La frustración del finlandés Paavo Nurmi (1897-1973,) tras no haber resultado seleccionado para correr los 10 000 m en los Juegos Olímpicos de 1924, se transformó motivación para superar la plusmarca mundial de la distancia, poco después de la competición olímpica. Su tiempo de 30:06.2, realizado el 31 de agosto de ese año, no solamente superaba el registro anterior de su compatriota Ville Ritola (1896-1982) en 16 segundos, sino que rozaba la barrera, entonces imposible, de la media hora. Correr por debajo de 30 minutos comenzaba a parecer al alcance del atletismo. Sin embargo, hubieron de pasar nada menos que quince años, y otros dos topes universales por el medio, para que un atleta superase esta barrera. Ocurrió el 17 de septiembre de 1939. Cuando el mundo estaba más pendiente de los acontecimientos en Polonia, invadida por los alemanes el 1 de septiembre y por los soviéticos ese mismo día 17, otro finlandés volador, Taisto Mäki (1910-1979), en Helsinki, detenía el crono en 29:52.6.
Taisto Armas Mäki nació en Helsinki el 2 de diciembre de 1910. A los cinco años perdió a su madre. Su padre había fallecido el año anterior. Él y sus hermanos mayores se criaron con su abuela en una granja en Rekola, una localidad muy próxima a la capital. Tuvo que ponerse a trabajar en la granja muy pronto, por lo que solo pudo completar seis años de escolaridad. Comenzó a practicar atletismo con 17 años en un club local, pero con dedicación también a otros deportes y poco entrenamiento formal. En 1932, con 21 años, bajaba por primera vez de 16 minutos en 5000 m, 15:59.9, una marca muy poco llamativa, que en absoluto hacía presagiar lo que sucedería en los siguientes años.
A partir de 1933, su actividad atlética se fue haciendo cada vez mayor. En 1934 se unió al club HKV de Helsinki, cuyos buenos oficios fueron clave para que Mäki consiguiese un trabajo en Alko, una empresa estatal de bebidas alcohólicas. Aunque la compañía le daba cierta facilidad para practicar atletismo, Mäki se levantaba a las 4:30 para hacer una primera sesión de entrenamiento, antes de tomar el tren a las 6:15 para ir al trabajo. Tras terminar su jornada, por la tarde, llegaba la segunda, y más dura, sesión de entrenamiento. Los resultados no se hicieron esperar. En el campeonato finlandés de 5000 m de 1934, un entonces desconocido Mäki mejoraba hasta 14:49.2 y se hacía con la victoria, derrotando al campeón olímpico de 1932 y plusmarquista mundial, 14:17.0, Lauri Lehtinen (1908-1973). Sus esperanzas de clasificarse para el primer campeonato de Europa, que tendría lugar en Turín ese mismo año, se vieron frustradas por una lesión, practicando triple salto (!), que lo dejó fuera de combate. Siguió mejorando al año siguiente, con 14:40.4 y 31:40.0 en su primer 10 000. Los Juegos Olímpicos de 1936 estaban a un año vista, pero la temporada de los Juegos resultó frustrante para Mäki. Finlandia era entonces como Kenia unas décadas después. Los mejores corredores de fondo eran finlandeses y Mäki se vio relegado por Gunnar Höckert (1910-1940), Lehtinen e Ilmari Salminen (1902-1986). Los dos primeros serían oro y plata olímpicos. Salminen ocuparía la sexta posición en 5000 m y se haría con el oro, con triplete finlandés, en los 10 000 m. La trayectoria de Salminen es sorprendente. Consiguió todos sus logros atléticos pasados los 30, siempre en los 10 000 m: doble campeón de Europa en 1934 y 1938, campeón olímpico en 1936 y plusmarquista mundial, con 30:05.6, en 1937, recortando 0.6 al mítico tiempo de Nurmi.
Pese a la decepción de 1936, Mäki continuó progresando y en 1937 corrió en 14:28.8, lo que le permitió encabezar la lista de ese año. También mejoró en 1500 m hasta 3:55.2. En 1938, pese a un comienzo de temporada muy irregular, consiguió finalmente formar parte del equipo finlandés que competiría en los Campeonatos de Europa de París. La prueba de 5000 m resultó muy dura para Mäki, que tuvo que dar lo mejor de sí para batir al sueco Henry Johnson (1912-2001). El finlandés se impuso con 14:26.8, su mejor marca y la mejor mundial del año, 0.6 menos que su rival. Tras el Europeo, el 17 de septiembre, se enfrentó a Salminen, que había renovado su título continental, en un 10 000. Ambos terminaron en unos excelentes 30:13.4, con Salminen delante. Esta gran actuación convenció a Mäki que podría intentar superar la plusmarca mundial de su compatriota. Ambos corredores se volvían a enfrentar el 29 de septiembre, en Tampere. Con un pase de 14:59.0 para la primera mitad de la carrera, Mäki se convertía con 30.02.0 en el nuevo plusmarquista mundial de la distancia, mientras Salminen, en un día para olvidar, era quinto con 31:04.6 y vuelta perdida. Ese año, Mäki tuvo otra alegría, cuando el 12 de junio el Comité Olímpico Internacional designó Helsinki como sede olímpica para 1940, en sustitución de Tokio, debido a la agresiva política exterior de Japón.
La temporada de 1939 habría resultado perfecta para Mäki si el mundo no hubiese decidido inmolarse al final de ese año. El 16 de junio, Mäki, restaba 8.2 segundos a la plusmarca mundial de los 5000 m, tras un último kilómetro en 2:44.3. El nuevo primado universal era 14:08.8. Poco después, el 7 de julio, se hizo, con 8:52.2, con la plusmarca mundial de las dos millas. Durante la temporada también mejoró en 1500 m, 3:53.5, y en la milla, 4:12.0. Se proclamó campeón finlandés de 10 000 m, con unos excelentes 30:09.4. Y terminó la temporada a lo grande, en Helsinki, el 17 de septiembre, el mismo día que la Unión Soviética invadía Polonia, tras haberlo hecho Alemania 17 días antes. Esa mañana, Mäki había corrido un 1500 en 4:23.0, en una competición de clubes. Por la tarde, tendría lugar el intento de plusmarca mundial de 10 000 m. Tras un primer kilómetro en 2:55.5 y un pase de 14:58.2 a mitad de carrera, Mäki corría el último kilómetro en 2:54.2 y se convertía, con 29:52.6 en el primer atleta en romper la barrera de los 30 minutos en los 10 kilómetros en pista.
Con su temporada superlativa, Mäki se convertía en el principal candidato para repetir el logro olímpico de su compatriota Hannes Kolehmainen (1889-1966) en 1912, cuando ganó los 5000 y los 10000 m. Desde entonces nadie lo había vuelto a conseguir en los mismos Juegos, si bien Nurmi y Ritola lo hicieron en Juegos diferentes. Pero los Juegos de 1940 nunca tuvieron lugar. La invasión de Polonia provocó la Segunda Guerra Mundial, en la que Finlandia se vio envuelta muy pronto, en noviembre de 1939, con la Guerra de Invierno, contra la Unión Soviética, que trató de ocupar el istmo de Karelia. Mäki resultó movilizado en el frente de Karelia, donde perdió la vida Gunnar Höckert, su compatriota campeón olímpico en Berlín. La estancia de Mäki en el frente resultó, sin embargo, corta, pues el Gobierno de Finlandia decidió que le sería más útil a su país de otro modo. Junto con Paavo Nurmi, viajó a Estados Unidos, donde permaneció de febrero a julio de 1940, para recabar apoyos y recursos con los que afrontar la guerra. Allí participó en algunas reuniones atléticas. En marzo, no obstante, se firmó una tregua con la Unión Soviética, lo que permitió a los finlandeses una cierta normalidad que incluía las competiciones atléticas. Mäki ganó el campeonato nacional de 10 000 m con 30:39.4 y marcó 14:32.0 en 5000 m ese año de 1940. Pero la tregua se mostró frágil y en junio de 1941 estalló un nuevo conflicto contra la Unión Soviética, la Guerra de Continuación, que se prolongó hasta 1944.
Tras el obligado parón por la guerra, Mäki volvió a competir en 1945, ya con 34 años. Aún fue capaz de correr en 14:27.0, cuarta mejor marca ese año, y 30:12.6, tercera mejor marca ese año. Pero ni él, ni el atletismo eran eran los de 1939. Mäki había perdido sus plusmarcas mundiales, a manos del sueco Gunder Hägg (1918-2004), 13:58.2 en 5000 m el 20 de septiembre de 1942, y de su compatriota Viljo Heino (1914-1998), el último finlandés volador, 29:35.4, el 25 de agosto de 1944. Mäki continuó compitiendo hasta 1951, pero no se pudo clasificar para el Europeo de 1946 ni para los Juegos Olímpicos de 1948, último año en que se asomó a la lista de los mejores de la temporada. Continuó trabajando en Alko hasta su jubilación en 1972. Pese a que disfrutaba de una salud aparentemente buena, falleció repentinamente por un infarto de miocardio el 1 de mayo de 1979.
Desde 1912 hasta la Segunda Guerra Mundial, los 5000 y 10 000 m se disputaron en seis ediciones de los Juegos Olímpicos. Los finlandeses voladores ganaron diez de doce oros posibles y veinte de treinta y seis medallas posibles, un aplastante dominio solo igualado por los kenianos en los obstáculos en los tiempos actuales. Probablemente la racha finlandesa habría continuado en 1940 con Mäki y en 1944 con Heino, pero ambos formaron parte de la generación perdida por la guerra. A partir de 1948, las carreras de fondo se abrieron a atletas de todas las nacionalidades, aunque en 1972 y 1976, Lasse Virén (1949), emulando a sus predecesores finlandeses, ganó los cuatro oros de las carreras de fondo el pista.
Pingback: Los grandes corredores de fondo de la Historia, de Hannes Kolehmainen a Joshua Cheptegei – Historias del atletismo