Parece que esta temporada a cada selección española le acompaña la polémica. Ya sucedió cuando se hicieron públicos los elegidos para el Mundial de Eugene y ahora está ocurriendo, curiosamente con mucha mayor repercusión mediática, con el Europeo de Múnich. Y ello cuando el número de seleccionados es el segundo mayor de siempre para un campeonato continental al aire libre, nada menos que noventa y tres, cincuenta y un hombres y cuarenta y dos mujeres, si bien se han caído por lesión el velocista Bernat Canet (2000) y la saltadora Fátima Diane (1996). Pese a esta numerosa expedición, se ha generado un notable disgusto en ambientes atléticos el haber dejado fuera a ocho atletas que cumplían los criterios de la Asociación Europea de Atletismo (EAA). De los ocho, la velocista Auri Bokesa (1988) había realizado la mínima de participación en los 400 m y el resto podrían haber participado por su posición en la lista mundial del año.
El periodista de Cuatro José Manuel Amorós hizo una entrevista al seleccionador español, José Peiró. Tuvo la gentileza de incluirla entera en un hilo en Twitter.
Peiró indica que los atletas no seleccionados tenían pocas posibilidades de superar la primera ronda de sus pruebas. Sobre este particular hace hincapié el Presidente de la Federación de Atletismo (RFEA), Raúl Chapado. En unas declaraciones recogidas por varios medios, Chapado se pregunta si queremos un atletismo más participativo o más competitivo, y se inclina por lo segundo. Peiró indica lo mismo diciendo que la RFEA busca excelencia y no participación. ¿Pero qué es la excelencia?
El atletismo de alto nivel solo es, como en cualquier deporte, la punta del iceberg. Para que este atletismo exista tiene que haber muchos practicantes de este deporte. Son personas que nunca atraerán demasiado interés mediático, más allá de la prensa local, pero que dedican muchas horas al atletismo y que tienen los mismos objetivos que cualquier atleta, correr más, saltar más o lanzar más. La medida del atletismo es uno mismo. Se trata de con trabajo, disciplina y sacrificio ser mejor que el yo pretérito. Dentro de este objetivo general, hay otros objetivos particulares, que varían según el nivel del atleta. Estos objetivos particulares van desde mejorar una marca tan humilde como 4:00.00 en 1500 m masculinos hasta ser campeón olímpico. El atletismo es duro, no es un juego como otros deportes, y mantener la motivación no es una tarea sencilla. Estos objetivos particulares contribuyen a que el atleta continúe. Una marca superada, una mínima para un campeonato de España, una medalla en un Nacional Universitario son el motivo de alegría para muchos atletas. Porque la mayoría no pueden acceder a un gran campeonato.
Unos pocos atletas sí tiene condiciones para tomar parte en grandes campeonatos, algunos de forma clara, otros de forma más apurada, y también los hay que están en el límite. Las federaciones internacionales, llámese EAA, World Athletics o el Comité Olímpico Internacional tienden a endurecer cada vez más las exigencias para entrar en los campeonatos que organizan. Los criterios de estas federaciones son necesarios pero no suficientes para la participación. Las federaciones nacionales tienen potestad para encarecer estos criterios. ¿Realmente es necesario hacerlo?
Peiró descarta motivos económicos en la confección de las listas de seleccionados. Estos podrían ser una buena razón para restringir la participación, pero no es el caso. ¿Es justificable descartar a atletas de los que se considera no superarían la primera ronda? Se pueden aludir motivos por los que no.
En primer lugar está el aprendizaje. No es infrecuente que un atleta se vea superado por miedo escénico, especialmente si es joven e inexperto. Casi nadie triunfa antes de fracasar y las enseñanzas de estas experiencias negativas son muy positivas para el desarrollo del atleta.
Puede que el atleta que está en el límite sea inexperto pero ya no sea tan joven. En cualquier caso no podemos olvidar la motivación. La participación en un gran campeonato puede ser un buen acicate para seguir en el mundo del atletismo y para tratar de mejorar. El caso del campeón de España de triple salto en pista cubierta este año, José Emilio Bellido (1987), que podría haber entrado por puesto en la lista del año, es también significativo en este sentido. El que un hombre de 35 años hubiese ido a un Europeo podría haber servido de ejemplo de que se puede llegar lejos aunque ya no se sea tan joven.
Y finalmente hay una razón de interés general. En la Superliga Europea hay que cubrir todas las pruebas. Un saltador de altura o de pértiga fogueado en un Europeo al aire libre siempre tendrá más posibilidades de sumar más puntos para España en una competición por naciones.
Volviendo a la pregunta del principio, ¿pero qué es la excelencia? ¿Es ser finalista en un gran campeonato? ¿Medallista? No necesariamente. En el reciente Mundial de Eugene, la desbordante alegría de las relevistas españolas del 4 x 100, quintas, contrastaba con la decepción de las jamaicanas, plata. También podemos recordar la reacción del marroquí Hicham El Guerrouj (1974) tras haber sido medalla de plata en la final olímpica de 1500 m de 2000. Excelencia es dar lo mejor de uno mismo en el mejor momento. Excelencia es mejorar marca en una semifinal de obstáculos, aunque no se entre en la final. Excelencia es llegar el 25 de la lista mundial y terminar el cuarto de esa lista con una mejoría de más de 5 segundos en 1500 m. Y excelencia es también planificar una temporada y conseguir cumplir los criterios necesarios para tomar parte en un campeonato. Cierto es que esto debería llevar aparejado el requerimiento de competir bien en el campeonato. El problema de un atleta en el límite es que muchas veces la planificación se hace para poder participar, no para rendir. Pero esto sucede en todos los países, ¿Cuántos atletas estadounidenses gastan lo mejor de sí mismos en las pruebas de selección?
Y sobre si queremos un atletismo más participativo o más competitivo, se trata de una pregunta que plantea una contradicción que no existe. Solo de muchos participantes sale lo excepcional. El que se incluya en las listas de un campeonato a todos los atletas que cumplen criterios, siempre que acrediten una forma adecuada, no va a hacer que los mejores rindan menos.
Brillante
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Excelente exposición de la situación del Atletismo en España y de la RFEA. Totalmente de acuerdo. Si queremos que el Rey de los Deportes se acerque al deporte rey necesitamos una gran base con ilusión participativa y posibilidad de ir a campeonatos cada vez más importantes. Nunca fui a un campeonato de España individual pero ser Campeón de Aragón absoluto o participar en campeonatos de España por equipos te hacía crecer y crecerte al competir con atletas de categoría supuestamente superior.
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Muchas gracias. Así es, el atletismo es la ilusión de cada atleta, no importa su nivel.
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Descripción exacta del atletismo español y sus controversias… !!! Yo sigo diciendo que los q se han quedado fuera, y tenían asegurada su presencia, tenían que ir .
Porque Aauri si puede hacer relevo 4x 400 y no el 400 individual ?
De que sirve ser campeón de España y mínima , si luego van el 2 y el 3 ???
Para los atletas de “ segundo nivel “ , significa seguir practicando y entrenando por afición, pero sin interés en aspirar a nada más . No es justo .
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Si no tiene causa económica 3l recorte de plazas de atletas, ¿ por qué no llevan más entrenadores? ¿ por excelencia? ¿Por amiguismo?….
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