Cuando 48 horas después de haber ganado la final olímpica de 100 m de 1988, el vencedor, el canadiense Ben Johnson (1960), era descalificado por el consumo de esteroides anabolizantes, el estadounidense Carl Lewis (1961), segundo en la carrera, se convertía en el primer atleta en revalidar el título olímpico de la distancia. Ningún hombre lo había conseguido desde 1896, fecha de la primera edición de los Juegos Olímpicos modernos. Sin embargo, 20 años antes, en los Juegos Olímpicos de 1968, la también estadounidense Wyomia Tyus (1945) ya había alcanzado este logro en la categoría femenina, al conseguir imponerse en la final de México, como había hecho en la anterior final, en Tokio.
Wyomia Tyus nació en Griffin, Georgia, el 29 de agosto de 1945. Se crio en una granja lechera con tres hermanos varones y enseguida mostró un notable talento para el deporte. En el colegio practicaba baloncesto y atletismo. En 1960 su padre, a quien estaba muy unida, falleció, lo que la dejó devastada. Poco después recibió una llamada de Ed Temple (1927-2016), el entrenador de mujeres atletas de la Universidad Estatal de Tennessee, quien le propuso participar durante seis semanas en su campus de verano. Temple había llevado a Wilma Rudolph (1940-1994) a ganar el oro olímpico en 100 m en 1960. Tras algunas dudas iniciales, la joven Wyomia se convirtió en nueva discípula de Temple, gracias a cuyos buenos oficios pudo entrar en la Universidad con una beca. Su entrenador acabó siendo en una pieza fundamental en su vida, no solamente en el plano deportivo. Dentro de la universidad, Tyus formó parte de la hermandad femenina Tigerbelles, donde estaban otras compañeras velocistas, con las que tendría una gran amistad.
Los éxitos le llegaron muy pronto a la joven velocista. En las pruebas de selección olímpica de los 100 m, Tyus consiguió ser tercera con 11.5v, el mismo tiempo que la cuarta, la vallista Rosie Bonds (1944), a 0.2 de la ganadora, su compañera de hermandad Edith McGuire (1944). McGuire, campeona panamericana, a la que Tyus nunca había derrotado, era la favorita para hacerse con el oro olímpico. Sin embargo, Tyus dio la sorpresa cuando en su serie de cuartos de final igualó, con 11.2, la plusmarca mundial de Wilma Rudolph. En realidad la marca de Tyus era superior, pues el tiempo real fue 11.23. En las semifinales, confirmó su gran estado de forma al ganar la segunda con 11.3, mientras McGuire era tercera, con el mismo tiempo que la primera, 11.6, en la serie anterior. En la final hizo la segunda salida más rápida, tras la polaca Ewa Kłobukowska (1946), a la que sobrepasó a mitad de la carrera. Ganó con cierta ventaja en 11.4 (11.49), imponiéndose a McGuire, 11.6 (11.62) y a Kłobukowska, 11.6 (11.64). Con sus compañeras McGuire, Marilyn White (1944), cuarta en la prueba individual, y Willye White (1939-2007), ganó además la plata en el relevo 4 x 100 m, 43.9 (43.92), tras el equipo polaco , 43.6 (43.69).
En 1965, Tyus mejoró hasta 11.1, que igualaba nuevamente la plusmarca mundial de los 100 m. En 1964 ya había ganado el campeonato de Estados Unidos de la distancia. Repitió en 1965 y 1966, año en que también se hizo con el título en 200 m. En 1968 volvió a ganar en los 200 m. Ese año decidió intentar el triplete en los Juegos Olímpicos, añadiendo el 200 a los 100 y 4 x 100 m. Su mejor marca era 23.3 de 1965. En las pruebas de selección olímpica fue segunda en 200 m, con 23.7, y al día siguiente ganó los 100 m con 11.3. En los Juegos de México la altitud se dejó sentir desde el inicio. Tyus marcó 11.21 (homologado 11.2) en la primera ronda, tiempo de mayor valor que la plusmarca mundial manual de 11.1. Esa misma tarde, en la primera serie de cuartos de final, otra estadounidense, Barbara Ferrell (1947), corría en 11.12 (homologado 11.1). En la segunda serie, Tyus se iba a 11.08 (11.0), pero con viento de 2.7 m/s, 0.7 superior al máximo permitido. En la última serie, a la polaca Irena Szewińska (1946-2018) se le homologó como 11.1 un tiempo de 11.20. Esta se impuso en la primera semifinal, disputada al día siguiente, mientras Tyus se hacía con la segunda. Se esperaba una nueva plusmarca mundial en la final, como finalmente ocurrió. Tyus renovaba el oro de Tokio con 11.08 (11.0) por delante de Ferrell, 11.15, y de Szewińska, 11.19. En los 200 m no le fue tan bien, pues tan solo pudo ser sexta. No obstante, con 23.08, conseguía su mejor marca. La vencedora fue Szewińska, que mejoraba con 22.58 su propia plusmarca mundial. Tyus redondeó su actuación con la última posta del relevo 4 x 100 m del cuarteto estadounidense que ganó el oro con una nueva plusmarca mundial de 42.88 (42.8). Las otras tres componentes del equipo fueron Margaret Bailes (1951), Ferrell y Midrette Netter (1948).
Hubo un detalle que entonces pasó desapercibido en la final de los relevos 4 x 100 m. Dos días después de la final femenina de 100 m, los estadounidenses Tommie Smith (1944) y John Carlos (1945), oro y bronce en los 200 m habían resultado expulsados de la villa olímpica por su reivindicación en el podio contra la discriminación. Siendo ella misma del Sur y además amiga de los sancionados, Tyus decidió homenajear discretamente a sus compatriotas llevando un pantalón azul oscuro, en lugar del blanco oficial.
Tyus se retiró tras los Juegos, pero volvió en 1973, esta vez al campo profesional, en la International Track Association (ITA), donde estuvo tres años. En 1974 fue socia fundadora de la Women Sport Fundation, una organización para la promoción del deporte femenino. Trabajó como entrenadora y profesora de secundaria de Ciencias Naturales. Otras tres atletas han conseguido igualar el logro de Tyus de ganar dos oros olímpicos en 100 m, su compatriota Gail Devers (1966), en 1992 y 1996, y las jamaicanas Shelly-Ann Fraser-Pryce (1986), en 2008 y 2012, y Elaine Thompson-Herah (1992), en 2016 y 2020. En hombres el jamaicano Usain Bolt (1986) consiguió el oro en 100 m en 2008, 2012 y 2016.