Alain Mimoun, y finalmente pudo ganar el oro olímpico

El 8 julio de 2013 el Presidente de la República Francesa, François Hollande (1954) presidía en la explanada de los Inválidos, en París, un impresionante homenaje al atleta Alain Mimoun, fallecido 11 días antes a los 92 años de edad. Hollande habló de un soldado valiente, un excepcional deportista y un ferviente patriota, que había elegido ser francés. Los logros del Mimoun y su generosa actitud dentro y fuera de la competición le habían granjeado un enorme respeto y admiración en su país de adopción. Considerado el mejor atleta francés del siglo XX, otro grande, Michel Jazy (1936), con quien había compartido habitación en los Juegos Olímpicos de 1956, afirmó que había sido su fuente de inspiración.

Alain Mimoun nació como Ali Mimoun Ould Kacha el 1 de enero de 1921 en la localidad argelina de Telagh, en el seno de una modesta familia bereber. Pese a su condición de buen estudiante, las circunstancias lo obligaron a trabajar desde muy joven. En esa época comenzó a jugar al fútbol. En 1939, poco antes del inicio de la Segunda Guerra Mundial, se alistó en el ejército. Al estallar la guerra se le destinó a la frontera franco-belga. Tras la derrota francesa en 1940, pasó a la Francia de Vichy, donde comenzó de casualidad a practicar atletismo. En 1943, tomó parte en la campaña del Túnez con los Aliados y posteriormente en Italia. A principios de 1944 resultó herido en la batalla de Montecassino. Pudo salvarse de la amputación de la pierna izquierda y se reincorporó a las operaciones de combate. Terminó la guerra formando parte del ejército que invadió Alemania.

Tras pasar un año en Alemania, Mimoun volvió a Argelia, pero enseguida se trasladó a París, donde continuó con el atletismo en el Racing Club de París, mientras trabajaba como camarero. Comenzó a destacar en el ámbito nacional con sus victorias en 5000 y 10 000 m en el campeonato de Francia de 1947. En 1948 consiguió clasificarse para los Juegos Olímpicos de Londres en 5000 y 10 000 m. En la final directa de los 10 000 m, Mimoun sorprendió con una inesperada medalla de plata, con 30:47.4, su mejor marca entonces. El campeón fue el checo, entonces checoslovaco, Emil Zátopek (1922-2000), con 29:59.6. En 5000 m, Mimoun no entraría en la final, pero había ganado una medalla y un amigo checo. En 1949, el francés se hizo con el primero de sus cuatro oros en el Cross de las Naciones, superando a su compatriota nacido en Huelva Raphaël Pujazon (1918-2000). Mimoun volvería a ganar en 1952, 1954 y 1956. Ese 1948, con 29:53.0 se convertía en el primer francés en correr los 10 000 m en menos de media hora. En 1950, en el campeonato de Europa, Mimoun consiguió sendas medallas de plata en los 5000 y los 10 000 m. En ambas distancias Zátopek se había mostrado muy superior, con 23 segundos y 1:09 de ventaja respectivamente. En 1951 Mimoun ganó los 5000 y 10 000 m en los primeros Juegos del Mediterráneo. Repetiría en 1955.

En 1952, con 31 años, Mimoun volvía a los Juegos Olímpicos, que se celebraban en Helsinki. Con mejores marcas de 14:26.0 y 29:38.2, esta última de ese mismo año, parecía inferior a Zátopek, acreditado en 14:03.0 y 29:02.6. En la final directa de 10 000 m del 20 de julio, el checo se impuso fácilmente, con 29:17.0, mientras el francés era segundo con su mejor marca personal, 29:32.8. Dos días depués, Mimoun se imponía en la primera semifinal de 5000 m, con plusmarca nacional francesa de 14:19.0, mientras Zátopek se clasificaba cómodamente con 14:26.0, tercero en la tercera semifinal. La final del día 24 fue la carrera en pista de alta competición en la que Mimoun estuvo más cerca de su gran rival. El británico Chris Chataway (1931-2014) dio paso a la primera vuelta en 1:05. Enseguida resultó relevado por el alemán Herbert Schade (1922-1994). Con diversos cambios en la cabeza de la carrera, a falta de 400 m había cinco atletas con opciones al oro, Chataway, Schade, Mimoun, Zátopek y otro británico, Gordon Pirie (1931-1991), con el checo en cabeza. En la contrarrecta, Chataway se colocó primero, llevándose con él a Mimoun y a Schade. Zátopek se pasó a la calle 3 en la última curva, en cuya mitad alcanzó de nuevo el liderato. Al entrar en la última recta, Chataway se cayó al suelo. Aun así, fue quinto. Zátopek se hizo con su segundo oro con 14:06.6, 0.8 menos que Mimoun, plata, y 2.0 menos que Schade, bronce. Con 14:07.4, el francés volvía a realizar su mejor marca personal, lo que muestra su gran capacidad competitiva. En Helsinki corrió tres carreras y en todas realizó su mejor prestación cronométrica. Sin embargo, había sido plata en una gran competición por cuarta y quinta vez, y siempre detrás del mismo rival. En los siguientes Juegos Olímpicos, que se celebrarían a finales de 1956 en Melbourne, tendría casi 36 años.

En el período interolímpico, Mimoun, como se ha señalado, se hizo con dos victorias, 1954 y 1956, en el Cross de las Naciones, y con el doblete de fondo en pista en los segundos Juegos del Mediterráneo, en 1955. Se perdió por lesión los campeonatos de Europa de 1954, donde nació una nueva estrella de las carreras de fondo, el ucraniano, entonces soviético, Vladimir Kuts (1927-1975), oro en 5000 m con plusmarca mundial de 13:56.6. En el año olímpico de 1956, Mimoun había mejorado en 10 000 m hasta 29:13.4. Cuatro días más tarde Kuts llevaba el tope universal a 28:30.4, mejorando al húngaro Sándor Iharos (1930-1996) en 12.4. En la final olímpica, Mimoun ocupó una discreta 12ª posición, con 30:18.0, muy lejos de Kuts, gran vencedor con 28:45.6. Sin embargo, el verdadero objetivo de Mimoun era la carrera del maratón, que no había corrido nunca. El 1 de diciembre de 1956, a un mes de cumplir los 36, Mimoun tenía la última oportunidad de ganar el oro olímpico. El francés se separó del grupo cuando iban 25 Km de carrera. Pese a un pequeño bache entre el kilómetro 30 y el 35, consiguió mantener la primera posición y entrar en solitario en el estadio olímpico, con un tiempo de 2h25:00. El croata, entonces yugoslavo, Franjo Mihalić (1920-2015), fue segundo con 2h26:32 y el finlandés Veikko Karvonen (1926-2007) ocupó la tercera posición con 2h27:47. Finlandia, dominadora absoluta de las pruebas de fondo en el primer tercio del siglo XX, ganaba su primera medalla olímpica desde 1936. Lastrado por una reciente operación, Zátopek entraba en la sexta posición. Mimoun esperó la llegada del checo y lo abrazó calurosamente. Tras la muerte de Zátopek, el francés declararía que no había perdido a un rival. Había perdido a un hermano. Tras tres medallas de plata en dos Juegos, Mimoun era, por fin, campeón olímpico. El día anterior había recibido otra feliz noticia. Había sido padre de una niña, a la que pusieron de nombre Olimpia.

Mimoun volvió a Francia convertido en un héroe. En Orly había 15 000 personas esperando para saludarlo. El Presidente de la República, el General Charles de Gaulle (1890-1970) lo recibió en el Elíseo y le aseguró que ambos tenían algo en común, que eran duraderos. La carrera atlética de Mimoun continuó hasta los años 70, pues siguió compitiendo en la categoría de veteranos. Tras su victoria en Melbourne, ya no volvió a la élite internacional. En 1958 fue séptimo en los 10 000 m del campeonato de Europa, con 29:30,6, 0.8 menos que el español Antonio Amorós (1927-2004), octavo, primer finalista español en un Europeo y primer español en correr la distancia por debajo de media hora. En 1959 Mimoun realizó su mejor marca de siempre en el maratón, 2h23:03. En 1960 fue 34º en el maratón olímpico de Roma. Aún en 1966 fue campeón de Francia de maratón y en 1972, con 51 años, corrió en 2h34:36.2.

Mimoun recibió en cuatro ocasiones la Legión de Honor de Francia, por sus servicios en tiempos de guerra y por su extraordinaria carrera atlética. En 1955 se había convertido al catolicismo. En 1963, tras la independencia de Argelia, continuó conservando su nacionalidad francesa. Su muerte el 28 de junio de 2013 fue motivo de luto nacional. Mimoun fue un deportista brillante y generoso, cuya perseverancia lo acabó llevando a lo más alto del podio olímpico. Todo un símbolo del atletismo universal.

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Emil Zátopek, la locomotora humana (I)

Uno de las imágenes icónicas del atletismo de todos los tiempos es la del fondista Emil Zátopek, con su gesto agónico a punto de cambiar de ritmo. El checo ha representado como pocos el enorme esfuerzo que supone el deporte de alta competición y, casi sesenta años después de su triple oro olímpico, en 5000, 10 000 m y maratón, continúa siendo uno de las referencias de todos los tiempos en las carreras de fondo. Su carácter afable lo hizo extraordinariamente popular entre los atletas y los aficionados. En sus años de madurez muchos atletas acudían a su casa a visitarlo y a pedirle consejo. No le resultaba complicado al checo, que hablaba siete idiomas. Es conocida la anécdota con el australiano Ron Clarke (1937-2015). En el verano de 1966, Clarke aprovechó la gira europea para visitar al atleta checo, que fue un estupendo anfitrión. Tras dos días de visita, Zatu acompañó a Clarke al aeropuerto. Antes de irse le dio un paquete y le dijo Cuida de esto. Te lo mereces. Ya en el avión, Clarke abrió lo que contenía la medalla de oro del 10 000 de los Juegos de Helsinki 1952, con el nombre del australiano inscrito.

Emil Zátopek nació en Kopřivnice, Moravia, entonces en Checoslovaquia, hoy en la República Checa, el 19 de septiembre de 1922. Era el séptimo de nueve hermanos, de una familia de campesinos. Con 15 años, sin dejar los estudios, comenzó a trabajar de aprendiz en una fábrica de zapatos cercana a su casa. Cuando tenía 19 años y estaba en el último año de aprendiz, el instructor de deportes de la fábrica lo seleccionó para disputar una carrera, pese a sus protestas. Sin haber entrenado nunca, ocupó la segunda posición, lo que hizo interesarse por el atletismo. En 1938, los acuerdos de Múnich entre Alemania, Francia y Gran Bretaña habían dado lugar a la partición de Checoslovaquia. Alemania ocupó en 1939 la parte checa y la convirtió en un estado satélite con el nombre de Protectorado de Bohemia y Moravia. La guerra, que había estallado en 1939, no hizo que Zátopek resultase movilizado, por lo que pudo dedicarse al atletismo durante la contienda. Había comenzado en 1941 y sus resultados en esos primeros años no invitaban a pensar en lo que sucedería después. Inicialmente se decantó por los 800 y los 1500 m, con alguna incursión en los 5000 m. En 1944 conseguía con 1:59.8 y 3:59.5 bajar por primera vez de 2 minutos en los 800 m y de 4 en los 1500. A finales de ese año, sin embargo, sorprendió con cuatro plusmarcas nacionales en distancias superiores 8:34.8 en 3000 m, 14:54.9 en 5000 m y 5:34.8 y 5:33.4 en 2000 m.

Su temporada de 1944 lo llevó a centrarse en las pruebas de mayor duración, especialmente los 5000 m. En 1945 mejoró a 14:50.8. Ese año entró en el ejército de su país, donde obtuvo grandes facilidades para entrenarse. Zátopek adaptó el entonces novedoso interval training, que el alemán Woldemar Gerschler (1904-1982) había aplicado con gran éxito a Rudolf Harbig (1913-1944) cuando este corrió los 800 m en unos superlativos 1:46.6. Para el checo la clave del éxito era velocidad y resistencia, que este tipo de entrenamiento mejoraba notablemente. El cambio se mostró muy positivo. En junio de 1946 Zátopek corría en 14:36.6 y en agosto ocupaba un buen quinto puesto en la final de los 5000 m del Europeo al aire libre de Oslo, con una nueva plusmarca nacional de 14:25.8. El ganador fue el antiguo plusmarquista de los 800 m y de la milla antes de la guerra, el británico Sydney Wooderson (1914-2006), que con 14:08.6 hacía la segunda mejor marca de siempre, detrás de los inabordables 13:58.2 del sueco Gunder Hägg (1918-2004). Unos días más tarde se imponía en el Encuentro Interaliado, en Berlín, con atletas de los países que habían ganado la guerra, con 14:31.0 en los 5000 m.

La temporada de 1947 sirvió a Zátopek para consolidarse como uno de los mejores fondistas del momento. Ese año sufrió tan solo tres derrotas, en sendos tres miles ante el neerlandés Wim Slijkhuis (1923-2003), subcampeón de Europa de 5000 m, y ante el belga Gaston Reiff (1921-1992), y en un 1500 por encima de 4 minutos en Praga. Ese año mejoró sus plusmarcas nacionales de 2000 m, 5:20.5, 3000 m, 8:08.8, y 5000 m, 14:08.2, segunda mejor marca mundial de siempre. Confirmó este último registro poco después, derrotando al campeón de Europa y plusmarquista mundial de 10 000 m, el último finlandés volador Viljo Heino (1914-1998), en 14:15.2, por 0.2. En París fue campeón mundial universitario de 1500, con 3:52.8, que acabaría siendo su mejor marca personal, y 5000 m.

Tras 12 años, en 1948, los Juegos Olímpicos volverían a celebrarse. La ciudad de Londres, muy castigada por la aviación durante la guerra, sería la sede. Zátopek se decidió por doblar en 5000 y 10 000 m, tras hacer en el segundo 10 000 de su carrera deportiva 29:37.0, a 1.6 de la plusmarca mundial de Heino. La prueba más larga de la pista sería la que más alegrías daría al checo, doble campeón olímpico y de Europa y cinco veces plusmarquista mundial. Antes de los Juegos también había corrido un 5000 muy rápido en 14:10.0. La final olímpica directa de 10 000 m tuvo lugar el 30 de julio. El principal favorito era Heino, mucho más experimentado en la distancia que Zátopek. Este se colocó en cabeza desde el inicio, con un ritmo constante de alrededor de 1:11 cada vuelta. A los 6 kilómetros Heino abandonó. El checo dobló a todos sus rivales, salvo a dos. Ganó con 29:59.6, 47.8 segundos menos que el argelino representante de Francia Alain Mimoun (1921-2013). Tres días después, Zátopek estaba en la línea de salida de la final de 5000 m, tras haber sido segundo en su semifinal con 14:31.2, probablemente con un esfuerzo innecesario. Bajo una torrencial lluvia londinense, se volvió a colocar en cabeza, hasta que a falta de 1200 m, Gaston Reiff tomó el mando, llevándose con él a Win Slijkhuis. Al entrar en el último 300, el checo estaba a 30 metros de Reiff y a unos 20 del neerlandés. Un brusco cambio de ritmo permitió a Zátopek alcanzar a Slijkhuis. En la última recta el belga tenía una ventaja de 20 metros, que se redujeron a 1.5 en la línea de meta. Reiff se proclamaba campeón olímpico con 14:17.6, 0.2 menos que Zátopek. El público no dejó de ovacionar el enorme esfuerzo del checo.

El teniente Zátopek volvió a Praga convertido en un héroe. Ese año se casó con su compatriota Dana Ignetova (1922-2020), que había sido séptima en la final de lanzamiento de jabalina. En 1949, Zátopek se dedicó a mejorar la plusmarca mundial de 10 000 m. Comenzó en Ostrava, el 11 de junio, donde restó 7 segundos al registro de Heino. 29:28.2 era el nuevo tope universal. El finlandés, sin embargo, respondió en septiembre con 29:27.2. Los superiores de Zátopek en el Ejército le hicieron saber que no era aceptable que se hubiese quedado sin la plusmarca mundial de 10 000 m. Les pidió tres semanas para entrenarse y el 22 de octubre, otra vez en Ostrava, se iba a 29:21.2. Continuó su racha cronométrica el 4 de agosto, ya de 1950, cuando en Turku se acercó notablemente a la barrera de los 29 minutos, con 29:02.6. Dos días antes había mejorado a 14:06.2 en 5000 m. Con estas credenciales se presentó en el Campeonato de Europa de Bruselas la última semana de agosto. No dio opción a su principal rival, otra vez Alain Mimoun. En la final directa de 10 000, Zátopek hacía unos excelentes 29:12.0, 1:09.0 menos que el francés, mientras en 5000 m mejoraba su plusmarca personal a 14:03.0, 23 segundos más rápido que Mimoun. Reiff fue tercero. El año anterior se había convertido con 7:58.8 en el primer atleta en bajar de 8 minutos en 3000 m.

Con 28 años, y tras unos inicios discretos en al atletismo, el checo se había convertido en el mejor fondista del momento, plusmarquista mundial de 10 000, prueba en la que era campeón de Europa y olímpico, y campeón de Europa de 5000 m Sin embargo, lo mejor aún estaba por llegar.

Fanny Blankers-Koen, la estrella que esperó doce años para brillar

En 1936 una jovencísima atleta neerlandesa tomaba parte en los Juegos Olímpicos de Berlín, donde vio a Jesse Owens (1913-1980) ganar 4 medallas de oro. El antílope de ébano se convirtió en la referencia de Francina Koen, a quien todos llamaban Fanny. Poco imaginaba esta adolescente que en los siguientes Juegos ella sería la estrella y que igualaría la hazaña de Owens, pero quizá aun imaginaba menos que los siguientes Juegos no tendrían lugar hasta 12 años después. En ese tiempo el mundo se sumiría en la mayor locura de la historia.

Francina Elsje Blankers-Koen había nacido en el pequeño pueblo de Lage Vuursche, en provincia de Utrecht, el 29 de abril de 1918. En su casa se respiraba deporte, pues su padre había sido lanzador de disco y de peso. Antes de comenzar a practicar atletismo específicamente probó con numerosos deportes, natación, gimnasia, tenis… Para todos ellos mostraba un enorme talento. Finalmente en 1935 se decidió por el atletismo. Parece que tuvo que ver en ello su entrenador de natación, quien, pese a que Fanny era una excelente nadadora, le vio más futuro en el atletismo. Un antiguo saltador de triple, llamado Jan Blankers (1904-1977), que en 1940 se convertiría en su marido, comenzó a entrenarla de forma regular. Empezó en los 800 m, distancia en la que registró 2:29.0, plusmarca nacional, pero enseguida se pasó a la velocidad y a los concursos. Con tan solo un año de entrenamiento acudió a los Juegos Olímpicos de Berlín donde ocupó el sexto y el quinto puesto en las finales de salto de altura y del relevo 4 x 100 m respectivamente. En 1938 se celebró el primer campeonato de Europa femenino al aire libre. Fue la única ocasión en que hubo diferentes sedes para el Europeo masculino, París, y femenino, Viena. Koen, que había superado ese año su primera plusmarca mundial, 11.0 en 100 yardas,  fue tercera en los 100 y en los 200 m, en ambos casos precedida por la polaca Stanisława Walasiewicz (1911-1980), de quien tras su muerte se descubrió que padecía un estado intersexual, y por la alemana Käthe Krauss (1910-1970). Koen esperaba brillar en los Juegos de 1940, pero el estallido de la Segunda Guerra Mundial impidió que se celebrasen la edición de ese año y la de 1944.

La guerra fue especialmente dura para los Países Bajos, que sufrieron la ocupación alemana desde 1940, tan solo dos semanas después del compromiso de boda de Fanny con su entrenador, hasta 1945. La ocupación terminó con una terrible hambruna, el último invierno antes de la liberación, debido al bloqueo de suministros decretado por el agonizante régimen nacionalsocialista. Pese a ello Blankers-Koen continuó entrenando, se casó y tuvo un hijo durante ese durísimo período. Superó 6 plusmarcas mundiales, de salto de altura, 1.71 m, salto de longitud, 6.25 m, 80 m vallas, 11.3, 100 yardas, 10.8,  4 x 110 yardas y 4 x 200 m.

En la primera competición tras la guerra, los campeonatos de Europa de 1946, celebrados en Oslo, la neerlandesa se volvió con 2 oros, en 80 m vallas y el relevo 4 x 100, pero con un sabor agridulce. Durante la final del salto de altura tuvo que hacer una pausa para disputar la semifinal de 100 m. No se clasificó pues sufrió una caída, que la afectó el resto de la competición de altura, donde fue cuarta. En cualquier caso hay que tener en cuenta que en febrero de ese mismo año había tenido una hija. En 1947 ganó los títulos nacionales en 6 disciplinas, 100, 200 , 80 m vallas, salto de longitud, salto de altura y lanzamiento de peso. Para los Juegos Olímpicos de Londres, en 1948, decidió tomar parte en 4 pruebas 100, 200 m, 80 m vallas y relevos 4 x 100. Un sector de la prensa la criticó por no estar en casa cuidando a sus hijos, otro decía que con 30 años era demasiado mayor para ganar un oro olímpico. Y no solo la prensa. También recibió muchas cartas personales criticando su decisión de ir a Londres.

En la castigada capital del Reino Unido, la primera prueba que disputó fueron los 100 m, cuya final tuvo lugar el 2 de agosto. Blankers-Koen se hizo con su primera victoria con 11.9, batiendo a la británica Dorothy Manley (1927) y a la australiana Shirley Strickland (1925-2004), que daría mucho que hablar en las dos siguientes ediciones de los Juegos. Al día siguiente comenzaron los 80 metros vallas. Tuvo que enfrentarse a la favorita local, la británica Maureen Gardner (1928-1974), a la que consiguió batir por centímetros en la final del 4 de agosto, ambas con 11.2. Shirley Strickland repitió bronce. El 6 de agosto, Blankers-Koen se hacía con su tercer oro en la final de los 200 m, con 24.4, la primera vez que se disputaba esta prueba en los Juegos en categoría femenina. La tercera, la estadounidense Audrey Patterson (1926-1996), se convirtió en la primera mujer de raza negra en ganar una medalla olímpica. El 8 de agosto Blankers-Koen recibía el testigo de forma defectuosa en la carrera de relevos 4 x 100 para la última posta en cuarta posición. Una grandísima remontada le permitió hacerse con su cuarta victoria e igualar a su admirado Jesse Owens. Había corrido 11 carreras en 8 días.

La neerlandesa se convirtió en la heroína de los Juegos y en una celebridad mundial. La prensa, tras haberla criticado duramente, se rindió a sus pies. Ahora resaltaban su edad y su condición de madre, mamá voladora, holandesa voladora… Su fama le permitió convertirse en embajadora del deporte femenino, entonces aún muy cuestionado. Su carrera atlética, no obstante, continuaba. En el Europeo de 1950 de Bruselas casi igualó su gesta olímpica con oros en 100, 200 m, 80 m vallas y plata en el relevo 4 x 100 m. En 1952 acudió a Helsinki, su tercera cita olímpica, en los 100 m y los 80 m vallas. Una infección cutánea la obligó a no presentarse en su semifinal de 100 m. En la final de vallas sufrió una caída que la dejó fuera de la carrera. Aún compitió hasta 1955, año en que ganó 58º título nacional, en lanzamiento de peso.

Además de las plusmarcas mundiales reseñadas anteriormente también consiguió igualar la de 100 yardas, 10.8 en 1948, otra vez 80 m vallas, 11.0, también en 1948, 11.5 en 100 m, plusmarca mundial igualada, el mismo año, 24.2 en 220 yardas en 1950 y 4691 puntos en pentatlón en 1951.

Tras su retirada trabajó con la federación de su país hasta 1968. En 1999 la entonces IAAF, hoy World Athletics, la nombró la mejor atleta femenina del siglo XX. Murió el 25 de enero de 2004. En sus últimos años padeció enfermedad de Alzheimer.

Fanny Blankers-Koen fue una amante del deporte a quien una terrible guerra y una no menos terrible hambruna no le impidieron perseguir su sueño olímpico. Fue una estrella que tuvo que esperar doce años para poder brillar con todo su esplendor.

1948, Londres recupera los Juegos Olímpicos

En junio de 1939, el Comité Olímpico Internacional (COI) otorgó a Londres la organización de los Juegos Olímpicos de 1944. La capital del Reino Unido se había impuesto a Roma por 20 votos a 11. Detroit y Lausana habían obtenido respectivamente 2 y 1 voto. El 1 de septiembre de ese mismo año, la invasión alemana de Polonia marcó el comienzo de la Segunda Guerra Mundial, la guerra más mortífera de la historia. A diferencia de los Juegos de la Antigüedad, no hubo tregua, y los modernos Juegos Olímpicos de 1940 y de 1944 no tuvieron lugar. Tras el final de la Guerra, en 1945, Londres no parecía la ciudad más adecuada para ser sede olímpica en 1948. Durísimamente castigada por la aviación alemana, la ciudad había perdido a 30 000 de sus habitantes, fallecidos, y decenas de miles de edificios se hallaban en ruinas. La contienda había costado al Reino Unido la cuarta parte de su riqueza. Aunque varias ciudades estadounidenses habían manifestado su deseo de organizar los Juegos, el COI se inclinaba por alguna ciudad europea. Las opciones más claras parecían Estocolmo o Lausana, de países que habían permanecido neutrales, o, incluso, París, que había salido bastante bien parada de la invasión alemana. Sin embargo, los buenos oficios de Lord Burghley (1905-1981), campeón olímpico de 400 metros vallas en 1928 y presidente de la Federación Británica de Atletismo (AAA), llevaron finalmente al COI a designar a Londres como sede olímpica para los Juegos de 1948. Era una forma de reinvidicarse tras la guerra y de subir la moral de la población. La ciudad se las arregló con lo que tenía. No se construyó ninguna instalación nueva.

El atletismo europeo, no obstante, ya se había reorganizado recuperando en 1946 los Campeonatos de Europa, cuya sede fue el mítico estadio Bislett de Oslo. Pese a los años de guerra la competición fue un éxito. Se superaron nada menos que 11 plusmarcas de los campeonatos. Los grandes vencedores fueron los suecos, con 22 medallas, 11 de oro, seguido de los soviéticos con 17 medalla, 6 de oro. Algunos de los triunfadores de Londres se dejaron ver el Oslo, como el checoslovaco Emil Zátopek (1922-2000), 5º en los 5000 m, o la neerlandesa Fanny Blankers-Koen (1918-2004), oro en 80 m vallas y en el relevo 4 x 100. Tal vez el gran protagonista de este Europeo fue el británico de 32 años Sydney Wooderson (1914-2006). Wooderson había sido campeón de Europa de 1500 m en la anterior edición de 1938. También en su momento había poseído las plusmarcas mundiales de 800 m, 800 yardas y la milla. Tras la guerra fue capaz de volver a ganar un oro continental, esta vez en 5000 m con 14:08.6, segunda mejor marca de siempre en ese momento. Los 10 000 m vieron la victoria del último de los finlandeses voladores, el plusmarquista mundial de la distancia Viljo Heino (1914-1998). Aunque España no participó, un atleta nacido en Huelva, el francés Raphaël Pujazón (1918-2000) se hizo con el oro en los obstáculos.

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Estadio Bislett en 1946. By Widerøes Flyveselskap / Vilhelm Skappel – Oslo byarkiv: image no. A-20027/Ua/0002/077 (Oslo byarkiv), via oslobilder.no., CC BY-SA 3.0 no, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=2193757

 

Estos buenos resultados en el Europeo presagiaban que, pese a la precaria situación del mundo, los Juegos podrían ser un éxito. Acudieron 4104 deportistas de 59 países para 19 deportes. No se invitó ni a Alemania, ni a Japón. La Unión Soviética declinó su participación. Las pruebas atléticas tuvieron lugar en el Estadio del Imperio, con capacidad para más de 100 000 espectadores, construido en 1922. Posteriormente se llamó Estadio Wembley, hasta su demolición en 2003. En la actualidad hay otro estadio con el mismo nombre. La competición comenzó el 30 de julio y terminó el 14 de agosto. Tomaron parte 745 atletas de 53 países. Estados Unidos encabezó el medallero, con 27 metales, 12 oros, seguidos de Suecia, con 13 medallas, 6 de oro. No hubo ninguna plusmarca mundial, pero se superaron 14 plusmarcas olímpicas.

 

Empire Stadium
Estadio del Imperio, posteriormente Wembley, en 1948 https://britainfromabove.org.uk/en/image/EAW018311

 

La gran triunfadora de los Juegos fue Fanny Blankers-Koen. Ya con 30 años, la neerlandesa ganó las 4 carreras que tuvieron lugar en la categoría femenina, 100 m, 200 m, 80 m v y el relevo 4 x 100 m, igualando la hazaña de Jesse Owens (1913-1980) de los Juegos de 1936. La pianista francesa Michelle Ostermeyerer (1922-2001) fue la única otra atleta, hombre o mujer, que repitió oro en una prueba individual, al hacerse con la victoria en los lanzamientos de peso y disco.

Uno de los grandes duelos de los Juegos fue el que llevaron a cabo el estadounidense Mal Whitfield (1924-2015) y el jamaicano Arthur Wint (1920-1992). Whitfield derrotó a Wint en un muy disputado 800, mientras el jamaicano le devolvió la pelota en los 400 m, donde el estadounidense fue bronce. Se esperaba que desempatarían en el relevo 4 x 400, pero una mala entrega de los jamaicanos provocó que se quedasen fuera. Tendrían que esperar 4 años para superar a los estadounidenses.

Otro gran duelo tuvo lugar en los 5000 m entre Emil Zátopek y el belga Gaston Reiff (1921-1992). Zátopek había ganado los 10 000 m sin oposición, con casi 50 segundos de ventaja sobre el francés Alain Mimoun (1921-2013). Se esperaba que repitiese en los 5000 m, pero un trepidante final del Reiff relegó al checoslovaco a la segunda posición.

La velocidad y las vallas tuvieron un dominio total de los atletas estadounidenses. El favorito para ganar el oro en los 110 metros vallas, Harrison Dillard (1923-2019) no consiguió clasificarse para los Juegos en esta prueba. Sí lo hizo en los 100 m, donde se impuso contra todo pronóstico. Mel Patton (1924-2014) se hizo con la victoria en los 200 m, William Porter (1926-2000) encabezó el triplete estadounidense en las vallas altas y Roy Cochran (1919-1981) se llevó el oro en las bajas.

Otro país que hizo triplete fue Suecia en los 3000 m obstáculos, con la victoria de Tore Sjöstrand (1921-2011). En los 1500 m se echó de menos a Günder Hägg (1918-2004) y Arne Andersson (1917-2009), sancionados a perpetuidad por profesionalismo. Pese a ello, los atletas suecos hicieron doblete con Henry Eriksson (1920-2000) en lo más alto del podio.

En el maratón, Delfo Cabrera (1919-1981) se convirtió en el segundo argentino en ganar el oro en esta prueba, tras superar al agotadísimo líder de la prueba, el belga Étienne Gailly (1922-1971), en el propio estadio a falta de 400 m. Su compatriota, Juan Carlos Zabala (1911-1983), había ganado en 1932.

En los concursos destacó el triplete estadounidense en lanzamiento de peso, con victoria de Wilbur Thompson (1921-2013) y plusmarca olímpica  y el lanzador de disco italiano Adolfo Consolini (1917-1969) , oro también con plusmarca olímpica.

En el decatlón se produjo una gran sorpresa cuando el inexperto estadounidense de 17 años Bob Mathias (1930-2006) se proclamó campeón olímpico, título que repetiría 4 años más tarde.

En cuanto a España, que continuaba sufriendo los efectos de la Guerra Civil y el aislamiento internacional, envió un equipo de 8 atletas: José Luis Adarraga (1923-1990) en 800 y 1500 m, Gregorio Rojo (1920-2006) en 5000 y 10 000 m, Constantino Miranda (1925-1999) en 10 000 m y 3000 m obstáculos, Félix Erausquin (1907-1987) en lanzamiento de disco, Pedro Apellaniz (1924-2013) en lanzamiento de jabalina y Enrique Villaplana (1914-1983) en 50 Km marcha. En Londres se produjo un hito histórico para el atletismo español, pues se consiguió el primer finalista de la historia con el 8º puesto de Constantino Miranda, que bien pudieron ser dos, pues Villaplana fue 9º en la prueba larga de marcha a 19 segundos del 8º puesto.

Londres consiguió recuperar los Juegos, que con el paso del tiempo se irían convirtiendo en un enorme espectáculo mediático y de masas. En aquella ciudad, destruida por las bombas, los llamados Juegos de la austeridad (y se podría añadir de la dignidad) consiguieron que el movimiento olímpico tuviese continuidad

 

 

«¿Tiene algo que alegar? Helsinki, Señoría». Los primeros oros de Jamaica

El 27 de julio de 1952 fue un día histórico para Jamaica, . El Capitán General y Gobernador en Jefe de la isla, aún dependiente del Reino Unido, Sir Hugh Mackintosh Foot (1907-1990) declaró festivo nacional el día siguiente. Los jamaicanos se lanzaron a la calle para una gran celebración. Algunos de ellos consumieron más alcohol del debido, lo que les supuso problemas legales. Una vez delante del juez, ante la pregunta: ¿Tiene algo que alegar? la respuesta invariable siempre era Helsinki, Señoría. Helsinki era la razón de la euforia jamaicana. En la capital de Finlandia se estaban celebrando los Juegos Olímpicos. Allí el equipo jamaicano de 4 x 400m conseguía una gesta sin precedentes al ganar el oro con plusmarca mundial por delante del potente cuarteto estadounidense.

Jamaica cuenta en la actualidad con 3 millones de habitantes. Colonizada por los españoles, en 1655 los ingleses se hicieron dueños del territorio, que conservaron hasta 1962, año de la independencia de la isla. La mayor parte de la población desciende de esclavos negros que los ingleses llevaban de África para trabajar en las plantaciones de caña. Jamaica acudió a unos Juegos Olímpicos por primera vez a la capital de su entonces metrópoli en 1948. Siguió participando como colonia británica hasta 1964, año en que ya acudió como país independiente.

En las 18 ediciones (todas desde 1948), Jamaica ha conseguido 78 medallas, 22 de oro. Pero sus éxitos no son recientes. Ya en los Juegos de 1948 y de 1952, 3 atletas jamaicanos que corrían 400 metros hicieron historia poniendo en el mapa atlético a la pequeña isla caribeña. Herb McKenley, Arthur Wint y George Rhoden mostraron su enorme calidad subiendo al podio en 100, 400, 800 y, sobre todo, junto con Leslie Laing (1925), ganando el 4 X 400m de los Juegos de Helsinki.

Herbert Henry McKenley había nacido el 10 de julio de 1922 en Pleasant Valley, Clarendon. Estudió en Estados Unidos, primero en el Boston College y después en la Universidad de Illinois. En 1946 corrió las 440y (402,336m) en 46,2, probablemente más rápido que la plusmarca mundial de 400m que compartían en alemán Rudolf Harbig (1913-1944) y el estadounidense Grover Klemmer (1921-2015) con 46,0. El 5 de junio de 1948 mejoró con 46,0 su tiempo en 440y, que se homologó como plusmarca mundial de 400m igualada. 29 días después McKenley deshacía el triple empate con 45,9 en 400m y se convertía en plusmarquista mundial en solitario. Era además un gran corredor de 100m, 10,3, y 200, 20,6 en recta.

Arthur Stanley Wint, conocido como el Gigante gentil, había nacido en Plowden, Manchester el 25 de mayo de 1920. Comenzó a practicar atletismo en el instituto. En 1938 ganó los 800m de los Juegos Caribeños. En 1942 se unió a la Royal Air Force como piloto de guerra. En 1946 se hizo con el oro en los Juegos Caribeños en 400m, batiendo a McKenley. En 1947 abandonó el ejército para estudiar Medicina. Antes de los Juegos de Londres acreditaba 47,0 en 400m y 1:50,0 en 800m.

Vincent George Rhoden había nacido en Kingston el 13 de diciembre de 1926. Vivía en San Francisco donde se había iniciado en el atletismo. Más joven que sus dos compatriotas, en 1948 aún no había alcanzado su mejor momento. En Londres no pasó a la final por 3 décimas (solo entraban 6) pero hizo 47,7 su mejor marca.

Antes de la final de 400, tanto Wint como McKenley habían disputado las finales de otras pruebas. El 2 de agosto, Arthur Wint ganaba la plata en 800m con mejor marca personal de 1:49,5, la primera medalla olímpica para Jamaica de la historia. Ya contamos esta carrera en Los bicampeones olímpicos de 800 (I). Por su parte McKenley fue 4º en la final de 200m disputada al día siguiente, con 21,3. El ganador fue el estadounidense Mel Patton (1924-2014) con 21,1.

La final de 400m tuvo lugar el 5 de agosto. Ambos jamaicanos ganaron sus respectivas semifinales con el mismo tiempo, 46,3, que en el caso de Wint era plusmarca personal. También se habían clasificado para la final los 3 estadounidenses, entre ello el campeón de 800m Mal Whitfield (1924-2015). McKinley, que era el favorito, salió rapidísimo. Pasó por la mitad de la carrera en el tiempo suicida de 21,4 con 10 metros de ventaja. Se quedó sin fuerzas a falta de 30 metros, momento en el que Wint lo sobrepasó y se hizo con el oro, con 46,2, mejor marca personal. McKenley fue 2º y Whitfield ganó el bronce. Wint, tras haber sido el primer medallista de Jamaica, ganaba así también el primer oro olímpico en la historia de este país. Estos fueron los resultados:

1 Arthur Wint JAM 46,2
2 Herbert McKenley JAM 46,4
3 Malvin Whitfield USA 46,9
4 Dave Bolen USA 47,2
5 Morris Curotta AUS 47,9
6 George Guida USA 50,2

 

 

Jamaica tenía un potente equipo de 4x400m, formado por  Rhoden, Laing, Wint y McKenley, con el que tratarían de doblegar a Estados Unidos, pero una lesión de Wint en la tercera posta acabó con el sueño.

Aunque McKenley superó a Wint en varias reuniones posolímpicas, pronto le salió un nuevo rival jamaicano, George Rhoden, que lo derrotó por primera vez en 1949, 46,4 frente a 46,8. Rhoden se convirtió en plusmarquista mundial en 1950, al correr la distancia en 45,8. Era además un buen corredor de 100m, acreditado en 10,3, y de 200, 20,9. Wint, entretanto, se había dedicado más al 800, con mejor marca de 1:48,9. No obstante, en los Juegos de Helsinki 1952, los 3 jamaicanos se disputarían el título de la vuelta a la pista. Rhoden prefirió centrarse en los 400m, mientras que McKenley y Wint ganaron sendas platas en los 100m y en los 800m respectivamente. En las semifinales de 400m Wint se impuso en la primera con 46,3 y McKenley en la segunda con 46,4, 0,1 menos que Rhoden, segundo. En la final Wint salió rapidísimo, como McKenley 4 años antes, en 21,7 al paso por el 200, por delante de Rhoden, 22,2, y McKenley, 22,7. A falta de 100m, con Wint agotado, emergió Rhoden por la calle exterior. El esfuerzo final de McKenley no le fue suficiente para ganar. El tiempo fue de 45,9 para ambos. El cronometraje eléctrico no oficial marcó 46,09 para el campeón y 46,20 para McKenley. Wint fue 5º, justo por delante del campeón de 800m, que renovó su título de Londres, Mal Whitfield.

1 George Rhoden JAM 45,9 (46,09)
2 Herbert McKenley JAM 45,9 (46,20)
3 Ollie Matson USA 46,8 (46,94)
4 Karl-Friedrich Haas RFA 47,0 (47,22)
5 Arthur Wint JAM 47,0   (47,24)
6 Malvin Whitfield USA 47,1 (47,30)

El 400 de Helsinki a partir del minuto 1:13

No obstante este doblete, para Jamaica lo mejor estaba por llegar. Tras el fiasco de Londres, los jamaicanos volvían a buscar el oro en 4 x 400m con el mismo equipo, aunque en diferente orden: Wint, Laing, McKenley y Rhoden. Wint corrió el primer relevo en 46,8, 0,1 más que el primer estadounidense Ollie Matson (1930-2011), bronce en la prueba individual. Tras la segunda posta en la que Laing hizo 47,o (1:33,8) y el segundo estadounidense, Eugene Cole (1928) 45,5 (1:32,2), las esperanzas de Jamaica parecía que se habían esfumado. Pero en ese momento surgió el mejor Herb McKenley, quien con un asombroso tiempo de 44,6 (2:18,4), consiguió entregar al mismo tiempo que Charles Moore (1929), oro en 400m vallas, 46,3 (2:18,5). George Rhoden, con el mismo parcial que Mal Whitfield, 45,5, acabó de rematar la gran gesta para Jamaica: oro con 3:03,9 (3:04,04) nueva plusmarca mundial, 0,1 menos que el equipo estadounidense.

(Se puede ver parte de la carrera en el vídeo anterior a partir del minuto 1:50).

La repercusión en Jamaica de la hazaña de sus cuatrocentistas fue enorme. Como se señaló anteriormente el Gobernador declaró festivo nacional el día siguiente. Parece que la contraseña Helsinki, Señoría sí funcionó como salvoconducto para una interpretación benévola de la ley. Los héroes olímpicos, una vez realizada su hazaña, siguieron algún tiempo más en el atletismo y a continuación dirigieron su vida hacia otros campos.

Herb McKenley, tras su retirada en 1953, fue entrenador del equipo nacional de Jamaica y posteriormente Presidente de la Federación de Atletismo de su país. Murió el 26 de noviembre de 2007.

Arthur Wint se graduó como médico en 1953, año en que se retiró del atletismo. Ejerció como médico en Jamaica y, posteriormente, trabajó para su Gobierno como Alto Comisionado para Gran Bretaña. Murió el 19 de octubre de 1992.

George Rhoden se graduó en Medicina en 1953 en la Universidad de Nueva York. Siguió compitiendo hasta 1956. Posteriormente se especializó en Podología y Medicina del Deporte. En la actualidad tiene 89 años.

Hoy Jamaica es una gran potencia atlética que domina la velocidad tanto masculina como femenina, pero la calidad de los descendientes de esclavos de África Occidental ya había quedado bien demostrada en Londres y, sobre todo, en Helsinki, Señoría.

 

Los bicampeones olímpicos de 800 metros (I)

Con la victoria de ayer de David Rudisha, son 4 los atletas que a lo largo de la historia del olimpismo han logrado repetir oro en 800m: Douglas Lowe en 1924 y 1928, Mal Whitfield en 1948 y 1952, Peter Snell en 1960 y 1964 y el propio Rudisha en 2012 y 2016. Los 800m, que derivan de la media milla u 880 yardas (804,672m), se han disputado en todas las ediciones de los Juegos Olímpicos. Se trata de una prueba tradicionalmente dominada por atletas anglosajones. Tuvieron que pasar 80 años desde los primeros Juegos para que un corredor no anglosajón, el cubano Alberto Juantorena (1950) se hiciese con el oro en las 2 vueltas.

El primer ochocentista en repetir oro fue el británico Douglas Gordon Arthur Lowe, nacido en Manchester el 7 de agosto de 1902. Aunque sus mejores prestaciones las alcanzó en los 800m/880y, Lowe fue también un buen corredor de 400m/440y (acreditó en la última distancia 48,8) de los 1500m (3:57,0) y de la milla (4:21,0). Estudiaba Derecho en Cambridge, donde coincidió con Harold Abrahams (1900-1978), cuando acudió a los Juegos de París en 1924 a tomar parte en los 800 y 1500m. Lowe prefirió no salir en la película Carros de fuego. Quien sí lo hizo fue su compañero Hyla Henry Stallard (1901-1973), el principal favorito en la prueba de 800m. Stallard, mermado por una lesión, lideró la carrera hasta que en la última recta se vio relegado a la 4ª posición. Ganó Lowe con 1:52,4, plusmarca europea:

1 Douglas Lowe GBR 1.52,4
2 Paul Martin SUI 1.52,5
3 Schuyler Enck USA 1.52,9
4 Henry Stallard GBR 1.53,0
5 Bill Richardson USA 1.53,7
6 Ray Dodge USA 1.54,2
7 John Watters USA 1.54,8
8 Charles Hoff NOR 1.56,7

Lowe fue 4º en el 1500, ganado por Paavo Nurmi (1897-1973), en el que Stallard fue bronce. Nunca se mostró demasiado interesado por las plusmarcas mundiales. El único intento serio lo hizo en el Campeonato Británico de 1926, en el que se enfrentó al atleta invitado alemán Otto Peltzer (1900-1970) en busca de la plusmarca que tenía Ted Meredith (1892-1957) con 1:51,9 desde los Juegos de 1912. Lowe, no obstante, hubo de ceder ante Peltzler que consiguió el primado mundial con 1:51,6. Ambos atletas se volverían a enfrentar en los siguientes Juegos, en Ámsterdam en 1928, pero el alemán tuvo problemas de salud y no se clasificó para la final. Sin su gran rival, Lowe se impuso fácilmente con 8 metros de ventaja sobre el segundo clasificado tras un primer 400 en 55,2:

1 Douglas Lowe GBR 1.51,8
2 Erik Byléhn SUE 1.52,8
3 Hermann Engelhard ALE 1.53,2
4 Philip Edwards CAN 1.54,0
5 Lloyd Hahn USA 1.54,2
6 Séra Martin FRA 1.54,6
7 Earl Fuller USA 1.55,0
8 Jean Keller FRA 1.57,0

Lowe realizó poco después de los Juegos su mejor marca en 800, 1:51,2. Se retiró ese mismo año. Posteriormente llevó a cabo una brillante carrera legal como abogado y juez. Falleció el 30 de marzo de 1981.

El vencedor en los Juegos de Los Ángeles de 1932 fue otro británico, Tom Hampson (1907-1965). Su tiempo de 1:49,8 fue el primero por debajo de 1:50.0. En Berlín 1936 se impuso John Woodruf (1915-2007). El 15 de julio de 1939 el alemán Rudolf Harbig (1913-1944) estableció una plusmarca mundial asombrosa, con un tiempo de 1:46,6. Era el favorito para los Juegos de 1940, pero el estallido de la Segunda Guerra Mundial pospuso las celebraciones olímpicas hasta 1948, con un Londres destrozado por las bombas como sede.

El 800 de Londres constituyó un gran duelo entre dos excelentes ochocentistas: el estadounidense Malvin Greston Mal Whitfield (Bay City, Texas, 11 de octubre de 1924) y el jamaicano Arthur Stanley Wint (Plowden, Manchester, 25 de mayo de 1920). La final de la doble vuelta tuvo lugar el 2 de agosto. Tras un primer 400 en 54,2, Whitfield se colocó en cabeza. En la última recta Wint intentó alcanzarlo pero no lo consiguió. El estadounidente ganaba así el primero de sus 2 oros olímpicos en 800m:

1 Malvin Whitfield USA 1.49,2
2 Arthur Wint JAM 1.49,5
3 Marcel Hansenne FRA 1.49,8
4 Herb Barten USA 1.50,1
5 Ingvar Bengtsson SUE 1.50,5
6 Bob Chambers USA 1.52,1
7 Robert Chefd’hotel FRA 1.53,0
8 Niels Holst Sörensen DIN 1.53,4

Wint se tomaría la revancha ganando el 400 tres días después por delante de su compatriota Herb McKinley (1922-2007) y de Whitfield. Jamaica, aún dependiente del Reino Unido, ganaba en la capital de la metrópoli su primera medalla de oro en su primera participación olímpica. Whitfield ganó otro oro, en 4×400, prueba en la que Jamaica no terminó por lesión de Wint.

Cuatro años después, en los Juegos de Helsinki, estaban de nuevo los dos rivales en la línea de salida del 800. Esta vez Wint dio paso a la primera vuelta en 54,0. En la contrarrecta atacó Whitfield, con el mismo resultado que 4 años antes:

1 Malvin Whitfield USA 1.49,2
2 Arthur Wint JAM 1.49,4
3 Heinz Ulzheimer RFA 1.49,7
4 Gunnar Nielsen DIN 1.49,7
5 Albert Webster GBR 1.50,2
6 Gunter Steines RFA 1.50,6
7 Reggie Pearman USA 1.52,1
8 Lars-Erik Wolfbrandt SUE 1.52,1

La carrera de Londres a partir del minuto 2:15, la carrera de Helsinki minuto 4:50

Wint, que solo había sido 5º en el 400, ganó otro oro, en el 4×400, en una victoria histórica sobre el equipo de Estados Unidos, del que formaba parte Whitfield, con plusmarca mundial, 3:03,9.

Mal Whitfield había entrado en las fuerzas aéreas en 1943 y tomó parte en la Segunda Guerra Mundial y en la Guerra de Corea en 1950. Nunca se planteó atacar la plusmarca mundial de Harbig de 1:46,6. Su mejor marca fue 1:47,9 (Turku, 17 06 1953) al paso por una carrera de 880y, donde sí consiguió la plusmarca mundial, 1:48,6. Además fue plusmarquista mundial de 1000 metros, 2:20,8 (Eskiltuna, Suecia, 16 08 1953). Solía doblar en la misma reunión y ese mismo día corrió en 46,2 las 440y. El paso por el 400 de 45,9 fue su mejor marca personal. Entre 1948 y 1954 ganó 63 carreras de 800m/880y de 69 en que tomó parte. En 1956 intentó clasificarse para los Juegos de Melbourne. No lo consiguió y se retiró poco después. Además de sus logros olímpicos, en 1951 en los Juegos Panamericanos, ganó el oro en 400m, 800m y 4 x 400m. Trabajó como diplomático varios años para el Departamento de Estado promocionando el deporte en África. Murió el 29 de noviembre de 2015.

Arthur Wint, por su parte, se unió al ejército británico en 1943 y tomó parte en la Guerra Mundial como piloto de la RAF. Al terminar la guerra comenzó a estudiar Medicina. En 1953 se graduó. Ese año se retiró del atletismo. Ejerció como médico en su país y, posteriormente, trabajó para su Gobierno como Alto Comisionado para Gran Bretaña. Murió el 19 de octubre de 1992.

Tan solo 8 años después de que Whitfield repitiese oro, se subió a lo más alto del podio el siguiente atleta que renovaría su título olímpico en 800m, el neozelandés Peter Snell.