El pasado 24 de octubre, Valencia continuó su consolidación como capital mundial de las carreras de fondo con la estratosférica plusmarca mundial de la joven etíope Letesenbay Gidey (1998) de 1h02:52. El anterior mejor tiempo estaba en poder de la keniana Ruth Chepng’etich (1994), con 1h04:50. La mejor manera de poner en valor el tiempo de la etíope es comparándolo con sus equivalentes en otras pruebas. Su marca equivale a 7:57.32 en 3000 m, 13:38.94 en 5000 m, 28:36.95 en 10 000 m y 2h11:11 en maratón. Gidey regresaba a Valencia algo más de un año después de haber establecido la actual plusmarca mundial de 5000 m, 14:06.62. Tras regresar a su casa, en la región etíope de Tigray, estalló la guerra entre este territorio y el gobierno etíope. La falta de noticias de la atleta durante un tiempo hizo pensar en lo peor, pero finalmente consiguió salir del país. El 8 de junio de 2021 conseguía la plusmarca mundial de 10 000 m, con 29:01.03, restando 5.79 al anterior mejor registro, de la neerlandesa, nacida etíope, SifanHassan (1993), realizado dos días antes. Hassan, sin embargo, derrotó a Gidey con claridad en la final olímpica de 10 000. Los esfuerzos de la etíope por dejar atrás a la neerlandesa no tuvieron éxito. Finalmente Hassan fue oro con 29:55.32, mientras Gidey era tercera, 30:01.72 , derrotada también por la atleta de Bahrein, nacida etíope, Kalkidan Gezagegne (1991), 29:56.18. Gidey también posee la mejor marca mundial de 15 Km en ruta con 44:20. Con el ritmo medio de su marca de medio maratón había hecho 44:42 en 15 Km.
El tiempo de Gidey en el medio maratón junto con su derrota en la final olímpica de 10 000 m podrían hacerla decidirse por la carretera más que por la pista. Sin embargo, tiene una gran oportunidad de derribar dos barreras históricas, la de los 14 minutos en 5000 m y la de los 29 minutos en los 10 000 m. No estaría sola en este intento. Ya se ha mencionado a Sifan Hassan y sus 29:06.82 en 10 000 m. La marca de la neerlandesa, 14:22.12 en 5000 m es menos brillante, pero teniendo en cuenta que corre los 1500 m en 3:51.95, no los 14 minutos podrían estar a su alcance. Otras tres etíopes podrían entrar en la pugna. Se trata de Gudaf Tsegay (1997), bronce olímpico, 14:13.32, Ejgayehu Taye (2000), 14:14.09, y Senbere Teferi (1995), 14:15.24, quinta y sexta en la final olímpica respectivamente. Estos tres tiempos son de 2021. En 10 000 m no hay ninguna otra atleta próxima a los 29 minutos, pero bien podría surgir alguna a corto plazo.
La superación de estas barreras daría un enorme impulso a las carreras femeninas de fondo en pista. El primer atleta en superar la barrera de los 14 minutos fue el sueco Gunder Hägg (1918-2004), quien el 20 de septiembre corrió los 5000 m en 13:58.2. Este tiempo no se consiguió superar hasta casi doce años más tarde, cuando el checo Emil Zátopek (1922-2000) realizaba 13:57.2, el 30 de mayo de 1954. Precisamente fue Zátopek el primer hombre en correr los 10 000 m en menos de 29 minutos, unos días más tarde, el 1 de junio. Su marca, 28:54.2. Era su quinta y última plusmarca mundial en la distancia. Ese mismo año el checo cuádruple campeón olímpico cedía el cetro del fondo mundial al ucraniano Vladimir Kuts (1927-1975), que lo derrotó inesperadamente en el 5000 del Europeo con un nuevo techo mundial de 13:56.6.
En España, el primer atleta en correr los 5000 m en menos de 14 minutos fue el alcarreño Francisco Aritmendi (1938-2020). El mismo año en que se proclamó vencedor del Cross de las Naciones, realizó en Berlín 13:53.4, el 4 de julio de 1964. La anterior plusmarca española pertenecía al jienense afincado en Guipúzcoa Fernando Aguilar (1938-2013), que unas horas antes había hecho 14:02.0. Precisamente Aguilar había sido, el 17 de junio de ese año en Rennes, el primer español en correr los 10 000 m por debajo de 29 minutos, con una marca de 28.59.0.
Hay otra barrera femenina que podría no tardar en caer. Se trata de los 3:50.00 en 1500 m, aunque nunca tendría como protagonista a Letesenbey Gidey, a quien esta distancia le viene muy corta. La plusmarca mundial de la etíope Genzebe Dibaba (1991) se quedó a 0.8 de este límite. Parece que el mejor momento de Dibaba ya ha pasado, pero el reto parece a la altura de Sifan Hassan, como se ha señalado, con una mejor marca de 3:51.95, o de la doble campeona olímpica, la keniana Faith Kipyegon (1994), que este año ha progresado hasta 3:51.07. En categoría masculina el primer atleta en correr más rápido de 3:50.0 fue el francés Jules Ladoumègue (1906-1973) quien el 5 de octubre de 1930 hacía 3:49.2. Ladoumègue había sido plata olímpica en 1928. No pudo luchar por el oro en 1932, pues resultó previamente descalificado por profesionalismo. En España hubo de esperarse casi veintisiete años para ver a un atleta correr tan rápido. El 10 de julio de 1957 el barcelonés Tomás Barris (1930), que apenas tenía 8 meses cuando el tiempo de Ladoumégue, superaba por sexta vez la plusmarca española de la distancia con 3:47.9, restando 5.4 a su anterior registro, realizado cuatro días antes.
Se aproximan tiempos muy interesantes para las carreras femeninas de medio fondo y fondo, tanto en la pista como en la carretera. Letesenbey Gidey puede continuar haciendo historia y no ser la única en hacerlo.
Aunque hoy día apenas hay atletas que hagan compatible el 800 y el 1500, hubo épocas de la historia en que un número, cierto que no muy grande, de corredores conseguía buenos registros en las dos distancias. Estas épocas, no obstante, se alternaron con otras en las que los ochocentistas de alto nivel lo hacían mejor en los 400 m y los milleros en las distancias superiores. Cinco atletas han conseguido el oro olímpico en las dos pruebas de medio fondo, el australiano Edwin Flack (1873-1935), en 1896, los estadounidenses Jim Lightbody (1882-1953), en 1904, y Mel Sheppard (1883-1942), en 1908, el británico Albert Hill (1889-1969), en 1920, y el neozelandés Peter Snell (1937-2019), en 1964. Desde Snell quienes más se han acercado han sido los británicos Seb Coe (1956), doble oro en 1500 y doble plata en 800 m en 1980 y 1984, y Steve Ovett (1955) oro en 800 y bronce en 1500 en 1980, y el argelino Taoufik Makhloufi (1988), oro en 1500 m en 2012 y plata en ambas pruebas en 2016. Además hay seis atletas que han tenido las plusmarcas mundiales de los 800 m y los 1500/milla, el alemán Otto Peltzer (1900-1970), 1:51.6 y 3:51.0, el estadounidense Glenn Cunningham (1909-1988), 1:49.7 y 4:06.8 (milla), el británico Sydney Wooderson (1914-2006), 1:48.4 y 4:06.4 (milla), Peter Snell, 1:44.3 y 3:54.1 (milla), el estadounidense Jim Ryun (1947), 1:44.9 en 880 yardas, equivalente a 1:44.2 en 800, 3:33.1 y 3:51.1, y Seb Coe, 1:41.73, 3:32.03 y 3:47.33. En caso de más de una plusmarca mundial en la misma prueba se ha incluido el tiempo más rápido.
En los primeros tiempos del medio fondo, los mejores obtenían grandes resultados en ambas pruebas. Claro ejemplo de ello son los cuatro dobles campeones, Flack, Lightbody, Sheppard y Hill en las seis primeras ediciones de los Juegos Olímpicos. De ellos, Sheppard fue, además, plata en 800 m en 1912, a 0.1 del estadounidense Ted Meredith (1892-1957), quien realizó 1:51.9, primera plusmarca mundial de la prueba homologada. Meredith fue también plusmarquista mundial de 400 m con 47.4. A partir de los años 20, la tendencia de los corredores de 800 m fue más hacia un perfil como el de Meredith. Así el estadounidense Ben Eastman (1911-2002), plata olímpica en 400 m en 1932, fue plusmarquista mundial de 400, 46.4, y de 800 m, 1:49.8. El alemán RudolfHarbig (1913-1944) también poseyó ambos primados con 46.0 y unos estratosféricos 1:46.6. El estadounidense Mal Whitfield (1924-2015) fue doble campeón olímpico de 800 m en 1948 y 1952 y del relevo 4 x 400 en 1948.
Hasta la irrupción de Peter Snell en los años 60, los corredores de alto nivel de 800 y 1500 m fueron escasos. Como se ha indicado, el médico alemán Otto Peltzer tuvo una gran temporada en 1926 con sus topes mundiales de 800 m, 1:51.6, y los 1500 m, 3:51.0, derrotando al finlandésPaavo Nurmi(1897-1973), pero no pudo mantener la forma en 1928 y no llegó a la final olímpica de 800 m. A mediados de los años 30, coincidieron tres grandes milleros en su mejor momento, el neozelandés Jack Lovelock (1910-1949), el ya mencionado Glenn Cunninghan y el italiano Luigi Beccali (1907-1990). Entraron por este orden en la final olímpica de 1936, con plusmarca mundial del oceánico de 3:47.8. Beccali había sido oro en 1932. Los Juegos de 1936 resultaron muy decepcionantes para Cunningham, que no esperaba otra cosa que no fuese la victoria. Cunningham había sufrido graves quemaduras en la infancia. Se había pasado seis meses en el hospital y se pensó que no volvería a caminar. Dos semanas después de los Juegos superó la plusmarca mundial de 800 m con 1:49.7, si bien nunca se dedicó plenamente a esta distancia. Un caso muy curioso es el del británico Sydney Wooderson. Como tantos de su generación, la Segunda Guerra Mundial le impidió pelear por la gloria olímpica. Fue plusmarquista mundial de 800 m, 1:48.4, de la milla, 4:06.4, campeón de Europa de 1500 m en 1938 y de 5000 m en 1946, con 14:08.6, segunda mejor marca de siempre entonces, después de haber pasado la guerra.
No volvió a haber otro mediofondista que dominase las dos pruebas hasta los años 60, con la irrupción de Peter Snell. El neozelandés tuvo una carrera atlética corta, con tan solo cinco años en la élite, pero absolutamente intensa. Llegó a los 800 m de Juegos de 1960 siendo un perfecto desconocido, con una mejor marca de 1:49.2 en 880 yardas (804.67 m). El gran favorito para el oro era el atleta belga Roger Moens (1930), que en 1955 había superado los imposibles 1:46.6 de Rudolf Harbig, con 1:45.7. Una lesión le había impedido disputar los Juegos de 1956, donde se impuso el estadounidense Tom Courtney (1933), que añadió otro oro en 4 x 400. Snell mejoró su marca en las series, 1:48.1 y en la semifinal, 1:47.2, batiendo a Moens. En la final parecía que Moens sería el ganador, pero no pudo impedir que el neozelandés se le colase por el interior y se proclamase vencedor con 1:46.3. En 1962, Snell decidió competir también en la milla, distancia en la que se convirtió en plusmarquista mundial con 3:54.4. Esa misma temporada registró 1:44.3, también plusmarca mundial, en un 800, al paso de las 880 yardas, que terminó en 1:45.1, también tope universal. Acudió a los Juegos de 1964 con intención de hacer el doblete en 800 y 1500 m. Curiosamente nunca había disputado la distancia métrica larga. Consiguió su objetivo con tiempos de 1:45.1 y de 3:38.1. Después de su éxito olímpico, superó otras dos plusmarcas mundiales 2:16.6 en 1000 m y 3:54.03 (3:54.1) en la milla. El paso de 3:37.6 por los 1500 m fue su mejor marca de siempre. Había planificado atacar el tope mundial de esta distancia para 1965 pero se lesionó y se retiró.
Poco después de la retirada de Snell, se encaramaba a la élite el joven Jim Ryun. Olímpico en Tokio en 1500 m, en 1966 corría las 880 yardas en 1:44.9, tiempo equivalente a 1:44.2 en la distancia métrica, superior a la plusmarca mundial de Snell, si bien no se tomó el tiempo oficial en los 800 m. Poco después corría la milla en 3:51.3, que mejoró al año siguiente con 3:51.1. Ese 1967 también superó la plusmarca mundial de 1500 m con 3:33.1. Era el gran favorito para el oro olímpico en 1968, pero, probablemente perjudicado por la altitud de la sede en Ciudad de México, se vio superado por el imponente keniano Kip Keino (1940), que lo batió con 3:34.91, frente a 3:37.89 del estadounidense. Los años siguientes fueron duros para Ryun, debido a numerosos problemas físicos. No obstante, se recuperó bien para los Juegos de 1972. Trató de clasificarse en los 800 y los 1500 m. En la primera distancia fue cuarto en las pruebas de selección, pese a correr en 1:45.2, a 0.9 del ganador, David Wottle (1950), que igualaba la plusmarca mundial de 1:44.3. Lo peor para Ryun estaba, sin embargo, por llegar, pues una caída en su serie de 1500 m terminó con su segunda participación olímpica. Ya no se recuperaría de este golpe.
Dos de los grandes mediofondistas de los 60, el tanzano Filbert Bayi (1953), plusmarquista mundial de 1500 m, 3:32.16, y de la milla, 3:51.0, y el neozelandés John Walker (1952), plusmarquista mundial de la milla, 3:49.4, y campeón olímpico de 1500 m en 1976, fueron los protagonistas de la final de los Juegos de la Commonwealth de 1974, donde Bayi fue oro con la plusmarca mundial referida, y Walker segundo con 3:32.52. Unos días antes habían coincidido en la final de los 800 m de la misma competición, ganada por el keniano John Kipkurgat (1944) en 1:43.91, mientras Walker era bronce con 1:44.92 y Bayi cuarto con 1:45.32, sus mejores marcas de siempre en ambos casos. Ninguno volvió a dedicarse a los 800 m.
En los Juegos Olímpicos de 1976 la victoria en los 1500 m, como se ha señalado, fue para Walker, mientras que el oro en los 800 m fue, junto con el de 400, para el fenómeno cubano Alberto Juantorena (1950). Segundo en ambas pruebas fue un atleta belga que bien pudo haber cambiado la historia del mediofondo a finales de los 70 y principios de los 80. Desgraciadamente Ivo van Damme (1954-1976) fallecería a finales de ese mismo año en un accidente de coche. Van Damme era un corredor de 800 m, cuarto en el Europeo Junior de 1973, carrera que ganó Steve Ovett, que en 1975, con 1:45.31, mejoraba la plusmarca nacional belga de Roger Moens. Ese año había sido subcampeón de Europa en sala, puesto que mejoró en el año olímpico al proclamarse campeón en la misma competición. En 1976, antes de los Juegos, había corrido los 1500 m en 3:37.9. También había progresado en 800 m a 1:45.07. En Montreal sorprendió con sendas platas en 800 m con 1:43.86, superando al gran favorito, el estadounidense Rick Wohlhuter (1948), plusmarquista mundial de las 880 yardas con 1:44.1, y en 1500 m, con 3:39.25, a 0.1 de Walker. Poco después de los Juegos corría los 1500 m en 3:36.26. Con 22 años, era previsible que le quedase una gran progresión en ambas distancias. Su trágica muerte se lo impidió.
El medio fondo de finales de los 70 y principios de los 80 es el enfrentamiento entre Steve Ovett y Seb Coe. Ovett comenzó a destacar antes con su plata en el Europeo absoluto de 1974 en los 800 m y su quinto puesto en la final olímpica de 1976. En 1977, en una carrera memorable, se impuso a los mejores del momento en el 1500 de la Copa del Mundo de 1977. Ese año, Coe conseguía su primer éxito con el oro en el Europeo de pista cubierta. En 1978 ambos eran los favoritos en los 800 m del Europeo al aire libre. Coe se decidió por una táctica que acabaría siendo suicida. Se colocó en cabeza y pasó el primer 400 en 49.54. Ovett lo sobrepasó en la cotrarrecta y parecía que iba a ganar, pero se vio superado por el sorprendente alemán Olaf Beyer (1957). Coe a duras penas terminó tercero. Ovett, que con 1:44.09 hacía su mejor marca de siempre, ganó con cierta facilidad el 1500. En 1979, Coe monopolizaba las plusmarcas mundiales de los 800 m, 1:44.33, 1500 m, 3:32.03, y milla 3:48.95. Se esperaba impacientemente el duelo entre ambos en los Juegos Olímpicos de 1980, más cuando poco antes Ovett había corrido la milla en 3:48.8 y los 1500 m en 3:32.09, homologados según las normas de la época en 3:32.1, y por tanto, oficialmente, igualaba la plusmarca mundial. Se esperaba que Coe, que sobre el papel era muy superior a cualquier rival, ganase el oro en 800 m, y Ovett, que llevaba 45 victorias consecutivas en los 1500 m y en la milla, fuese el primero en los 1500 m. Pero Coe hizo una de las peores carreras de su vida y resultó batido por su rival en un 800 muy táctico. Pudo, no obstante, rehacerse moralmente y consiguió ganar en los 1500 m, donde Ovett pareció algo desmotivado y solo pudo ser tercero. Tras los Juegos, Ovett corría los 1500 m en 3:31.36. En 1981, Coe realizó unos extraordinarios 1:41.73 en 800 m, y mantuvo con su rival una dura pugna, a distancia, por la plusmarca mundial de la milla. El 19 de agosto registraba 3:48.53. Ovett contraatacó el 26 de agosto con 3:48.40, pero Coe mejoró dos días después hasta 3:47.33.
El año 1982 fue un punto de inflexión en el enfrentamiento entre ambos atletas, con la aparición de serios problemas físicos, que en el caso de Ovett le harían perder la temporada. Ya no volvería a ser el mismo. Aún en 1983 superó una nueva plusmarca mundial de 1500 m, 3:30.77, pero se había quedado fuera del podio en el primer Mundial de la prueba. En 1984 consiguió llegar a las finales olímpicas de 800 y de 1500 m, donde fue último en la primera y no terminó la segunda. Coe pasó una etapa muy complicada, aquejado de una seria enfermedad parasitaria, la toxoplasmosis, pero logró recuperarse. En 1982, ya enfermo, sin saberlo, resultó derrotado en la final de 800 m al aire libre por el sorprendente alemán Hans Peter Ferner (1956). Tuvo también problemas en 1983, hasta que finalmente se hizo el diagnóstico de su problema. Consiguió, no obstante, recuperarse para disputar los Juegos de 1984. Fue plata en un 800 de altísimo nivel, detrás del inabordable brasileño Joaquim Cruz (1963), oro con 1:43.00, 0.64 menos que el británico, y se convirtió en el primer hombre en ganar dos oros olímpicos en 1500 m. En una carrera rota por el aguerrido españolJosé Manuel Abascal (1958), Coe se impuso en los últimos 200 m a su talentoso compatriota Steve Cram (1960) con plusmarca olímpica de 3:32.53, mientras Abascal pudo aguantar el bronce. En 1986, Coe consiguió su único título en 800 m en un gran campeonato, el oro europeo. Además fue planta en 1500 m. Ese año aún corrió los 1500 m en 3:29.77, a 0.31 de la plusmarca mundial del marroquí Said Aouita (1959).
Seb Coe fue el último atleta en poseer las plusmarcas mundiales de 800 y 1500 m. Desde entonces el único atleta de élite que ha tenido grandes resultados en ambas pruebas es el argelino Taoufik Makhloufi. Pese a sus numerosos problemas físicos, Makhloufi ha sido campeón olímpico de 1500 m en 2012 y subcampeón de 800 y 1500 m en 2016. En 2019 fue subcampeón mundial de 1500 m. Acudió a los Juegos de 2020, pero no llegó a salir en su serie por una lesión en la rodilla. Sus mejores marcas son 1:42.61, de la final olímpica de 2016, y 3:28.75.
Y hasta aquí los hechos, ahora hay que ir con las opiniones. Revisando la historia de ambas pruebas, se aprecia que el número de atletas de alto nivel que han destacado en 800 y en 1500 m no es muy grande. Nada que ver con los atletas de 5000 y 10 000 m por ejemplo. Pese a estar ambas encuadradas en medio fondo, se trata de distancias que, en general, requieren un método de entrenamiento diferente. La mayoría de los dobles campeones olímpicos son de antes de 1921, cuando el atletismo era muy distinto al actual. Desde entonces solo Peter Snell se ha llevado los dos oros y ha habido otros dos, Coe y Makhoulfi, con oro y plata. Así que el podio histórico de para quien esto escribe es:
1 Peter Snell: es el único atleta con tres oros olímpicos en pruebas de medio fondo, además de plusmarquista mundial de 800 m y la milla. Su plusmarca de 800 m supuso una mejora de 1.4 respecto a la anterior. Probablemente no tuvo el primado mundial de 1500 porque era una prueba a la que apenas dedicaba atención.
2. Seb Coe: estaría en el primer lugar si no hubiese fallado en la final olímpica de 1980. Su mejor marca en aquel momento, del año anterior, era 1:42.33. En carreras tácticas, Copa de Europa, Copa del Mundo, ante rivales de mucha calidad, se había mostrado inabordable. En Moscú, el segundo más rápido había corrido en 1:43.9, el francés José Marajó (1954). Coe fue víctima de su propia ansiedad. En el lado contrario está la formidable recuperación tras su seria enfermedad, que le permitió una soberbia actuación en los Juegos de 1984.
3. Jim Ryun: pese a contar solamente con una plata olímpica, restó 2.5 a la plusmarca mundial de 1500 y 3.0 a la de la milla, además de correr las 880 yardas más rápido que la plusmarca mundial de 800 m de la época. Probablemente le sacó poco partido a los 800 m. Habría sido magnífico un duelo en la final de México con el australiano Ralph Doubell (1945), el campeón ese año.
Etiopía cuenta con cinco ases indiscutibles de las carreras de fondo de todos los tiermpos, cinco ases que forman un repóquer: Abebe Bikila (1932-1973), Mamo Wolde (1932-2002), Miruts Yifter (1944-2016), Haile Gebrselassie (1973) y KenenisaBekele (1982). Entre los cinco suman 10 oros olímpicos. Mamo Wolde, campeón olímpico de maratón y subcampeón de 10 000 m en 1968 y medallista de bronce en maratón en 1972 es cronológicamente el segundo as, si nos atenemos a los oros olímpicos, pero el primero en participar en unos Juegos .
Degaga Mamo Wolde nació en Ada’a, un distrito a unos 100 Km al norte de Addis Abeba, el 12 de junio de 1932. En 1951, año en que se unió al Ejército, se trasladó a vivir a la capital. Etiopía participó en unos Juegos Olímpicos por primera vez en 1956. Wolde fue uno de sus representantes en las pruebas de 800, 1500 y 4 x 400 m. En ninguna de las tres pasó de la primera ronda, pese a que en las pruebas individuales realizó sus mejores marcas de siempre, 1:58.0 y 3:51.0. Wolde continuó practicando atletismo hasta 1973. Sin embargo su trayectoria fue muy irregular. No ayudó a ello su empleo en el Ejército, donde se le enviaba periódicamente al extranjero como parte de fuerzas de pacificación. No se clasificó para los Juegos Olímpicos de 1960, donde Bikila fue oro en maratón. A partir de esos primeros años 60, Wolde cambió a distancias largas, desde 5000 m hasta el maratón. En 1962 bajaba por primera vez de 29 minutos en 10 000 m. Con una marca de 28:55.6 se convertía en plusmarquista etíope de la distancia. En 1964, antes de los Juegos Olímpicos, mejoró a 28:53.1, suficiente para conseguir la clasificación olímpica. También consiguió su selección en la prueba de maratón, al ser segundo en la carrera clasificatoria, con 2h16:19.2, a 0.4 de Abebe Bikila. Tercero, con 2h19:30.0 fue su hermano DemissieWolde (1937). En los primeros Juegos de Tokio, Mamo Wolde tuvo una actuación muy destacada en la trepidante y accidentada final de los 10 000, en la que dos atletas que nunca habían bajado de 29 minutos, el estadounidense Billy Mills (1938) y el tunecino Mohamed Gammoudi (1938), derrotaron al australiano plusmarquista mundial, 28:15.6, Ron Clarke (1937-2015), con tiempos respectivos de 28:24.4, 28:24.8 y 28:25.8. Wolde fue cuarto con 28:31.8. Una semana después disputó el maratón. No llegó a la meta. Bikila renovó el título de 1960 y Demissie fue décimo.
En 1965, Wolde fue tercero en los 5000 m de los primeros Juegos Panafricanos, por detrás de los kenianos Kip Keino (1940) y Naftali Temu (1945-2003). En 1967, el etíope realizaba su mejor marca de siempre en 5000 m, 13:38.8. También ese año corría los 10 000 m en 28:41.2. En 1968, acudió a los Juegos Olímpicos inscrito en 5000, 10 000 m y maratón. La final directa de los 10 000 m se celebraba el 13 de octubre en Ciudad de México, a 2250 m sobre el nivel del mar. Se pensaba que la altitud beneficiaría a los corredores africanos, mejor adaptados. Ron Clarke, plusmarquista mundial con 27:39.4 había realizado la mejor marca del año, 27:49.4. El alemán Jurgen Haase acreditaba 28:04.4, Keino 28:04.6 y Temu 28:27.4. También había que contar Gammoudi y con Wolde. La carrera resultó muy lenta con un pase de 15:00.6 por la mitad. A falta de 1100 m, Keino abandonó, aquejado de dolores abdominales. Se diagnosticó posteriormente de colecistitis, lo que no le impidió ser plata en 5000 y oro en 1500 m. Cuando restaban 900 m, Temu tomó la cabeza, llevándose con él a Wolde, Gammoudi y Clarke. El australiano cedió cuando quedaba vuelta y media y el tunecino no pudo resistir el cambio de Wolde al comenzar la última vuelta. Temu sí aguantó el tirón y pasó al etíope a mitad de la recta de llegada. Con un último 400 en 57.5, Temu se impuso con 29:27.4 por 29:28.0 de Wolde.
El 15 de octubre, Wolde se clasificó fácilmente para la final de 5000 m al ser tercero en su serie con 14:29.9, detrás de Keino y de Gammoudi, pero no se presentó a la final dos días después. Sí estaba en la línea de salida del maratón, el 20 de octubre. Junto a él se encontraba Abebe Bikila, que no parecía en la forma de las dos ediciones anteriores. Estaba recuperándose de una colecistitis y de una fractura de estrés. El australiano Derek Clayton (1942) había realizado 2h09:36.4, el año anterior, el primer tiempo por debajo de 2h10:00, pero el rendimiento de los atletas no africanos en México había estado muy por debajo de sus posibilidades. También estaba Naftali Temu. Wolde se mantuvo en el grupo de cabeza sin dejarse ver hasta la mitad de la carrera, en que cambió de ritmo y se llevó con él a Temu. Este cedió a partir del kilómetro 30. En el kilómetro 35, Wolde tenía una cómoda ventaja de 2 minutos, que fue incrementando hasta llegar a la meta en 2h20:26, muy por delante del japonés Kenji Kimihara (1941), 2h23:31, y del neozelandés Michael Ryan (1941), 2h23:45. Clayton fue séptimo, 2h27:23.8, Temu 19º, 2h32:36, y Bikila abandonó. Una hora después de Wolde llegó a la meta el tanzano John Akhwari (1938), lesionado en una rodilla, pese a lo que estaba decidido a terminar porque su país no lo había enviado tan lejos para abandonar.
En 1969, Wolde mejoró en maratón hasta 2h15:17. En los Juegos de 1972 fue tercero, tras el estadounidense Frank Shorter (1947), 2h12:19, y el belga Karel Lismont (1949), 2h14:31. El tiempo del etíope de 2h15:08 fue el mejor suyo de siempre. Wolde compitió hasta el año siguiente, en que ganó el maratón de los Juegos Panafricanos en 2h17:33, con 41 años. Pese a que Etiopía nunca participó en el Cross de las Naciones y no entró en el Mundial de Campo a Través hasta 1981, Wolde también destacó notablemente en esta modalidad, con victorias en Lasarte en 1963, 1964 y 1967 y en Elgóibar en 1963, 1964, 1967 y 1968, lo que hizo que fuese muy conocido en España.
En 1993 resultó detenido, acusado de la muerte de un joven manifestante, durante una intervención del Ejército. Pese a las presiones del Comité Olímpico Internacional, estuvo nueve años en espera de juicio hasta que finalmente se le condenó a diez años de prisión. Aunque, dado el tiempo de espera, se le liberó inmediatamente, a principios de 2002. Él siempre negó las acusaciones. Disfrutó poco tiempo de la libertad, pues falleció el 26 de mayo de ese mismo año por un cáncer de hígado.
En esta temporada olímpica, tan brillante para el atletismo femenino, tal vez ha pasado algo desapercibido el rendimiento sobresaliente de la keniana Faith Kipyegon (1994). Kipyegon, con su oro olímpico en 1500 m en Tokio se ha convertido en la segunda mujer doble campeona olímpica de los 1500 m. Desde 1964, año en que se disputaron por primera vez los 1500 m femeninos en unos Juegos Olímpicos, tan solo había repetido oro la rusa, entonces soviética, Tatiana Kazankina (1951), que ganó en 1976 y 1980. Kazankina, que acabaría suspendida por negarse a pasar un control de drogas, fue también campeona olímpica de 800 m en 1976. Era un atletismo de otra época. En categoría masculina tan solo un corredor ha conseguido este doblete, el actual presidente de la World Athletics, el británico Sebastian Coe (1956), campeón en 1980 y 1984.
Faith Chepngetich Kipyegon nació el 10 de enero de 1994 en Bomet, localidad situada al suroeste de Kenia. Desde muy joven dio muestras de una enorme calidad. En 2010, con 16 años, fue quinta en el Mundial de Campo a Través en categoría junior (sub20), puesto que mejoró con el oro del año siguiente. En ese mismo 2011 fue campeona mundial juvenil (sub18) de 1500 m. En 2012 fue campeona mundial junior de 1500 y consiguió clasificarse para los Juegos Olímpicos de Londres, si bien no pasó a las semifinales.
Su primer gran salto de calidad vino en 2013. Tras ganar en la temporada de invierno la prueba individual en categoría junior en el Mundial de Campo a Través, superó el 10 de mayo la plusmarca nacional keniana de 1500 m con 3:56.98. En el campeonato del Mundo al aire libre de 1500 m ocupó la quinta posición. En 2014 llegó su primer gran triunfo internacional, en los 1500 m de los Juegos de la Commonwealth.
La keniana continuó mejorando en los años siguientes. En 2015 demostró que se desenvolvía muy bien en carreras tácticas y consiguió un gran éxito en el Mundial de 1500 m al aire libre, al ser segunda con 4:08.96, detrás de la plusmarquista mundial, la etíope Genzebe Dibaba (1991), 4:08.09, y por delante de la neerlandesa nacida etíope Sifan Hassan (1993), 4:09.34. La keniana se perfilaba como una de las favoritas al oro olímpico de 2016. Ese año, el 24 de mayo, mejoraba hasta 3:56.80, tras tres años desde su plusmarca nacional en 2013, y el 28 de mayo recortaba unas décimas, hasta 3:56.41. Se presentó en los Juegos de Río como la líder del año. Tras clasificarse fácilmente para la final, se encontró con una carrera definitiva lentísima, con un primer 400 en 1:16.57 y los 800 m en 2:27.11. Justo en ese momento Dibaba se colocó en la cabeza de la carrera y dio un rápido acelerón. La británica Laura Muir (1986) y Kipyegon no se despegaban de la etíope. A falta de una vuelta, sin que cediese el ritmo de Dibaba, Muir perdía contacto. Solo Kipyegon aguantaba el ritmo. Dibaba daba paso al 1200 en 3:23.90, con un parcial de 56.79 para la tercera vuelta. A falta de 200 m, Kipyegon se colocaba en cabeza con un espectacular cambio de ritmo. La keniana se presentó en solitario en la meta con 4:08.93, unos 8 metros por delante de Dibaba, 4:10.27, mientras la estadounidense Jenny Simpson (1986) era tercera con 4:10.53. Kipyegon había corrido las últimas dos vueltas en 1:57.5.
Tras su gran éxito en Río, la keniana sufrió una sorprendente derrota en París dos semanas después, ante Laura Muir, que había sido 7ª en la final olímpica. La escocesa realizó unos magníficos 3:55.22, mientras Kipyegon fue segunda con 3:56.72. En 2017 volvió al campo a través, con un sexto puesto en el Mundial. Al otro Mundial, el de 1500 m al aire libre, llegó con 3:57.41, segunda mejor marca de esa temporada en aquel momento tras los 3:56.14 de Sifan Hassan. La final de esta competición fue una carrera de ritmo no muy rápido, con pases de 1:05.35 y 2:17.13. Hassan cambió de ritmo a falta de 600 m, con Kipyegon pegada a sus talones. Ambas mujeres estaban casi igualadas al paso por el 1200 en 3:18.94. La keniana trató de sobrepasar a la neerlandesa durante más de 200 m. No lo consiguió hasta que restaban 70 metros. Kipyegon se impuso con 4:02.59, por delante de Jennie Simpson, 4:02.76, y de la surafricana Caster Semenya (1991), 4:02.90. Sifan se hundió en los últimos metros y terminó quinta, 4:03.34, justo por detrás de Muir, 4:02.97. La última vuelta se había corrido en 58.04.
Kipyegon terminó la temporada 2017 con unos buenos 3:57.04, en la reunión de Bruselas. No tuvo actividad en el año 2018, pero en el plano personal fue una año excelente, con el nacimiento en junio de su hija Alyn. En 2019 compitió muy poco, pero llegó en buena forma al campeonato del Mundo, que tenía lugar a primeros de octubre. El 30 de junio había corrido en Eugene en 3:59.04 y el 13 de septiembre se había impuesto en el campeonato de Kenia. Sifan Hassan era la líder del año con 3:55.30. No hubo sorpresas en las rondas previas. La neerlandesa tenía ganas de correr y decidió colocarse en cabeza poco antes del primer pase por la meta. Enseguida se le unieron Kipyegon y la etíope Gudaf Tsegay (1997), acreditada en 3:57.40. El tiempo del primer 400 fue 1:03.51. Con 800 m de carrera, Hassan no cedía el liderado de un grupo cada vez más estirado. El paso, 2:05.92. Continuó acelerando el ritmo con un 1200 en 3:07.36. En ese momento había abierto un pequeño hueco de 2 metros con el grupo perseguidor, formado por Laura Muir, Kipyegon y Tsegay. Al entrar en la meta, la ventaja de Hassan ya era definitiva, mientras Kipyegon, a su vez, había tomado unos metros de ventaja a Muir, Tsegay y la estadounidense Shelby Houlihan (1993). Hassan cruzaba pletórica la meta en unos fantásticos 3:51.95, nueva plusmarca europea, Kipyegon fue segunda, también con mejor marca personal de 3:54.22. Tsegay, que a punto estuvo de alcanzar a la keniana, ganó la medalla de bronce, con 3:54.38. Houlihan conseguía pasar a Laura Muir en los últimos metros y ser cuarta con plusmarca continental de 3:54.99. En total nueve mujeres corrieron por debajo de los 4 minutos y siete hicieron marca personal.
Kipyegon apenas compitió el año de la pandemia. Tan solo tomó parte en un 1500, que ganó con 3:59.05. Mejoró sus marcas en 800 m, 1:57.68, y en 1000 m 2:29.15. Comenzó la temporada olímpica de 2021 con una derrota ante Sifan Hassan. En Florencia, el 10 de junio, pese a realizar la keniana su plusmarca personal, 3:53.91, tuvo que ceder ante el empuje de la neerlandesa, 3:53.63. Esa fue la única derrota de Kipyegon. A partir de entonces contó sus actuaciones por victorias. Tras imponerse en el campeonato de Kenia, el 17 de junio, el 9 de julio le devolvió la derrota a Hassan con una resonante victoria en la reunión de Mónaco, con 3:51.07, cuarta mejor marca de la historia, a 1.00 de la plusmarca mundial de Genzebe Dibaba. Hassan fue segunda con 3:53.60. La victoria de Kipyegon se fraguó en los últimos 100 m. Hasta entonces lideraba Hassan.
Hassan, que el 6 de junio, había hecho plusmarca mundial de los 10 000 m, 29:06.82, decidió intentar un triplete inédito en los Juegos, 1500, 5000 y 10 000 m, mientras Kipyegon se concentró en los 1500 m. Las series del 1500 olímpico se celebraron el día 2 de agosto por la mañana. Hassan, que el 30 de julio había corrido la semifinal de 5000 m y esa tarde corría la final, ganaba la segunda serie con 4:05.17. Kipyegon fue la más rápida, al imponerse en la tercera con 4:01.40. Dos días más tarde, en horario de tarde, tenían lugar las semifinales. Kipyegon daba un aviso de su estado de forma al imponerse en la primera con 3:56.80. Hassan, que ya era campeona olímpica de 5000 m, ganó la segunda con 4:00.23. Se esperaba que la final, del 6 de agosto, sería una carrera trepidante. Hassan decidió imponer un ritmo rápido y se colocó delante con 200 m de carrera. Kipyegon enseguida de pegó a ella. La neerlandesa dio paso a los 400 m en 1:02.84 y los 800 en 2:07.00, con la keniana casi a su altura. El tiempo de los 1200 m fue 3:09.39. Hassan no conseguía despegar ni a Kipyegon, ni a Laura Muir, muy decidida a entrar en las medallas. Con 220 metros para la meta, Kipyegon daba un tremendo acelerón al que Hassan no podía responder. La neerlandesa perdía también la segunda posición en los últimos 140 m, al no resistir el ataque de Laura Muir. Las posiciones ya no se movieron. Kipyegon, majestuosa, se hacía con su segundo oro, con plusmarca olímpica de 3:53.11. Laura Muir era segunda con plusmarca británica de 3:54.30 y conseguía su primera medalla en un campeonato de ámbito mundial al aire libre. Hassan, tercera, vio frustrado su triplete. Ganaría fácilmente el oro en 10 000 m al día siguiente. Ocho mujeres corrieron por debajo de 4 minutos.
Kipyegon terminó la temporada con tres nuevas victorias en 1500 m, 3:53.23 en Eugene el 21 de agosto, 3:58.33 en Zúrich el 9 de septiembre, derrotando de nuevo a Hassan, y 4:02.40 el 18 de septiembre en Nairobi. La keniana ha hecho de esta temporada olímpica la mejor de su vida. Además de los citados 1:57.68 en 800 m, 2:29.15 en 1000 y 3:51.07 en 1500 m, tiene mejores marcas personales de 4:16.71 en la milla, 8:23.55 en 3000 m y 14:31.95 en 5000 m. Es una seria candidata para ser la primera mujer en correr los 1500 m en menos de 3:50.00, en una época en que también están seriamente amenazadas las barreras femeninas de 14 minutos en 5000 m y 29 minutos en 10 000 m, así como la eterna plusmarca mundial de 800 m de 1:53.28.
Los primeros años 50 fueron tiempos dorados para el deporte en Hungría, a pesar del terrible sufrimiento del país durante la Segunda Guerra Mundial y los años posteriores como satélite de la Unión Soviética. El Honved de Budapest, el equipo de fútbol del Ejército, base del potente equipo nacional húngaro, estaba considerada la mejor escuadra del mundo. Paralelamente surgieron un grupo de mediofondistas que pronto se encaramaron en la élite: Sándor Iharos (1930-1996), István Rózsavölgyi (1929-2012), László Tábori (1931-2018) y József Kóvacs (1926-1987) sorprendieron al mundo atlético conquistando los primeros puestos en las listas de todos los tiempos de aquel momento. Los tres primeros estaban dirigidos por la sabia mano de Mihály Iglói (1908-1998). De entre ellos, destacó sobremanera Iharos, que en 1955 superó seis plusmarcas mundiales, y otras dos más en 1956. Sigue siendo el único atleta, junto con el finlandés Paavo Nurmi (1897-1973), plusmarquista mundial de 1500, 3000, 5000 y 10 000 m, si bien, a diferencia de Nurmi, no poseyó todas las plusmarcas simultáneamente. Desgraciadamente las peculiares circunstancias políticas de Hungría rompieron esta edad de oro deportiva. Hay una excelente entrada en el blog de Daniel Ceán Bermúdez sobre este tema.
Sándor Iharos (Iharos Sándor en el original húngaro) nació como Sándor Izrael el 10 de marzo de 1930 en Budapest. No conoció a su padre. Su madre y su familia materna se encargaron de su educación. Comenzó a trabajar de aprendiz en una fábrica a los 18 años. Un año más tarde, tras haber recibido unas zapatillas deportivas como regalo, empezó a practicar atletismo. En 1951 inició el servicio militar, entonces obligatorio, donde conoció a Mihály Iglói, que era entrenador del Ejército. Iglói había sido él mismo atleta, primero saltador de pértiga, mientras estudiaba Educación Física en la Universidad de Budapest, pero se pasó al mediofondo. Su referencia atlética de entonces era el polaco Janusz Kusociński (1907-1940), campeón olímpico de 10 000 m en una época de absoluto dominio finlandés. Iglói adaptó para sí mismo el método del polaco, basado en un volumen alto, junto con series de alta intensidad y recuperación corta. Este entrenamiento le sirvió para ser olímpico en 1936 en 1500 m, distancia en la que registró un mejor tiempo de 3:52.2. Posteriormente continuó con este método como entrenador. Iharos había corrido previamente los 1500 m en 4:06.8. Tras unos meses con Iglói mejoró a 3:54.2 y fue segundo en el campeonato nacional. Iharos se quedaría varios años en el Ejército como instructor de deportes. Llegó al grado de capitán.
En 1952 progresó hasta 3:49.4, lo que le valió la selección olímpica, si bien no pudo superar la primera ronda. En 1953 fue bronce en la Universiada. A finales de ese año se unirían a su grupo de entrenamiento otros dos corredores que acabarían estando entre los mejores, István Rózsavölgyi y Lázsló Tábori. El 14 de julio de 1954 estos dos, junto con Iharos y el antiguo remero Ferenc Mikes superaron con 15:21.2 la plusmarca mundial del relevo 4 x 1500 m. Poco después, el 3 de agosto, Iharos, en un encuentro Noruega – Hungría a dos, celebrado en Oslo, corría los 1500 m en 3:42.4, nueva plusmarca europea. Sin embargo, su rendimiento en el Campeonato de Europa, no cumplió las expectativas. Fue sexto en la final del 29 de agosto, con 3:47.0, a 3.2 del ganador, el británico Roger Bannister (1929-2018), el primer atleta en correr la milla por debajo de los 4 minutos. Poco después realizó 7:59.6 en 3000 m, a 0.9 de la plusmarca mundial del belga Gaston Reiff (1921-1992). También mejoró en 5000 m hasta 14:12.2.
La temporada de 1954 tuvo para Iharos, sin duda, un sabor agridulce. Su progresión cronométrica no se vio refrendada con una actuación acorde en el campeonato de Europa. En cualquier caso, nada hacía prever su sobresaliente rendimiento de 1955, año en que superó oficialmente siete plusmarcas mundiales. El 14 de mayo, en Budapest, corría los 3000 m en 7:55.6. El 30 de mayo, en Londres, hacía 8:33.4, 7.0 menos que Gaston Reiff. El 28 de julio, en Helsinki, registraba 3:40.8 en los 1500 m, mejorando en 1.0 al australiano John Landy (1930). El 10 de septiembre en Budapest superaba por 0.4 los 13:51.2 que el ucraniano Vladimir Kuts (1927-1975) tenía como plusmarca mundial de 5000 m. Kuts recuperaría el primado mundial ocho días después con 13:46.8. Pero Iharos contraatacó con éxito en la misma Budapest el 23 de octubre, 13:40.6, con 2:33.6 el último kilómetro y 59.6 la última vuelta. El paso por las 3 millas en 13:14.2 fue también plusmarca mundial. Unas semanas antes, el 29 de septiembre, nuevamente en su ciudad natal, rebajaba, con sus mismos tres compañeros, el tope mundial de los relevos 4 x 1500 m a 15:14.8.
En 1956 se celebraban los Juegos Olímpicos en Melbourne. Con su rendimiento del año anterior, Iharos se había convertido en uno de los candidatos a medalla. El 19 de junio perdió la plusmarca mundial de 5000 m a manos del británico Gordon Pirie (1931-1991), con 13:36.8, que derrotó a Kuts por 2.8. El 15 de julio en Budapest, Iharos superaba la plusmarca mundial del checo Emile Zátopek (1922-2000) de 10 000 m por 11.4, con 28:42.8. El paso de 27:43.8 por las 6 millas también fue plusmarca mundial. Era el segundo 10 000 de Iharos. Había corrido una prueba en 1952 en 33:04.4. Su registro se mantuvo menos de dos meses en lo más alto. El 11 de septiembre Kuts realizaba 28:30.4. Iharos también perdió la plusmarca mundial de 1500 m, a manos de su compatriota Rózsavölgyi, que el 3 de agosto recortó 0.2, con 3:40.6. Finalmente el 4 de septiembre, Iharos fue testigo de la pérdida de su primado mundial en los 3000 m. En Mälmo, Pirie derrotó al trío húngaro con 7:52.8, delante de Rózsavölgyi, 7:53.4, y con Iharos tercero con unos pobres 8:05.8. Tábori fue cuarto. No obstante, Iharos corrió tres días después un 5000 muy rápido en 13:46.6. Pese a haber perdido sus cuatro plusmarcas mundiales en las distancias métricas, parecía uno de los hombres fuertes para los Juegos. Las circunstancias, sin embargo, no fueron favorables a los húngaros. En octubre, un nuevo gobierno en Budapest había decidido, tras numerosas manifestaciones en la calle de sus ciudadanos, hacer reformas en el seno del régimen comunista. Tras un enconado debate entre los miembros de su gobierno, la Unión Soviética decidió que no aceptaba la decisión de los húngaros e invadió el país el 4 de noviembre. Iglói, Tábori y Rózsavölgyi llegaron a viajar a Melbourne, donde los atletas, afectados por la situación de su país, tuvieron un rendimiento inferior al esperado. Tabori fue cuarto en 1500 y sexto en 5000 m, mientras su compañero no pasaba de la primera ronda en los 1500 m. Al que no pareció afectarle la situación de su país fue a József Kóvacs, plata en 10 000 m, tras el inabordable Kuts. Iharos, lesionado en un tobillo y con problemas familiares, no acudió a los Juegos pero huyó del país.
Tras los Juegos Rózsavölgyi volvió a Hungría. Iglói y Tábori optaron por emigrar a los Estados Unidos, donde el primero continuó con su exitosa trayectoria como entrenador. Sus dos discípulos más destacados en su etapa americana fueron Jim Beatty (1934), primer atleta en correr la milla en sala en menos de 4 minutos, y Bob Schul (1937), campeón olímpico de 5000 m en 1964). En 1969 se trasladó a Grecia, donde siguió ejerciendo como entrenador hasta su jubilación. Tras su retirada volvió a Budapest. Por su parte, Iharos regresó a Hungría en 1957, abandonó el Ejército, y retomó el atletismo, pero sin Iglói las cosas no volvieron a ser iguales. Su rendimiento se quedó muy lejos del mostrado en 1955 y 1956. En 1958 fue sexto en el 5000 del campeonato de Europa, con 14:07.2, muy lejos de los 13:53.4 del campeón, el polaco ZdzisławKrzyszkowiak (1929-2003). No le fue mejor en los Juegos Olímpicos de 1960, donde ocupó la 10ª posición en los 5000 m y 11ª en los 10 000 m. Aun en 1959, tuvo la oportunidad de recordar viejos tiempos cuando el 29 de septiembre, en Budapest, junto con Lajos Kóvacs (1936-1997), Béla Szekeres (1938-2000) y Rózsavölgyi, superó la plusmarca mundial de relevo 4 x 1 milla con 16:25.2. Siguió compitiendo hasta 1962. Tras su retirada trabajó como entrenador y posteriormente en una fábrica de construcción, fue comercial, camarero y empleado en una gasolinera. Cada vez más recluido y con problemas de alcoholismo, falleció el 24 de enero de 1996, a los 65 años.
Sándor Iharos fue un excepcional atleta, al que le tocaron vivir circunstancias muy complicadas y que no tuvo una segunda oportunidad en al alta competición, tras su discreta actuación en el Europeo de 1954. Después de la invasión de su país y la huida de su entrenador, ya no volvió a ser el mismo. No lo habría tenido nada fácil, en cualquier caso, ante Vladimir Kuts, que llegó pletórico a los Juegos de 1956 y se llevó los dos oros de las pruebas de fondo en pista. Desde entonces no ha habido ningún atleta capaz de aunar las plusmarcas mundiales de 1500, 5000 y 10 000 m.
Las plusmarcas mundiales de Sándor Iharos
4 x 1500 m 15:21.2 Budapest 14 07 1954 3000 m 7:55.6 Budapest 14 05 1955 2 milas 8:33.4 Londres 30 05 1955 1500 m 3:40.8 Helsinki 28 07 1955 5000 m 13:50.8 Budapest 10 09 1955 4 x 1500 m 15:14.8 Budapest 29 09 1955 3 millas 13:14.2+ Budapest 23 10 1955 5000 m 13:40.6 Budapest 23 10 1955 6 millas 27:43.8+ Budapest 15 07 1956 10 000 m 28:42.8 Budapest 15 07 1956 4 x 1 milla 16:25.2 Budapest 29 09 1959