El mediofondo largo continúa progresando este invierno

Con el campeonato de Europa en pista cubierta que termina hoy se cierra la temporada invernal, con nada menos que cinco plusmarcas mundiales, dos de ellas absolutas, 7:23.81 del etíope Lamecha Girma (2000) en 3000 m, 6.22 m el sueco Armand Duplantis (1999) en salto con pértiga, plusmarca absoluta, 22.38 m en lanzamiento de peso del estadounidense Ryan Crouser (1992), también plusmarca absoluta, 49.26 de la neerlandesa Femke Bol (2000) en 400 m y 5055 puntos de la belga Nafissatou Thiam (1994) en pentatlón.

En la distancia 1500 m / milla, pese a algunas ausencias, se ha vuelto a mostrar la gran densidad de buenos corredores, de varios países. El despegue de esta prueba, que comenzó ya en 2020, debería llevar este verano a la superación de las viejas plusmarcas mundiales absolutas de la distancia aún en posesión del marroquí Hicham El Guerrouj (1974), 3:26.00 en 1500 m y 3:43.13 en la milla, de 1998 y 1999, respectivamente. El Guerrouj también fue el plusmarquista mundial en pista cubierta de ambas pruebas hasta 2019.

Tal vez el mediofondista más destacado de esta temporada invernal haya sido el estadounidense Yared Nuguse (1999). Su temporada en sala se ha reducido a tres competiciones. El 27 de enero corría los 3000 m en 7:28.24, plusmarca continental y octava mejor marca de siempre en ese momento. El 11 de febrero vencía en la milla de los Millrose Games de Nueva York con la segunda mejor marca de la historia bajo techo, 3:47.38, con pase de 3:33.22 en 1500 m, ambos registros mejores que los suyos previos al aire libre de 3:53.34 y 3:33.26. El registro de Nuguse en la milla, a 0.37 de la plusmarca mundial del etíope Yomif Kejlecha (1997), equivale a 3:30.13 en 1500 en sala, mejor que los 3:30.60 que posee el noruego Jakob Ingebrigtsen (2000) como plusmarca mundial. Al aire libre se le da el mismo valor que a 3:26.26 en los 1500 m y 3:42.62 en la milla. El estadounidense remató la temporada en Madrid el 22 de febrero con una victoria en 1500 m en 3:33.69.

Jakob Ingebrigtsen, pese a comenzar la temporada con problemas físicos, ha rematado el invierno con doblete en el campeonato de Europa en 1500 y en 3000 m. Con estos dos, son cinco los oros del Noruego en el Europeo bajo techo, en 1500 en 2021 y 2023 y en 3000 m en 2019, 2021 y 2023, uniéndose a los mejores atletas de la Historia en esta competición. Tras proclamarse campeón de Europa de campo a través el 11 de diciembre, no volvió a competir hasta la reunión de Lievin el 15 de febrero, donde realizó la mejor marca mundial del año en 1500 m, 3:32.38. En la competición continental se mostró muy superior. En el 1500 se colocó en cabeza desde el principio y se hizo con la victoria en 3:33.95, plusmarca de los campeonatos. En los 3000 m, pese a un primer kilómetro lento, terminó en 7:40.32, plusmarca nacional.

Otro atleta que ha superado sus prestaciones al aire libre en esta temporada en sala es el británico Neil Gourley (1995). Acreditado previamente en 3:32.93 y 3:52.91, mejoró hasta 3:32.48 y 3:49.46, ambas segundas mejores marcas del año, plusmarca europea en el caso de la milla. Terminó la temporada con la plata europea en los 1500 m. Los mejores británicos han decidido reservarse este invierno. Tan solo Josh Kerr (1997), bronce olímpico en Tokio, se ha dejado ver con 3:34.93 en 1500 m y 7:33.47 en 3000 m. También el campeón de 1500 m en los Juegos de la Commonwealth, el australiano Oliver Hoare (1997), aparece en los primeros puestos del año con una sola competición en pista cubierta, los Millrose Games, donde fue tercero en la milla con 3:50.83, pase de 3:34.78 en los 1500 m.

Los mediofondistas españoles no han pasado desapercibidos en este invierno. Mohamed Katir (1998) sorprendió en el 3000 de Lievin, con la plusmarca europea, absoluta, de 3000 m, 7:24.68, tan solo batido por el ganador, el obstaculista Lamecha Girma. El tiempo de Katir también mejoraba los 7:24.90 que el keniano Daniel Komen (1976) tenía como plusmarca mundial. El español completó la temporada con un segundo puesto en Madrid, detrás de Nuguse, con 3:34.32. Terminó su temporada antes del Europeo.

Quien sí tomó parte, con una gran actuación, fue Adel Mechaal (1991), que compitió en los 3000 m, tras superar, con 3:33.28, la longeva plusmarca española de Andrés Díaz (1969). Mechaal se pegó a Ingebrigsen, hasta que, a falta de 100 m, el noruego consiguió despegarlo. Fue plata con 7:41.75. También esta temporada se consiguió mejorar otra vieja plusmarca en pista cubierta, la de la milla, en poder del medallista olímpico José Manuel Abascal (1958) desde 1983, 3:52.56. En los Millrose Games, Mario García Romo (1999) corría en 3:51.79. Previamente había realizado 7:34.74 en los 3000 m. Tampoco corrió en el Europeo.

Hemos asistido a una gran temporada en pista cubierta para el mediofondo largo. Las perspectivas para el verano y para el año olímpico de 2024 continúan siendo magníficas. Estaremos atentos.

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Historia de la plusmarca mundial de 3000 metros en pista cubierta

El 15 de febrero, la reunión atlética en sala de la localidad francesa de Lievin tuvo un resultado inesperado en la prueba de 3000 m. El obstaculista etíope, acreditado en 7:58.68, Lamecha Girma (2000) superaba la plusmarca mundial del keniano Daniel Komen (1976) por 1.09, con una superlativa marca de 7:23.81. Este tiempo es el tercero absoluto de toda la historia, tan solo superado por la plusmarca mundial al aire libre del propio Komen de 7:20.67 y por los 7:23.09 del marroquí Hicham El Guerrouj (1974). Con 22 años, Girma ha sido dos veces subcampeón del mundo, en 2019 y 2022, y subcampeón olímpico en 2021, siempre en obstáculos. Muy cerca de él entró el español, nacido en Marruecos, Mohamed Katir (1998), con nueva plusmarca europea absoluta y cuarta mejor marca absoluta de siempre, 7:24.68. Katir se encaramó a la élite cuando en 2021, en el transcurso de 33 días, superó las plusmarcas españolas de 5000 m con 12:50.79, de 1500 m con 3:28.76 y de 3000 m con 7:27.64, lo que cronométricamente lo convertían en el tercer, segundo y tercer europeo de siempre respectivamente. Poco después en los Juegos Olímpicos fue octavo en los 5000 m. En 2022 se centró menos en los grandes cronos y más en la competición. Fue bronce mundialista en 1500 m y plata continental en 5000 m.

Hasta el 1 de enero de 1987 la Federación Internacional, entonces IAAF, hoy World Athletics, no consideró las marcas en pista cubierta como plusmarcas sino como mejores marcas. La primera mejor marca mundial de 3000 m en sala conocida fue de 8:52.4 por el estadounidense George Bonhag el 4 de marzo de 1911. Mejoró el 6 de diciembre del mismo año hasta 8:35.0. Bonhag había ganado los 1500 m marcha en los Juegos Intercalados de Atenas de 1906. En los Juegos de 1908 fue plata en las tres millas por equipos y en 1912 sería oro en los 3000 m por equipos. Algo más de 10 años después, su compatriota Joseph Ray (1894-1978) corría la distancia en 8:31.4 el 18 de febrero de 1922. Un año después, el 10 de febrero, mejoraría hasta 8:31.2. Ray sería bronce en el 3000 por equipos en los Juegos Olímpicos de 1924. Precisamente, la estrella de estos Juegos, el finlandés Paavo Nurmi (1897-1973) superaría en su gira por Estados Unidos en 1925 el tiempo de Ray. Nurmi corrió en 8:26.8 el 15 de enero y en 8:26.4 el 12 de marzo. El 19 de marzo de 1927, uno de los rivales de Nurmi, el sueco nacido en Finlandia Edvin Wide (1896-1996) hacía en la distancia 8:22.4. Entre 1920 y 1928, Wide se hizo con una plata y cuatro bronces olímpicos en pruebas de fondo.

La mejor marca de Wide en los 3000 m en sala duró 27 años, hasta el 6 de febrero de 1954, en que el estadounidense Horace Ashenfelter (1923-2018), campeón olímpico de obstáculos en 1952, realizaba 8:17.7. Ashenfelter fue el último plusmarquista mundial estadounidense y la suya la última plusmarca mundial, en realidad mejor marca, conseguida en suelo estadounidense. Desde 1957 hasta 1970, los alemanes del Este dominaron la distancia. El 23 de febrero de 1957, Klaus Richtzenhain (1934), subcampeón olímpico de 1500 m unos meses antes en Melbourne, corría en 8:16.4. Poco más de un año duró como mejor marca. El 16 de marzo de 1958, su compatriota Friedrich Janke (1931) mejoraba hasta 8:09.4. Janke sería cuarto en 5000 m en los Juegos Olímpicos de 1960 y subcampeón de Europa de 5000 m en 1962. A Janke le sucedió el que probablemente es el mejor corredor de siempre de 3000 m en pista cubierta, al menos cronométricamente otro alemán, Siegfried Herrmann (1932-2017). Al aire libre, pese a correr en 3:39.0 los 1500 m y en 13:30.0 los 5000 m, nunca subió al podio en una gran competición, En pista cubierta destacó por mejorar en siete años la mejor marca mundial de 3000 m en 20 segundos. El 22 de marzo de 1959 se convertía con 7:58.7 en el primer atleta en correr la distancia en menos de 8 minutos bajo techo. El 16 de febrero de 1964 recortó 0.1 a su mejor marca mundial. El 14 de febrero de 1965 se iba a 7:53.2. Su último tope mundial fue 7:49.0 el 27 de febrero de 1966. Herrmann fue segundo, tras el alemán occidental Harald Norporth (1942), subcampeón olímpico de 5000 m en 1964, en el 3000 de los primeros Juegos Europeos de Pista Cubierta, celebrados en 1966. Aún hubo otro alemán del Este, que remató esta racha germana en los 3000 m en sala. El 16 de febrero de 1969 Berd Diesser (1946), medallista de bronce continental en 5000 m en 1966, mejoraba hasta 7:47.8.

El 15 de marzo de 1970, en la final del primer Campeonato de Europa de 3000 m, competición que sucedía a los Juegos Europeos, el británico Richard Wilde (1945-2019) se hacía brillantemente con el oro superando la mejor marca mundial, 7:46.85. Wilde tuvo un corto recorrido en pista. Posteriormente se dedicó al maratón y al campo a través, pero esta victoria siguió siendo su mayor logro. El belga Emiel Puttemans (1947), subcampeón olímpico de 10 000 m, fue el primer plusmarquista mundial oficial. El 10 de febrero de 1973 registró 7:45.2. Ocho días después rebajó su marca a 7:39.2. Esta mejor marca se convirtió en la primera plusmarca mundial de 3000 m en pista cubierta el 1 de enero de 1987. No se consiguió superar hasta el 21 de febrero de 1992, cuando el keniano Moses Kiptanui (1970) hizo 7:37.31. Tres años después, el 12 de febrero mejoró hasta 7:35.15. Al aire libre Kiptanui fue tres veces campeón mundial de obstáculos, plusmarquista mundial de esta prueba, de los 3000 m lisos y de los 5000 m, pero no consiguió ser campeón olímpico. A Kiptanui lo sucedió uno de los más grandes, el etíope Haile Gebrselassie (1973) con 7:30.72 el 4 de febrero de 1996 y 7:26.14 el 25 de enero de 1998. Solo unos días duró este tiempo en lo más alto de las listas, puesto que el 6 de febrero el keniano Daniel Komen se iba a 7:24.90, que se mantuvo como plusmarca mundial 25 años. Komen venía de ganar el año anterior el 5000 del campeonato del mundo y de realizar la plusmarca mundial de 3000 m al aire libre de 7:20.67.

Parece que ha comenzado una nueva edad de oro en el mediofondo. Hay muchos atletas que están corriendo muy rápido. Son tiempos para volver a disfrutar de una modalidad atlética que llevaba mucho tiempo estancada.

Progresión de la mejor marca / plusmarca mundial de 3000 m en pista cubierta


8.52.4George BonhagEUANueva York4 Mar 1911

8.35.0George BonhagEUANueva York6 Dic 1911

8.31.4Joseph RayEUANueva York18 Feb 1922

8.31.2Joseph RayEUANueva York10 Feb 1923

8.26.8Paavo NurmiFINNueva York15 Ene 1925

8.26.4Paavo NurmiFINNueva York12 Mar 1925

8.22.4Edvin WideSUEFiladelfia19 Mar 1927

8.17.7Horace AshenfelterEUANueva York 6 Feb 1954

8.16.4Klaus RichtzenheinRDADortmund23 Feb 1957

8.09.4Friedrich JankeRDABerlín16 Mar 1958

7.58.7Siegfried HerrmannRDABerlín22 Mar 1959

7.58.6Siegfried HerrmannRDABerlín16 Feb 1964

7.53.2Siegfried HerrmannRDABerlín14 Feb 1965

7.49.0Siegfried HerrmannRDABerlín27 Feb 1966

7.47.8Bernd DiessnerRDABerlín16 Feb 1969

7.46.85Richard WildeGBRViena15 Feb 1970

7.45.2Emiel PuttemansBELLeiden10 Feb 1973
*7.39.2Emiel PuttemansBELBerlín18 Feb 1973

7.37.31Moses KiptanuiKENSevilla21 Feb 1992

7.35.15Moses KiptanuiKENGante12 Feb 1995

7.30.72Haile GebrselassieETIStuttgart4 Feb 1996

7.26.14Haile GebrselassieETIKarlsruhe25 Ene 1998

7.24.90Daniel KomenKENBudapest6 Feb  1998

7:23.87Lamecha GirmaETILievin14 Feb 2023
* Primera plusmarca mundial oficial desde el 1 de enero de 1987

Fuente: http://trackfield.brinkster.net/Main.asp?P=S

Historia mundial de los 1500 metros, de Walter George a Jakob Ingebrigtsen

Cuando comencé este blog, allá por julio de 2016, lo hice con una serie de diez entradas, bastante prolijas, sobre las que entonces consideré las diez mejores carreras de 1500 o de la milla. Al final me acabó quedando una historia de estas pruebas desde 1954 hasta aquel momento. Añadiéndole las tres últimas entradas sobre estas distancias hasta los años 40, la de Gunder Hägg y Arne Andersson y la de la final de los Juegos de Tokio, ha quedado completa la historia de estas pruebas tan emblemáticas. He añadido algunos vídeos y he ampliado sobre las finales olímpicas de 1948 y 1952. De modo que si alguien quiere leer las entradas por orden cronológico, estos son los enlaces:

  1. Los primeros campeones olímpicos de 1500 m. Los primeros corredores de las distancias, con especial mención al británico Walter George y los primeros campeones olímpicos hasta los Juegos de 1920.
  2. El 1500 en los años 20. El dominio finlandés. Abarca desde 1921 hasta 1931, con Paavo Nurmi, Hari Larva, Otto Prenzler y Jules Ladoumègue.
  3. El 1500 en los años 30. Luigi Beccali, Glenn Cunningham y Jack Lovelock. Desde los Juegos de 1932 hasta el final de la década.
  4. Gunder Hägg, Arne Andersson y las diecinueve plusmarcas mundiales. La década de los 40 hasta los Juegos Olímpicos de 1948, con el gran duelo entre Hägg y Andersson, que significó 19 plusmarcas mundiales, y un duelo menos intenso, entre otros dos suecos Lennart Strand y Henry Eriksson, que se repartieron los oros en el Europeo y en los Juegos.
  5. Los mejores 1500 (I): Vancouver 1954. De 1950 a 1954, focalizados en la milla los 4 minutos y la de los Juegos de la Commonwealth de 1954, ambas ganadas por Roger Bannister.
  6. Los mejores 1500 (II). Roma 1960. Con especial dedicación a la victoria de Herb Elliott en el 1500 de los Juegos de 1960, esta entrada de extiende de 1956 a 1964.
  7. Los mejores 1500 (III): final de México 1968. De 1964 a 1973, con dos grandes protagonistas, Jim Ryun y Kip Keino.
  8. Los mejores 1500 (IV): Christchurch 1974. De 1974 a 1977, con otros dos grandes protagonistas, Filbert Bayi y John Walker.
  9. Los mejores 1500 (V): Copa del Mundo Düsseldorf 1977. La historia de Steve Ovett, con su mejor carrera de 1500 m.
  10. Los mejores 1500 (VI): final de Los Ángeles 1984. La historia de Seb Coe centrada en su segunda victoria olímpica.
  11. Los mejores 1500 (VII): reunión de Niza 1985. La segunda mitad de los años 80, con el enfrentamiento entre Steve Cram y Said Aouita en la carrera en que por primera vez se bajó de 3:30.00.
  12. Los mejores 1500 (VIII): final de Sidney 2000. La historia de la distancia en los años 90 hasta los Juegos de 2000, con Nourredine Morceli, Fermín Cacho, Hicham El Guerrouj y su sorprendente derrota en la final olímpica de 2000 por el keniano Noah Ngeny.
  13. Los mejores 1500 (IX): final de Atenas 2004. La historia de El Guerrouj hasta su doble oro olímpico en 2004.
  14. Los mejores 1500 (X). Reunión de Mónaco 2015. De 2005 a 2016 con las finales olímpicas de 2008, 2012 y 2016 y la gran carrera de la reunión de Mónaco en 2015 en donde seis atletas bajaron de 3:30.00.
  15. Los mejores 1500 (bonus): final olímpica de Tokio 2020, Jakob Ingebrigtsen se doctora cum laude. Los últimos años de la prueba con la irrupción de Jakob Ingebrigtsen y su brillante victoria olímpica en 2021.

Además he dedicado varias entradas a mediofondistas destacados, lo que puede ayudar a completar la historia anterior. Estas son las entradas: Paavo Nurmi, Sydney Wooderson, John Landy, Sándor Iháros, Peter Snell, Michel Jazy, David Moorcroft, Steve Cram, Said Aouita, Peter Rono y Jake Whightman.

Espero que disfrutéis leyendo tanto como lo he hecho yo escribiendo.

Bibliografía

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Butcher, Pat. The perfect distance. Ovett&Coe: the record breaking rivarly. Phoenix. Londres 2004.

Cruz, Ángel. Aouita: el rey moro conquista España. Atletismo Español. Noviembre 1987. Pág 33-36.

Lawson, Gerald. World record breakers in track & field athletics. Human Kinetics. Champaign (Illinois) 1997.

Luhtala, Seppo. Top distance runners of the century. Meyer & Meyer Sport. Oxford 2002.

Miller, David. Sebastian Coe born to run. The Bath press. Londres 1992.

Quercetani, Roberto L. Athletics. A history of modern track and field athletics (1860-2013). Edit Vallardi. Mestrino (Italia) 2014.

Romo, Ignacio. La revolución de la milla. Atletismo Espanol 365. Diciembre 1985. Pág 8-13

Sandrock, Michael. Running with the legends. Human Kinetics. Champaign (Illinois) 1996.

Wallechinsky, David y Loucky Jaime. The complete Book of the Olympics. Aurum. Londres 2008.

Wasko, Janusz, Socha Andrzej. Athletics National Records’s evolution 1912-2006. Zamosc Santomierz 2007.

Whatman, Mel. All-time greats of British athletes. Sport books. Cheltenham (Reino Unido) 2006.

En la red:

Athletic archive index. http://www.todor66.com/athletics/

Track and field all time performance home page. http://www.alltime-athletics.com/

Track and field statistics. http://trackfield.brinkster.net/Logon.asp

The great distance runners. http://thegreatdistancerunners.de/

El 1500 en los años 30, Luigi Beccali, Glenn Cunningham y Jack Lovelock

La descalificación del gran favorito para el oro en 1500 en los Juegos de 1932, el francés plusmarquista mundial de esta prueba, la milla y los 2000 m Jules Ladoumègue (1906-1973), dejaba la pugna por el podio muy abierta. Entre un grupo de atletas muy sólidos destacaba el italiano Luigi Beccali (1907-1990). Beccali había comenzado a practicar atletismo con catorce años, pero al poco tiempo se cambió al ciclismo. No volvió al atletismo hasta 1926. En 1928 bajó por primera vez de 4 minutos en 1500 m, 3:59.6. El 15 de mayo de 1932 sorprendió al mundo atlético al rebajar, en la pista de 500 m de Milán, su mejor tiempo de 3:57.2 a 3:52.2, mejor marca del año. Estados Unidos contaba con un trío muy rápido. En las pruebas de selección olímpica, Norwood Hallowell (1909-1979) entró el ganador con 3:52.7 (3:52.58), por delante de Frank Crowley (1909-1980) y de Glenn Cunningham (1909-1988). El plusmarquista estadounidense, 3:52.6 ese mismo año, y gran favorito para la victoria Gene Venzke (1908-1992) solo pudo ser cuarto. A principios de ese temporada había corrido la milla en 4:10.0 en pista cubierta. La clasificación de Cunninghan fue especialmente meritoria. Cuando tenía ocho años sufrió graves quemaduras en las extremidades inferiores. Los médicos recomendaron amputación, que sus padres no autorizaron. Tardó dos años en volver a caminar.

Las series semifinales tuvieron lugar el 3 de agosto. Se celebraron tres series, de las que se clasificaban los cuatro primeros de cada una de ellas. Cunningham se impuso en la primera con 3:55.8, con más de cinco segundos de ventaja sobre el británico Jerry Cornes (1910-2001). La segunda serie fue para el neozelandés, estudiante de Medicina en Oxford, Jack Lovelock (1910-1949), acreditado en 4:12.0 en la milla, con 3:58.0. Beccali ganaba la tercera serie con 3:59.6. En la final, el 5 de agosto, al comenzar la tercera vuelta el canadiense Phil Edwards (1907-1971) decidió cambiar de ritmo. Edwards, nacido en Guyana, había sido medallista de bronce en el 4 x 400 m de los Juegos de 1928 y también bronce olímpico en los 800 m unos días antes en ese 1932. Solo Cunningham fue capaz de seguir inicialmente al canadiense. A la altura de los 1200 m, 3:07.0, ambos llevaban una ventaja de 20 metros. En ese momento Beccali y Cornes se lanzaron en persecución del dúo de cabeza. En la contrarrecta Edwards abrió un hueco de 5 metros. Beccalli, no obstante, pudo dar caza a Cunningham, en la entrada de la recta de llegada, y a Edwards a falta de unos 50 m. El italiano entraba el primero con 3:51.2, mientras Cornes, tras una gran última recta, era segundo con 3:52.6, 0.2 menos que Edwards, Cunningham era cuarto con 3:53.4. Edwards se haría con otro bronce en estos Juegos, en el relevo 4 x 400 metros. Por su parte Cornes fue el último medallista olímpico británico en la prueba hasta la victoria de Seb Coe (1956) en 1980. Tras retirarse del atletismo sirvió como funcionario británico en Palestina. En 1946 sobrevivió milagrosamente al atentado en el Hotel Rey David de Jerusalén.

Las plusmarcas mundiales de Jules Ladoumègue, que seguía compitiendo como profesional, de 3:49.2 en 1500 m y 4:09.2 en la milla no se mantuvieron más allá de 1933. El 15 de julio en la ciudad estadounidense de Princeton, un magnífico duelo en la milla entre Jack Lovelock y el estadounidense Bill Bonthron (1912-1983) dio como resultado una gran plusmarca mundial de 4:07.6 para el neozelandésm que corrió la última vuelta en 58.9, y unos excelentes 4:08.7 para su rival. El 9 de septiembre Lovelock se enfrentó a Beccali en la final de los 1500 metros de la Universiada, que tenía lugar en Turín. El italiano cambió de ritmo a falta de 500 m y, pese a los esfuerzos de Lovelock, mantuvo la cabeza hasta el final, imponiéndose con 3:49.2, tiempo que igualaba la plusmarca mundial. El neozelandés se quedó cerca, 3:49.8. El 17 de septiembre, en Milán, en un encuentro Italia-Gran Bretaña, Beccali corría en 3:49.0.

Los logros de Lovelock y de Beccali resultaron, no obstante, superados en la temporada de 1934, como consecuencia de la dura pugna entre Glenn Cunninghan y Bill Bonthron. En marzo Cunningham había hecho la mejor marca mundial en pista cubierta de la milla con 4:08.4. El 16 de junio en Princeton se hizo con la plusmarca mundial absoluta de la prueba, 4:06.7, con Bonthron segundo, 4:12.5. Sin embargo, las tornas cambiaron una semana después en el campeonato universitario, donde este ganó con 4:08.0, 1.7 menos que su rival. El 30 de junio en el campeonato de Estados Unidos, Bonthron superaba la plusmarca mundial de Beccali, con 3:48.8, 0.1 menos que Cunningham, con pases de 1:01.3, 2:01.8 y 3:06.0. Entretanto, al otro lado del Atlántico, Beccali había sufrido una contundente derrota ante el sueco Eric Ny (1909-1945), 3:50.4, frente a 3:54.3. Sin embargo, el italiano consiguió recuperarse y se convirtió en campeón de Europa, en la primera edición de esta competición, celebrada en Turín. Hasta la victoria del español Fermín Cacho (1969) en en Europeo de 1994, Beccali fue el único atleta campeón olímpico y de Europa de 1500 m.

La temporada de 1935 resultó anodina. Probablemente los atletas tenían la vista puesta en los Juegos de 1936, donde al comienzo de la temporada había al menos cuatro firmes candidatos al oro, Beccali, Lovelock, Cunningham y Bonthron. Este último no pudo alcanzar la forma de 1934 y ocupó la cuarta posición en las pruebas de selección olímpica, con lo que se quedó fuera de los Juegos. La prueba terminó con la apurada victoria de Cunningham con 3:49.9, el mismo tiempo que Archie San Romani (1912-1994). Gene Venzke fue tercero con 3:52.2.

Las series semifinales de los Juegos tuvieron lugar el 5 de agosto. Había cuatro series, en las que se clasificaban para la final los cuatro primeros. Eric Ny se impuso en la primera con 3:54.8, el mismo tiempo que Cunningham. Venzke fue el vencedor en la segunda, muy lenta, con 4:00.4, 0.2 menos que Cornes y Lovelock. Beccali ganó la tercera con 3:55.6, el mismo tiempo que el húngaro subcampeón de Europa de 1500 y campeón de 800 Miklós Szabó (1908-2000), y 0.6 menos que Phil Edwards, que el día anterior había ganado un nuevo bronce olímpico en 800 m. El francés Robert Goix (1906-1983) se hizo con la última serie, con marca personal de 3:54.0, 1.0 menos que San Romani. La final, celebrada el 6 de agosto, fue una de la mejores de la historia de los Juegos, con plusmarca mundial y cuatro marcas personales entre los seis primeros. Cornes marcó 1:01.5 el primer 400. Ny y Cunningham dieron paso a la segunda vuelta 2:05.2. El sueco aún cruzó el primero los 1200 m en 3:05.4, pero justo en ese momento se vio superado por Jack Lovelock, que se fue irresistible a la meta, pese a los esfuerzos de Cunningham. Un último 300 en 42.8 le permitió superar la plusmarca mundial de Bonthron por 1.0, con 3:47.8, 0.6 menos que Cunningham. Beccali fue tercero, con 3:49.2, que igualaba su segunda mejor marca de siempre. No corría tan rápido desde 1933. San Romani ocupó la cuarta posición con 3:50.0, 0.1 más que su plusmarca personal. Los medallistas de bronce y plata de 1932, Phil Edwards y Jerry Cornes, fueron respectivamente quinto y sexto con 3:50.4 y 3:51.4, marcas personales en ambos casos.

Tras su gran victoria olímpica, Lovelock se retiró ese mismo año. En 1949, falleció trágicamente en un accidente en Nueva York, donde trabajaba como médico. Cunnigham continuó compitiendo a un gran nivel. El 3 de marzo de 1938, en una pista cubierta de 239 metros, corrió la milla en 4:04.6, que mejoraba en más de dos segundos su propia plusmarca mundial absoluta. No se homologó como tal por haberse hecho en sala y por contar con ayuda de liebres con vuelta perdida. En 1940, en el campeonato de Estados Unidos realizó su mejor marca de siempre en 1500 m, 3:48.2, si bien se vio superado por Walter Mehl (1916-2005), 3:47.9, a 0.1 de la plusmarca mundial. Mehl correría al año siguiente la milla en 4:07.6 en pista cubierta. Como en el caso de tantos atletas, la Segunda Guerra Mundial cortó su progresión. No volvería a la competición atlética tras la Guerra, aunque se haría entrenador.

Uno de los pocos atletas que sobrevivió deportivamente a la Guerra fue el sucesor de Cunningham como plusmarquista mundial oficial de la milla, el británico Sydney Wooderson (1914-2006). El 28 de agosto de 1937 corría la milla en 4:06.4, con un pase de 3:50.3 en el 1500. En 1938 se hacía con las plusmarcas mundiales de los 800 m, 1:48.4, de las 880 yardas, 1:49.2. Ese año se proclamó campeón de Europa de 1500 m, donde Beccali fue tercero. Tras la Guerra, en el campeonato de Europa de 1946 se hizo con el oro en los 5000 m. En 1939 un joven sueco poco conocido llamado Arne Andersson (1917-2009) lideraba la lista mundial del año de 1500 m con 3:48.8. Al año siguiente, un compatriota suyo, llamado Gunder Hägg (1918-2004), realizaba la misma marca. Entre 1941 y 1945, mientras en mundo se desangraba por una terrible conflagración bélica, entre los dos atletas suecos superarían diecinueve plusmarcas mundiales en pruebas de mediofondo y fondo, pero esa es otra historia, que ya hemos contado.

El 1500 en los años 20. El dominio finlandés

Uno de los atletas destacados de los Juegos Olímpicos de 1920 fue el finlandés Paavo Nurmi (1897-1973). Nurmi ganó los 10 000 m, la prueba individual y por equipos de campo a través y fue plata en los 5000 m. El finlandés fue un corredor tremendamente versátil, con grandes registros de 800 m, prueba en que fue campeón nacional en 1923, hasta los 40 Km. Durante su carrera deportiva se hizo con doce medallas olímpicas, nueve de oro, y estableció veintidós plusmarcas mundiales oficiales en distancias desde 1500 a 20 000 metros.

En el período entre los Juegos de 1920 y 1924 Nurmi prestó más atención al 1500 y a la milla. En 1921 ya corría esta última prueba en 4:13.9, a 1.3 de la plusmarca mundial del estadounidense Norman Taber (1891-1952). Dos años después, el 23 de agosto de 1923, en Estocolmo, se iba a unos magníficos 4:10.4. El paso por los 1500 m, de 3:53.0, también superaba el tope mundial del sueco John Zander (1890-1967), pero no se homologó. Para los Juegos de 1924, Nurmi decidió tomar parte en los 1500 y los 5000 m, cuyas finales se celebraban la misma tarde por ese orden. El 19 de junio de 1924, en Helsinki, el finlandés realizaba un ensayo con un 1500 y un 5000 con 50 minutos de diferencia. En la prueba más corta se superó a sí mismo y, por tanto, a Zander con 3:52.6. Menos de una hora más tarde mejoraba su propia plusmarca mundial de 5000 m con 14:28.2.

En los Juegos de 1924, Nurmi repitió el logro de Helsinki, con dos victorias en menos de una hora. En un 1500 muy rápido batió con 3:53.6 al suizo Willy Schärer (1903-1982), 3:55.0, y a los británicos Hyla Henry Stallard (1901-1973), 3:55.6, uno de los protagonistas de Carros de fuego, y el campeón olímpico de 800 unos días antes, Douglas Lowe (1902-1981). Menos de una hora después, los rivales de Nurmi en el 5000 trataron de avivar el ritmo, con la esperanza de que el esfuerzo anterior le pasase factura. No funcionó y el finlandés realizaba una hazaña irrepetible con un nuevo triunfo en la distancia más larga, en 14:31.2. En esos Juegos aún le faltaban otros tres oros, 3000 m por equipos, campo a través individual y por equipos.

Dos años después, el 11 de septiembre de 1926, Nurmi fue testigo de la pérdida de su plusmarca mundial de los 1500 m. En Berlín, se enfrentaba al alemán, médico de profesión, Otto Peltzer (1900-1970), plusmarquista mundial de los 800 m, 1:51.6, y al sueco, nacido finlandés, Edwin Wide (1896-1996), doble medallista olímpico de 5000 y 10 000 m. Nurmi dio paso al 1000 en 2:34.8, pero se vio derrotado por sus rivales. Ambos mejoraron la anterior plusmarca mundial, con Peltzer 3:51.0 y Wide 3:51.8, mientras Nurmi se quedaba muy cerca de su mejor tiempo con 3:52.8.

Ninguno de los tres protagonistas de la carrera de Berlín tuvo papel alguno en el 1500 de los Juegos Olímpicos de 1928. Peltzer, con problemas físicos, no llegó a la final. Wide fue bronce en 5000 y 10 000 m. Y Nurmi ganó el oro en 10 000 m y la plata en 5000 y 3000 m obstáculos. El favorito para el oro era el joven francés Jules Ladoumègue (1906-1973), que ese mismo año había pasado de ser un desconocido a encaramarse a la lista mundial de la temporada con 3:52.2, tiempo con el que ganó el campeonato nacional. Sus máximos rivales serían los finlandeses Harri Larva (1906-1980) y Eino Purje (1900-1984). El primero había batido al segundo en las pruebas de selección de su país, 3:52.6 frente a 3:53.1. En esa carrera Nurmi fue tercero, 3:57.0. Larva había comenzado a practicar atletismo hacía menos de cuatro años, tras ver una carrera posolímpica entre Nurmi y su gran oponente, su compatriota Ville Ritola (1896-1992).

La final olímpica resultó un mano a mano entre Larva y Ladoumègue. El francés cambió de ritmo a falta de 200 metros, pero Larva consiguió sobrepasarlo en los últimos 20 metros, 3:53.2 por 3:53.8. Purje fue tercero con 3:56.4. Entre los atletas que no pasaron a la final, carísima pues eran seis series, de las que pasaban los dos primeros, estaba un italiano de 20 años llamado Luigi Beccali (1907-1990), quien en poco tiempo se convertiría en uno de los grandes de la época. Tras los Juegos, Larva se acercó a la plusmarca mundial de la milla, con 4:11.0 y mejoró hasta 3:52.0 en 1500 m. Pese a su juventud, nunca mejoró la forma y los resultados de 1928. Compitió hasta 1932. En los Juegos Olímpicos de ese año fue décimo y último en la final de 1500 m.

Ladoumègue tuvo su mejor época en el bienio 1930-31, en que se dedicó a mejorar plusmarcas mundiales una tras otra, especialmente en el estadio Jean Bouin de París, que entonces tenía una cuerda de 450 m. En total, se hizo con cinco plusmarcas mundiales. El 5 de octubre de 1930 se convertía en el primer atleta en correr los 1500 m por debajo de 3:50.0, al hacer 3:49.2, con tiempos intermedios de 58.6, 2:00.6 y 3:04.4. El 19 del mismo mes mejoraba la plusmarca mundial de 1000 m con 2:23.6. El 2 de julio de 1931 hacía lo mismo en los 2000 m, 5:21.8. El 13 de septiembre, única plusmarca conseguida fuera del Jean Bouin, en Colombes, corría los 3/4 de milla en 3:00.6, batiendo apuradamente a Eino Purje, que obtuvo en mismo tiempo. Finalmente el 4 de octubre rompía la barrera de los 4:10.0 en la milla, 4:09.2, con pases de 1:00.8, 2:04.2 y 3:08.0, con un 1500 en 3:52.2. Era el gran favorito para el oro olímpico en los Juegos de Los Ángeles de 1932, pero el tremendo celo con el profesionalismo de los directivos de la época acabó con su carrera deportiva poco antes de los Juegos. Sin embargo, llegaba una generación de atletas que pronto lo superaría.

Feliz Año Nuevo a todos los lectores del blog.

Los primeros campeones olímpicos de 1500 m

Cuando comencé el blog, en 2016, lo hice con una serie de diez entradas sobre las mejores carreras de 1500 m (o de la milla). Con un añadido sobre la final olímpica de 2021 y la entrada dedicada a Gunder Hägg y Arne Andersson, quedaba cubierta la historia de los 1500 m y de la milla desde los años 40. Faltaba la parte desde el siglo XIX hasta los años 40, por lo que hoy inicio una serie de tres entradas sobre la historia de estas pruebas en esa época. La primera abarcará hasta los Juegos Olímpicos de 1920, la segunda sobre los años 20 y el dominio finlandés y la tercera sobre los años 30 y la rivalidad entra Luigi Becalli, Glenn Cunnhingham y Jack Lovelock. Empezamos.

El atletismo comenzó a mediados del siglo XIX en las Islas Británicas con la medida de la milla (1609.344 m) como su referencia. Inicialmente la carrera a pie era sinónimo de pedestrismo, pero alguien tuvo la brillante idea de trasladar las carreras a pistas, de tierra, construidas alrededor de los campos de fútbol y de rugby de un cuarto de milla de cuerda. La distancia de la milla se convirtió en la prueba reina. La gran figura del mediofondo del siglo XIX fue el inglés Walter George (1858-1943). George tomaba parte en distancias desde la media milla hasta las 10 millas. El 21 de junio de 1884 superaba su propia plusmarca mundial amateur de la milla hasta dejarla en 4:18 2/5. El escocés William Cummings (1858-1919) poseía la plusmarca mundial profesional en 4:16 1/5. George pidió permiso para que ambos se enfrentasen. La AAA (Amateur Athletics Association) británica lo denegó. Decidió entonces pasarse al atletismo profesional. El año siguiente, es 31 de agosto, en Lillie Bridge (Londres) ambos atletas se enfrentaron, con victoria de George con 4:20 1/5. Casi 12 meses después, el 23 de agosto de 1886, en el mismo lugar y ante 20 000 espectadores, George volvía a imponerse con unos entonces impresionantes 4:12 3/4. No hubo ningún atleta que corriese tan rápido hasta 1915. El año anterior había hecho 4:10 1/5, si bien esta marca no quedó suficientemente acreditada, en una carrera que tenía 5 metros y medio de más.

La primera edición de los Juegos Olímpicos tuvo lugar en Atenas diez años después, en 1896. Se trataba de un proyecto casi personal del aristócrata francés Pierre de Coubertin (1863-1937). En esta primera competición los mejores milleros estuvieron ausentes. la victoria en 1500 m fue para el australiano Edwin Flack (1873-1935), que no figuraba entre los 25 mejores de año, en una lista encabezada por el canadiense Richard Grant con 4:08.0+. En la dura superficie y las cerradas curvas del estadio Panatinaikos, Flack completó la prueba en 4:33.2. Su sucesor, cuatro años más tarde, en los Juegos Olímpicos de París, el británico Charles Bennett (1870-1949), corrió mucho más rápido, en 4:06.2, plusmarca mundial oficiosa. Duró hasta 1904, en los siguientes Juegos Olímpicos, que continuaban sin consolidarse, cuando el estadounidense James Lightbody (1882-1953) se hizo con el oro con 4:05.4. Dos años después, en los Juegos Intercalados no oficiales de Atenas volvió a ganar en los 1500 m.

Poco antes de los Juegos de 1908, que tendrían lugar en Londres, se rompía por primera vez la barrera de los 4 minutos en los 1500 m. El 30 de mayo de 1908, en el estadio londinense de White City, el británico Harold Wilson (1885-1932), corría la distancia en 3:59.8. Poco después, en la final olímpica, cedía ante el estadounidense Melvin Shepard (1883-1942), 4:03.4 frente a 4:03.6. El programa de esta prueba fue algo extraño, con ocho series semifinales, de las que solo se clasificaba el primero. El italiano Emilio Lunghi (1887-1925) resultó eliminado con el segundo mejor tiempo de los semifinalistas, 4:03.8. Otros ilustres no clasificados fueron el anterior campeón olímpico James Lightbody o el francés Jean Bouin (1888-1914)

El estadounidense Abel Kiviat (1892-1991) era el gran favorito para los Juegos Olímpicos de 1912. El 26 de mayo de ese año superaba la plusmarca mundial oficiosa de Harold Wilson con 3:59.2. El 1 de junio mejoraba hasta 3:56.8 y una semana más tarde se iba a 3:55.8, primera plusmarca mundial oficial reconocida por la Federación Internacional de Atletismo (IAAF, hoy World Athletics). En la final olímpica de Estocolmo, no pudo, sin embargo, con el británico Arnold Jackson (1891-1972). Jackson se impuso con 3:56.8, 0.1 menos que Kiviat y su compatriota Norman Taber (1891-1952), con los seis primeros por debajo de los 4 minutos. El británico se convertiría en general de brigada tras combatir en la Primera Guerra Mundial.

El cuarto lugar en la final olímpica fue para el también estadounidense John Paul Jones (1890-1970), El 31 de mayo de 1913, Jones se convertía en el primer plusmarquista mundial oficial de la milla, con 4:14.4. Dos años más tarde, el 16 de julio de 1915, Norman Taber superaba, por fin, a Walter George, al correr la prueba en 4:12.6. La entonces llamada Gran Guerra hizo que se cancelasen los Juegos Olímpicos de Berlín. Como sucedería dos décadas y media después, durante la Segunda Guerra Mundial con Hägg y Andersson, otro atleta de la neutral Suecia, John Zander (1890-1967), dominó el medio fondo, con plusmarcas mundiales, entre 1917 y 1918, en 1500 m, 3:54.7, 2000 m, 5:30.4 y 3000 m, 8:33. Al otro lado del Atlántico, en Estados Unidos, el mejor millero, con 4:14.4, era Joie Ray (1894-1978). Ninguno de los dos, sin embargo, lastrados por problemas físicos, llegó en forma a los Juegos Olímpicos de 1920, que se celebraban en Amberes. Zander abandonó en la final y Ray solo pudo se octavo. El ganador fue el británico Albert Hill (1889-1969), que se había hecho con el oro en 800 m unos días antes. En 1914 corría en 1:54.1 los 800 m y en 4:21.2 la milla. Tras combatir en la guerra, en 1918 retomó los entrenamientos, dirigido por Sam Mussabini (1867-1927), uno de los protagonistas de Carros de Fuego. En 1919, Hill corrió la milla en 4:16.8. Estuvo a punto de no ir a Amberes porque los seleccionadores consideraban que, con 31 años, era demasiado mayor para tomar parte en unos Juegos. En la final olímpica se impuso a su compatriota, de la misma edad, Philip Noel-Baker (1889-1982), 4:01.8 frente a 4:02.4. Hill corrió la milla en 4:13.8 en 1921. Ese mismo año se retiró y se hizo entrenador. Dirigió entre otros a su compatriota Sydney Wooderson (1914-2006), doble campeón de Europa antes y después de la Segunda Guerra Mundial y plusmarquista mundial de la milla en los años 30.

El caso de Philip Noel-Baker se merece un pequeño apartado. En 1912 había sido sexto en la final olímpica de 1500 m. Durante la guerra se dedicó a gestionar varias unidades de ambulancias en Francia y en Italia, bajo los auspicios de la Cruz Roja Británica. Por sus servicios recibió distinciones en su país, Francia e Italia. Al acabar el conflicto, sin dejar de competir, colaboró en la formación de la Liga de Naciones. Se retiró del deporte en 1924, año en que comenzó como profesor de Relaciones Internacionales en la Universidad de Londres y posteriormente en Yale. Fue miembro de la Cámara de los Comunes y ocupó distintos cargos intermedios en el Gobierno Británico en los años 40 relacionados con Asuntos Exteriores. También formó parte de la delegación británica durante la formación de la Organización de las Naciones Unidas. En 1959 recibió el premio Nobel de la Paz.

Uno de los atletas destacados en los Juegos de 1920 fue un finlandés, entonces no demasiado conocido, llamado Paavo Nurmi (1897-1973). En la década que acababa de entrar se convertiría en uno de los mejores corredores de fondo de siempre, pero también en uno de los grandes mediofondistas.

Feliz Navidad a todos mis lectores. El blog está en una media de algo menos de 100 visitas diarias. No está nada mal.

¿Cuál es el mediofondista británico más completo de la historia?

Esta mes la revista Athletics Weekly planteaba a sus lectores por su opinión acerca del mediofondista británico más completo de la historia y presentaba cuatro candidatos Steve Ovett (1955), Sebastian Coe (1956), Steve Cram (1960) y Jake Wightman (1994). Los aficionados británicos están de enhorabuena. Desde la medalla de plata de Peter Elliott (1962) en la final de 1500 m de los Juegos Olímpicos de 1988 hasta el bronce del escocés Josh Kerr (1997) en los Juegos de Tokio 2020, celebrados en 2021, pasaron nada menos que 33 años sin que un británico pisase un podio olímpico de mediofondo. Los buenos resultados han continuado este 2022 con el oro en el Mundial al aire libre de Jake Wightman en 1500 m, convirtiéndose en el segundo británico, y europeo, en ganarlo, tras Steve Cram en 1983.

Parece que el mediofondo británico vuelve por donde solía. ¿Pero esta percepción es cierta, o tenemos una visión sesgada por el impacto mediático del enfrentamiento Ovett Coe de los 80 y la posterior aparición de Cram? El pedestrismo nació en el siglo XIX en las Islas Británicas. Poco a poco fue captando aficionados, lo que hizo que las competiciones se trasladasen a pistas de un cuarto de milla alrededor de los campos de fútbol o de rugby. La milla se convirtió en la distancia preferida de los atletas, prueba en la que destacó Walter George (1858-1943), quien en 1886 registró unos estratosféricos 4:12.8, equivalentes a 3:54.9 en 1500 m. El primer tiempo reconocido por la Federación Internacional de Atletismo (IAAF, hoy World Athletics) fue 3:55.8, de estadounidense Abel Kiviat (1892-1991), establecido en 1912.

Hasta los Juegos Olímpicos de 1932, los británicos se hicieron con cinco oros en los 800 m y tres en los 1500 m. Los campeones fueron en las dos vueltas Alfred Tysoe (1874-1901) en 1900, Albert Hill (1889-1969) en 1920, Douglas Lowe (1902-1981) en 1924 y 1928 y Tommy Hampson (1907-1965) en 1932. En 1500 m ganaron en oro en ese período Charles Bennett (1871-1948) en 1900, Arnold Jackson (1891-1972) en 1912 y Albert Hill en 1920. En los 800 m, desde el oro de Tommy Hampson hasta el de Steve Ovett en 1980, tan solo Derek Johnson (1933-2004) consiguió izar la bandera británica en un podio olímpico. En 1500 m, tras el triunfo olímpico de Albert Hill en 1920 hasta el de Seb Coe en 1980 únicamente Henry Stallard (1901-1973), uno de los personajes de Carros de Fuego, bronce en 1924, y Jerry Cornes (1910-2001), plata en 1932, consiguieron estar en el podio olímpico. En esa época de sequía olímpica británica se produjo, no obstante, un hecho histórico, la primera plusmarca mundial de la milla en menos de 4 minutos. El 6 de mayo de 1954, en Ifflie Road, Oxford, Roger Bannister (1929-2018) corría en 3:59.6. Superó por unos días a su rival en la distancia, en ambos sentidos, el australiano John Landy (1930-2022), al que derrotó en la milla de los Juegos de la Commonwealth ese mismo año. Bannister, que había sido cuarto en los Juegos Olímpicos de 1952, se retiró ese mismo año tras ganar el oro en el Europeo, dejando huérfano el mediofondo británico.

La irrupción de Ovett y Coe a finales de los 70 generó una rivalidad que trascendió mediáticamente al mundo del atletismo, incluso del deporte. Su doble enfrentamiento en los Juegos del Moscú en 1980 hizo mucho bien a un olimpismo que se tambaleaba. Parecía imposible que Coe perdiese el 800 dada su gran superioridad, pero lo impensable sucedió y Ovett se impuso con más facilidad de la esperada. Este tenía todo a su favor, tras su inesperada victoria en la prueba más corta y el presumible bloqueo anímico de su rival pero Coe resucitó en el 1500 ante un Ovett algo desmotivado. En los años siguientes llegaron las plusmarcas mundiales y las lesiones, de las que Ovett no se recuperó. Coe superó una grave enfermedad y batió en los siguientes Juegos a Steve Cram, que venía de ganar el Europeo y el Mundial los años anteriores. Cuatro años después, en los Juegos de Seúl, Coe ya no estaba y Cram no era el mismo. Se quedó a las puertas del podio en cuarta posición. Y tras Seúl una nueva travesía en el desierto, que parece ha llegado a su fin con Wightman, Kerr y el subcampeón de Europa de 1500 Jake Heyward (1999).

Tras esta pertinente introducción histórica, tratemos de contestar a la pregunta de Athletics Weekly. La selección de candidatos es la adecuada. Como acabamos de ver en esta introducción histórica, tal vez el único atleta que se aproxima, obviando a Albert Hill, que competía en otro atletismo, es Peter Elliott, subcampeón mundial de 800 m en 1987 y olímpìco de 1500 m en 1988. Vamos con los méritos de cada uno de ellos

Steve Ovett, subcampeón de Europa al aire libre de 800 m en 1974 y 1978, campeón de 1500 m en 1978, 5º en la final olímpica de 800 m en 1976, campeón olímpico en 1980 y bronce en 1500 m. Dos veces plusmarquista mundial de 1500 m y de la milla.

Sebastian Coe, bronce en 800 m en el Europeo al aire libre de 1978, plata en 1982 y oro en 1986, plata en 1500, subcampeón olímpico de 800 m en 1980 y 1984, campeón en 1500 en 1980 y 1984. Dos veces plusmarquista mundial de 800 m, dos de 1000, una de 1500 y tres en la milla.

Steve Cram, campeón de Europa de 1500 m en 1982 y 1986, bronce en 800 m en 1986, campeón del mundo de 1500 m en 1983, subcampeón olímpico de 1500 en 1984. Plusmarquista mundial de 1500, milla y 2000 m.

Jake Wightman, campeón del mundo de 1500 m en 2022, bronce europeo en 1500 en 2018 y subcampeón de 800 m en 2022.

Con estos datos, creo que Seb Coe está por encima del resto y no sabría decidirme entre Cram y Ovett por el segundo puesto.

Steve Cram, el tercer hombre (y III)

Sin duda la victoria en los 800 m Zúrich en 1:42.88 del británico Steve Cram (1960) sobre el brasileño campeón olímpico de la distancia Joaquim Cruz (1963) convenció al primero de que podía tomar parte con garantías en la doble vuelta de los grandes campeonatos. En 1986 los atletas británicos tenían dos grandes citas, los Juegos de la Commonwealth en Edimburgo a finales de julio y los campeonatos de Europa en Stuttgart un mes más tarde. Cram decidió preparar tanto los 800 como los 1500 m con intención de ganar los cuatro oros, lo que, a tenor de lo visto, en 1985 entraba dentro de lo posible.

Antes de los Juegos de la Commonwealth Cram volvió a dos de los escenarios de sus éxitos el año anterior. El Oslo el 5 de julio corría la milla en 3:48.31, su segunda mejor marca de siempre, y en Niza el 15 del mismo mes ensayaba la estrategia que pondría en práctica en los dos grandes campeonatos de ese año. Cram corría la primera vuelta en el medio del grupo y algo alejado de la liebre, que pasaba en 0.45 y toma de la cabeza en el 600, yéndose irresistible hacia la meta en unos magníficos 1:43.62.

El 31 de julio, en la final de los Juegos de la Commonwealth, Cram se encontró la carrera que buscaba. Inglaterra había clasificado a sus tres representantes, pero Seb Coe (1956) no salió en la final por problemas físicos. Otro inglés, Peter Elliott (1962) pasó los primeros 400 m en 51.03, con Cram cerrando el grupo, que seguía compacto. Con una sorprendente superioridad, Cram pasaba en la recta de enfrente de la última posición a la primera faltando 180 m. Entró en la meta destacado con la mejor marca mundial del año, 1:43.22, 1.58 menos que el escocés Tom McKean (1962), segundo. Unos días más tarde, Cram se imponía en un 1500 sin historia en 3:50.87.

El 28 de agosto, Cram estaba en la línea de salida de la final de los 800 m del Europeo, en la pista de Stuttgart, donde había llovido bastante. Su mayor rival parecía Coe, que esa temporada había corrido en unos buenos 1:44.10. El alemán Peter Braun (1962) dio paso al primer 400 en 51.98 con los dos británicos en las dos últimas plazas. En la contrarrecta, Cram fue ganando posiciones. Cuando intentó colocarse en cabeza a falta de 220 m, McKean se dio cuenta y se lo impidió haciéndose él mismo con la primera posición. Cram trató de superar a McKean, sin conseguirlo, durante toda la última curva, con Coe expectante en la tercera posición. La última recta fue un cerrado duelo entre los tres británicos, con victoria de Coe, 1:44.50, sobre McKean, 1:44.61, y Cram, 1:44.88, que perdió mucha energía tratando de adelantar en la curva. Para Coe era su primer triunfo en un 800 m de un gran campeonato. Había sido tercero en el Europeo de 1978 y segundo en 1982 y subcampeón olímpico en 1980 y 1984.

El 1500 se presentaba como una pugna entre los británicos Cram y Coe y los españoles José Manuel Abascal (1958), mejor marquista mundial del año con 3:31.13, y José Luis González (1957), plusmarquista español con 3:30.92. A la hora de la verdad los británicos se mostraron muy superiores. Abascal ni siquiera se clasificó para la final. La carrera definitiva resultó terriblemente lenta, con pases de 1:03.63 y 2:07.59. Tras un 1200 en 3:03.21, Cram se colocó primero, con González pisándole los talones y Coe tercero. Este superó a González a falta de 100 m, pero no pudo alcanzar a Cram, que renovaba su título europeo de la distancia, con 3:41.06, 0.52 menos que Coe. González perdía el bronce a falta de 50 m en beneficio del neerlandés Han Kulker (1959).

De los cuatro oros disputados en grandes campeonatos en 1986, Cram se había hecho con tres. Aún le quedaban tres buenas carreras. El 5 de septiembre en Bruselas intentó recuperar la plusmarca mundial de 1500 m, 3:29.46, que había superado el marroquí Said Aouita (1959) el año anterior. El propio Aouita estaba en la reunión, pero en la prueba de 2000 m. Cram estuvo en tiempo de plusmarca hasta los últimos 300 m. Realizó 3:30.15, mejor marca del año y la segunda mejor suya de siempre. El 9 de septiembre en Rieti, restaba unas centésimas a su mejor marca del año en 800 m, 1:43.19. Y el 12 de septiembre enLondres corría la milla en 3:49.49.

Tanto para Cram como para Coe, las medallas de Stuttgart fueron sus últimos metales en las grandes competiciones. A partir de 1987 el rendimiento de Cram descendió notablemente. Probablemente su frágil estructura muscular no pudo más. Comenzó esa temporada con una inesperada derrota en la Copa de Europa ante José Luis González, quien no le ganaba desde 1981. En una carrera muy lenta, con un último 400 en 50.2, el español venció con 3:45.49, 0.05 menos que el británico.

Según avanzaba la temporada, no obstante, las cosas no parecían ir mal para Cram. Realizó 3:50.08 en la milla en Oslo y 3:31.43 en 1500 m en Zúrich, batiendo claramente a González. Este tiempo era el segundo más rápido de la distancia de esa temporada, tras los 3:30.69 de Aouita. El marroquí, sin embargo. se había decidido por los 5000 m en el campeonato del mundo, con lo que el principal favorito parecía Cram. Coe se había perdido la temporada por problemas físicos. La final del 1500 del Mundial, a la que Cram había accedido sin problemas, comenzó con un ritmo lento, con un pase de 1:03.46 el primer 400. Se avivó ligeramente con una segunda vuelta en 2:03.90. A falta de 500 m, Cram tomaba la cabeza con un notable cambio de ritmo. Dio paso a los 1200 m en 2:57.74, un parcial de 53.84, con el somalí Addi Bile (1962), 3:31.71 ese año, y González inmediatamente detrás. El británico se vio superado por Bile y por el español en la mitad de la última curva y se quedó sin energía en la última recta. Entró octavo, andando, en 3:41.19, mientras Bile se proclamaba campeón del mundo con 3:36.80, 1.23 menos que González, segundo.

Cram había corrido en 1987 carreras muy rápidas de 1500 m, pero daba la sensación de que le costaba correr las tres rondas de los campeonatos tan seguidas. En 1988 unos mejores registros de 1:43.42 y de 3:30.95, mejor marca del año, además de 3:48.85 en la milla, también el tiempo más rápido de la temporada, lo convencieron para intentar el doblete en los Juegos Olímpicos de Seúl, donde uno de sus rivales sería Said Aouita, que volvía al mediofondo, tras haberse dedicado más a los 5000 m. El marroquí también disputaría los 800 m, prueba a la que apenas había prestado atención desde 1983. Pero ninguno de los dos había llegado en su mejor momento. Cram, afectado por una lesión en el muslo previa a los Juegos, se quedó en los cuartos de final de los 800 m, en una serie que ganó el marroquí. Este, tras conseguir brillantemente el bronce en la doble vuelta, no se presentó a su semifinal de 1500 m, después de haberse impuesto en su serie. En el kilómetro y medio, Cram, sin embargo, había dado una buena impresión tanto en su serie como en su semifinal. Ausentes Coe, Bile, González o el propio Aouita, aunque el británico no era su mejor versión, parecía superior a sus rivales, entre los que destacaba su compatriota Peter Elliott, cuarto en la final de 800, y su viejo conocido, el plusmarquista estadounidense de la milla Steve Scott. En la final, el primer 400 se pasó en 59,65, con todos los atletas agrupados. A falta de 800 m el keniano Peter Rono (1967) se colocaba en cabeza. Aunque el ritmo no varió en los 800 m, 2:00,31, Rono fue progresivamente aligerando el paso. A falta de una vuelta el cronómetro marcaba 2:43,03. Rono seguía en cabeza pero apenas nadie se despegaba. El 1200 se pasó en 2:56,69, con el grupo algo más estirado, pero pisando los talones al keniano. Parecía que su aventura tocaba a su fin cuando a falta de 250 m, Elliot, el alemán Jens-Peter Herold (1965) y Cram se le acercaron peligrosamente. En la última recta la impresión era que Rono se difuminaría, pero aún tuvo fuerzas para cambiar de ritmo y hacerse con un sorprendente oro en 3:35.96, delante de Elliot, 3:36.15, Herold, 3:36.21 y de Cram, 3:36.24, que se quedaba fuera del podio. 

Cram siguió compitiendo hasta 1994. En 1990 fue quinto en el 1500 del Europeo al aire libre. En 1991 y 1993 disputó las semifinales del Mundial al aire libre. Tras su retirada participó algunos maratones. Su mejor marca fue de 2h35:43 en 1999 en Londres. Licenciado en Educación Físicas, Cram ejerce como entrenador de corredores de fondo. Ha trabajado como comentarista de atletismo primero en Eurosport y en la actualidad en los deportes de la BBC. Atleta elegante y de una enorme calidad, sus problemas musculares le impidieron alcanzar incluso mayores cotas en el atletismo. Pese a ello, logró cuatro plusmarcas mundiales, dos oros y un bronce europeos, un oro mundial y una plata olímpica. Su retirada marcó el inicio de una larga travesía en el desierto del mediofondo británico, hasta la irrupción de Jake Wightman (1994), campeón del mundo en 2022, Josh Kerr (1997), bronce olímpico en 2021, o Jake Heyward (1999), plata europea en 2022.

Steve Cram, el tercer hombre (II)

Tras la temporada realizada en 1983 por el británico Steve Cram (1960), la prensa de su país había encontrado al nuevo rey del mediofondo. Aunque Steve Ovett (1956) había vuelto a la competición y había mejorado la plusmarca mundial de 1500 m, en sus duelos directos con Cram había resultado derrotado en dos ocasiones. En cuanto a Sebastian Coe (1956) a esas altura muchos dudaban que volviese a ser competitivo. Coe reanudó los entrenamientos en diciembre de 1983. Progresivamente fue entrando en la pista, pero no fue capaz de imponerse en el 1500 de la Athletic Amateur Association (AAA), derrotado por el joven Peter Elliott (1962), por 0.13. Cram, que había ganado el 800 de la misma competición, y Ovett estaban clasificados para los Juegos Olímpicos de 1984, que tendrían lugar en Los Ángeles, por su condición de campeón del mundo y plusmarquista mundial, respectivamente. Gran parte de la prensa británica criticó amargamente la inclusión de Coe en la terna.

Pese a que no tuvo que disputar su presencia en los Juegos, las cosas tampoco estaban resultando fáciles para Cram. Se había lesionado en invierno. Parecía recuperado con su triunfo en el 800 de la AAA, pero unos días más tarde volvió a tener problemas físicos. Llegó a los Juegos, con menos entrenamiento del que habría querido y con una incógnita sobre su estado de forma. Quien parecía en mejor forma de los tres era Ovett, que había ganado la milla urbana de París y los 1500 de Oslo, Estocolmo y Lausana. Como Coe, competiría en los 800 y en los 1500 m en los Juegos.

Los 800 m olímpicos mostraron una actuación muy dispar de los dos grandes rivales. Mientras Coe se mostraba muy recuperado y solo cedía ante el poderoso brasileño Joaquim Cruz (1963), 1:43.00 frente a 1:43.64, Ovett era último y acababa en el hospital por problemas respiratorios. El resultado del primero en la doble vuelta le hizo ganar enteros como candidato al oro de los 1500 m, aunque había la duda de si sería capaz de disputar nueve carreras. El mejor marquista del año, el marroquí Said Aouita (1959), 3:31.54, había optado por los 5000 m, donde también era el más rápido de la temporada 13:04.78. En las series de 1500, Ovett parecía recuperado, al ganar su serie, mientras Coe era segundo en la suya y Cram ganaba la última. El mejor tiempo, 3:37.68, correspondió al plusmarquista español José Manuel Abascal (1958), que también había acudido con dudas a Los Ángeles. Las semifinales resultaron muy disputadas. Abascal, ganó la primera con 3:35.70, 0.01 menos que Coe y 0.11 menos que el subcampeón del mundo, el estadounidense Steve Scott (1956). En la segunda se impuso Cram con 3:36.30, por delante del estadounidense Jim Spivey (1961), del español Andrés Vera (1960) y de Ovett, que entró a 0.15.

Tras las dos rondas previas, los tres británicos parecían en buena forma. Incluso Ovett daba la impresión de estar recuperado. Eran los favoritos al podio, aunque no se podía descartar ni a Scott ni a Abascal. En la final, el sudanés Omar Khalifa (1956) dio paso al primer 400 en 58.85. Sorprendentemente, con 500 m de carrera, Scott, un gran finalizador, decidió colocarse en cabeza y cruzó los 800 m en 1:56.81. Abascal, sabiéndose limitado en los últimos metros, decidió aligerar el ritmo a falta de 600 m para la meta, llevándose consigo a los tres británicos. El español marcaba 2:53.21 en los 1200 m, momento en que Ovett, muy mermado después de todo, abandonaba. A punto de comenzar la última curva, Cram hizo amago de pasar a Abascal, pero Coe se dio cuenta y se lo impidió, pasando él mismo a la cabeza, seguido por el propio Cram, quien intentó acelerar en la última recta. No pudo. Coe, mostrándose completamente recuperado, se marchó irresistible hace la meta, ganando con 3:32.52, nueva plusmarca olímpica. Cram entraba segundo con 3:33.40 y Abascal, resistiendo la embestida final del keniano Joseph Chesire (1961), se hacía con el bronce, 3:34.30.

Coe mostró cuán equivocados estaban los que daban por finalizada su carrera atlética, que no fueron pocos, pero Cram no estaba como en 1983. Finalmente los problemas físicos de principio de temporada no le permitieron reproducir la forma del año anterior. Tras los Juegos hizo una mejor marca de la temporada de 3:33.13 y mejoró ligeramente su plusmarca personal en la milla con 3:49.65.

En 1985 no había campeonatos importantes. Las primeras ediciones de los Mundiales al aire libre tenían lugar cada cuatro años. Cuando esto sucedía los atletas de elite optaban por descansar o por tratar de superar las plusmarcas mundiales de sus distancias. Cram optó por esto último. No dejaron de acompañarlo los problemas físicos al inicio de la temporada, pero, a diferencia del año anterior, no alteraron su preparación. El 27 de junio sorprendía con un registro de 3:31.34 en los 1500 m, poco más de medio segundo por encima de los 3:30.77, que Ovett tenía como plusmarca mundial. Este tiempo no tuvo mucho más recorrido.

El 16 de julio en Niza tenía lugar un duelo que resultaría histórico. Por primera y única vez los dos grandes mediofondistas del momento se enfrentaban directamente, estando ambos en plena forma. Steve Cram y Said Aouita se habían visto las caras en dos ocasiones anteriormente. En el Mundial de 1983 se impuso el británico, pero Aouita todavía no era en que llegaría a ser. En 1984, en una milla en Londres, Aouita fue el primero y Cram último, tras haberse caído. En Niza, ambos mostraron que, en uno de los mejores momentos de ambos, su nivel era similar.

Desde el pistoletazo de salida, Cram corrió muy claramente por la plusmarca mundial, colocándose inmediatamente detrás de las liebres. Aouita, muy nervioso, no acababa de encontrar su sitio y se pasó gran parte de la carrera por la calle 2. El senegalés Babacar Niang (1958) pasó la primera vuelta demasiado rápido, en 54,1, 1,4 segundos por delante de Cram. Niang llegó hasta el 800 en 1:53,7, momento en que la segunda liebre, Omar Khalifa, se hizo con la cabeza, con Cram, 1:53,9 y Aouita, más atrás, muy mal colocado por la calle 2. A falta de 400 metros, Cram, que se veía muy suelto, inició la maniobra de adelantamiento a Khalifa, el español, José Luis González (1957) se fue detrás de él, lo mismo que Aouita. El británico pasó ya en solitario el 1200 en 2:49,7, 8 metros por delante de González, en ese momento sobrepasado por Aouita. La ventaja de Cram parecía insalvable. Al entrar en la última recta estaba unos 6 metros por delante del marroquí, pero este, en un memorable acelerón final, acabó quedándose a tan solo 0,04 del británico, quien en ningún momento descompuso su elegante figura. Cram lo había conseguido. Se había convertido con 3:29,67 en el primer atleta en correr un 1500 por debajo de 3:30,00.

La siguiente parada de Cram fue la milla de ensueño de Oslo el 27 de julio. El objetivo era la plusmarca mundial de Seb Coe, 3:47.33. Aouita había optado por los 5000 m, en los que se hizo con 13:00.40, por 0.01 con la plusmarca mundial. Los pases cada cuarto de milla de la carrera fueron muy irregulares, con Cram algo alejado de la cabeza, 56.01 (57.1 Cram), 1:53.82 (1:54.9) y 2:53.14 (2:53.3). A esas alturas de carrera, superar el tiempo de Coe parecía muy complicado, pero un último cuarto de milla en 53.0 permitió a Cram terminar en 3:46.32. Coe, que con 3:49.22 fue testigo de la pérdida de su primado universal, cedió en los últimos 150 m la segunda posición a González, quien terminó en 3:47.79.

Ocho días más tarde, el 4 de agosto en Budapest, con pases de 58.06, 1:55.73, 2:25.02, 2:54.58 y 3:53.95, Cram restaba 0.01 a la plusmarca mundial de 2000 m del neozelandés John Walker (1952), con 4:51.39.

Era la tercera plusmarca mundial de Cram en menos de 3 semanas. Aún intentaría una cuarta. El 9 de agosto, el Gateshead, el viento, probablemente le impidió superar los 2:12.18 de Coe en los 1000 m. Se quedó en 2:12.88, con pases de 51.8, 1:14.84 y 1:44.94.

Aún le quedaba una gran victoria en ese mágico 1985. El 21 de agosto, en la reunión de Zúrich derrotaba al Joaquim Cruz, con una excelente marca personal de 1:42.88.

Esta victoria en 800 m probablemente convencieron a Cram, que no se consideraba a sí mismo un buen corredor en esta distancia, para hacer compatibles ambas distancias en las grandes competiciones a partir de 1986.

Steve Cram, el tercer hombre (I)

Tras tres temporadas disputándose el título de mejor mediofondista del mundo, incluso de la Historia, en 1982 los cuerpos de Steve Ovett (1955) y Sebastian Coe (1956) dijeron basta. Ambos se evitaban en las reuniones atlética y mantenían una dura pugna con el cronómetro como intermediario. Las presiones de los aficionados, la prensa y los patrocinadores habían, no obstante, obrado el milagro y para 1982 se habían programado tres enfrentamientos directos entre ambos. Nunca tuvieron lugar. Los problemas físicos de ambos los impidieron. Su vacío, sin embargo, resultó muy bien cubierto por su compatriota Steve Cram (1960), a quien la prensa ese año denominó El tercer hombre, involuntario homenaje a Graham Greene (1904-1991) y su novela. En poco tiempo, el tercer hombre acabaría poniéndose a la altura de los otros dos, con tres oros en los Juegos de la Commonwealth, dos oros europeos, un oro mundial, una plata olímpica y tres plusmarcas mundiales.

Stephen Cram nació el 14 de octubre de 1960 en Jarrow, una ciudad de 40 000 habitantes situada en el norte de Inglaterra, en la orilla sur del río Tyne, al lado de Gateshead al oeste y separada por el río de Newcastle. Comenzó a practicar atletismo a los once años, bajo la dirección de Jimmy Hedley, que sería su entrenador de siempre. En 1976, a la edad de quince años, corría los 800 m en 1:59.7, los 1500 en 4:07.2 y los 3000 m en 8:52.8. Su primer gran salto de calidad tuvo lugar al año siguiente, cuando registró 3:47.7 en los 1500 m, además de 8:17.3 en los 3000 m. En 1978 consiguió por primera vez correr una milla en menos de 4 minutos, 3:57.42. También tuvo un gran progreso cronométrico en 1500 m, 3:40.09, y en 3000 m, 8:05.83. Su tiempo de la milla le valió su selección para los Juegos de la Commonwealth, donde no pudo pasar de la primera ronda. Esa temporada de 1978, Cram se encontró al que sería su gran rival esos primeros años, el escocés Graham Williamson (1960), que consiguió acreditar ese año 3:37.68 en 1500 m y 3:55.82 en la milla. Se trataba sin duda alguna de dos excepcionales atletas sub20, a los que el tiempo trataría de diferente manera.

El duelo con Williamson continuó en 1979. Ese año el escocés mejoró hasta 3:53.17 en la milla, 3:36.6, paso por los 1500 m, en ambos casos plusmarcas europeas sub20. Consiguió derrotar a Cram en el campeonato británico junior (sub20) en los 1500 m. El de Jarrow había ganado previamente la prueba de los 3000 m, por lo que decidió competir en esta distancia en el Europeo de la categoría. Cram se impuso con 8:05.18, haciendo en 3:55 la segunda mitad de la prueba. Es temporada mejoró en la milla hasta 3:57.03. Apenas compitió en 1500 m.

Williamson había sido superior a Cram en 1978 y 1979. En 1980 tendrían lugar los Juegos de Moscú. De las tres plazas para el 1500 del equipo británico, dos eran para Ovett y Coe. La que quedaba se la disputarían los dos jóvenes nacidos en 1960. El campeonato británico de 1500 m era la carrera elegida para tomar la decisión. Sin embargo no resolvió nada. Williamson fue segundo, con 3:42.42, a 0.96 del ganador David Moorcroft (1952). Cram llegó el último, tras una caída a falta de 350 m cuando iba cuarto. Poco después, en Londres, Cram hacía marca personal de 3:35.52, a 0.29 del vencedor Steve Ovett. Acabó ganando la plaza de Moscú el 1 de julio en la milla de Oslo, en la que Ovett hizo 3:48.8, plusmarca mundial. Cram fue segundo con 3:53.8 y Williamson tercero con 3:56.4. En los Juegos Olímpicos, Cram consiguió entrar en la final, donde fue octavo, mientras Coe se redimía de su derrota en los 800 m y Ovett, algo desmotivado, era tercero. En las reuniones posolímpicas, Cram mejoraba hasta 3:34.74. Un notable bagaje para un atleta que no había cumplido los veinte.

En 1981, Cram consiguió por primera ver bajar de 3:50.00 en la milla. Fue en Zúrich, el 19 de agosto. Sus 3:49.95 y su tercer puesto pasaron completamente desapercibidos, pues Seb Coe había ganado con nueva plusmarca mundial de 3:48.53. El mundo atlético entonces solo tenía ojos para Ovett y para Coe, pero las cosas cambiarían en tan solo un año. La temporada de 1982 fue nefasta para ambos, plagada de problemas físicos. Era la gran oportunidad para Cram y no la desaprovechó. El 17 de julio se sorprendía a sí mismo al correr los 800 m en 1:44.45, mejor marca mundial del año. Nunca se había considerado un corredor de 800. Sin embargo se equivocaba. El 18 de agosto hacía mejor marca europea del año, esta vez en 1500 m, 3:33.66. Con esas credenciales se presentó como el favorito para el 1500 del Europeo al aire libre, donde también se había inscrito Coe, que finalmente no competiría. La final resultó muy accidentada, con la caída de Williamson a falta de 600 m. Cram, que no se había visto afectado, dio un fuerte cambio de ritmo. Llegó a tener una ventaja de 20 m, que fue perdiendo. En la última recta parecía que el español José Manuel Abascal (1958), frenado por la caída, podría darle alcance, pero el británico supo mantener la posición, mientras Abascal se quedaba sin fuerzas y perdía la plata a manos del entonces soviético Nikolai Kirov (1957).

Menos de un mes después, Cram repetía oro en el 1500 de los Juegos de la Commonwealth, por delante del neozelandés John Walker (1952), el keniano Mike Boit (1949) y Williamson.

En ausencia de Ovett y Coe, Cram había pasado de ser el tercer hombre al primero con sus oros en el Europeo y en los Juegos de la Commonwealth. En 1983 esperaba encontrarse con sus compatriotas en la final del 1500 del primer campeonato del Mundo al aire libre, que tendría lugar en Helsinki. Ovett llegó al Mundial aparentemente recuperado, con una mejor marca de 3:33.81. Coe, sin embargo, tras una serie de derrotas inesperadas, dio por finalizada la temporada. El problema que le había trastocado la temporada anterior se había identificado como una enfermedad vírica llamada mononucleosis infecciosa En 1983 había reaparecido. Ello hacía muy improbable el diagnóstico inicial. Finalmente se confirmó que tenía una enfermedad parasitaria llamada toxoplasmosis, de pronóstico más incierto. Parecía que su carrera atlética tocaba a su fin. Entretanto Cram había tenido muchos problemas físicos que le hicieron perder importantes sesiones de entrenamiento y hacían peligrar su participación en Helsinki. Consiguió, no obstante, recuperarse a tiempo. Unos registros de 3:35.68 y 1:45.03 le dieron suficiente confianza para el asalto del oro. No lo tendría fácil. La mejor marca del año correspondía al marroquí, entonces poco conocido en el ámbito internacional, Said Aouita (1959), que el 8 de junio había registrado 3:32.54. La final del Mundial resultó desesperadamente lenta, con pases de 1:05.02 y 2:07.76. A falta de 500 m Aouita dio un cambio seco, llevándose con él a Cram, al plusmarquista estadounidense de la milla Steve Scott (1956) y a Abascal, mientras Ovett se quedaba algo rezagado. El marroquí dio paso al 1200 en 3:02.83. Cram se hizo con la cabeza a falta de 200 m, mientras Aouita entraba en la última recta tratando de no perder la segunda posición, que finalmente hubo de ceder a Scott. Ovett consiguió adelantar a Abascal en la última recta pero no pudo alcanzar el podio. Cram, tras su oro europeo, se proclamaba campeón mundial, 3:41.58, por delante de Scott y Aouita, con Ovett cuarto.

En las reuniones tras el Mundial, Cram se mostró muy fuerte, con 3:31.66 en 1500, a 0.3 de la plusmarca mundial y 1:43.61 en 800 m, nuevamente mejor marca mundial del año. Terminó la temporada derrotando a Ovett, que unos días antes había vuelto a superar la plusmarca mundial de 1500 m, 3:30.77, en una milla en Londres, 3:52.56 por 3:52.71.

Ese año de 1983, Cram fue capaz de vencer en todas las carreras en pista que disputó, menos un 800 en el mes de julio en Londres. Con Ovett en forma, también había sido el mejor. Quedaba saber qué sucedería estando también Coe en condiciones, si bien el futuro atlético de este no estaba nada claro. Habría que esperar a los Juegos Olímpicos de 1984 para obtener la respuesta.