¿Y si la final olímpica de 1500 en 1968 hubiese sido al nivel del mar?

La mañana de ayer, mi amigo Juan Botella me lanzó un reto a propósito de un tuit del doble medallista olímpico de 1500 m Nick Willis (1983).

Prometí hacer un hilo, pero después pensé que el tema daba para una entrada de este blog, que, por cierto, acaba de superar las 60 000 vistas (muchas gracias a todos). Creí que me llevaría menos tiempo. De hecho, había asegurado a Juan que lo terminaría el día de ayer. En cualquier caso, después de haber escrito si el mejor Coe habría podido ganar al mejor Cruz en 1984 y de la marca que podría haber hecho Seb Coe en 1500 en el año mágico de 1981, esta será la tercera entrada de atletismo-ficción.

Dediqué una entrada muy amplia a la final olímpica de 1500 de México, centrándome en la trayectoria de sus dos protagonistas, Kip Keino (1940) y Jim Ryun (1947), que aparecen en esta reciente fotografía con Juan Botella.

Keino, Juan, Ryun
Kip Keino, Juan Botella y Jim Ryun

Aunque la mejor prueba de ambos atletas era el 1500 (o la milla), su aproximación a la distancia era justamente opuesta. El estadounidense era un mediofondista puro, poseedor de las plumarcas mundiales de las 880 yardas, 1:44.9 (equivalente a 1:44.2 en 800 m, más rápido que el tope mundial de 1:44.3), los 1500 m, 3:33.1, y la milla, 3:51.1. Keino, por su parte, hacía compatibles los 1500 m con distancias más largas. Había sido plusmarquista mundial de los 5000, 13:24.2 en 1965, distancia en la que había ocupado la 5ª plaza en la final olímpica de 1964. Además era entonces el vigente poseedor del primado universal de los 3000 m, 7:39.6. En 10 000 m había realizado el excelente registro de 28:06.4. Acreditaba 3:36.7 en los 1500 m, al paso de una milla, y 3:53.1 en la milla a 1131 metros de altitud. Evidentemente su valía real en ambas pruebas era mejor y se desenvolvía muy bien en altitud.

El año anterior de 1967, Keino había resultado derrotado de forma contundente en el 1500 de un encuentro entre Estados Unidos y la Commonwealth  en Los Ángeles, en una pista de tierra. Sabedor de que el estadounidense tenía un final rapidísimo, tras un pase de 1:00.9 la primera vuelta, el keniano imprimió un ritmo durísimo, con pases de 1:56.0 y 2:53.5, momento en que Ryun tomó la cabeza y acabó en unos extraordinarios 3:33.1. Keino, desfondado, solo pudo hacer 3:37.6.

Poco después en Londres, el keniano volvió a resultar derrotado en una milla. Ryun era capaz de mantener ritmos muy intensos y acabar más fuerte que sus rivales. Los tiempos fueron 3:56.02 y 3:57.36. Parecía el claro favorito para el oro olímpico, pero la Ciudad de México estaba a 2250 m y Keino ya había mostrado que podía correr mucho en lugares muy altos. En aquel momento se desconocía el efecto de la altitud sobre el rendimiento atlético. Hoy sabemos que la menor resistencia al aire y la disminución de la aceleración de la gravedad favorecen las pruebas explosivas y, por el contrario, la menor presión parcial de oxígeno dificulta las pruebas de largo alcance. Probablemente en los 800 m ambos factores se compensan, mientras que en distancias superiores el efecto negativo es dominante.

En las pruebas de selección olímpica de su país, Ryun intentó clasificarse para los 800 y los 1500 m, pero algo disminuido físicamente por una reciente mononucleosis infecciosa, solo consiguió la clasificación para la prueba más larga. Keino llegó a México con el objetivo de mejorar a Paavo Nurmi (1897-1970), capaz de ganar el oro olímpico en 1500, 5000 y 10 000, si bien en Juegos diferentes, y se inscribió en estas tres distancias. La primera en disputarse fueron los 10 000 m. Tuvo que abandonar a falta de 3 vueltas, aquejado de fuertes dolores abdominales. Le diagnosticaron una colecistitis y le recomendaron no correr. No siguió el consejo médico, y tras ganar la medalla de plata en 5000 m, alcanzó la final de 1500 m, tras haberse clasificado fácilmente. Esta fue su trayectoria previa:

Final de 10 000 m abandonó a falta de 3 vueltas
Semifinal de 5000 m 1º 14:20.4
Final de 5000 m 2º 14:05.2
Serie de 1500 m 1º 3:46.96
Semifinal de 1500 m 2º 3:51.50 (detrás de Ryun)

El estadounidense, por su parte, estaba mucho más descansado. Había ganado su serie en 3:45.80 y su semifinal en 3:51.25. No perdía una carrera de 1500 m o de la milla desde 1965 y era el plusmarquista mundial en ambas distancias. Ryun calculaba que se ganaría con 3:39. La realidad fue muy distinta pues él mismo hizo 3:37,89 y no ganó. Esta marca era muy buena. Además de Keino y el propio Ryun, en aquel momento solamente ocho hombres más habían corrido más rápido.

Tras sus derrotas previas, Keino sabía que para ganar necesitaba una carrera muy rápida. De modo que, ayudado por su compatriota Ben Jipcho (1943), pasó el 400 en 56,6 y el 800, ya en solitario, en 1:55,3, con Ryun algo más 3 segundos por detrás en sexta posición. Es probable que el estadounidense pensase que Keino se desfondaría. Pero no sucedió así, pues el keniano dio paso al 1200 en 2:53,4. Ryun recuperó terreno mínimamente con 2:56,0, aún en cuarta posición, pero incluso en el último 300 fue más rápido el keniano, que se proclamó brillantemente campeón olímpico con 3:34,91, su mejor marca personal, casi 3 segundos por delante de Ryun, 3:37,89. Tercero fue el alemán Bodo Tümmler (1943) con 3:39,08.

Los resultados completos fueron:

1 Kip Keino KEN 3:34,91 OR
2 Jim Ryun USA 3:37,89
3 Bodo Tümmler RFA 3:39,08
4 Harald Norpoth RFA 3:42,57
5 John Whetton GB 3:43,90
6 Jacky Boxberger FRA 3:46,65
7 Henryk Szordykowski POL 3:46,69
8 Josef Odložil CHE 3:48,69
9 Tom Von Ruden USA 3:49,27
10 Ben Jipcho KEN 3:51,22
11 André Dehertoghe BEL 3:53,63
12 Marty Liquori USA 4:18,22

Bien, hasta aquí, los hechos. A partir de ahora entraré en el terreno de la especulación. En primer lugar, y aunque Nick Williams no lo pregunta en el tuit, habría que plantear lo que habría podido hacer Keino si hubiese corrido como en México, empleando la misma energía, al nivel del mar. Hay que tener en cuenta que el keniano nunca mejoró la marca de México. En el número de octubre-noviembre de 1968 de la revista Atletismo Español, puede leerse un estudio firmado por Antonio Hoyos en el que trata de corregir el valor de los registros conseguidos en los Juegos si hubiesen tenido lugar al nivel del mar. Cree que Keino habría podido correr en 3:31.5. Se basa en la diferencia entre la actuación de otros atletas en la final y sus marcas previas. Sin embargo, son muy pocos casos y la respuesta a la altitud es muy individual. Hoy tenemos más datos. En la siguiente tabla se muestran los mejores 1500 m en altitud y se comparan con la mejor marca al nivel del mar.

1500 altitud

Se trata de los mejores 1500 realizados en altitud, junto con la mejor marca del atleta y la diferencia entre ambos registros. Salvo el caso de Keino, el resto de los atletas, todos kenianos, realizaron su mejor marca en altitud en Nairobi, a 1795 m sobre el nivel del mar, donde se corría muy rápido pese a esta limitación La media de la diferencia entre los dos 1500 es de 2.94. Para aproximar más la pérdida en altitud se podría considerar la mejor marca del atleta el mismo año, pero dado que son 21 corredores, un buen número, tal vez se podría dar como buena esa pérdida de casi 3 segundos. Es decir, Keino podría haber estado en el entorno de los 3:31 largos, casi lo que le atribuían en el artículo antes reseñado. El rendimiento del keniano fue sorprendente, pues no solo llevaba muchas carreras encima, sino que su salud tampoco era la mejor para estar ganando un oro olímpico. Por cierto, la mejor marca mundial de 1500 m en altitud de Keino duró hasta 1992, año en que el obstaculista Moses Kiptanui (1970) hizo 3:34.0 en Nairobi, curiosamente su mejor marca de siempre en la distancia.

En cuanto a Ryun, como se señaló anteriormente, su marca de 3:37.89 fue muy buena. De hecho fue su segundo mejor 1500 de siempre entonces, aunque tenía dos pasos en la milla más rápidos. En la final, tal vez pudo haber corrido algo más rápido. Probablemente pensaba que Keino reventaría e inicialmente fue muy conservador. Su táctica no fue buena. Además, a Ryun la altitud le perjudicó, pues nunca tuvo opción de ganar el oro a un atleta inferior a él sobre el papel. La pista sintética pudo ayudarlo, pero no compensó la altitud. Para analizar la valía del estadounidense, hay que tener en cuenta que había conseguido la plusmarca mundial en una pista de tierra y con un pase del primer 400 en 1 minuto. Tal vez, con un ritmo más sostenido, podría haber hecho ese día menos de 3:32.5 y sustituyendo la tierra por material sintético quizá un segundo menos. En 1968 no había corrido tan rápido como el año anterior, el de la plusmarca mundial. Probablemente su entrenamiento iba dirigido al oro olímpico, no a mejorar las marcas. No hay que olvidar que había sufrido algunas semanas antes de los Juegos una mononucleosis infecciosa.

Ahora, para terminar el atletismo-ficción, hay que contestar la pregunta del título ¿Qué habría ocurrido si la final olímpica hubiese sido al nivel del mar? Si hubiese sido hoy, emulando lo que se hará (esperemos que se pueda) en Tokio, se habrían llevado las pruebas más largas de 800 a Acapulco. Pues bien, en una final al nivel del mar, si Keino hubiese corrido exactamente igual, Ryun se habría pegado a él, como en Los Ángeles, y la carrera habría acabado en 3:31. Sé que hay alguien que estuvo allí que me dirá lo contrario, pero Keino aquel día estaba en estado de gracia y creo que habría ganado igualmente, aunque por mucho menos que en la carrera real. Por supuesto, en ese hipotético 3:31 de Keino, si Ryun hubiese corrido como en México, tampoco lo habría alcanzado y probablemente habría estado en 3:34. Y con esto respondo a la pregunta de Willis sobre la equivalencia de los 3:37.82 del estadounidense en México.

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