El 28 de agosto de 2007, en la final de los 800 m femeninos, la mediofondista vallisoletana Mayte Martínez protagonizaba uno de los grandes momentos del atletismo español. En una final de un nivel altísimo, a la que había accedido brillantemente, en una última recta memorable, partiendo de la séptima posición, se hacía con la medalla de bronce. Era la primera y única ocasión que el podio de los 800 m de un campeonato de ámbito mundial tenía presencia española. A sus 31 años, Martínez dejaba claro que era la mejor atleta española, en categoría masculina o femenina, en la doble vuelta a la pista.
María Teresa Martínez Jiménez nació en Valladolid el 17 de mayo de 1976. Con 15 años ya corría su prueba favorita en 2:14,48. En 1995 se proclamó campeona de España junior (sub20) y fue 6ª en el Campeonato de Europa de la categoría, con 2:05,00, su mejor marca entonces. La transición a la categoría absoluta le resultó complicada, en gran parte debido a incontables problemas físiccos. No mejoró su marca de categoría junior, hasta el año 2000, en un año que la convirtió en la referencia femenina de los 800 m en España. El 20 de mayo corría en 2:04,02, en el Campeonato Iberoamericano, en el que se llevaba la plata. Posteriormente registró 2:02,18, 2:01,65, en dos ocasiones y 2:00,53 a principios de agosto. A finales de ese mes consiguió su primer campeonato de España absoluto. Acudió a los Juegos Olímpicos de Sídney, donde el 22 de septiembre, en la primera eliminatoria, en la que fue segunda, se convertía con 1:59,60 en la segunda española en correr los 800 m por debajo de 2 minutos. La siguiente ronda no le fue tan propicia y puso fin a una magnífica temporada.
La siguiente temporada, la de 2001, Martínez confirmó su salto revelándose como una excelente competidora. La gran competición del año era el Campeonato del Mundo al aire libre, que se celebraba en Edmonton. Allí se presentó en gran forma. Mejoró su prestación de la temporada al ser 3ª en la primera semifinal con 2:00,09 y en la final con dos centésimas menos fue 7ª. La vencedora fue el fenómeno mozambiqueño María Mutola (1972).
Poco después del campeonato, Martínez se quedaba con 1:59,76 muy cerca de su plusmarca personal. Sus buenas actuaciones en grandes campeonatos continuaron en 2002. En pista cubierta conseguía la 4ª posición en el Campeonato de Europa. Ese temporada invernal haría con 2:00,78 su primera plusmarca española en sala. Al aire libre, también en la máxima competición continental, tuvo una soberbia actuación. Tras entrar fácilmente en la final se encontró con una carrera rapidísima que le permitió llevar su marca personal hasta 1:58,86 y hacerse brillantemente con la medalla de plata, por detrás de la inabordable eslovena Jolanda Čeplak (1976), llamada ahora Jolanda Batalgelj, oro con 1:57,65. En 2007 sería suspendida por consumo de eritropoietina. Bronce fue la británica Kelly Holmes (1970). Unos días después, Martínez volvía a mejorar hasta 1:58,29.
En 2003, sumó otra medalla, esta vez en sala, en el campeonato del Mundo de Birmingham. Tras haber mejorado su marca, y plusmarca española, en sala a 2:00,53, se presentó en la ciudad inglesa en un magnífico estado de forma. Ganó su serie y fue segunda en su semifinal con marca personal de 1:59,82. En la final volvió a mejorar hasta 1:59,53, que le valieron el bronce. Superó por 0,01 a Čeplak. La vencedora fue Mutola, con 1:58,94, por delante de la austríaca Stephanie Graf (1973), 1:59,39. La temporada estival comenzó con muy buenas perspectivas y un 800 en 1:59,62 en julio, pero una inoportuna lesión la obligó a terminar prematuramente el año atlético.
Las lesiones continuaron persiguiendo a Mayte Martínez en la temporada olímpica de 2004. En sala volvía a haber Mundial. Esta vez no pudo llegar a la final. Al aire libre, muy corta de preparación superó la primera ronda del 800 olímpico, con su mejor marca del año, 2:00,81, pero pagó el esfuerzo en la semifinal y ahí se terminó su actuación. Su forma, sin embargo, continuó en progresión y a primeros de septiembre fue capaz de correr en 1:58,58.
Los éxitos continuaron, no obstante, en 2005. En pista cubierta se celebraba en Madrid el campeonato continental y Martínez no perdió ocasión de brillar. Fue segunda detrás de la rusa Larisa Chzhao (1971). Al aire libre volvió a una final, en el campeonato del Mundo de Helsinki, tras correr en 1:59,44 el mes anterior. Tras clasificarse para la final por tiempos con 1:59,40, su mejor marca del año, ocupó la 5ª plaza con 1:59,99, otra gran actuación tras la decepción de la temporada olímpica. La vencedora fue la cubana Zulia Calatayud (1979) con 1:58,82.
En 2006 el gran objetivo era en Europeo al aire libre de Gotemburgo. Una vez más, tras haber corrido previamente por debajo de 2 minutos, Martínez alcanzó la final, donde fue 7ª con 2:00,10, en una carrera dominada por las rusas Olga Kotlyarova (1976), 1:57,38, y Svetkana Klyuka (1978), 1:57,48. Esta última tuvo una suspensión de dos años en 2011 por alteraciones de su pasaporte biológico.
Pasados ya los 30, Mayte Martínez había ganado medallas en campeonatos continentales y había sido finalista en dos mundiales al aire libre. Lo mejor, sin embargo, estaba por llegar y lo haría en 2007. En pista cubierta había campeonato de Europa. Decidió tomar parte en los 1500 m, prueba en la que acreditaba al aire libre 4:05,05 (2005), y consiguió una buena 5ª posición en la final.
La gran competición de la temporada estival era el campeonato del Mundo, que tendría lugar en Osaka. Martínez llegó en la mejor forma de su vida y se encontró una prueba de altísimo nivel en la que supo dar lo mejor de sí misma. El campeonato tuvo lugar a finales de agosto. A mediados de julio, Martínez siguió con su buena costumbre de bajar de 2 minutos, al registar 1:59,74, tiempo con el que llegó a Osaka. La española realizó el segundo mejor tiempo global de la primera ronda, al ser segunda en la 6ª serie con 1:59,58, detrás de la keniana Janeth Jepkosgei (1983), 1:58,95. Esta atleta también realizó el menor tiempo de las semifinales, al imponerse en la tercera con plusmarca nacional keniana de 1:56,17, por delante de la marroquí Hasna Benhassi (1978), 1:56,84, y de Mutola, 1:56,98. Martínez se había clasificado por puestos al ser segunda en la segunda semifinal con 1:59,32. Se preveía que la final, el 28 de agosto, sería un duelo muy rápido entre las tres primeras de la tercera semifinal. Jepkosgei salió como un cohete marcando 26,58 en el primer 200, con la española en última posición a cierta distancia. La cabeza y la cola no variaron al paso por los 400 m en 56,18 de la keniana. Esta continuaba en cabeza a falta de 200 m, 1:26,19, algo por delante de Mutola y con Martínez en 7º lugar. En la entrada de la recta final, parecía que Benhassi y Mutola se echaban encima de Jepkosgei, pero esta consiguió aguantar, mientras la atleta de Valladolid seguía séptima. La keniana se fue en solitario a la meta. Mutola se paraba a falta de 70 metros. Benhassi consolidaba la segunda posición, mientras Mayte Martínez, en una última recta trepidante, alcanzaba el bronce.
Jepkosgei volvía a superar la plusmarca de su país con 1:56,04, Benhassi llegaba en 1:56,99, mientras la española pulverizaba su plusmarca personal con 1:57,62, a tan solo 0,17 del tope español de Maite Zúñiga (1964). La última recta de Osaka, un lugar para la historia que demostraba la clase y el saber estar de una atleta fantástica. Martínez alcanzó el culmen de su carrera atlética en esta final del Mundial. Unos días más tarde realizaría 1:58,14, su segunda mejor marca de siempre.
Los problemas físicos reaparecieron en la temporada olímpica de 2008 y le impidieron participar en los Juegos, tras haber sido 4ª en el Mundial en sala en la temporada invernal. Aún tuvo tiempo de alcanzar dos nuevas finales. En 2009, con 33 años, fue 7ª con 1:58,81 en el Mundial al aire libre, en la carrera que dio su primer oro a la surafricana Caster Semenya (1991), y en 2010 fue 6ª con 1:59,97 en el Europeo al aire libre. Se perdió la temporada 2011 por lesión y aún compitió en 2012, pero sus problemas de rodilla la obligaron a retirarse definitivamente esa temporada.
En el ámbito nacional fue 8 veces campeona de España al aire libre en 800 m (2000, 2001, 2002, 2004, 2005, 2006, 2007 y 2008), una vez de 400 m (2010), prueba en la que acreditó 53,67, y 8 veces campeona de 800 m en pista cubierta (de 2001 a 2008). Corrió 27 veces por debajo de 2 minutos y 6 veces en menos de 1:59,00. Estuvo en la final de 4 campeonatos del Mundo y de 3 campeonatos continentales al aire libre, con un bronce y una plata respectivamente. En conjunto, considerando la categoría femenina y la masculina, es la atleta española con mejor palmarés de largo en los 800 m. Tan solo le faltó brillar en los Juegos Olímpicos y la plusmarca española absoluta de los 800 m.
Parte fundamental en la carrera atlética de Mayte Martínez ha sido su entrenador Juan Carlos Granado (1969), quien supo sabiamente optimizar el esfuerzo de la atleta en medio de una omnipresente maraña de lesiones. Y, por su puesto, no se debe olvidar a su primer entrenador, Elías Reguero (1939), crucial en el viaje de niña atleta cadete a finalista en el Europeo junior.
En la actualidad Mayte, licenciada en Psicopedagogía y diplomada en Magisterio de Educación Física, dirige una escuela de atletismo y continúa compitiendo en la categoría de veteranos. En la retina de los aficionados queda su trepidante recta de Osaka, que le permitió encaramarse al podio del Mundial de 2007, toda una hazaña de esta mujer de Valladolid.
Nota: Salvo algún obituario inesperado, cosa que no deseo, esta será la última entrada de 2019. Cuando comencé a mediados de 2016 con el blog me propuse hacer un mínimo de dos entradas al mes y lo he ido cumpliendo. Este año han sido 29. Os deseo a todos lo que me leéis lo mejor para el año olímpico de 2020. ¿Asistiremos en Tokio (perdón, en Sapporo) al duelo maratoniano entre Kipchoge y Bekele? Ojalá. Volveré en enero.
Magnífico artículo.
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Muchas gracias.
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