El maravilloso Mal Whitfield, gran valedor del atletismo africano

Ya fuese en misiones aéreas sobre Corea, o ganando una medalla de oro tras otra en los Juegos Olímpicos, o sirviendo como embajador de buena voluntad a los jóvenes atletas africanos, usted lo ha dado todo. Este país está orgulloso de usted y muy agradecido. Estas son las palabras que el entonces Presidente de los Estados Unidos, Ronald Reagan (1911-2004) dedicó al Maravilloso Mal Whitfield (1924-2015), aviador militar, tres veces campeón olímpico y uno de los grandes valedores del atletismo africano.

Malvin Greston Whitfield, conocido como Marvelous (Maravilloso) Mal, nació en Bay City, Texas, el 11 de octubre de 1924. Cuando tenía cuatro años se trasladó con su familia a Los Ángeles. Parece que en los Juegos Olímpicos de 1932 consiguió colarse en el Coliseum de LA y ver a su compatriota Eddie Tolan (1908-1967) ganar el oro en los 100 m lisos, lo que le hizo interesarse por el atletismo. No obstante eran tiempos convulsos, y en 1943, en plena Segunda Guerra Mundial, se unió a la Fuerza Aérea. Tras finalizar la guerra no dejó el Ejército, pero se matriculó en la Universidad Estatal de Ohio, donde comenzó a practicar atletismo. Como era muy frecuente en aquella época, Whitfield compatibilizó los 400 y los 800 m, o sus equivalentes en distancias imperiales, las 440 y las 880 yardas. En 1948 se impuso en las pruebas de selección olímpica en ambas distancias, con marca personal de 46.6 en la más corta. Resultó seleccionado en las dos distancias individuales y en el relevo 4 x 400 m. En los Juegos, celebrados en Londres, le tocó enfrentarse a la primera generación de grandes atletas jamaicanos. En los 800 m se clasificó sin dificultades para la final del 1 de agosto. El francés Robert Chef d’Hotel (1922-2019) pasó el primer 400 en 54.2. En ese momento Whitfield se colocó en cabeza y ya no salió de ahí, pese a los denodados esfuerzos el jamaicano Arthur Wint (1920-1992). El estadounidense se impuso con una nueva plusmarca olímpica de 1:49.2, 0.3 menos que su rival. Wint se tomó la revancha en los 400 m, cuya final tuvo lugar el 5 de agosto. El jamaicano se hizo con la victoria, 46.2, por delante de su compatriota Herbert McKinley (1922-2007), 46.4, y de Whitfield 46.9. Se preveía un cerrado duelo entre Jamaica y Estados Unidos en el relevo 4 x 400 m, pero una lesión de Wint en la tercera posta, permitió a Whitfield ganar fácilmente su segundo oro olímpico, formando parte del cuarteto estadounidense.

En 1950, Whitfield resultó movilizado para acudir a la guerra de Corea, donde realizó 27 misiones. No abandonó ni el atletismo ni la competición y en 1951 se hizo con los oros de 400, 800 y 4 x 400 m en los Juegos Panamericanos. Se licenció con honores en 1952, año olímpico en que se volvió a ganar la selección para los Juegos tras imponerse nuevamente en los 400 y los 800 m de las pruebas de selección. La final de 800 m de los Juegos, que se celebraron el Helsinki, tuvo lugar el 22 de julio y fue un calco de la de Londres. Esta vez fue Arthur Wint quien dio paso al primer 400, en 54.0, pero se vio superado por Whitfield en la contrarrecta, quien ganó en 1:49.2, el mismo tiempo que cuatro años antes, 0.2 menos que el jamaicano. Ni Wint, ni Whitfield tuvieron un papel destacado en la final de 400 m, donde hubo doblete jamaicano por parte de George Rhoden (1926), 45.9 (46.09), y Herbert McKenley, 45.9 (46.20). Wint fue quinto, 47.0 (47.24) y Whitfield sexto 47.1 (47.30). Les quedaba un tercer enfrentamiento, el relevo 4 x 400 m, donde Jamaica, en un día histórico para el deporte de este país, con Wint, Leslie Laing (1925-2021), McKenley y Rhoden se proclamó campeona olímpica del relevo con una nueva plusmarca mundial 3:03.9 (3:04.04), 0.1 menos que Estados Unidos, cuyo último relevista era Whitfield.

Whitfield siguió compitiendo hasta 1956. Ese año intentó clasificarse para sus terceros Juegos Olímpicos, pero solo pudo ser sexto en las pruebas de selección, con 1:49.3, muy lejos del ganador, Tom Courtney (1933), 1:46.2. Whitfield fue un gran competidor, que nunca se preocupó en exceso por las grandes marcas. De 1948 a 1955 ganó 66 de 69 carreras. Su mejor marca en 800 m fue 1:47.9, en 1953, al paso de una carrera de 880 yardas, en que hizo 1:48.6, plusmarca mundial, mucho más asequible que los imposibles 1:46.6 del alemán Rudolf Harbig (1913-1944) en la distancia métrica. No obstante, Whitfield tuvo una gran oportunidad de acercarse al alemán en 1950, cuando pasó la mitad de una carrera de 880 yardas en 50.5. Pese al bajón de la segunda vuelta pudo terminar en 1:49.2, igualando la plusmarca mundial de entonces de la distancia imperial.

En 1955, el Departamento de Estado nombró a Whitfield embajador de buena voluntad, en el seno del programa Intercambio Educativo. Esto le permitió viajar a varios países y ser uno de los primeros en darse cuenta del potencial del atletismo africano, hasta entonces, exceptuando algunos países del Magreb y la República Surafricana, considerado algo exótico. Tras su retirada, Whitfield se dedicó a viajar por África durante más de 40 años para asesorar atletas y federaciones. Entre los atletas a los que ofreció consejo se encuentran campeones olímpicos como los kenianos Kip Keino (1940) o Naftali Temu (1945-2003), los etíopes Mamo Wolde (1932-2002) o Miruts Yifter (1944-2016) o el ugandés John Akii-Bua (1949-1997).

Mal Whitfield murió el 19 de noviembre de 2015 a los 91 años, tras una vida completamente dedicada al atletismo.

Anuncio publicitario

Un comentario en “El maravilloso Mal Whitfield, gran valedor del atletismo africano

  1. Pingback: Londres 2012, una final de 800 metros para la historia – Historias del atletismo

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s