Esta es la entrada 147 de este blog y es la primera que no trata de atletismo, al menos directamente. Hoy quisiera hacer un pequeño homenaje al actor Ben Cross, que acaba de fallecer en Viena. Su hija Lauren envió una nota anunciando el luctuoso suceso Queridos admiradores de Ben Cross. Soy su hija, Lauren. Tengo el corazón roto de compartir con vosotros que mi querido padre murió hace unas horas. Había estado enfermo durante un tiempo, pero sufrió un rápido avance durante la semana pasada.
Ben Cross no hizo una apabullante carrera cinematográfica, aunque entre series y películas cuenta con más de 100 títulos. Una parte importante de su carrera profesional se centró, como buen actor británico, en el teatro. Sin embargo protagonizó una sobresaliente película, probablemente la mejor de tema deportivo, la oscarizada Carros de Fuego (Hugh Hudson, 1981), ganadora de cuatro Óscars de Hollywood, entre ellos el de mejor película y mejor banda sonora (inolvidable la composición de Vangelis). Como ya habíamos tratado en otra entrada del blog, la cinta muestra muy bien la psicología del atleta, sus miedos, sus inseguridades, sus frustraciones, pero también su disciplina, su capacidad de sacrificio, el compañerismo. Uno de sus puntos fuertes son las interpretaciones y, sin duda, Ben Cross está más que a la altura en el papel de Harold Abrahams (1899-1978), un hombre motivado por una mezcla de prejuicio y paranoia, según había declarado el propio Cross en una entrevista en 2012. En esta memorable escena se muestra claramente la obsesiva personalidad de Abrahams, que confiesa a su novia Sybil que si no puede ganar no corre. Esta, poniendo un punto de sensatez en su vida, le responde que si no corre no puede ganar.
Harry Bernard Cross nació el 16 de diciembre de 1947 en Londres, en el seno de una familia de clase trabajadora. Antes de comenzar su carrera como actor desempeñó diversos trabajos manuales. Durante los años 70 se dedicó fundamentalmente al teatro, aunque intervino en la película Un puente muy lejano (Richard Attenborough, 1977). El papel que le daría fama mundial, el de Harold Abrahams en Carros de fuego le llegaría en 1981.
En 1983 protagonizó la serie de 10 episodios de la BBC La ciudadela, basada en la novela homónima del escritor y médico escocés Archibald Joseph Cronin (1896-1981). Cronin muestra lo que a su juicio debería se el compromiso de la profesión médica con la sociedad y lo que puede suceder si el médico se desvía de este compromiso. Ben Cross es un perfecto Dr Andrew Manson. La serie se puede ver completa en inglés en YouTube.
Tras estos éxitos a primeros de los 80, Cross intervino en numerosas películas y series de televisión, pero sin olvidar nunca el teatro. Algunos de los trabajos en que intervino fueron El primer caballero (1995), 20.000 leguas de viaje submarino (1997), La Biblia: Salomón (1997), El exorcista: el comienzo (2004), Star Trek (2009) o Guillermo y Kate: una historia real (2011). También se dedicó a la composición musical. Su participación en su última película, The devil’s light (Daniel Stamm, 2020) había concluido 10 días antes de su muerte. En 1984 había realizado un anuncio de American Express con el verdadero Jackson Scholtz (1897-1986), interpretado en Carros de fuego por Brad Davis (1949-1991), atleta al que el verdadero Abrahams había derrotado en los 100 m de los Juegos de París, si bien después, no antes como muestra la película, Scholz se llevó los 200 m, con el británico en última posición.
Cross no consiguió ser tan longevo como Abrahams y nos dejó ayer, 18 de agosto, a los 72 años. Para los aficionados al atletismo será, no obstante, tan inmortal como Harold Abrahams, papel en el que Cross demostró ser un enorme actor.
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