Harrison Dillard, el vallista campeón olímpico de 100 metros

Acaba de fallecer, a la avanzada edad de 96 años, Harrison Dillard, el único atleta capaz de hacerse con los oros olímpicos en 100 m y en 110 m vallas. Era el campeón olímpico estadounidense de más edad. Comenzó a hacer atletismo inspirado por el ejemplo de Jesse Owens, que vivía en su misma ciudad. Y como él, ganó cuatro medallas olímpicas de oro, si bien en dos ediciones de los Juegos.

William Harrison Bones Dillard nació en Cleveland (Ohio) el 8 de julio de 1923. En 1936 presenció con unos amigos un desfile en homenaje a Jesse Owens, que había vuelto de Berlín donde había ganado sus famosos 4 oros olímpicos. Un intercambio de palabras entre el joven Harrison y el mítico atleta llevaron a primero a la práctica del atletismo. Comenzó con este deporte en la escuela y continuó en el Baldwin-Wallace College. Desde su inicio, se dedicó a las vallas y, en menor medida, a la velocidad. La Segunda Guerra Mundial interrumpió su actividad atlética, cuando lo llamaron a filas y hubo de desplazarse a Europa. Tras la contienda retomó su deporte. Entre 1946 y 1948 se impuso en 82 competiciones de forma consecutiva. A principios de 1948 superó la plusmarca mundial de las 120 yardas con vallas (109,68 m) con 13,6. El tope mundial en la distancia métrica pertenecía a su compatriota Fred Wolcott (1915-1972) con 13,7. En 100 m, Dillard acreditaba 10,3 del año anterior, 0,1 más que la plusmarca mundial.

La idea de Dillard para 1948 era disputar el oro olímpico de las vallas altas en Londres, pero una mala primera valla en las pruebas de selección olímpica le impidió terminar la prueba. Consiguió clasificarse, no obstante, en los 100 m, al ser tercero, con 10,4 (10,50), por detrás de Barney Ewell (1918-1996), 10,2 (10,33), y Mel Patton (1924-2014), 10,3 (10,45). Estos dos velocistas, junto con el panameño Lloyd La Beach (1922-1999), acreditado en 10,2, eran los favoritos para el oro olímpico. Nadie contaba con el vallista. Dillard, sin embargo, corriendo por la calle 8, tomó la cabeza tras una fulgurante salida. Ewell se le acercó tanto, que pensó que había ganado y comenzó a celebrarlo, pero La Beach, que había sido tercero, lo corrigió. No has ganado. Lo ha hecho Huesos. La photo finish mostró que Huesos había corrido en 10,33 (10,3) y Ewell en 10,44 (10,4). Entonces el tiempo oficial era manual o redondeado en décimas de segundo. El equipo estadounidense, con Dillard, en la tercera posta se hizo con la victoria en el relevo 4 x 100 m.

Tras los Juegos, en 1949, Dillard terminó el college y comenzó a trabajar como relaciones públicas del equipo de béisbol de los Cleveland Indians. No compitió en 1950 y 1951, pero en 1952 retomó las vallas, con la intención de ganar el oro olímpico en 1952. Ese año Dillard, que había corrido en 13,7, se encontró con un gran rival, su compatriota Jack Davis (1930 – 2012), con una mejor marca personal de 13,7. Resultó derrotado por Dillard en las pruebas de selección olímpica, 14,0 por 14,1. En la final olímpica de Helsinki el resultado de los dos primeros fue el mismo. A ambos se les atribuyó oficialmente un tiempo de 13,7, si bien los tiempos electrónicos fueron 13,91 y 14,00. Dillard, haciendo la segunda posta, repitió oro en el relevo 4 x 100 m, haciéndose con su cuarta medalla olímpica de oro.

Aún intentó Dillard, con 33 años, acudir a sus terceros Juegos Olímpicos, pero no superó la criba de las pruebas de selección, donde se impuso Jack Davis y segundo fue el campeón olímpico de las dos siguientes ediciones Lee Calhoun (1933-1989). Tras su retirada vendió seguros, tuvo un programa de radio, escribió para la prensa y, tras haber dejado los Indians, trabajó en la red de escuelas públicas de Cleveland 27 años. Murió el 15 de noviembre de 2019.