Entre el 30 de abril de 1960 y el 21 de julio de 1963, poco más de tres años, se mejoró la plusmarca mundial de salto de altura en nada menos que 12 centímetros. Nunca en la historia de la prueba se había dado una progresión tan importante en tan poco tiempo. Ese trienio coincidieron dos saltadores excepcionales, el estadounidense John Thomas (1941-2013) y el ucraniano, entonces soviético, Valeri Brúmel (1942-2002). Ambos tenían un dominio magistral de la técnica predominante de salto entonces, el rodillo ventral, y, sin duda se beneficiaron de la sustitución de la arena por la colchoneta en la caída.
John Curtis Thomas nació el 3 de marzo de 1941 en Boston. Con 1.96 m de estatura, comenzó a destacar muy joven en el salto de altura. En 1958 ya se elevaba por encima de 2.10 m. En 1959 sorprendió al mundo atlético con unos registros magníficos en pista cubierta, que entonces no se homologaban como plusmarcas mundiales, ni siquiera en sala. En un período de 42 días saltó 2.11, 2.125, tres veces 2.13 y 2.165 m, marca esta ligeramente superior a la plusmarca mundial absoluta. Se perdió la temporada al aire libre por un accidente en un pie en el hueco de un ascensor. Regresó muy fuerte en 1960, primero en pista cubierta con dos veces 2.17, 2.18 y 2.195 m, registros ya superiores al techo mundial, pero no homologables. Esto lo solucionó al aire libre, con cuatro plusmarcas mundiales oficiales en el espacio de dos meses. El 30 de abril superó 2.171 (2.17) m, un centímetro más que la anterior plusmarca mundial del ruso, entonces soviético, Yuri Stépanov (1932-1965). Stépanov había realizado este registro con un alza en la zapatilla de 5 cm. Aunque la marca se homologó, a partir de entonces solo se permitieron alzas de 13 mm como máximo. El 21 de mayo, Thomas repitió los 2.17 m, en realidad 2.178 m. El 24 de junio se fue a 2.184 (2.18) m. En Stanford, en las pruebas de selección olímpica , el 1 de julio, hizo su mejor competición se siempre. Saltó a la primera 2.195 y 2.232 m, pero la burocracia no consideró la primera marca y restó un centímetro a la segunda. Hasta el 1 de enero de 1963 se homologaban marcas de saltos y lanzamientos tanto en el Sistema Internacional como en pies y pulgadas. La medición en este último sistema del salto de Thomas fue 7’3 7/8 (7 pies, 3 pulgadas y 7/8, es decir, 2.232 m). El reglamento no permitía fracciones de octavos de pulgadas, de modo que hubo de redondearse a cuartos de pulgadas 7’3 3/4 o 2.229 m. A partir de 1963 solo se consideraron válidas las marcas en el Sistema Internacional, por lo que el salto de Thomas se redondeó al centímetro inferior, convirtiéndose en 2.22 m. El segundo y el tercero de las pruebas de selección fueron Joe Faust (1942), 2.134 m y Charlie Dumas (1937-2004), 2.108 m, el anterior campeón olímpico que acompañarían a Thomas a los Juegos Olímpicos de Roma.
Desde 1896, Estados Unidos solo había dejado de ganar el oro en salto de altura en 1948. En Roma pensaban continuar con la racha, pese al potente equipo soviético con el ruso Viktor Bolshov (1939), que en dos años había pasado de 1.95 a 2.15 m, el georgiano Robert Shavlakadze (1933-2020), acreditado en 2.13 m, y, sobre todo, el joven ucraniano de 18 años Valeri Brúmel, plusmarquista soviético con 2.17 m. La final olímpica de salto de altura tuvo lugar el 1 de septiembre, en una calurosísima tarde. Faust y Dumas, con problemas físicos, no pudieron dar lo mejor de sí. El primero ocupó la 17ª y última plaza con 1.95 m, mientras Dumas fue 6º con 2.03 m. Los soviéticos, sin embargo, tuvieron un rendimiento competitivo magnífico. Con el listón situado a 2.14 m Thomas se había quedado solo con los tres soviéticos. Lideraba Shavlakadze, que había saltado la altura a la primera, marca personal. Tanto Bolshov, como Brúmel, como Thomas lo habían hecho al segundo intento. Thomas era segundo por menos saltos previos. Sin embargo no pudo con 2.16 m, cosa que sí hicieron Shavlakadze, a la primera, y Brúmel a la segunda. Shavlakadze se proclamaba sorprendentemente campeón olímpico, con dos marcas personales, mientras Brúmel demostraba también una gran capacidad competitiva pese a su juventud. El contrapunto fue John Thomas, también muy joven, al que su bronce supo a poco. La reacción de los aficionados estadounidenses fue tan desfavorable que llevó a Thomas a declarar Esta fue la primera vez que me di cuenta de que a la gente no le gustaba yo, le gustaban los ganadores. Thomas había saltado por encima de 2.16 m diez veces.
John Thomas no volvió a alcanzar la forma de 1960, si bien se mantuvo regularmente en 2.18 o 2.19 m. En 1964 volvió a los Juegos Olímpicos tras haberse impuesto en las pruebas de selección. Allí se enfrentaría a un Valeri Brúmel, que ya no era un joven inexperto, sino el plusmarquista mundial con unos superlativos 2.28 m.
Valeri Nikoláievich Brúmel nació en la localidad siberiana de Razvedki el 14 de abril de 1942, en el seno de una familia de geólogos que estaban explorando la zona. Siendo Valeri muy joven, se trasladaron a la ciudad ucraniana de Lugansk. Con 16 años ya saltaba 2 m. En 1960, tras su medalla de plata en Roma, realizó tres plusmarcas europeas en seis semanas, 2.18, 2.19 y 2.202 (2.20) m. En enero de 1961, en pista cubierta, superó a Thomas al saltar 2.25 m, que no se homologaron Oficialmente su primera plusmarca mundial fue el 18 de junio de 1961, cuando saltó en Moscú 2.236 (2.23) m. Continuó el 16 de julio con 2.243 (2.24) m y con 2.25 m el 31 de agosto en la Universiada de Sofía (Bulgaria). Continuó mejorando en 1962. El 22 de julio, en Palo Alto, en el encuentro entre Estados Unidos y la Unión Soviética realizaba 2.26 m. Un desconocido John Thomas ocupaba la última posición con 2.05 m. Este encuentro entre los dos superpotencias tuvo lugar entre 1958 y 1985, con periodicidad variable y en aquellos años 60, en plena Guerra Fría, se le daba mucho valor. El 9 de septiembre en Moscú subía hasta 2.27 m. En el medio de las dos plusmarcas mundiales se proclamó campeón de Europa al aire libre 2.21 m, 8 cm más que el segundo, el sueco Stig Petterson (1935). Tercero fue Robert Shavlakadze. La última plusmarca mundial de Brumel tuvo lugar el 21 de julio de 1963, en Moscú, durante el encuentro Unión Soviética-Estados Unidos. Se elevó hasta 2.28 m. El líder soviético Nikita Jruschov (1894-1971), presente en el palco, no pudo evitar abrazar efusivamente al diplomático estadounidense Averrel Harriman (1891-1986).
En 1964 se volvía a encontrar a John Thomas en la final olímpica de salto de altura. La diferencia entre ambos parecía insalvable. Brúmel había saltado 2.28 el año anterior y 2.24 m ese año. Los 2.22 m (en realidad 2.23) de Thomas eran de 1960. En 1964 llegó a los Juegos de Tokio con 2.18 m, aunque había saltado 2.20 en pista cubierta. A la hora de la verdad, la prestación de ambos fue muy pareja. En la clasificación, el ucraniano se mostró inseguro. Estuvo a punto de quedarse fuera en 2.03 m, si bien pasó 2.06 m, marca para la final, a la primera. En la final, con 2.14 quedaban cinco atletas. Brúmel, Thomas, otro estadounidense de nombre cinematográfico, John Rambo (1941-2013) y los medallistas europeos Stig Petterson y Robert Shavlakadze. Rambo se colocó en cabeza al superar la altura a la primera. Petterson necesitó dos intentos y los otros tres también pasaron, a la tercera tentativa. En la siguiente altura, 2.16 m, Petterson y Shavlakadze resultaron eliminados. Brúmel saltó la altura en el primer intento, Thomas en el segundo y Rambo en el tercero. Este no pudo con 2.18 m, que los otros dos superaron en el primer intento. Ambos derribaron tres veces el listón situado en 2.20 m. Brumel era campeón con más apuros de lo esperado.
En 1965, Brúmel se quedó en una mejor marca de 2.19 m. Este fue su último año en la elite. Todo terminó bruscamente el 4 de octubre de ese año, cuando sufrió una fractura complicada de la tibia derecha tras un accidente de motocicleta. Pocos días después recibía un telegrama con el siguiente texto A veces parece que un giro del destino quiere poner a prueba la fuerza de carácter de un hombre. No te dejes derrotar. Confío sinceramente en volverte a ver saltar. John Thomas. Pese a las circunstancias, ambos saltadores habían desarrollado una sincera admiración y amistad. Después de 20 operaciones, en 1970, Brúmel fue capaz de saltar 2.06 m. Posteriormente hizo una tesis doctoral en Psicología del deporte, escribió cuatro obras de teatro, una novela y el guion de una película. Murió el 26 de enero de 2022. Thomas, por su parte, siguió compitiendo hasta 1967. Posteriormente trabajó en el departamento de ventas de la compañía de teléfonos Bell. Fue algo más longevo que Brúmel. Falleció el 15 de enero de 2013.
La plusmarca de Brúmel de 2.28 m duró oficialmente hasta el 3 de julio de 1971, cuando el estadounidense Pat Matzdorf (1949) saltó 2.29 m. Sin embargo, unos meses antes, el 8 de noviembre de 1970), el chino Ni Zhiqin (1942), que había nacido el mismo día que Brúmel, había realizado la misma marca que Matzdorf, pero entonces la República Popular China estaba excluida del ámbito de la Federación Internacional de Atletismo (IAAF, hoy World Athletics). El salto de altura había comenzado a cambiar con la victoria del estadounidense Dick Fosbury (1947) en los Juegos Olímpicos de 1968, con su entonces particular estilo que acabó llevando su nombre. El 11 de julio de 1973 el también estadounidense Dwight Stones (1953) se convertía con 2.30 m en el primer plusmarquista mundial con estilo Fosbury. Nunca se sabrá qué habría sucedido si Brumel hubiese estado en buenas condiciones en los Juegos de México y hubiese batido a Fosbury. ¿Se habría adoptado el nuevo estilo con la misma rapidez?