El 31 de agosto del año pasado, con la temporada de pista al aire libre a punto de terminar, tres jóvenes etíopes soprendieron en el 5000 de la reunión Ivo van Damme de Bruselas con registros que se convirtieron en los tres mejores del año. Selemon Barega (2000), Hagos Gebrhiwet (1994) y Yomif Kejelcha (1997) mejoraron sus marcas personales hasta 12:43,02, 12:45,82 y 12:46,79, convirtiéndose de un plumazo en el 4º, 5º y 6º atletas de siempre en la prueba. Ese mismo año, los tres se habían enfrentado en la prueba de 3000 m del campeonato del mundo, al que Kejelcha acudía como invitado por haber sido oro en la anterior edición. En una lentísima carrera, Kejelcha renovó su título, con 8:14,41, Barega fue 2º con 8:15,59 y Gebrhiwet 4º con 8:15,76.
Al aire libre, Yomif Kejelcha ya había sido campeón del mundo sub18 de 3000 m en 2013 y sub20 de 5000 m en 2014. En 2015 ocupó la 4ª posición en los 5000 m del Mundial de Pekín, puesto que repitió 2 años después en Londres. En 2015 acreditó 12:53,98. No volvió a bajar de 13 hasta la carrera de Bruselas. En 1500 m acredita 3:32,59. Desde finales de 2017 entrena en Oregon, con Alberto Salazar (1958). Estas excelentes credenciales no hacían presagiar, sin embargo, lo sucedido el pasado 9 de febrero en los Millore Games de Nueva York, donde corrió en la milla en 3:48,46, a 0,01 de la plusmarca mundial del marroquí Hicham El Guerrouj (1974), el año en que nació Kejelcha. Daniel Ceán Bermúdez tiene una magnífica entrada en su blog sobre esta carrera.
La plusmarca mundial bajo techo de 1500 m, también en poder del marroquí, parecía posible. El ya lejano 2 de febrero de 1997, en Stuttgat, un cerrado duelo entre El Guerrouj y el etíope todoterreno Haile Gebrselassie (1974) acabó con unos entonces estratosféricos 3:31,18, mientras Gebre se iba a 3:31,76. Ayer, en Birmingham, todo estaba preparado para que el marroquí perdiese, a manos de Yomif Kejelcha, la primera de la cinco plusmarcas mundiales de medio fondo que posee. El neerlandés Bram Som (1980), acreditado en su momento en 1:43,45, sería el encargado de marcar el ritmo hasta el primer kilómetro. Los pases fueron excelentes con 55,69, 1:52,70 y 2:21,27, momento en que el etíope se quedó en cabeza. Kejelcha cruzó los 1200 m en 2:49,28. La plusmarca mundial era posible, pero había algo que no estaba en el guion. El etíope no era capaz de despegar a su compatriota Samuel Tefera (1999). A pesar de su juventud, Tefera no era ningún desconocido. En 2017 ya corría al aire libre en 3:33,78, marca que mejoró al año siguiente a 3:31,63, además de 3:51,26 en la milla. Es, como Kejelcha, campeón mundial en sala, de 1500 m, oro que también alcanzó en una lentísima carrera ganada con 3:58,19. Tefera se mantuvo pisando los talones a Kejelcha hasta que lo sobrepasó a falta de 150 m. Finalmente hubo plusmarca mundial, pero con protagonista inesperado, Samuel Tefera, que paró el crono en 3:31,04, por 3:31,58 de Kejelcha.
Por primera vez en más de dos décadas, un atleta superaba una de las cinco plusmarcas de El Guerrouj. Además de las dos que poseía en sala, el marroquí sigue ostentando al aire los topes universales de los 1500 m (3:26,00, Roma 14 07 1998), la milla (3:43,13, Roma 07 07 1999) y los 2000 m (4:44,79, Berín 07 09 1999). ¿Podrían estar en peligro? Habrá que estar atentos a la progresión de estos dos atletas etíopes. Y también al noruego Jakob Ingebrgitsen (2000) que este año ya ha corrido en sala en 3:36,21 (al aire libre tiene 3:31,18) y que el año pasado en el Mundial sub20 derrotó tanto a Tefera en los 1500 m como a Barega en los 5000. ¿Estamos ante el inicio de una nueva edad de oro del medio fondo?