Caitlyn/Bruce Jenner, las competiciones femeninas y el sentido común

En 2015 el conocido, no solo por su éxitos deportivos, campeón olímpico de decatlón en 1976, Bruce Jenner (1949) anunció que, tras el correspondiente tratamiento médico y quirúrgico, sería una mujer de nombre Caitlyn. Jenner contó que siempre se había sentido mujer. Había utilizado el deporte como vía de escape ante una situación personal muy difícil. También se había casado tres veces y era padre de seis hijos. Su espectacular victoria olímpica lo había convertido en aquel momento en una celebridad y en un mito erótico masculino.

Caitlyn Marie Jenner nació como William Bruce Jenner el 28 de octubre de 1949 en Mount Kisko (Nueva York). Naturalmente dotado para el deporte, enseguida comenzó a destacar en fútbol americano, pero una lesión de rodilla a finales de los 60 lo llevó a probar el decatlón. En 1972 tomó parte en las pruebas de selección olímpica. Sus opciones de clasificación parecían escasas, especialmente tras terminar en la undécima posición el primer día. Sin embargo consiguió remontar y a falta del 1500 estaba el quinto. Necesitaba realizar un gran tiempo en esta distancia para ganar el pasaporte olímpico. Ganó con 4:16.9, que redondearon su marca personal de 7846 puntos y la tercera posición. Aventajó a sus rivales directos en 10 y 22 segundos. En los Juegos estuvo algo por debajo de su marca y terminó décimo.

No compitió en 1973. En 1974, en su primer decatlón del año, se fue a 8240 puntos. Acabó como líder mundial de la temporada con 8308 puntos. En 1975, el 10 de agosto, en un encuentro internacional Estados Unidos-Unión Soviética-Polonia se hizo con su primera plusmarca mundial, 8524 puntos. El 19 de octubre ganó los Juegos Panamericanos con 8045 puntos, plusmarca del campeonato. Era el gran favorito para el oro en los Juegos Olímpicos de 1976, pero antes tendría que superar las siempre exigentes pruebas de selección de su país. Obtuvo una sólida victoria con 8542 puntos, homologados como nueva plusmarca mundial pese a algunos problemas con el cronometraje. En los Juegos realizó una competición perfecta. El primer día realizó marca personal en las cinco pruebas (10.94, 7.22, 15.35, 2.03 y 47.51). Pese ello, acabó en tercera posición a 35 puntos del alemán Guido Kratschmer (1953) y a 17 del campeón olímpico en 1984 el ucraniano, entonces soviético, Mykola Avilov (1948). Jenner sabía, sin embargo, que sus posibilidades de ganar eran muy grandes, pues su mejores pruebas eran las del segundo día. Y así fue. Hizo sus mejores marcas en las tres últimas pruebas (14.84, 50.04, 4.80, 68.52 y 4:12.6), totalizando 8618 puntos, nueva plusmarca mundial, corregida a 8634 puntos en 1985.

La repercusión mediática en su país fue enorme. Jenner abandonó el deporte y se dedicó al cine, la televisión, la publicidad y los negocios. En 1972 se había casado con Chrystie Scott (1950), que lo acompañó en su victoria olímpica, compartiendo su fama. Tuvieron dos hijos. Se divorciaron en 1981. De 1981 a 1986 estuvo casado con la actriz Linda Thompson (1950), con la que tuvo otros dos hijos. En 1991 Jenner se casó por tercera y última vez, con Kris Kardashian (1955), quien acabaría protagonizando, junto con el propio Bruce, el programa de telerrealidad Keeping up with the Kardashians, todo un éxito en Estados Unidos. De este matrimonio, Jenner tuvo otras dos hijas. La relación terminó en 2013, poco antes de que Bruce anunciase que se convertía en Caitlyn.

Caitlyn Jenner ha trabajado desde entonces en pro de las personas trans. Sin embargo, como antiguo deportista de élite, es muy consciente de las ventajas de haberse desarrollado biológicamente como hombre. Hace algo más de un mes, publicó en su cuenta de Twitter lo siguiente:

¿Podrían imaginar si poco antes de los Juegos Olímpicos, o varios meses antes de los Juegos de 1976 (también competí en 1972) me hubiese declarado trans y hubiese competido con las mujeres!?!?! ¡Absolutamente injusto! ¡Conozco las diferencias físicas y entiendo a los trans! ¡No me cuenten que soy transfóbica!

Jenner sabe de lo que habla. El haber tenido una pubertad con unos altos niveles de testosterona proporciona una enorme ventaja física en comparación con la pubertad con niveles bajos de testosterona, aunque posteriormente se reduzcan los niveles de esta hormona.

La World Athletics comparte la opinión de Jenner. Esta semana ha tomado dos decisiones muy importantes para el atletismo en general, y para el atletismo femenino en particular. Por un lado ha establecido que las mujeres que de forma natural tengan niveles de testosterona altos, para poder competir deben mantenerlos por debajo de 2.5 nmol/l durante veinticuatro meses. Por otro lado no permitirá competir en categoría femenina a aquellas mujeres que hayan tenido una pubertad masculina. El organismo crea además una comisión para seguir estudiando el tema.

Se ha impuesto el sentido común. Lo contrario habría supuesto el fin del atletismo femenino. Las categorías masculina y femenina son consecuencia del diferente desarrollo del cuerpo masculino y del femenino, donde la testosterona desempeña un papel clave. Esta diferencia es tan grande que si la World Athletics hubiese decidido en el otro sentido habría sido como permitir que atletas masculinos sub20 compitiesen contra sub14, a los que todavía no les ha llegado la testosterona.

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