Tras la temporada realizada en 1983 por el británico Steve Cram (1960), la prensa de su país había encontrado al nuevo rey del mediofondo. Aunque Steve Ovett (1956) había vuelto a la competición y había mejorado la plusmarca mundial de 1500 m, en sus duelos directos con Cram había resultado derrotado en dos ocasiones. En cuanto a Sebastian Coe (1956) a esas altura muchos dudaban que volviese a ser competitivo. Coe reanudó los entrenamientos en diciembre de 1983. Progresivamente fue entrando en la pista, pero no fue capaz de imponerse en el 1500 de la Athletic Amateur Association (AAA), derrotado por el joven Peter Elliott (1962), por 0.13. Cram, que había ganado el 800 de la misma competición, y Ovett estaban clasificados para los Juegos Olímpicos de 1984, que tendrían lugar en Los Ángeles, por su condición de campeón del mundo y plusmarquista mundial, respectivamente. Gran parte de la prensa británica criticó amargamente la inclusión de Coe en la terna.
Pese a que no tuvo que disputar su presencia en los Juegos, las cosas tampoco estaban resultando fáciles para Cram. Se había lesionado en invierno. Parecía recuperado con su triunfo en el 800 de la AAA, pero unos días más tarde volvió a tener problemas físicos. Llegó a los Juegos, con menos entrenamiento del que habría querido y con una incógnita sobre su estado de forma. Quien parecía en mejor forma de los tres era Ovett, que había ganado la milla urbana de París y los 1500 de Oslo, Estocolmo y Lausana. Como Coe, competiría en los 800 y en los 1500 m en los Juegos.
Los 800 m olímpicos mostraron una actuación muy dispar de los dos grandes rivales. Mientras Coe se mostraba muy recuperado y solo cedía ante el poderoso brasileño Joaquim Cruz (1963), 1:43.00 frente a 1:43.64, Ovett era último y acababa en el hospital por problemas respiratorios. El resultado del primero en la doble vuelta le hizo ganar enteros como candidato al oro de los 1500 m, aunque había la duda de si sería capaz de disputar nueve carreras. El mejor marquista del año, el marroquí Said Aouita (1959), 3:31.54, había optado por los 5000 m, donde también era el más rápido de la temporada 13:04.78. En las series de 1500, Ovett parecía recuperado, al ganar su serie, mientras Coe era segundo en la suya y Cram ganaba la última. El mejor tiempo, 3:37.68, correspondió al plusmarquista español José Manuel Abascal (1958), que también había acudido con dudas a Los Ángeles. Las semifinales resultaron muy disputadas. Abascal, ganó la primera con 3:35.70, 0.01 menos que Coe y 0.11 menos que el subcampeón del mundo, el estadounidense Steve Scott (1956). En la segunda se impuso Cram con 3:36.30, por delante del estadounidense Jim Spivey (1961), del español Andrés Vera (1960) y de Ovett, que entró a 0.15.
Tras las dos rondas previas, los tres británicos parecían en buena forma. Incluso Ovett daba la impresión de estar recuperado. Eran los favoritos al podio, aunque no se podía descartar ni a Scott ni a Abascal. En la final, el sudanés Omar Khalifa (1956) dio paso al primer 400 en 58.85. Sorprendentemente, con 500 m de carrera, Scott, un gran finalizador, decidió colocarse en cabeza y cruzó los 800 m en 1:56.81. Abascal, sabiéndose limitado en los últimos metros, decidió aligerar el ritmo a falta de 600 m para la meta, llevándose consigo a los tres británicos. El español marcaba 2:53.21 en los 1200 m, momento en que Ovett, muy mermado después de todo, abandonaba. A punto de comenzar la última curva, Cram hizo amago de pasar a Abascal, pero Coe se dio cuenta y se lo impidió, pasando él mismo a la cabeza, seguido por el propio Cram, quien intentó acelerar en la última recta. No pudo. Coe, mostrándose completamente recuperado, se marchó irresistible hace la meta, ganando con 3:32.52, nueva plusmarca olímpica. Cram entraba segundo con 3:33.40 y Abascal, resistiendo la embestida final del keniano Joseph Chesire (1961), se hacía con el bronce, 3:34.30.
Coe mostró cuán equivocados estaban los que daban por finalizada su carrera atlética, que no fueron pocos, pero Cram no estaba como en 1983. Finalmente los problemas físicos de principio de temporada no le permitieron reproducir la forma del año anterior. Tras los Juegos hizo una mejor marca de la temporada de 3:33.13 y mejoró ligeramente su plusmarca personal en la milla con 3:49.65.
En 1985 no había campeonatos importantes. Las primeras ediciones de los Mundiales al aire libre tenían lugar cada cuatro años. Cuando esto sucedía los atletas de elite optaban por descansar o por tratar de superar las plusmarcas mundiales de sus distancias. Cram optó por esto último. No dejaron de acompañarlo los problemas físicos al inicio de la temporada, pero, a diferencia del año anterior, no alteraron su preparación. El 27 de junio sorprendía con un registro de 3:31.34 en los 1500 m, poco más de medio segundo por encima de los 3:30.77, que Ovett tenía como plusmarca mundial. Este tiempo no tuvo mucho más recorrido.
El 16 de julio en Niza tenía lugar un duelo que resultaría histórico. Por primera y única vez los dos grandes mediofondistas del momento se enfrentaban directamente, estando ambos en plena forma. Steve Cram y Said Aouita se habían visto las caras en dos ocasiones anteriormente. En el Mundial de 1983 se impuso el británico, pero Aouita todavía no era en que llegaría a ser. En 1984, en una milla en Londres, Aouita fue el primero y Cram último, tras haberse caído. En Niza, ambos mostraron que, en uno de los mejores momentos de ambos, su nivel era similar.
Desde el pistoletazo de salida, Cram corrió muy claramente por la plusmarca mundial, colocándose inmediatamente detrás de las liebres. Aouita, muy nervioso, no acababa de encontrar su sitio y se pasó gran parte de la carrera por la calle 2. El senegalés Babacar Niang (1958) pasó la primera vuelta demasiado rápido, en 54,1, 1,4 segundos por delante de Cram. Niang llegó hasta el 800 en 1:53,7, momento en que la segunda liebre, Omar Khalifa, se hizo con la cabeza, con Cram, 1:53,9 y Aouita, más atrás, muy mal colocado por la calle 2. A falta de 400 metros, Cram, que se veía muy suelto, inició la maniobra de adelantamiento a Khalifa, el español, José Luis González (1957) se fue detrás de él, lo mismo que Aouita. El británico pasó ya en solitario el 1200 en 2:49,7, 8 metros por delante de González, en ese momento sobrepasado por Aouita. La ventaja de Cram parecía insalvable. Al entrar en la última recta estaba unos 6 metros por delante del marroquí, pero este, en un memorable acelerón final, acabó quedándose a tan solo 0,04 del británico, quien en ningún momento descompuso su elegante figura. Cram lo había conseguido. Se había convertido con 3:29,67 en el primer atleta en correr un 1500 por debajo de 3:30,00.
La siguiente parada de Cram fue la milla de ensueño de Oslo el 27 de julio. El objetivo era la plusmarca mundial de Seb Coe, 3:47.33. Aouita había optado por los 5000 m, en los que se hizo con 13:00.40, por 0.01 con la plusmarca mundial. Los pases cada cuarto de milla de la carrera fueron muy irregulares, con Cram algo alejado de la cabeza, 56.01 (57.1 Cram), 1:53.82 (1:54.9) y 2:53.14 (2:53.3). A esas alturas de carrera, superar el tiempo de Coe parecía muy complicado, pero un último cuarto de milla en 53.0 permitió a Cram terminar en 3:46.32. Coe, que con 3:49.22 fue testigo de la pérdida de su primado universal, cedió en los últimos 150 m la segunda posición a González, quien terminó en 3:47.79.
Ocho días más tarde, el 4 de agosto en Budapest, con pases de 58.06, 1:55.73, 2:25.02, 2:54.58 y 3:53.95, Cram restaba 0.01 a la plusmarca mundial de 2000 m del neozelandés John Walker (1952), con 4:51.39.
Era la tercera plusmarca mundial de Cram en menos de 3 semanas. Aún intentaría una cuarta. El 9 de agosto, el Gateshead, el viento, probablemente le impidió superar los 2:12.18 de Coe en los 1000 m. Se quedó en 2:12.88, con pases de 51.8, 1:14.84 y 1:44.94.
Aún le quedaba una gran victoria en ese mágico 1985. El 21 de agosto, en la reunión de Zúrich derrotaba al Joaquim Cruz, con una excelente marca personal de 1:42.88.
Esta victoria en 800 m probablemente convencieron a Cram, que no se consideraba a sí mismo un buen corredor en esta distancia, para hacer compatibles ambas distancias en las grandes competiciones a partir de 1986.
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