Paul Tergat, de la carretera y el campo a través a la pista y vuelta a la carretera

El keniano Paul Tergat (1969) fue uno de los grandes corredores de fondo de los años 90 y los primeros 2000. Cinco veces campeón del mundo de campo a través, plumarquista mundial de 10 000 m y dos veces subcampeón olímpico y otras dos subcampeón mundial, hizo una exitosa transición al maratón, prueba en la que también fue plusmarquista mundial. Su trayectoria atlética fue, sin embargo, completamente diferente de la mayoría de los corredores africanos de fondo. A la edad en que Ismael Kirui (1975), 18, Eliud Kipchoge (1984), 19, o Haile Gebrselassie (1973), 20, fueron campeones del mundo en pista al aire libre, Tergat aún no había empezado a practicar atletismo.

Paul Kiibi Tergat nació el 17 de junio de 1969 en Riwo, Distrito Baringo, provincia del Valle del Rift, en Kenia. Comenzó a hacer atletismo en el ejército, al que se había unido al terminar la escuela secundaria. Previamente había practicado balonvolea, baloncesto y fútbol. En 1991, sin apenas entrenamiento, corrió los 1500 m en 3:45 y los 10 000 en 29:46.8, en la altitud de Nairobi. En 1992, ya con la preparación adecuada, sorprendió al ganar el campeonato nacional de campo a través y el Cross de Nairobi del circuito de la entonces IAAF, hoy World Athletics. Se encontraba en gran forma para el campeonato del mundo, pero una grave lesión lo dejó fuera de combate seis meses. Volvió en septiembre. Fue quinto en el campeonato del mundo de medio maratón, 1h01:03 y corrió los 5000 m en pista en 13:48.64. Las buenas perspectivas apuntadas en 1992 se confirmaron al año siguiente, en que Tergat compatibilizó la carretera con el campo a través y la pista. Fue décimo en el Mundial de campo a través y mejoró sus marcas de 5000 m, 13:20.16, 10 000 m, 27:18.43, y medio maratón, 1h00:45. Pese a sus buenos cronos, la calidad de los atletas de su país no le permitió clasificarse para el Mundial del pista al aire libre. En 1994 fue cuarto en el Mundial de campo a través y la progresión continuó en la pista, 13:15.07, y la carretera 1h00:13.

En tres años practicando atletismo, Tergat se había mostrado como un atleta muy versátil, de un gran nivel, pero todavía inferior a los mejores de su país. Sin embargo, las cosas cambiarían en 1995. En la temporada invernal se proclamó, por primera vez, campeón del mundo. Ganaría consecutivamente las cuatro ediciones siguientes, entonces el campeonato era anual, y el 2000 sería medalla de bronce. En la pista disputó su primer Mundial al aire libre, con un bronce en los 10 000 m, detrás del que acabaría siendo su gran rival, Haile Gebrselassie, y del marroquí, polémico campeón olímpico en 1992, Khalid Skah (1967). Sus mejores marcas esa temporada fueron 13:07.49 y 27:14.08. No descuidó la carretera y en medio maratón bajó de la hora por primera vez con 59.56. En 1996 dio definitivamente el salto a la élite mundial, con el oro en el Mundial de campo a través y la plata olímpica en 10 000 m, a 0.83 de Gebre. Cronométricamente se fue a 7:28.70 en 3000 m, 12:54.72 en 5000 m, 26:54.41 en 10 000 m. Corrió un medio maratón en 58:51 pero no se homologó como plusmarca mundial porque el recorrido no estaba completo.

La temporada de 1997 fue en la que Tergat realizó sus mejores tiempos de siempre en pista de siempre. Tras volver a ser plata en el Mundial de 10 000 m, a 1.04 de Gebre, realizó 12:49.87 en un 5000 m de altísimo nivel, donde fue tercero, detrás de Gebre, 12:41.86, plusmarca mundial, y de su joven compatriota Daniel Komen (1976), 12:44.90. Nueve días después, Tergat realizaba su primera y única plusmarca mundial en pista, al correr los 10 000 m en 26:27.85, 3.47 menos que el tiempo de Gebre, del mes anterior. La primera parte de la carrera se pasó en 13:17.5. Sin campeonatos importantes en pista, tras convertir en rutina el oro en el Mundial de campo a través, el keniano continuó 1998 con un buen nivel en las pistas. En la carretera logró con 59:17 la plusmarca mundial de medio maratón. En 1999 cerró su racha de cinco oros consecutivos en el Mundial de campo a través. En el Mundial de 10 000 m volvió a ser plata, a 1.29 de Gebre. En septiembre se proclamó campeón mundial de medio maratón.

El año olímpico de 2000 sería el último para Tergat en la pista. Tras su bronce en el Mundial de campo a través, corrió en Lisboa un medio maratón en 59:06, pero no se homologó como plusmarca mundial. En la pista los problemas físicos de Gebrselassie lo convirtieron el favorito para el oro olímpico, pero el bravo etíope consiguió superarlo por 0.09 en una antológica recta final. Probablemente no le sirvió de consuelo, pero mes y medio más tarde, Tergat revalidaba el oro en el Mundial de medio maratón.

A partir de 2001, Tergat abandonó la pista y se dedicó principalmente a la carretera, con alguna incursión en el campo a través. Ese año realizó 2h08:15 en su primer maratón. En 2002 mejoraba hasta 2h05:48, segunda mejor marca de siempre. En 2003 se convertía en el primer atleta en romper la barrera de 2h05:00, al correr en 2h04:55. Fue su última gran temporada. Aunque siguió corriendo hasta 2009, su rendimiento menguó notablemente. En 2004 fue 10º en el maratón olímpico. En 2007, con casi 38 años, aún fue capaz de correr en 2h08:06.

Desde 2005 Tergat tiene una fundación que lleva su nombre para promover el deporte entre sus compatriotas más desfavorecidos. Posee varias empresas de ropa deportiva y de comunicación. Paul Tergat ha sido uno de los corredores de fondo más versátiles de los últimos tiempos, cuya carrera se ha visto algo ensombrecida por la presencia de su gran rival, y amigo, Haile Gebrselassie, que le impidió en cuatro ocasiones, por un estrecho margen, hacerse con el oro en un campeonato de ámbito mundial.

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Alain Mimoun, y finalmente pudo ganar el oro olímpico

El 8 julio de 2013 el Presidente de la República Francesa, François Hollande (1954) presidía en la explanada de los Inválidos, en París, un impresionante homenaje al atleta Alain Mimoun, fallecido 11 días antes a los 92 años de edad. Hollande habló de un soldado valiente, un excepcional deportista y un ferviente patriota, que había elegido ser francés. Los logros del Mimoun y su generosa actitud dentro y fuera de la competición le habían granjeado un enorme respeto y admiración en su país de adopción. Considerado el mejor atleta francés del siglo XX, otro grande, Michel Jazy (1936), con quien había compartido habitación en los Juegos Olímpicos de 1956, afirmó que había sido su fuente de inspiración.

Alain Mimoun nació como Ali Mimoun Ould Kacha el 1 de enero de 1921 en la localidad argelina de Telagh, en el seno de una modesta familia bereber. Pese a su condición de buen estudiante, las circunstancias lo obligaron a trabajar desde muy joven. En esa época comenzó a jugar al fútbol. En 1939, poco antes del inicio de la Segunda Guerra Mundial, se alistó en el ejército. Al estallar la guerra se le destinó a la frontera franco-belga. Tras la derrota francesa en 1940, pasó a la Francia de Vichy, donde comenzó de casualidad a practicar atletismo. En 1943, tomó parte en la campaña del Túnez con los Aliados y posteriormente en Italia. A principios de 1944 resultó herido en la batalla de Montecassino. Pudo salvarse de la amputación de la pierna izquierda y se reincorporó a las operaciones de combate. Terminó la guerra formando parte del ejército que invadió Alemania.

Tras pasar un año en Alemania, Mimoun volvió a Argelia, pero enseguida se trasladó a París, donde continuó con el atletismo en el Racing Club de París, mientras trabajaba como camarero. Comenzó a destacar en el ámbito nacional con sus victorias en 5000 y 10 000 m en el campeonato de Francia de 1947. En 1948 consiguió clasificarse para los Juegos Olímpicos de Londres en 5000 y 10 000 m. En la final directa de los 10 000 m, Mimoun sorprendió con una inesperada medalla de plata, con 30:47.4, su mejor marca entonces. El campeón fue el checo, entonces checoslovaco, Emil Zátopek (1922-2000), con 29:59.6. En 5000 m, Mimoun no entraría en la final, pero había ganado una medalla y un amigo checo. En 1949, el francés se hizo con el primero de sus cuatro oros en el Cross de las Naciones, superando a su compatriota nacido en Huelva Raphaël Pujazon (1918-2000). Mimoun volvería a ganar en 1952, 1954 y 1956. Ese 1948, con 29:53.0 se convertía en el primer francés en correr los 10 000 m en menos de media hora. En 1950, en el campeonato de Europa, Mimoun consiguió sendas medallas de plata en los 5000 y los 10 000 m. En ambas distancias Zátopek se había mostrado muy superior, con 23 segundos y 1:09 de ventaja respectivamente. En 1951 Mimoun ganó los 5000 y 10 000 m en los primeros Juegos del Mediterráneo. Repetiría en 1955.

En 1952, con 31 años, Mimoun volvía a los Juegos Olímpicos, que se celebraban en Helsinki. Con mejores marcas de 14:26.0 y 29:38.2, esta última de ese mismo año, parecía inferior a Zátopek, acreditado en 14:03.0 y 29:02.6. En la final directa de 10 000 m del 20 de julio, el checo se impuso fácilmente, con 29:17.0, mientras el francés era segundo con su mejor marca personal, 29:32.8. Dos días depués, Mimoun se imponía en la primera semifinal de 5000 m, con plusmarca nacional francesa de 14:19.0, mientras Zátopek se clasificaba cómodamente con 14:26.0, tercero en la tercera semifinal. La final del día 24 fue la carrera en pista de alta competición en la que Mimoun estuvo más cerca de su gran rival. El británico Chris Chataway (1931-2014) dio paso a la primera vuelta en 1:05. Enseguida resultó relevado por el alemán Herbert Schade (1922-1994). Con diversos cambios en la cabeza de la carrera, a falta de 400 m había cinco atletas con opciones al oro, Chataway, Schade, Mimoun, Zátopek y otro británico, Gordon Pirie (1931-1991), con el checo en cabeza. En la contrarrecta, Chataway se colocó primero, llevándose con él a Mimoun y a Schade. Zátopek se pasó a la calle 3 en la última curva, en cuya mitad alcanzó de nuevo el liderato. Al entrar en la última recta, Chataway se cayó al suelo. Aun así, fue quinto. Zátopek se hizo con su segundo oro con 14:06.6, 0.8 menos que Mimoun, plata, y 2.0 menos que Schade, bronce. Con 14:07.4, el francés volvía a realizar su mejor marca personal, lo que muestra su gran capacidad competitiva. En Helsinki corrió tres carreras y en todas realizó su mejor prestación cronométrica. Sin embargo, había sido plata en una gran competición por cuarta y quinta vez, y siempre detrás del mismo rival. En los siguientes Juegos Olímpicos, que se celebrarían a finales de 1956 en Melbourne, tendría casi 36 años.

En el período interolímpico, Mimoun, como se ha señalado, se hizo con dos victorias, 1954 y 1956, en el Cross de las Naciones, y con el doblete de fondo en pista en los segundos Juegos del Mediterráneo, en 1955. Se perdió por lesión los campeonatos de Europa de 1954, donde nació una nueva estrella de las carreras de fondo, el ucraniano, entonces soviético, Vladimir Kuts (1927-1975), oro en 5000 m con plusmarca mundial de 13:56.6. En el año olímpico de 1956, Mimoun había mejorado en 10 000 m hasta 29:13.4. Cuatro días más tarde Kuts llevaba el tope universal a 28:30.4, mejorando al húngaro Sándor Iharos (1930-1996) en 12.4. En la final olímpica, Mimoun ocupó una discreta 12ª posición, con 30:18.0, muy lejos de Kuts, gran vencedor con 28:45.6. Sin embargo, el verdadero objetivo de Mimoun era la carrera del maratón, que no había corrido nunca. El 1 de diciembre de 1956, a un mes de cumplir los 36, Mimoun tenía la última oportunidad de ganar el oro olímpico. El francés se separó del grupo cuando iban 25 Km de carrera. Pese a un pequeño bache entre el kilómetro 30 y el 35, consiguió mantener la primera posición y entrar en solitario en el estadio olímpico, con un tiempo de 2h25:00. El croata, entonces yugoslavo, Franjo Mihalić (1920-2015), fue segundo con 2h26:32 y el finlandés Veikko Karvonen (1926-2007) ocupó la tercera posición con 2h27:47. Finlandia, dominadora absoluta de las pruebas de fondo en el primer tercio del siglo XX, ganaba su primera medalla olímpica desde 1936. Lastrado por una reciente operación, Zátopek entraba en la sexta posición. Mimoun esperó la llegada del checo y lo abrazó calurosamente. Tras la muerte de Zátopek, el francés declararía que no había perdido a un rival. Había perdido a un hermano. Tras tres medallas de plata en dos Juegos, Mimoun era, por fin, campeón olímpico. El día anterior había recibido otra feliz noticia. Había sido padre de una niña, a la que pusieron de nombre Olimpia.

Mimoun volvió a Francia convertido en un héroe. En Orly había 15 000 personas esperando para saludarlo. El Presidente de la República, el General Charles de Gaulle (1890-1970) lo recibió en el Elíseo y le aseguró que ambos tenían algo en común, que eran duraderos. La carrera atlética de Mimoun continuó hasta los años 70, pues siguió compitiendo en la categoría de veteranos. Tras su victoria en Melbourne, ya no volvió a la élite internacional. En 1958 fue séptimo en los 10 000 m del campeonato de Europa, con 29:30,6, 0.8 menos que el español Antonio Amorós (1927-2004), octavo, primer finalista español en un Europeo y primer español en correr la distancia por debajo de media hora. En 1959 Mimoun realizó su mejor marca de siempre en el maratón, 2h23:03. En 1960 fue 34º en el maratón olímpico de Roma. Aún en 1966 fue campeón de Francia de maratón y en 1972, con 51 años, corrió en 2h34:36.2.

Mimoun recibió en cuatro ocasiones la Legión de Honor de Francia, por sus servicios en tiempos de guerra y por su extraordinaria carrera atlética. En 1955 se había convertido al catolicismo. En 1963, tras la independencia de Argelia, continuó conservando su nacionalidad francesa. Su muerte el 28 de junio de 2013 fue motivo de luto nacional. Mimoun fue un deportista brillante y generoso, cuya perseverancia lo acabó llevando a lo más alto del podio olímpico. Todo un símbolo del atletismo universal.

Paavo Nurmi, tal vez el mejor corredor de fondo de siempre (I)

El camino abierto por Johannes Kolehmainen (1889-1966), con su triple oro en los Juegos Olímpicos de 1912, continuó para los finlandeses voladores en los siguientes Juegos, celebrados en Amberes en 1920. Los Juegos de Berlín de 1916 no tuvieron lugar por la Primera Guerra Mundial. Los atletas finlandeses continuaron dominando las pruebas de fondo y este dominio de prolongó hasta el comienzo de la Segunda Guerra Mundial. Precisamente Kolehmainen había servido como referencia a uno de los grandes protagonistas de esta superioridad finlandesa, el que llegaría a ser campeón olímpico en nueve ocasiones Paavo Nurmi (1897-1973). Nurmi ganó un total de doce medallas olímpicas y oficialmente superó 22 plusmarcas mundiales en distancias desde los 1500 hasta los 20 000 m. Fue uno de los primeros atletas mediáticos, cuya fama superó notablemente las fronteras de su país y el ámbito del deporte.

Paavo Johannes Nurmi nació el 13 de junio de 1897 en la ciudad portuaria de Turku, al suroeste de Finlandia. Era el mayor de cinco hermanos. Se interesó desde muy joven por el deporte, especialmente por el atletismo. A los 11 años coincidió con Fabian Liesinen, un mediofondista finlandés, que le cronometró 5:02 en los 1500 m. La muerte de su padre, carpintero de profesión, le obligó a abandonar los estudios. Aunque no se entrenaba formalmente, los trabajos que realizaba implicaban un notable ejercicio físico. En 1912 se unió al club Turun Urheinluliitto, su único club de siempre. En 1914 comenzó a entrenar de forma más reglada. Ese año fue campeón júnior de Finlandia en 1500 m. Con trabajo atlético autodidacta, que consistía sobre todo en carrera continua, el joven Paavo prefería entrenarse a competir. En 1919 entró en el Ejército, donde tuvo ocasión de perfeccionar sus métodos de entrenamiento, introduciendo series y preparando la velocidad. Esa temporada sus mejores marcas eran 15:47.4 y 32:56.0 en 5000 y 10 000 m. En 1920 resultó seleccionado para los Juegos Olímpicos de Amberes en ambas pruebas. Poco antes, el 28 de mayo mejoraba por 0.6 la plusmarca finlandesa de 3000 m, que tenía Kolehmainen, con 8:36.2. Pese a quedarse a 3.0 del tope mundial del sueco John Zander (1890-1967). Nurmi no estaba entre los favoritos para el podio olímpico.

Su actuación fue, sin embargo, magnífica. Volvió a casa con cuatro medallas, tres de oro. El 16 de agosto fue, con 15:33.0, segundo en la tercera, de cuatro, serie semifinal. Al día siguiente, en la final, tras tres vueltas, Nurmi tomó la cabeza e imprimió un ritmo rapidísimo pasando al mitad de la prueba en 7:12. Consiguió despegarse de todos sus rivales salvo del francés Joseph Guillemot (1899-1975), quien lo sobrepasó a falta de 200 m y lo batió por 20 m, con tiempos de 14:55.6 y 15:00.0. El 19 de agosto, el finlandés volvía a la pista para disputar la semifinal de 10 000 m. Obtuvo un cómodo segundo puesto en la primera serie con 33:46.3. En la final, el día 20, volvió a tener como principal rival a Guillemot. La prueba se adelantó dos horas, para complacer al Rey de Bélgica. A falta de una vuelta, quedaban los dos en cabeza. Nurmi ralentizó su ritmo al inicio de la contrarrecta. El francés lo sobrepasó, pero en la última recta Nurmi se hizo con la victoria, 31:45.8 frente a 31:47.2. Guillemot, agotado, vomitó al lado de su rival. El cambio de hora de la prueba no favoreció su digestión. Finalmente, el 23 de agosto, Nurmi se imponía en la prueba individual de campo a través, entonces olímpica, y Finlandia en la prueba por equipos, lo que le suponía otras dos medallas de oro. Paavo Nurmi volvía a su país convertido en un héroe.

En los años 20, la única gran competición internacional eran los Juegos Olímpicos. De 1921 a 1923, Nurmi se consolidó como un corredor excepcional, con la superación de un buen número de plusmarcas mundiales, hasta totalizar, como se ha dicho anteriormente, 22. La primera de ellas tuvo lugar el 22 de junio de 1921, cuando con 30:40.2 en 10 000 m borraba de lo más alto de las listas los 30:58.0 de Jean Bouin (1888-1914). Ese año se mostró a sí mismo que también podía correr muy rápido distancias más cortas. El 10 de julio, otra vez en Estocolmo, realizaba con 4:13.9 la tercera mejor marca de siempre en aquel momento de la milla. Finalmente, el 23 de agosto de 1923, nuevamente en la capital sueca, y cuando ya era plusmarquista mundial de 2000, 3000, 5000 y 10 000 m, conseguía también el primado universal de la milla, con 4:10.4. El tiempo de paso de los 1500 m fue de 3:53.0, mejor que la plusmarca mundial oficial, aunque no se homologó como tal. Ese 1923 incluso fue capaz de ganar los 800 m del campeonato finlandés con 1:53.3, la 20ª marca mundial de ese año.

Su nueva faceta de mediofondista llevó a Nurmi a tratar de conseguir la victoria olímpica en 1500 y 5000 m en los Juegos de1924. El problema es que ambas finales se disputarían con media hora de diferencia. La presión de los directivos finlandeses solo logró aumentar la diferencia en 25 minutos. Nurmi aceptó el reto. Aunque su intención era también tomar parte en los 10 000, el comité olímpico de su país consideró que las dos pruebas individuales en pista, junto con el campo a través y los 3000 m por equipos eran suficientes para un solo atleta. Antes de ir a París, Nurmi decidió hacer un ensayo corriendo un 1500 y un 5000 muy rápidos separados por 55 minutos. El 19 de junio en Helsinki a las 19:05, el finlandés tomaba la salida en una prueba del kilómetro y medio, con un pase rapidísimo de 57.3 el primer 400 y 2:01.0 los 800 m. A continuación bajó el ritmo y pasó los 1200 m en 3:06. Acabó con una nueva plusmarca mundial de 3:52.6. A las 20:10 estaba de nuevo en la línea de salida para correr un 5000. Volvió a comenzar muy rápido, con un primer kilómetro en 2:48.6. Aún tuvo fuerzas para terminar en 1:04 la última vuelta, con otra plusmarca mundial de 14:28.2. El ensayo se convirtió en una enorme hazaña, difícilmente repetible. El doble oro en París era posible.

La actuación de Nurmi en París comenzó el 9 de julio en unas durísimas series semifinales, en la que se clasificaban los dos primeros de cada una de las seis series. El finlandés ganó cómodamente la tercera serie con 4:07.6. Al día siguiente se clasificaba para la final de los 5000 m. El 10 de julio tenía lugar la final de ambas pruebas. Los 1500 m se corrían a las 19:05. Como en Helsinki, unos días antes, los pases fueron rápidos con Nurmi delante en 58.0, 1:58.5 y 2:32 el kilómetro. Al comenzar la última vuelta, la ventaja del finlandés era de 40 m. Controlando el ritmo en los últimos 400, se impuso con unos excelentes 3:53.6. Esta victoria de Nurmi se representa fugazmente en la película Carros de fuego, pues uno de los protagonistas de la cinta, el británico de Cambridge, Hyla Henry Stallard (1901-1973) fue tercero. El esfuerzo de este fue tan grande que perdió el conocimiento al llegar a la meta.

La victoria de Paavo Nurmi en los 1500 m, fugazmente representada en la película Carros de fuego en el segundo 0:08

A quien el esfuerzo no pareció pasarle factura fue a Nurmi. A las 20:00 estaba de nuevo en la pista para correr la final de los 5000 m. Sus máximos rivales eran su compatriota Ville Ritola (1896-1982) y el sueco, nacido finlandés, Edvin Wide (1896-1996), campeón y subcampeón de los 10 000 m, que habían tenido lugar unos días antes. Confiados en que Nurmi estaría fatigado, impusieron un paso rapidísimo, con un primer kilómetro en 2:46.4. Sin embargo Nurmi, que llegó a estar 40 m por detrás, se colocó en cabeza a mitad de la prueba y acabó haciéndose con el oro en 14:31.2, 0.2 menos que Ritola y con Wide a medio minuto. Nurmi conseguía una hazaña histórica que nadie ha vuelto a repetir. Es cierto que Hicham El Guerrouj (1974) ganó los dos oros en 2004, pero en días diferentes.

Al finlandés, sin embargo, aún le quedaban tres días durísimos para tratar de conseguir otros tres oros. El 11 de julio, menos de 24 horas después de la doble hazaña, el equipo de Finlandia, con Nurmi, Ritola y Samedi Tala (1893-1961), ocupaba los tres primeros puestos en su semifinal de los 3000 m por equipos, con lo que se clasificaba para la final. El 12 de julio se celebraba la prueba de campo a través. Con una temperatura de 36º se convirtió en uno de los mayores desastres de los Juegos Olímpicos, y pasó a la historia como El infierno de Colombes. De los 38 corredores que tomaron la salida solamente terminaron 15. El circuito era especialmente duro y, además, estaba muy cerca de una fábrica que expulsaba humo irritante. Pese a todas estas dificultades y al cansancio acumulado, Nurmi entró en la meta destacado con casi un minuto y medio de ventaja sobre Ritola. Finlandia se hizo con el oro por equipos. Lo mismo sucedió al día siguiente con la final de 3000 m por equipos, en la que Nurmi volvió a ser el vencedor, y se hacía con su quinta medalla, al ganar Finlandia por equipos. No había clasificación individual en esta prueba. Tanto el 3000 por equipos como el campo a través no volvieron a ser olímpicas.

Joshua Cheptegei, plusmarquista mundial de 5000 m en Mónaco

De un tiempo a esta parte, el estadio Luis II de Mónaco ha tomado el testigo del estadio Letzigrund de Zúrich, como sede de la mejor reunión atlética del año. Este 2020, en que la pandemia está golpeando duramente en todo el mundo y en que la actividad atlética se ha visto restringida sobremanera, hemos vuelto a ver una reunión de Mónaco sobresaliente, coronada con una nueva plusmarca mundial de 5000 m.

Tras sus excelentes 2h01:41 en maratón, a tan solo 2 segundos de la plusmarca mundial, se pensó, con fundamento, que el etíope Kenenisa Bekele (1982) podría convertirse en el primer atleta en poseer de forma simultánea los topes universales de 5000, 10 000 m y maratón. Ya no podrá ser. Ayer, día 14 de agosto, el atleta ugandés de 23 años Joshua Cheptegei paraba el cronómetro de los 5 Km en 12:35.36, que superaba a Bekele en 1.99. Por cierto, los 12:37.35 de Bekele han sido, con diferencia, la plusmarca mundial de 5000 m más duradera, 16 años, 2 meses y 15 días. La siguiente más duradera fueron los 14:36.6, con los que el finlándes Hannes Kolehmainen (1889-1966) ganó el 5000 de los Juegos de 1912. Pasaron 10 años, 2 meses y 2 días hasta que su compatriota Paavo Nurmi (1897-1973) registró 14:35.4. La carrera de Cheptegei se desarrolló a un ritmo sorprendentemente constante con parciales en cada kilómetro de 2:31.87, 5:03.77, 7:35.14 (qué gran marca para un 3000) y 10:05.46. Los pases de los 400 m oscilaron entre 59.64 y 1:01.70.

Joshua Kiprui Cheptegei nació el 12 de septiembre de 1996 en Kapsewui, distrito de Kapchorwa, 295 Km al Noreste de Kampala. Fue el segundo de una familia de 9 hermanos. Comenzó jugando al fútbol, pero enseguida de pasó al atletismo, si bien inicialmente se dedicaba a los saltos. Con 17 años mostró sus grandes cualidades en el Mundial sub20 de Eugene en 2014, al ganar los 10 000 m, 28:32.86, y ser 4º en los 5000 m, con plusmarca personal de 13:32.84. Al año siguiente, aún sub20, fue 9º en los 10 000 m del Mundial de Pekín. En 2016 hizo un excelente papel en los Juegos Olímpicos de Londres. Ocupó la 6ª posición en los 10 000 m, con una nueva mejor marca personal de 27:10.06 y fue 8º en los 5000 m con 13:09.17. Ese año ya había corrido la distancia más corta en 13:00.60.

Probablemente, la mayor decepción de la carrera del joven ugandés sucedió en la temporada invernal del año siguiente, 2017. Se celebraba en campeonato del Mundo de campo a través en la capital de su país, en Kampala. Lógicamente el objetivo de Cheptegei era coronarse campeón mundial delante de los suyos. En un día tremendamente caluroso, enseguida se destacó con un ritmo excesivamente rápido. Llegó a tener tal ventaja que parecía imposible que perdiese, pero un golpe de calor lo dejó fuera de combate en el último kilómetro. A duras penas pudo llegar el 30º.

Sin embargo, transformó la frustración en oportunidad y decidió entrenar más duro y mejor. Con su propio dinero y con el de patrocinadores, construyó una pista sintética, para dejar de entrenar en caminos de tierra. Su temporada de verano de 2017 fue excelente, con la plata en los 10 000 m del campeonato del Mundo de Londres, nuevamente con plusmarca personal, 26.49.94, a tan solo 0.42 del ganador, el británico Mohamed Farah (1983). Esa temporada mejoró en 5000 m hasta 12:59.83.

En 2018 hizo el doblete en los 5000 y 10 000 m de los Juegos de la Commonwealth, celebrados en Gold Coast, ciudad australiana del estado de Queensland que tuvo como alcalde de 2004 a 2012 al mítico atleta Ron Clarke (1937-2015). Previamente, tan solo su compatriota Moses Ndiema Kipsiro (1986) había conseguido el oro en ambas pruebas, si bien en 1938, cuando aún se disputaban las distancias imperiales, el neozelandés Cecil Matthews (1914-1987) había ganado las 3 y las 6 millas. En noviembre, en la ciudad neerlandesa de Nijmegen, Cheptegei superó, con 41:08, la plusmarca mundial de 15 Km en carretera.

La temporada de 2019 fue la de su consolidación como gran dominador del fondo mundial, lo mismo en la tierra, que en la pista, que en la carretera. Su exitosa racha comenzó en la ciudad danesa de Aarhus, donde tenía lugar el Campeonato Mundial de campo a través. Tras su desafortunada actuación en la anterior edición, Cheptegei no dio opción, al imponerse con 4 segundos de ventaja a su compatriota Jacob Kiplimo (2000). Los corredores ugandeses se hicieron también con el 7º y el 10º puesto, lo que les permitió ganar por equipos.

El siguiente terreno en que el ugandés demostraría su gran superioridad fue la pista. En una emocionantísima última vuelta, Cheptegei se imponía en la recta final al etíope Yomif Kejelcha (1997), plusmarquista mundial de la milla en sala, 3:47.01, y se proclamaba campeón del mundo de 10 000 m, en la capitán qatarí de Doha. Siguiendo sus buenas costumbres de mejorar marca en los grandes campeonatos, realizó 26:48.36. Unas semanas antes había corrido los 5000 m en 12:57.41, que hasta ayer era su registro más rápido.

Y faltaba la ruta, de modo que el ugandés se puso a ello. El 1 de diciembre, menos de 2 meses después de la carrera de Doha, en Valencia, Cheptegei superaba la plusmarca mundial en carretera de 10 Km con un tiempo de 26:38.

En este atípico 2020, antes de la plusmarca mundial en pista, el 14 de febrero, en la misma ciudad de Mónaco, Cheptegei se hacía con el triplete de las mejores marcas mundiales en ruta al correr los 5 Km en 12:51.

Tras sus 12:35.36 en 5000 m, Cheptegei probablemente esté en condiciones de asaltar los estraosféricos 26:17.56 de Bekele. Si finalmente se pueden celebrar los Juegos de Tokio, en 2021 (últimamente se habla que se hará sin público), el ugandés podría buscar el doble oro en las dos distancias de fondo en pista. Condiciones no le faltan.

La reunión de Mónaco se saldó con otra plusmarca, continental. El fenómeno noruego Jakob Ingebrigtsen (2000) no pudo finalmente con el campeón olímpico Tim Cheruiyot (1995) que ganó la prueba de los 1500 m, 3:28.45, pero sí consiguió el tope europeo, 3:28.68. Tras su plusmarca continental de 2000 m, 4:50.01, conseguida el pasado junio, con tan solo 19 años ya es el 8º atleta de siempre en 1500 m. ¿Dónde está el límite de este hombre? Por cierto, el 3º en esta carrera fue el británico Jake Wightman (1994) quien con 3:29.47 ha superado de una tacada los mejores tiempos de los míticos Steve Cram (1960), 3:29.67, y Sebastian Coe (1956), 3:29,77.

Como durante la Segunda Guerra Mundial, el atletismo continúa, pese a la terrible pandemia. Ayer, por unas horas, casi nos olvidamos de que en unos meses el mundo se ha vuelto patas arriba, pero, parafraseando a John Kennedy (1917-1963), nuestros problemas son humanos y deben tener soluciones humanas.

Kenenisa Bekele, la vuelta de un mito

El etíope Kenenisa Bekele (Bekoji, Arsi Zone, 13 de junio de 1982) es para muchos el mejor corredor de fondo de siempre. Su enorme calidad le ha permitido imponer su ley en el campo a través, en sala, en la pista al aire libre y, a pesar de los problemas físicos en los últimos años, en la carretera. Tras haberlo ganado todo en el campo y en la pista, tras los Juegos de Londres en 2012, decidió dedicar sus esfuerzos al maratón, donde esperaba un gran rendimiento. Pero el cuerpo del etíope, tras tantos años en la élite, no le ha permitido mantener la continuidad necesaria para la carrera más larga. Comenzó en la prueba con una victoria en París en 2014 en 2h05:40. Su objetivo era, sin duda, convertirse en el primer atleta en poseer simultáneamente las plusmarcas mundiales de 5000 y 10 000 m y maratón. Sin embargo, las continuas lesiones no le permitían entrenar con continuidad. Aun así, en 2016 realizó en Berlín 2h03:03, a 4 segundos de la plusmarca mundial, que entonces tenía el keniano Dennis Kipruto Kimetto (1984) en 2h02:57. Sin embargo, su trayectoria posterior hizo pensar que el etíope había llegado a su techo. En 2017 y 2018 tan solo pudo teminar dos maratones. Fue 2º en Londres en 2017 con 2h05:57 y 6º en el mismo lugar un año después con 2h08:53, a más de 4 minutos del ganador, el keniano Eliud Kipchoge (1984). Bekele, no obstante, demostró una vez más que se le había descartado prematuramente. El 29 de septiembre pasado, en plena celebración de los Campeonatos del Mundo en Qatar, conseguía una brillante victoria en Berlín con 2h01:41, a tan solo 2 segundos de la plusmarca mundial de Kipchoge.

Bekele comenzó a destacar muy joven. Fue subcampeón del mundo juvenil (sub18) de 3000 m en 1999 y repitió metal al año siguiente en el Campeonato Mundial Junior (sub20) en 5000 m. En 2001, aún siendo junior, fue subcampeón mundial absoluto de campo a través en la modalidad de carrera corta, que se disputó de 1998 a 2006, además de hacerse con el oro en su categoría. De 2002 a 2006, el etíope se mostró absolutamente intratable en el mundial de campo a través, que entonces era anual. Ganó 5 veces consecutivas la carrera corta y la carrera larga. En 2008, cuando ya no se disputaba la modalidad corta, ganó su 11º oro mundial individual de campo a través.

Al aire libre inició su exitosa carrera en 2003, en el Mundial de París, donde se proclamó campeón del mundo de 10 000 m. Como había decidido doblar con la distancia más corta, había una gran expectación para ver el duelo entre la nueva estrella etíope y el rey del medio fondo, el marroquí Hicham El Guerrouj (1974). En una carrera rapidísima, que se decidió en la última recta, saltó la sorpresa cuando un desconocido keniano de 18 años, llamado Eluid Kipchoge, se impuso a los dos favoritos, con El Guerrouj plata y Bekele bronce.

Bekele se preparó a conciencia el año siguiente para ser doble campeón olímpico. El 31 de mayo superaba su primera plusmarca mundial al aire libre, aún vigente, al correr los 5000 m en 12:37,35. Unos días después hacía lo mismo en los 10 000 m, al correr el 8 de junio en 26:20,31. En los Juegos de Atenas se hizo con el oro en la distancia más larga, pero en una carrera lenta de 5000 m no tuvo opción ante un motivadísimo El Guerrouj, que venía de ganar el oro en los 1500 m. Bekele fue segundo.

En la siguiente olimpiada hasta los Juegos de 2008, Bekele demostró absoluta superioridad en los 10 000 m. Renovó su título mundial en 2005 y 2007 y mejoró hasta 27:17,53 su propia plusmarca mundial en 2005. No tomó parte en los 5000 m en ninguno de estos dos mundiales. En 2006 hizo una incursión en pista cubierta y fue campeón del mundo de 3000 m. En los Juegos de Pekín de 2008 era el único favorito para ganar los dos oros de fondo en pista y no defraudó. Se hizo con la victoria en ambas pruebas con sendas plusmarcas olímpicas. En el caso de los 5000 m con una progresión de carrera sorprendente. Corrió los tres últimos kilómetros en 7:35,57, el último 2000 en 4:56,97 y el último 1000 en 2:25,30, con 53,87 en el 400 final.

Bekele repitió el doble oro en 2009 en el Mundial de Berlín, convirtiéndose en el primer atleta con conseguirlo en estos campeonatos. A partir de 2010, sin embargo, la racha victoriosa del etíope se vio afectada por continuos problemas físicos. Ese año solo pudo ser cuarto en el Mundial de Campo a Través y se perdió toda la temporada al aire libre. En 2011 abandonó en el 10 000 del Mundial al aire libre y en los Juegos de Londres 2012 se quedaba fuera del podio de los 10 000 m, al ser 4º.

A partir de la temporada de 2013, Bekele dejaba la pista y comenzaba su carrera en pos de la plusmarca mundial de maratón. Sin embargo, su periplo maratoniano ha resultado muy irregular debido a sus continuos problemas físicos. Desde 2014, el etíope ha corrido 11 maratones, de los que ha terminado 7. Ganó en tres ocasiones. En dos de ellas, ambas en Berlín, en 2016 y en 2019 se quedó respectivamente a 6 y 2 segundos de la plusmarca mundial. Sus 2h01:41 han situado a Bekele, al menos cronométricamente, a la altura de Eliud Kipchoge y le han permitido demostrarse a sí mismo que si está en buenas condiciones físicas es capaz de llegar aun más lejos en el maratón. Será interesente ver lo que sucederá en el año olímpico de 2020. ¿Podrá Bekele superar la plusmarca mundial de maratón y hacer historia teniendo a la vez los tres topes universales de las pruebas olímpicas de fondo? ¿Acudirá en buena forma a los Juegos Olímpicos a disputar el oro a Kipchoge? El retorno de Bekele puede hacer aun más apasionante la prueba de maratón que, sin duda, disfruta del mejor momento de su larga historia.

Carlos Lopes, el último rey del campo a través nacido en Europa (y II)

Mientras Carlos Lopes se hallaba lesionado, había surgido, en Portugal, un nuevo corredor de fondo, Fernando Eugénio Pacheco Mamede (Beja, 1 de noviembre de 1951), que compartía club y entrenador con Lopes. Mamede había hecho la transición del de medias a largas distancias. Era plusmarquista portugués de 800, 1:47,45, y 1500 m, 3:37,98. En 1978 superó el tope nacional de Carlos Lopes de 5000 m, 13:17,78, y en 1980 el de 10 000 m, 27:37,88. En 1981 fue bronce en el Mundial de campo a través.

Contra todo pronóstico y con 34 años, en 1981, Lopes pareció ver la luz al final del túnel. Ese año se aproximó a su mejor marca de 10 000 m, al realizar 27:47,8, en una carrera en la que Mamede, con 27:27,7 hizo la plusmarca europea. Ese año Lopes, iniciaba el camino de sus segunda etapa dorada, que sería mucho mejor que la primera. El 26 de junio de 1982, en los Bislett Games de Oslo, Lopes superaba la plusmarca europea de 10 000 m con 27:24,39, a menos de 2 segundos de la plusmarca mundial del keniano Henry Rono (1952). Unos días más tarde, el 9 de julio, en París, Mamede consiguió recuperar el primado europeo con 27:22,95, a 0,45 de la plusmarca mundial. Ese año, Lopes también mejoró su plusmarca personal en 5000 m con 13:17,28. En el 10 000 del Europeo de Atenas, sin embargo, se vio superado por tres atletas más rápidos que él, el italiano Alberto Cova (1958), el alemán Werner Schildauer (1958) y el finlandés Martti Vainio (1950). Su falta de aceleración final, le hizo pensar en el maratón. Ese año corrió en Nueva York, pero no finalizó tras un accidente con un espectador.

En 1983, en la localidad británica de Gateshead, Lopes conseguía la plata en el Mundial de Campo a través, con el mismo tiempo que el campeón, el etíope Bekele Debele (1963) y el medallista de bronce, el keniano Some Munge (1959-1997). En abril, en el maratón de Rotterdam, se hacía con la plusmarca europea, 2h08:39, 2 segundos detrás del vencedor, el australiano Robert de Castella (1957). El 9 de julio en Oslo realizaba con 27:23,44 su mejor marca personal de 10 000 m, tercera de siempre y mejor de ese año. Sin embargo, la historia del Europeo se volvía a repetir en el Mundial, donde, en en un 10 000 lento, por encima de 28 minutos, solo pudo ser 6º. Probablemente esto hizo que se decidiese por el maratón en los Juegos Olímpicos.

Con 37 años, los Juegos de LA84 serían sus terceros y últimos. En Múnich aún estaba lejos de la élite mundial, en Montreal consiguió su mejor prestación en un gran campeonato de 10 000 m, la medalla de plata. En Moscú 80 no estaba en condiciones físicas, pero desde entonces se había quedado fuera del podio tanto en el Europeo de Atenas 1982 como en el Mundial de Helsinki de 1983. Aunque solamente había acabado un maratón, de los dos que había corrido, se consideraba capaz de ganar el oro olímpico y orientó su preparación para que 1984 fuese la mejor temporada de su vida, como así sucedió.

Tras proclamarse por última vez campeón de Portugal de campo a través, acudió al Mundial de East Rutherford, Nueva Jersey, con la etiqueta de favorito. En una carrera rapidísima de 11 826 m, en un circuito completamente llano, el estadounidense Pat Porter (1959-2012), tomó la cabeza desde el inicio, con pases de 2:41, 5:25, 8:17 y 14:03. En el 6º Km Porter seguía en cabeza con tan solo otros tres atletas, Lopes, el inglés Tim Hutchings (1958) y el galés Steve Jones (1955), quien se quedó ligeramente en el 7º Km. Lopes cambió de ritmo a los 9,5 Km. Pasó el 10º Km en 28:28 y el 11ºen 31:16, para acabar en 33:35, 5 segundos más rápido que Hutchings y 7 que un recuperado Jones, quien dejó sin medalla a Porter.

La temporada al aire libre de Lopes comenzó con el maratón de Rotterdam donde abandonó en el Km 30. Posteriormente declararía que esto formaba parte de su preparación para el maratón olímpico. El 28 de junio, en Oslo, mejoró con 13:16,38 su marca de 5000 m. Unos días después, el 2 de julio, en Estocolmo, se convirtió junto con Mamede en protagonista del mejor 10 000 hasta entonces. Los dos portugueses salieron decididos a superar, de una vez, la plusmarca mundial de Rono de 27:22,5. Los primeros kilómetros no movían al optimismo, pues se pasó el 3000 en 8:16,41 (2:49,40, 2:45,05, 2:41,96), más lentos que Rono, 8:13,6. La mitad de carrera se cruzó en 13:45,40, ya más rápido que Rono, 13:49,0, pero aún a ritmo 8 segundos por encima de la marca del keniano. A falta de 3 Km, Lopes dio un tremendo cambio, que lo dejó solo en cabeza a falta de 1 Km, pues Mamede estaba a más de 15 m. Este, sin embargo, se acabó recuperando y pasando a su compatriota con un último Km en 2:30 y una última vuelta en 57,5. Su tiempo final fue 27:13,81. Lopes también superó la anterior plusmarca de Rono, con 27:17,48.

La final olímpica de maratón tendría lugar el último día de la competición, el 12 de agosto, a las 17:15, con una temperatura de 30º. El ritmo inicial fue prudente, con pases de 15:34, 31:12, 46:00 y 1h01:26 los 20 Km. En aquellos momentos el grupo era compacto, con Lopes muy atento a la cabeza pero siempre en un segundo plano. A partir del Km 25 el grupo fue perdiendo unidades. En el Km 30, 1h33:02, resistían 12 atletas en la cabeza, que lideraba el británico Charles Spedding (1952). En el Km 35, liderado por el tanzamo Juma Ikangaa (1957) el grupo se había reducido a 7 hombres. Lopes, siempre bien resguardado, no había tomado la cabeza en ningún momento. En ese momento Spedding volvió a colocarse en la cabeza, aunque solo consiguió descolgar a un atleta. A falta de 4 Km, Lopes cambió de ritmo y se fue irresistible hacia la meta, a mucha distancia de Spedding y del irlandés John Treacy (1957), que se quedaron solos en la 2ª y 3ª posiciones. Lopes pasó el Km 40 en 2h02:56, 22 segundos por delante de sus perseguidores. El tramo entre los 35 y los 40 se había corrido en 14:33. El portugués cruzó la línea de meta en 2h09:21, nueva plusmarca olímpica. Treacy fue plata con 2h09:56 y Spedding bronce con 2h09:58.

Lopes volvió a Portugal convertido en un héroe nacional. Uno de los muchos honores que recibió ese año, de manos del Rey de España Juan Carlos I, fue el trofeo al mejor deportista mundial otorgado por la Unión de Periodistas Deportivos de España. Terminó esa magnífica temporada siendo testigo de la plusmarca mundial de maratón, establecida por el galés Steve Jones en un día de temporal en Chicago, con 2h08:05. Lopes fue 2º con 2h09:06.

Al portugués aún le quedaba una gran temporada más. En 1985 el Mundial de Campo a Través tendría lugar en Lisboa. Fernando Mamede, tras su decepcionante actuación en LA84, donde abandonó en la final de 10 000 m, trataba de reivindicarse con una buena actuación en el Mundial. Se convirtió en favorito tras derrotar al Lopes en el campeonato nacional de Portugal. Pero a la hora de la verdad, Lopes no dio opción. En un circuito llano, de 12 190 Km, Mamede salió en cabeza con un ritmo rapidísimo, 2:28 el primer Km. Lopes, inicialmente en puestos secundarios, fue progresando. A falta de poco más de 2 Km, mientras Mamede iba cediendo, se ponía en cabeza hasta obtener una gran victoria, por delante del keniano Paul Kipkoech (1963-1995) y el etíope Wodajo Bulti (1957). Mamede ocupó la 11ª posición. Lopes se convertía en el primer ganador de tres oros en el Mundial de campo a través y en el último atleta nacido en Europa en hacerse con esta competición.

Menos de un mes después, el 20 de abril de 1985, Lopes volvía a Rotterdam, a disputar su 6º maratón, esta vez con intención de terminarlo con plusmarca mundial. Lo consiguió, convirtiéndose en el primer atleta en bajar de 2h08:00. Su tiempo de 2h07:12 se acercaba a la barrera de 3 minutos por Km, con un ritmo de 3:00,87.

Esta fue su última temporada en la élite, aunque siguió corriendo hasta los 40. Más de 30 años después de su retirada continúa siendo, junto con Rosa Mota (1958), el mejor atleta portugués de la historia. Cuando parecía que, con más de 30 años y lesionado, ya había dado lo mejor de sí, resultó que lo mejor estaba por llegar.

Carlos Lopes, el último rey del campo a través nacido en Europa (I)

Não, eu não sou o favorito. O favorito é Mamede, Con estas palabras, Carlos Lopes, campeón mundial de campo a través y olímpico de maratón, se quitaba la presión de la prensa de encima. Los portugueses querían un ganador local en el campeonato del mundo de campo a través que se celebraba en Lisboa en 1985. Mamede había derrotado a Lopes en el campeonato de Portugal y este, hábilmente, dejó que toda la presión fuese para su compañero de club y de entrenamientos, cuya relación con la alta competición era complicada. Lopes venía de hacer, con 37 años, la mejor temporada de su vida con el Mundial de cross y el oro en el maratón olímpico de LA84 y aún le quedaba otra temporada excepcional.

Carlos Alberto de Sousa Lopes había nacido el 18 de febrero de 1947 en Vildemoinhos, Viseu, una localidad a 105 Km al SE de Oporto. Era el mayor de 7 hermanos, de una familia humilde, y tuvo que dejar de estudiar para desempeñar diversos oficios, entre ellos el de tornero mécánico. Comenzó a practicar atletismo en 1965 y en 1966 tomó parte en su primera competición internacional, el cross de las Naciones, categoría junior (sub20), donde fue 25º. Ese año se proclamó campeón de Portugal de 3000 m, en categoría junior, lo que hizo que el Sporting Clube de Portugal se fijase en él. Le ofrecieron irse a Lisboa a entrenar con el Prof Mário Moniz Pereira (1921-2016). El joven Carlos aceptó y comenzó una fructífera relación con el mejor entrenador de Portugal, quien lo acabaría convirtiendo en uno de los mejores corredores de fondo de la historia.

Los éxitos de Lopes comenzaron en el campo a través, modalidad en la que consiguió 10 títulos nacionales, en 1970-1974, 1976-1978, 1982 y 1984. En pista su primera plusmarca nacional fue en 10 000 m en 1971, 29:28,0. Ese año acudió al campeonato de Europa, donde el finlandés Juha Väätäinen (1941) hizo un extraordinario doblete en 5000 y 10 000 m. El joven portugués no tuvo una buena actuación. Fue el 33º y último en los 10 Km, a más de 2 minutos del vencedor. Su rendimiento en los Juegos Olímpicos de Múnich, al año siguiente, fue mucho mejor, pues consiguió mejorar su marca en 10 000 hasta 28:53,6, si bien no le sirvió para entrar en la final. Igual suerte corrió en los 5000 m, distancia en la que acreditaba 13:46,8, también plusmarca nacional.

En los 4 años siguientes, la progresión de Lopes lo transportó a la élite mundial. En el Europeo de 10 000 m de 1974, problemas físicos lo llevaron a abandonar, pero en 1976, año olímpico, era uno de los favoritos para las medallas en los 10 Km. En 1975 había conseguido facilidades en su trabajo como bancario para hacer doble sesión de entrenamiento y eso había mejorado notablemente su rendimiento. Comenzó la temporada de 1976 haciéndose con el campeonato del mundo de campo a través. Su mejor puesto anterior había sido el 25º en 1973. En la localidad galesa de Chepstow se impuso con solvencia a los ingleses Tony Simmons (1948) y Bernie Ford (1952). Poco antes de los Juegos, bajaba por primera vez de 28 minutos en 10 000 m, 27:45,71, mejor marca del año en aquel momento. También, con 13:24,0 realizó marca personal en 5000 m. En los Juegos de Montreal, se enfrentaba al finlandés Lasse Virén (1949), dispuesto a impedir que este repitiese el doblete de Múnich. Lopes se impuso fácilmente en la primera serie semifinal con 28:04,53. En la final, sin embargo, Virén se mostró superior. Lopes se colocó en cabeza con 3200 m de carrera, dando paso al primer 5000 en 14:08,94. Fue descolgando a todos sus rivales, menos al finlandés, que lo superó a falta de 440 m y se hizo con el oro en 27:40,38. Lopes fue plata con 27:45,17, mejor marca personal. La falta de aceleración final del portugués condicionó sobremanera su prestación en los grandes campeonatos en 10 Km.

Poco después de la final olímpica, Lopes mejoró en Estocolmo su marca personal hasta 27:42,65, 6ª mejor marca de siempre en aquel momento. Los éxitos del portugués parecían continuar en 1977. Se proclamó por primera vez campeón de Europa de campo a través por clubes con el Sporting de Lisboa, y, aunque no pudo revalidar su título mundial, consiguió una excelente plata en el Mundial celebrado en Düsseldorf. Sin embargo, se perdió la temporada al aire libre a causa de problemas físicos, que lo perseguirían durante varios años. En 1978 consiguió el título portugués de campo a través y posteriormente el de 10 000 m, pero su rendimiento era muy irregular. Abandonó en los Mundiales de campo a través en 1978 y 1981. En 1980 fue 26º. Se perdió el campeonato de Europa de 1978 y los Juegos de Moscú 1980.

Pasada la treintena, daba la sensación de que el cuerpo del atleta de Viseu ya no estaba en condiciones de volver a la élite. Sin embargo, Lopes acabaría teniendo una segunda época dorada en la que sus logros serían mucho mejores que en la primera.