Todo lo que se invierte en deporte la sociedad te lo devuelve con creces ya que se mejora la salud de la población, no se hace un uso desmesurado de los servicios sanitarios y se fomenta la integración y el afán de superación (1).
En esta afirmación de Jesús Ángel García Bragado probablemente está la clave de la motivación que encuentra un hombre de 50 años para seguir entrenando cada día y para competir entre los mejores del mundo. Resulta muy complicado buscar un calificativo que realmente pueda definir su 8º puesto en el Campeonato del Mundo de 50 Km marcha, a menos de tres semanas para entrar en la cincuentena. Bragado ha competido en 13 campeonatos del mundo y en 7 Juegos Olímpicos. Su plaza de finalista en el Mundial lo clasifica automáticamente para los que pueden ser sus octavos Juegos Olímpicos. La palabra excepcional adquiere aquí su pleno significado. En la historia del atletismo solamente hay dos precedentes parecidos, ambos en los Juegos Olímpicos. En el maratón de 1936, el canadiense, nacido británico, Percy Wyer (1884-1965) fue 30º a la edad de 52 años y 199 días. Dieciséis años después, en 1952, el estadounidense John Deni (1903-1978) tomó parte en los 50 Km marcha olímpicos con 49 años y 74 días, aunque no llegó a la meta.
Jesús Ángel García Bragado, Chuso, nació en Madrid el 17 de octubre de 1969. Su primera competición internacional fue la Universiada de 1991, donde se hizo con la 5ª plaza en los 20 Km marcha. Su relación con la prueba más corta de marcha fue efímera y en 1992, ya en la distancia más larga, ocupó la 10ª plaza en los Juegos Olímpicos, justo detrás de un veterano catalán de 42 años llamado José Marín (1950). La transición a los 50 Km marcha había resultado exitosa. Ese año registró 3h48:24. Al año siguiente se disputaba el Mundial de Stuttgart. Bragado llegó a Alemania con la segunda mejor marca de ese año, 3h48:06. La lista la encabezaba otro español, el catalán de Viladecans Valentí Massana (1970) con 3h46:11. Massana se decidió por los 20 Km marcha del Mundial y ganó el oro. Bragado, ante marchadores mucho más experimentados que él, decidió a partir del segundo kilómetro hacer su carrera. Cuarenta y ocho kilómetros más tarde se presentaba en solitario en el estadio para hacerse con el oro en 3h41:41, su mejor marca, la mejor del mundo ese año.
Con 24 años, una edad muy temprana para un marchador de élite, Bragado conseguía en mayor éxito de su carrera en valor absoluto. Sin embargo, sin duda, lo más meritorio del madrileño, algo casi inédito en el panorama atlético mundial, ha sido su número imposible de participaciones en grandes campeonatos. Tras la victoria de Stuttgart ha tomado parte en otros 12 Mundiales. Tan solo se perdió el de 2017 por lesión. Se hizo con el subcampeonato en 1997, 2001 y en 2009, con casi 40 años. Además del 8º puesto de ayer, fue 5º en 1991, 6º en 2003, 9º en 2017 y 12º en 2013. Resultó descalificado en 2005, 2007 y 2011 y abandonó en 1999.
En las 7 ediciones de los Juegos Olímpicos en que tomó parte nunca fue medallista, si bien consiguió notables clasificaciones. Además del 10º puesto de 1992, abandonó en 1996, en 2000 ocupó la 12ª plaza, fue 5º en 2004, 4º en 2008, 19º en 2012 y 20º en 2016.
En cuanto al Campeonato de Europa, sus mejores actuaciones tuvieron lugar en 2006 en que se hizo con la plata, y en 2002, en que ganó el bronce. En 1994 fue 4º, resultó descalificado en 1998, fue 5º en 2010 y 8º en 2014. En 2018 abandonó.
Fue además primero en la Copa de Europa de Marcha en 1996, 2000 y 2001 y primero en la Copa del Mundo de Marcha en 1997, prueba en la que hizo su mejor registro de siempre, 3h39:54
El logro del 8º puesto mundialista, con dos prótesis de cadera, es consecuencia de la motivación, de la devoción a un deporte, de la perseverancia, de la disciplina, del sacrificio pero, sin duda, también de la experiencia. Sabedor de las difíciles condiciones climáticas de la prueba, comenzó a un ritmo muy lento. A la altura del km 10 iba 31º. Fue progresando durante toda la competición hasta llegar entre los finalistas.
Residente desde hace varios años en la localidad barcelonesa de San Adrián de Besós, donde tuvo responsabilidades políticas municipales, Bragado es podólogo de profesión. Tiene a Montserrat Pastor como entrenadora. Será sin duda un placer ver a este descomunal atleta participar el año que viene en sus octavos juegos olímpicos. Chuso es todo un ejemplo de dedicación y devoción al deporte que lo apasiona. Una excelente referencia para todos.
¡Larga vida a Chuso!
(1) http://euskizofrenia.blogspot.com/2017/12/el-unico-atleta-heptaolimpico-chuso.html
Chuso Bragado es un ejemplo de humildad y dedicación…un fenómeno
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