Para ello los organizadores contrataron comoe liebre a James Robinson (1954), ochocentista acreditado entonces en 1:44,70 y 5 veces campeón de Estados Unidos. Parecía el perfecto marcapasos, pero desde el inicio impuso un ritmo exageradamente rápido El estadounidense cruzó en 51,5 los primeros 400 m y 1:47,4 las dos vueltas, momento en que abandonó. Coe, pese a seguirlo a cierta distancia, hizo 52,43 y 1:49,18. Ya en solitario marcó 2:18,81 en el kilómetro y 2:48,32 en el 1200. Le bastaba 43,03 en los últimos 300 m, pero, desfondado, realizó 43,63. Falló en su objetivo, pese a hacer marca personal de 3:31,95.
Coe estaba en estado de gracia. Cuatro días después en Oslo corría el kilómetro en otra sobresaliente plusmarca mundial de 2:12,18. La última parte de la temporada la dedicó a competir, a distancia, con Steve Ovett por la plusmarca mundial de la milla. El primer tope universal de Coe en esta distancia fue de 3:48,95 (homologada 3:49,0) en 1979. Al año siguiente, la IAAF consideró con los 3:48,8 de Ovett eran superiores al tiempo de Coe. El 19 de agosto, en Zúrich, Coe con 3:48,53 recuperaba la plusmarca mundial de la milla. Una semana después en Coblenza, Ovett se iba a 3:48,40. Tan solo dos días más tarde en Bruselas, Coe zanjaba la lucha con 3:47,33. El 4 de septiembre cerraba la temporada con victoria en los 800 m de la Copa del Mundo de Roma, justo delante de James Robinson.
La temporada de 1981 fue perfecta para Coe. De un total de 39 carreras disputadas, incluyendo 5 relevos, tan solo sufrió una derrota individual, en una carrera de 200 m de ámbito regional. Estuvo en plena forma 3 meses, junio, julio y agosto. Probablemente con un ritmo más razonable en el 1500 de Estocolmo habría superado la plusmarca mundial de 3:31,36 y, tal vez, habría roto la barrera de los 3:31,00 o, incluso, acercado a 3:30,00, pero, ¿realmente valía 3:28? En un entorno hipercompetitivo y, sin duda, muy motivante por la rivalidad con Ovett, Coe realizó una entonces excepcional marca de 3:47,33, 1,07 menos que la reciente plusmarca de Ovett. Según las tablas de la IAAF, equivale a 3:30,64. En 1985, Steve Cram (1960) y Said Aouita (1959) mejoraron la marca de Coe con 3:46,32 y 3:46,92. Esa misma temporada sus marcas de 1500 m fueron respectivamente 3:29,67 y 3:29,46, en el caso del británico, prácticamente clavando las equivalencias de la IAAF (3:46,28 equivale a 3:29,66). Tendrían que pasar 7 años para que un atleta corriese en 3:28. Lo hizo el argelino Nourredine Morceli (1970) el 6 de septiembre de 1992, al marcar en Rieti 3:28,86, tiempo equivalente a 3:45,45 en la milla. El argelino realizó al año siguiente 3:44,39 en la distancia británica. No parece que Coe estuviese en condiciones de correr tan rápido en 1981.
Según sigue contando Juan Botella, otro argumento que da el actual presidente de la IAAF a favor de esos hipotéticos 3:28 es que consiguió su mejor marca personal de 1500 m, 3:29,77, en 1986, cuando ya no era su mejor versión. Sin embargo, que suceda esto no es infrecuente. En ocasiones, atletas de calidad excepcional son capaces de hacer una gran carrera, aunque ya no sean regulares en la competición. El propio Ovett hizo su mejor 1500, 3:30,77, en un año relativamente discreto, en el que no fue capaz siquiera de subirse al podio en el Mundial de 1983. También Steve Cram corrió en 1987 en 3:31,43 y en 3:30,95 en 1988, en el segundo caso mejor marca de ese año, y se quedó fuera de los puestos de honor en el Mundial de Roma y en los Juegos de Seúl.
Quizá el paso del tiempo y los tiempos posteriores de los 1500 m llevaron a Coe a sobrevalorar su propia capacidad en 1981, año en el que pensar en correr en 3:28 semejaba la velocidad de la luz.
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