Esta entrada enlaza con la serie Los mejores 1500 de la historia, en la que incluí las que, a mi juicio, eran las mejores pruebas del kilómetro y medio de siempre. Si la hubiese escrito hoy, habría descartado la reunión de Mónaco de 2015 y habría puesto, con letras muy grandes, esta final de Tokio.
La final olímpica de 1500 de 2016 había suscitado una gran expectación. Después de 17 años, un atleta se había acercado peligrosamente a la plusmarca mundial de 1500 m del marroquí Hicham El Guerrouj (1974) de 3:26.00. El atleta keniano Asbel Kiprop (1989) había corrido la distancia en 3:26.69 en 2015. Campeón olímpico en 2008, tras la descalificación del atleta de Bahrein Rashid Ramzi (1980), y mundial en 2011, 2013 y 2015 parecía destinado a convertirse en el segundo atleta, tras el británico Seb Coe (1956) en repetir oro en los 1500 m. Pero en una final desesperadamente lenta, ganada por el estadounidense Matt Centrowitz (1989) con 3:50.00, solo pudo ser sexto.
Río fue el comienzo de la caída de Kiprop, que tendría uno de los peores finales posibles. Al año siguiente, en el Mundial de Londres solo pudo ser noveno. El oro fue para su compatriota Elijah Manangoi (1993), 3:33.61. Segundo fue otro keniano, que pronto daría mucho que hablar, Timothy Cheruiyot (1995), 3:33.99. El noruego Filip Ingebrigtsen (1993) ganó el bronce, 3:34.53, por delante del español Adel Mechaal (1991), 3:34.71. En estos campeonatos, no pasó desapercibida la presencia del hermano menor de Filip Ingebrigtsen, Jakob (2000), de 16 años, en la prueba de los 3000 m obstáculos, donde había acreditado 8:26.81.
La caída definitiva de Kiprop ocurrió el 2 de mayo de 2018, cuando se hizo público que en un análisis de noviembre de 2017 había restos de eritropoyetina en su organismo. Finalmente recibió una sanción de 4 años que terminó con su carrera atlética. Esta caída del keniano coincidió con la emergencia de dos atletas que serían los siguiente dominadores de la prueba: Jakob Ingebrigten y Timothy Cheruiyot.
Jakob Ingebrigtsen nació el 19 de septiembre de 2000 en la localidad noruega de Sandnes, situada de 12 Km de Stavanger y a 305 de Oslo. Con 2 hermanos mediofondistas de alto nivel, Henrik (1991) y Filip, entrenados por su padre, Gjert (1966), el joven Jakob siguió la estela familiar. Comenzó a practicar atletismo con 7 años. En 2017 su progresión empezó a llamar la atención del mundo atlético, con registros de 3:56,29 en la milla, los reseñados 8:26.81 en obstáculos y 13:35.84 en 5000 m. Todo ello con 16 años. Su salto de calidad para la categoría absoluta tuvo lugar en 2018, con 17 años, cuando sus cronos pasaron a ser de categoría mundial, 3:31.18 en 1500 m, 3:52.28 en la milla y 13:17.02 en los 5000 m, y se convirtió en el único atleta de la historia en proclamarse campeón de Europa de 1500 y 5000 m en la misma edición. El británico Sydney Wooderson (1914-2006) lo había hecho en dos ediciones diferentes, 1500 en 1938 y 5000 en 1946. En 2019, mejoró hasta 3:30.16, segunda mejor marca de ese año, y 13:02.03. Tomaría parte en ambas pruebas en el Mundial de Doha.
Timothy Cheruiyot nació en la localidad keniana de Bornet el 25 de noviembre de 1995. En 2015, con 19 años, fue 6º en el 1500 del campeonato del Mundo. No se clasificó para los Juegos de 2016. No obstante, esa temporada realizó una plusmarca personal de 3:30.77. En 2017, como se señaló anteriormente, fue subcampeón del mundo de 1500 m. Esa temporada corrió en 3:29.10. En 2018 fue el líder del año con 3:28.41. En 2019 acudió al Mundial de Doha con 3:28.77, la mejor marca mundial del año.
El Mundial de Doha debió resultar algo decepcionante para Ingebrigtsen. Que un atleta sub20, acababa de cumplir los 19, sea quinto en los 5000 m y cuarto en los 1500 de un campeonato del mundo es un logro excepcional, pero el noruego esperaba, probablemente, entrar en las medallas, sobre todo en los 1500 m, donde era el segundo atleta más rápido de la temporada. En esta distancia, Cheruiyot hizo buenos los pronósticos y ganó el oro en una rapidísima carrera con 3:29.26, con una enorme ventaja sobre el argelino, campeón olímpico en 2012, Taoufik Makhloufi (1988), 3:31.38, y el polaco Marcin Lewandowski (1987), 3:31.46, que dejaba al joven Jakob, 3:31.70 fuera del podio.
Pese a las limitaciones de la pandemia, tanto Ingebrigtsen como Cheruiyot compitieron en 2020, con un gran rendimiento. El keniano seguía mostrándose superior al noruego, al que derrotó en dos ocasiones, en Mónaco, el 14 de agosto, 3:28.45, frente a 3:28.68, y en Estocolmo, el 23 de agosto, 3:30.25, frente a 3:30.74. Los 3:28.68 de Ingebrigtsen suponían una nueva plusmarca europea de la distancia. Esa temporada pudo correr también los 2000 m en 4:50.01, asimismo plusmarca europea, y los 3000 m en 7:27.05. El noruego, tras proclamarse campeón de Europa en sala de 1500 y 3000 m, comenzó la temporada 2021 al aire libre con una nueva plusmarca continental de 5000 m, el 10 de junio, 12:48.45. Poco después, una enfermedad infecciosa lo mantuvo varios días sin poder entrenar. En el 1500 de la reunión de Mónaco, el 9 de julio, algo mermado por sus problemas físicos, fue tercero con 3:29.25, detrás, una vez más, de Cheruiyot, que hacía su mejor marca personal, 3:28.28, y del español Mohamed Katir (1998), que superaba con 3:28.76 la plusmarca nacional de Fermín Cacho (1969), campeón olímpico en 1992. Con buen criterio, Ingebrigtsen decidió que en Tokio no doblaría 1500 y 5000 m y participaría únicamente en los 1500 m.
Las series del 1500 olímpico tuvieron lugar el 3 de agosto. No hubo sorpresas y todos los favoritos pasaron a las semifinales, del 5 de agosto. Se programaron dos series. Los cinco primeros y dos tiempos pasarían a la final. Nunca se había corrido tanto en unas semifinales. En la primera se impuso el británico Jake Wightman (1994), acreditado en 3:29.47 (2020), con 3:33.68, su mejor marca de este año. Los cuatro siguientes fueron el joven estadounidense Cole Hooker (2001), 3:33.87, plusmarca personal, Cheruiyot, 3:33.95, el australiano Oliver Hoare (1997), 3:34.35, y el español Ignacio Fontes (1998), 3:34.49. Se quedaban fuera el polaco Marcin Lewandowski, que no terminó la carrera, y el neozelandés, doble medallista olímpico, Nick Willis (1983).
Y si rápida fue la primera semifinal, la segunda lo fue mucho más, hasta el punto de que el ganador, el keniano Abel Kipsang (1996) superaba con 3:31.65, la plusmarca olímpica del keniano Noah Ngeny (1978), de 3:32.07, del año 2000. Segundo fue Ingebrigtsen, 3:32.13, tercero el británico Josh Kerr (1997), 3:32.18, cuarto Mechaal, con plusmarca personal de 3:32.19, y quinto el australiano Stewart McSweyn (1995), 3:32.54. Por tiempos entraron el británico Jake Heyward (1999), con plusmarca personal de 3:32.82, y el luxemburgués Charles Grethen (1992), con plusmarca nacional de 3:32.86. Luxemburgo cuenta con un campeón olímpico de 1500 m, Josy Barthel (1927-1992), en 1952. Matt Centrowitz se quedaba fuera de la final al ser noveno con 3:33.69, su mejor marca del año. En esta serie resultó recalificado para la final, por caída, el polaco Michał Rozmys (1995).
Los tiempos de las semifinales, junto con la presencia de dos atletas como Cheruiyot e Ingebrigtsen, a los que les gusta correr rápido, hacían esperar una final rápida. Pero la realidad superó todas las expectativas. El triunfo no parecía que se le pudiese escapar a alguno de estos dos atletas, con ventaja para el keniano, que siempre había derrotado al noruego. Otros hombres fuertes de la prueba eran a priori McSweyn, 3:29.51 este año, Kipsang, tras su brillante semifinal, y el británico Wightman, acreditado en 3:29.47 de 2020, que llevaba una temporada complicada, pero había hecho una buena semifinal. Tras la salida, con menos de 200 m de carrera Ingebrigtsen se colocó en cabeza y pasó el primer 400 en 56.14, ritmo rápido. Enseguida se vio relevado por Cheruiyot, que aceleró más el ritmo y puso al grupo en fila. El keniano cruzaba los 800 m en 1:51.74, Ingebrigtsen pisándole los talones, McSwey tercero, Wightman cuarto, con el grupo muy estirado. Al paso por el 1000, en 2:19.7 comenzaba a abrirse un pequeño hueco entre los tres primeros y el resto. Cheruiyot cruzaba los 1200 m en 2:47.24 y no conseguía despegar al noruego. Unos 5 metros más atrás Kipsang, Kerr y, un poco más adelante, Mechaal sobrepasaban a McSwey, que comenzaba a pagar su esfuerzo. A falta de 120 m, Ingebritsen se colocaba en cabeza. Por detrás, Kipsang y Kerr se acercaban peligrosamente a Cheruiyot, mientras Mechaal se mantenía en la quinta plaza. La recta final del noruego fue apoteósica, dando incluso la sensación de no correr al máximo. Consiguió imponerse claramente con nueva plusmarca olímpica y europea de 3:28.32. Cheruiyot mantenía el segundo puesto a duras penas, 3:29.01, resistiendo el durísimo ataque de Kerr, que se llevó como premio un bronce y una plusmarca personal de 3:29.05. Kipsang fue cuarto con 3:29.56, también plusmarca personal. Mechaal mantuvo una brillante quinta plaza, con su mejor marca de siempre, 3:30.77. Sexto fue el estadounidense de 20 años Hooker, con otra plusmarca personal, 3:31.40. McSwey ocupó la séptima posición con 3:31.91 y el polaco Rozmys, recalificado por caída, fue octavo con 3:32.67, casi dos segundos menos que su anterior registro.
La final de Tokio 2020 se ha convertido en una de las mejores carreras de 1500 m de la historia. Ingebrigtsen es el tercer corredor en lograr el campeonato de Europa al aire libre y el oro olímpico tras el italiano Luigi Beccali (1907-1990), en 1932 y 1934, y el español Fermín Cacho en 1992 y 1994. Como se ha señalado, es el único atleta ganador del 1500 y del 5000 en el campeonato de Europa en la misma edición. Y además es el actual plusmarquista europeo de 1500 y 5000 m. Su futuro se presenta espléndido. Está, sin duda, en condiciones de atacar la plusmarca mundial de 1500 de El Guerrouj. Pero el noruego no está solo. Cheruiyot tiene 25 años, Kerr, 23, Hooker, 20. Probablemente estamos ante el comienzo de una nueva edad de oro de la otrora prueba estrella del atletismo, que llevaba demasiados años, décadas ya, estancada.
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