Emil Zátopek, la locomotora humana (y II)

Tras sus dos oros en el Campeonato de Europa de 1950, Emil Zátopek (1922-2000) decidió probar al año siguiente distancias más largas. Esa temporada sufrió una única derrota, en un lento 3000 del campeonato nacional, dando fin a una racha de 74 victorias consecutivas en pruebas de 2000 m o más. Lideró la lista mundial de ese año en 10000 m, con 29:29.8 y fue segundo en la de 5000 m con 14:11.6, pero, teniendo en mente lo que intentaría en el año olímpico, se movió a pruebas de mayor duración. El 15 de septiembre superó la plusmarca mundial de los 20 000 m en pista, con 1h01:15.8 y de la hora con 19 558, 24.2 y 219 m mejor que el finlandés Viljo Heino (1914-1998). Este éxito constituyó el preludio de lo que sucedería 2 semanas después, el 29 de septiembre. El checo repetía intento de la plusmarca de la hora en pista. Pasó en 29:53.4 por los 10 kilómetros, 44:54.6 por el kilómetro 15, nueva plusmarca mundial, 59:51.8 , también plusmarca mundial, en los 20 kilómetros y terminó haciendo 20 052 m, la primera vez que se pasaba de los veinte kilómetros por hora. En aquel momento, además de Zátopek, solamente otros cinco atletas habían bajado de 30 minutos en 10 000 m.

Con estos buenos resultados, Zátopek había decidido ir un paso más allá. No se conformaba con su superioridad en las pruebas de fondo en pista y en los Juegos de Helsinki se planteó superar a Hannes Kohlemainen (1889-1966). El primer finlandés volador había ganado los 5000 y 10 000 m en 1912, primera vez que ambas distancias eran olímpicas, y se había hecho con el oro en el maratón de los Juegos de 1920. Ahora, el checo trataría de hacer lo mismo en una sola edición de los Juegos, en Helsinki, en 1952. El 20 de julio, Zátopek estaban entre los 33 participantes de la final directa de 10 000 m. Había llegado a la capital finlandesa con 14:17.6 y 29:26.0 como mejores registros de ese año. La carrera resultó bastante sencilla para el checo, quien tenía la sensación de que a los demás corredores les abrumaba ponerse delante de él. Tomó la cabeza en el cuarto kilómetro, con un pase de 14:43 en la mitad de la carrera. Una última vuelta en 1:04 le permitió ganar con 29:17.0. El francés de origen argelino Alain Mimoun (1921-2013) fue segundo con 29:32.8, y el ruso, que representaba a la Unión Soviética, Aleksandr Anufriyev (1926-1966), tercero, con 29:48.2. Otros tres atletas corrieron por debajo de 30 minutos, algo inédito entonces.

La final de 5000 m, celebrada el 24 de julio, resultó mucho más competitiva. Previamente, el 22, hubo tres series semifinales, de las que se clasificaban los cinco primeros. Zátopek se clasificó fácilmente entrando tercero en la tercera serie. En la final, el británico Chris Chataway (1931-2014) dio paso a la primera vuelta en 1:05. Enseguida resultó relevado por el alemán Herbert Schade (1922-1994). Con diversos cambios en la cabeza de la carrera, a falta de 400 m había cinco atletas con opciones al oro, Chataway, Schade, Mimoun, Zátopek y otro británico, Gordon Pirie (1931-1991), con el checo en cabeza. En la contrarrecta, Chataway se colocó primero, llevándose con él a Mimoun y a Schade. Zátopek se colocó en la calle 3 en la última curva, en cuya mitad alcanzó de nuevo el liderato. Al entrar en la última recta, Chataway se cayó al suelo. Aun así, fue quinto. Zátopek se hizo con su segundo oro con 14:06.6, 0.8 menos que Mimoun, plata, y 2.0 menos que Schade, bronce. Ese mismo día, Dana Zátopková (1922-2020), de soltera Ingrová, llevaba a casa de los Zátopek la tercera medalla de oro, en este caso en el lanzamiento de jabalina.

Tras la terrible final de los 5000 m, a Zátopek le quedaba lo más difícil, el maratón. Aunque el año anterior había realizado una excelente plusmarca mundial de la hora y de los 20 000 m, nunca había corrido un maratón. El favorito era el británico Jim Peters (1918-1999), plusmarquista mundial con 2h20:42.2. Zátopek decidió correr a su lado. A los 15 kilómetros le preguntó al británico si el ritmo era demasiado rápido. Este le dijo que era demasiado lento. El checo decidió aligerar la marcha, llevándose con él al sueco Gustav Jansson (1922-2012). Peters abandonaría en el kilómetro 33. En ese momento Zátopek ya corría en solitario. Entró en el estadio donde la multitud lo agasajó con una extraordinaria ovación coreando su nombre. Su tiempo fue de 2h23:03.2. Segundo, a más de dos minutos y medio fue el argentino Reinaldo Gorno (1918-1994), mientras Jansson ganaba en bronce. Emil Zátopek se había convertido en el héroe de los Juegos y se había colocado en el Olimpo del fondo mundial, al lado de Kolehmainen, Paavo Nurmi (1897-1973) o Ville Ritola (1896-1982). En octubre de ese 1952 se hizo con otra plusmarca mundial de largas distancias, la de 30 000 m en pista con 1h35:23.8.

En 1953 se celebraba en Bucarest la IV del Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes. Zátopek esperaba una victoria fácil en los 5000 y en los 10 000 m. Sin embargo, en la primera prueba un desconocido ucraniano llamado Vladimir Kuts (1927-1975) se colocó en cabeza e imprimió un ritmo rapidísimo, que distanció a todos sus rivales, el checo incluido. Finalmente este pudo alcanzarlo y superarlo, con 14:03.0, que igualaba su mejor marca entonces, frente a 14:04.0 del sorprendente Kuts. En 10 000 m, el ucraniano también fue segundo, pero en ningún momento puso en peligro la victoria del checo, que ganó con 29:25.8, 15.6 menos que Kuts. En noviembre de ese 1952, Zátopek superó su plusmarca mundial de 10 000 m, a un suspiro de los 29 minutos, 29:01.6.

La temporada de 1954 resultó paradójica para Zátopek. Fue el año que más rápido corrió, con plusmarcas mundiales de 5000 y 10 000 m, pero también el año en que perdió la hegemonía del fondo mundial. El 30 de mayo, en París, por fin consigue superar la plusmarca mundial de 5000 m de 13:58.2, que tenía el sueco Gunder Hägg (1918-2004) desde 1942. Con 13:57.4, Zátopek era el tercer atleta en correr la distancia en menos de 14 minutos, tras el propio Hägg, 13:58.2, y el medallista de bronce olímpico en 10 000 m Anufriyev, que el año anterior había registrado 13:58.8. Al día siguiente, en Bruselas, el checo se convertía en el primer atleta en bajar de 29 minutos en los 10 000 m, con 28:54.2 14:27.4+14:26.8). Con esas credenciales no era previsible que tuviese problemas para repetir sus títulos europeos en ambas distancias. En Berna, a finales de agosto, renovó, como se esperaba, su oro continental en 10 000 m, al ganar fácilmente con 28:58.0, la segunda mejor marca de la historia entonces. Pero en 5000 m, la historia fue diferente. Vladimir Kuts repitió la táctica del año anterior en el Festival de la Juventud. Con un primer kilómetro en 2:44.0 consiguió dejar muy atrás a todos sus rivales y se proclamó vencedor con una nueva plusmarca mundial de 13:56.6. Chataway, que ese año había ayudado a su amigo Roger Bannister (1929-2018) a bajar por primera vez en la historia de 4 minutos en la milla, fue segundo con 14:08.8 y Zátopek tercero con 14:10.2. El checo trató de resarcirse parcialmente de esta inesperada derrota cinco días después, intentando recuperar el primado mundial de 5000 m. Con 13:57.0 se quedó a tan solo 0.4. Pero la prueba había entrado en una nueva dimensión. Entre Kuts, Chataway, el húngaro Sandor Iharos (1930-1996) y Gordon Pirie llevaron el tope universal de la prueba hasta 13:35.0 en 1957. Ese mismo 1954 Chataway corrió en 13:51.6, en una histórica carrera en Londres en que derrotó a Kuts por 0.2, pero este rebajó 0.4 a la marca del británico diez días más tarde.

El rendimiento de Zátopek se mantuvo en 1955 y 1956. Fue capaz de correr en 14:04.0 en 5000 m y en 29:25.6 en 10 000 en 1955 y en 29:33.4 en 10 000 m en 1956. En 1955 superó con 1h16:36.4 la plusmarca mundial de 25 000 m en pista. En 1956, mermado físicamente por una hernia discal, fue sexto en el maratón olímpico. El vencedor fue su viejo rival y amigo Mimoun, quien había sido tres veces plata olímpica y dos continental detrás del checo. Mimoun esperó a Zátopek en la meta. Este lo felicitó calurosamente y le dijo lo mucho que se alegraba por su victoria. Continuó compitiendo en pista en 1957 y se retiró en 1958 tras haber ganado la prueba de campo a través de Lasarte.

En 1968, Zátopek apoyó las reformas democráticas propuestas por el secretario del partido comunista checoslovaco Alexander Dubček (1921-1992) en la llamada Primavera de Praga. La política aperturista de Dubček dio lugar a la invasión del país por la Unión Soviética. Zátopek, entonces coronel, resultó expulsado del ejército y obligado a realizar trabajos manuales como la búsqueda de uranio en una mina o el cavar zanjas. En 1975 lo reclutaron en el Ministerio de Deportes hasta su jubilación en 1982. Sin embargo, para el régimen continuó siendo sospechoso, y no se le permitió viajar. No recuperó completamente su libertad hasta 1989. El 1990, el nuevo presidente Václav Havel (1936-2011) hizo oficial la completa rehabilitación de Zátopek. Murió el 22 de noviembre de 2000 de las complicaciones de un ictus.

Emil Zátopek fue cuatro veces campeón olímpico. Superó 18 plusmarcas mundiales, 6 en pruebas olímpicas. Continúa siendo en único atleta que ha ganado en la misma edición de los Juegos Olímpicos el 5000, el 10 000 y el maratón. Es uno de los grandes corredores de fondo de todos los tiempos.

7 comentarios en “Emil Zátopek, la locomotora humana (y II)

  1. Luis

    Fantástico Emil Zatopek
    En las revueltas de Checoslovaquia del 68 , le pusieron de barrendero para humillarlo,pero sus compañeros no le dejaban barrer y los vecinos bajaban a vaciar los cubos ,para que el no lo hiciera

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  3. Oscar

    hola todo es fantàstico. Solo hay algún que otro error; uno es que Zatopek ganó el cross de San Sebastian( también llamado de Lasarte ya que está pegando a esta Localidad) en 1958, no el de Elgoibar.

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