El difícil oficio de seleccionador

Este jueves 30 de junio se publicaron por parte de la Real Federación Española de Atletismo (RFEA) las listas oficiales de los atletas seleccionados para el próximo campeonato mundial al aire libre, que tendrá lugar en la ciudad estadounidense de Eugene (Oregón), entre los días 15 y 24 de julio. En cuanto se conocieron los atletas, surgió una terrible polémica por la elección de los representantes del 1500, al quedarse fuera el granadino Ignacio Fontes (1998). Fontes, acreditado en 3:33.27 (2021), y 13º en la final olímpica de Tokio el año pasado, fue tercero en el campeonato de España del pasado fin de semana, 3:35.94, superado por el salmantino Mario García Romo (1999), brillante campeón con mejor marca personal de 3:35.52, y por el plusmarquista español, el murciano de adopción Mohamed Katir (1998), 3:35.85. Cuarto fue el catalán de adopción Adel Mechaal (1991), 3:36.60, quinto en la última final olímpica. Tanto Katir como Mechaal habían disputado el día anterior una durísima final de 5000 m con un postrero kilómetro en menos de 2:22.0, 13:43.61 para el primero, oro, y 13:44.10 para el segundo, plata.

Trabajo duro para el seleccionador español, el valenciano José Peiró. Cuatro atletas, tres plazas y todos con méritos suficientes para ocupar una de ellas. Si el seleccionador es aficionado a los clásicos, quizá hubiese recordado el cuento número dos de la atemporal obra del infante don Juan Manuel, El conde Lucanor, en el que un hombre va con su hijo y una montura de pueblo en pueblo, y en todos y cada uno de ellos hay quien critica su forma de proceder.

Pese a que en una entrevista posterior a la publicación de la lista, Peiró afirmó que había considerado la posibilidad de haber dejado fuera a cada uno de los cuatro atletas, es probable que en el caso de Katir apenas entrase en esta eventualidad. Aunque claramente superado por García Romo en la final, posee la mejor marca española del año, 3:34.95, y la plusmarca nacional, 3:28.76 (2021), si bien nunca ha participado en un 1500 de un gran campeonato. Fue octavo en la final olímpica de 5000 m en Tokio.

La victoria en el campeonato de España de García Romo fue incontestable. Mejoró sus 3:35.79 previos en una carrera de campeonato en la que terminó la última vuelta en menos de 54.0 y los últimos 300 m en menos de 40.0. El salmantino, que reside y estudia en Estados Unidos, es el actual campeón universitario de ese país de la milla en pista cubierta y subcampeón en 1500 m al aire libre. En estos momentos su valía cronométrica es evidentemente mejor que su tiempo del campeonato de España, pero lo cierto es que García Romo no tenía mínima, 3:35.00, para el Mundial. Se clasifica por vía de la lista del año, puesto 25 el último día de plazo. Sin embargo, la RFEA, en una decisión muy discutible, había decidido previamente cerrar esta vía. Y en este caso ha tenido que desdecirse.

Fontes hizo un buen campeonato de España, al entrar tercero en una final de altísimo nivel, muy cerca de Katir. Pese a su juventud, el granadino ya demostró el año pasado en los Juegos Olímpicos su capacidad competitiva, al clasificarse para una final superlativa, donde fue 13º. No ocupó plaza de finalista olímpico, como se ha publicado erróneamente, al no haber entrado entre los ocho primeros. Como se indicó anteriormente, Fontes tenía la mínima para el mundial, 3:33.27.

El veterano Mechaal no conseguía su objetivo de ganar el campeonato de España e incluso se quedaba fuera del podio. Subcampeón de Europa de 5000 m en 2016 y cuarto en el Mundial al aire libre en 1500 en 2017, consiguió su mayor éxito al ser quinto en la final olímpica de Tokio, con mejor marca personal de 3:30.77, tras haber mejorado previamente en las semifinales con 3:32.19. Se atribuyó su actuación en el 1500 del campeonato de España a su gran esfuerzo en día anterior en los 5000 m.

Y ahora, con todos estos antecedentes, intentemos ponernos en la piel del seleccionador, porque es fácil ver los toros desde la barrera, pero cuando nos dan un capote y un estoque y nos mandan a la arena, las cosas ya no son tan sencillas. Y probablemente a Peiró no le resultó nada fácil la llamada que tuvo que hacer a Fontes para explicarle la decisión que había tomado. Unas horas después, cuando la lista se hizo pública, las redes sociales se inundaron de feroces críticas, con graves acusaciones, en ocasiones nada sutiles, de toda clase de favoritismos. Pero, no nos engañemos, si el descartado hubiese sido cualquier otro de los atletas, probablemente la reacción habría sido igual de virulenta, eso sí, en otro sentido.

Quizá una de las polémicas más mediáticas por un descarte para un gran campeonato fue la del talentoso atleta catalán Reyes Estévez (1976) para los Juegos Olímpicos de Sydney en el año 2000 en la prueba de los 1500 m. Reyes no logró ese año reproducir la forma de las temporadas anteriores, en que había sido brillante campeón de Europa (1998) y bronce mundialista (1999). Pese a estar fijo para los Juegos, siempre que acreditase un adecuado estado de forma, la RFEA decidió incluir a otros tres atletas, que sí habían demostrado buena forma. La polémica trascendió, con mucho, el mundo del atletismo. Locutores muy mediáticos, pero con escaso conocimiento de atletismo, o políticos, que no habían visto una pista ni por televisión, se permitieron el lujo de cuestionar la valía de los seleccionadores de entonces, que tuvieron que aguantar todo tipo de ataques personales. El tiempo demostró que había sido la decisión correcta.

En el caso actual, afortunadamente, hay algunas diferencias. Por un lado, las críticas, algunas de ellas muy fuera de lugar, se han limitado al ámbito atlético y el atleta inicialmente descartado sí había acreditado una forma adecuada. El propio jueves 30, día de la polémica, en la reunión de Estocolmo, saltaba la alarma. Mechaal se retiraba en la prueba de 3000 m. Dos días después se anunciaba que padecía una infección por Covid-19 y se anulaba su inscripción en los 1500 m del Mundial, plaza que pasaba a ocupar Fontes. Se mantiene, si se recupera, su lugar en los 5000 m. En unos días nadie recordará esta polémica, pero lo que han escrito algunos, escrito ha quedado. Solo cabe desear que no haya más contratiempos y que los tres excelentes representantes españoles en la prueba del kilómetro y medio den lo mejor de sí en Eugene.

Y como colofón, una opinión personal. Poder ir a un gran campeonato es un logro que está vedado a la inmensa mayoría de los atletas. Los criterios de la World Athletics ya son suficientemente duros. Tal vez no hay necesidad de endurecerlos más.

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2 comentarios en “El difícil oficio de seleccionador

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