Asier Martínez, la maestría competitiva

Mariano García Verdugo (1948), ilustre entrenador, suele contar una frase de Josep Marín (1950), el mítico marchador y posteriormente entrenador. Dice Marín que hay los grandes atletas son los que consiguen llevar la tensión competitiva de aquí (golpe de pecho) a aquí (golpe de espalda). Sin duda Asier Martínez (2000) es uno de ellos, pues tiene la buena costumbre de realizar siempre su mejor marca en el mejor lugar, en la gran competición.

Asier Martínez Echarte nació el 22 de abril de 2000 en la localidad navarra de Zizur Mayor, a 5 Km de Pamplona, donde ha desarrollado toda su carrera deportiva. Teniendo una familia de deportistas, su madre había sido vallista, comenzó a practicar atletismo en 2015. En 2016 se encontró con el entrenador de su vida, François Beoringyan (1974), un francés antiguo saltador de altura de 2.20 m, nacido en Chad. El joven Asier alternó inicialmente las vallas y el salto de altura, modalidad en la que sería campeón de España sub18 en 2017, mientras en la misma competición en las vallas, de 0.915) era segundo, detrás del valenciano Luis Salort (1999), 13.62, por 13.94. Esa temporada hizo su mejor marca de salto de altura de siempre, 2.04 m. En 2018 apenas compitió en altura y se dedicó a los 110 m vallas. Con las vallas a 99 cm, fue tercero en el campeonato de España sub20, por detrás de Salort, 13.43, y de otro valenciano, Enrique Llopis (2000), 13.50. Estos dos atletas eran entonces muy superiores a Martínez. Llopis volvió a derrotar a Martínez en el campeonato de España sub20 de 2019, 13.43 frente a 13.60. Ambos fueron al Europeo de la categoría donde el primero ocupó la cuarta plaza y el segundo no entró en la final. En las vallas de categoría absoluta, Martínez bajaba por primera vez de 14.00 al hacer 13.93.

En 2020, muy limitado por la pandemia, Martínez logró el oro en el campeonato de España sub23 con 13.70, su mejor marca entonces. Su salto de calidad llegó en 2021. En pista cubierta consiguió su primer campeonato de España absoluto, con 7.63, su mejor marca. En el Europeo en sala fue cuarto, con 7.60. Comenzó la temporada al aire libre con 13.58 y 13.34. La mínima olímpica era 13.32. La consiguió en el campeonato de España, 13.31, lo que le valió el segundo puesto tras Orlando Ortega (1991), 13.30. En el campeonato de Europa sub23 se proclamó campeón, con 13.34, con Enrique Llopis bronce, 13.44. Sobre el papel esta era su competición. Se suponía que iría a los Juegos de Tokio a aprender, pero aprendió muy rápido y su competición acabó siendo la olímpica. Comenzó ganando su serie clasificatoria con 13.32. Fue tercero en la primera semifinal con 13.27, el mejor tiempo de la repesca. Contra todo pronóstico se plantaba en la final. Y una vez allí, no se relajó, sino todo lo contrario, y volvió a hacer la mejor carrera de su vida, 13.22 y sexto.

Martínez había dado un enorme salto de calidad cronométrico, de 13.70 la temporada anterior a 13.22, pero lo más impresionante es que tanto en el campeonato de España, como dos veces en los Juegos Olímpicos había hecho plusmarca personal. Y los éxitos continuaron en 2022. En pista cubierta mejoró su tiempo de 60 m vallas a 7.55. Se quedó cerca, tanto al ganar el campeonato de España, 7.56, como al quedar cuarto en el mundial en sala, 7.57. Este resultado lo consolidaba como uno de los vallistas del momento. Su rendimiento al aire libre, sin embargo, dejó muy atrás su resultado bajo techo. Demostró una gran forma con un nuevo oro en el campeonato de España de 110 m vallas y 13.15 ventosos. En el Mundial se impuso en su serie con 13.37 y fue segundo en su semifinal con 13.26. La medalla parecía, no obstante, casi imposible, con cuatro atletas muy superiores. Pero la mala fortuna quiso que el jamaicano campeón olímpico Hansle Parchment (1990) se lesionase y que el mejor marquista del año, 12.84, el estadounidense Devon Allen (1994) hiciese una salida nula en el límite. Martínez aprovechó la oportunidad y consiguió la medalla de bronce, haciendo honor a su hábito de mejorar en las grandes ocasiones. Esta vez fue 13.17.

Martínez hizo lo que tenía que hacer, mejorar en la final y obtuvo su premio. Pero aún quedaba otro premio. En un año extraño con Mundial y Europeo al aire libre, faltaba el Europeo, donde, esta vez sí, el español era favorito. Se habló de que hasta entonces siempre había superado las expectativas y algunos pensaban si no le pesaría la condición de candidato al título. Pues tampoco. Exento de disputar la serie, hizo 13.25, el tiempo más rápido de las semifinales y volvió a hacer marca personal en la final, 13.14 y oro por una sola milésima.

Estudiante de Ciencias Políticas, si le respetan las lesiones, su enorme capacidad competitiva lo podría conducir a un historial sin precedentes en el atletismo español. Es un valor seguro, un maestro de la competición.

Anuncio publicitario

Femke Bol, la elegancia sobre las vallas

Probablemente la atleta más destacada, en ambas categorías, del reciente campeonato de Europa de Múnich haya sido la neerlandesa Femke Bol (2000), con su triple oro en los 400 m lisos, los 400 m vallas y el relevo 4 x 400 m. Incluyendo todas las rondas, Bol disputó un total de cinco carreras. Además de por su indudable calidad, sin duda también destaca sobremanera por su elegancia y educación con el resto de las rivales. Fuera del continente, pese a tener una mejor marca de 52.03, la tercera de siempre, la estadounidense Sydney McLaughlin (1999) es, de momento, inabordable. Su plusmarca mundial de 50.68 parece más un tiempo de 400 m lisos.

Femke Bol nació en la ciudad neerlandesa de Amersfoort, en el centro del país, el 23 de febrero de 2000. Comenzó a practicar atletismo a los siete años. A partir de los quince se centró en los 400 m lisos. En 2015 disputó su primera competición internacional, el Festival Europeo de la Juventud, en la vuelta a la pista, pero no pasó de las series. En 2017 conseguía ser semifinalista en el Europeo sub20 también en los 400 m lisos. No comenzó con los 400 m vallas hasta 2019, y los resultados fueron excelentes. Se proclamó campeona de Europa sub20 y llegó a las semifinales del Mundial absoluto, con una mejor marca de 55.32 en las series. Apenas compitió en lisos. Aun así realizó 52.98.

En la temporada 2020, pese a la pandemia por SARS COV 2, Bol continuó progresando notablemente. En las vallas se fue a 53.79, mejor marca mundial del año, en un año en que no compitieron ni Dalilah Muhammad (1990) ni Sydney McLaughlin, campeona y subcampeona del mundo en 2019, con 52.16, plusmarca mundial, y 52.23, respectivamente. Bol también se superó en los lisos con 51.13.

El año 2021 arrancó con la incertidumbre de si habría Juegos Olímpicos, inicialmente pospuestos para el mes de julio y que finalmente se celebraron sin público. Las dos estadounidenses parecían muy superiores a Bol. La neerlandesa se preparó a conciencia y ya en la temporada de invierno se mostró muy fuerte al imponerse en los 400 m lisos del campeonato de Europa en pista cubierta con 50.63, que superaba su tiempo al aire libre. En la temporada estival, apenas prestó atención a los lisos, aunque bajó a 50.37. En las vallas disputó doce carreras y tan solo perdió en la final olímpica. Llegó a Tokio con 52.37, segunda mejor marca del año, tras la plusmarca mundial de McLaughlin, 51.90, en las pruebas de selección olímpica. Tras imponerse en su serie y en su semifinal, Bol hizo en la final unos magníficos 52.03, que habrían sido plusmarca mundial unas semanas antes. Sin embargo, las estadounidenses fueron superiores. McLaughlin ganó el oro con 51.46 y Muhammad segunda con 51.58.

Tras consolidarse como una de las mejores vallistas de siempre, Bol planificó la temporada de 2022, con tres objetivos, el Mundial en pista cubierta de Belgrado, el Mundial al aire libre de Eugene y los Europeos al aire libre de Múnich, donde intentaría el triple oro en los 400 m lisos, 400 m vallas y el relevo 4 x 400. En sala llegó al Mundial con una mejor marca de 50.30. Se llevó sendas platas. En la prueba individual cedió ante la doble campeona olímpica, la banameña Shaunae Miller Uibo (1994), mientras en el relevo el cuarteto neerlandés resultó superado por las jamaicanas.

Al aire libre, en los 400 m vallas tuvo un resultado similar al del año anterior. Disputó once pruebas con una sola derrota, la del Mundial de Eugene. Acudió con la segunda mejor marca del año, 52.27, tras la nueva plusmarca mundial de McLaughlin, 51.41. En la final, la estadounidense no dio opción. Ganó con 50.68. Bol igualaba su mejor tiempo de la temporada y era segunda, a una considerable distancia.

El Mundial de Eugene solo era media temporada para Bol. Su gran objetivo era hacer triplete en el Europeo de Múnich, en 400 m lisos, 400 m vallas y el relevo 4 x 400 m. Una nueva norma dejaba exentos a los mejores de la lista del año de la primera ronda, por lo que la neerlandesa solo tuvo que disputar una ronda previa en ambas pruebas individuales, mientras en el relevo la reservaron para la final. Bol había participado en un único 400 lisos antes del Europeo, en el que había realizado marca personal de 49.75. En la final de Múnich se impuso con 49.44.

Dos días más tarde, obtuvo una victoria relativamente sencilla en los 400 m vallas, con 53.67, 0.73 menos que la ucraniana Viktoriya Tkachuk (1994).

La final del relevo 4 x 400 m tuvo lugar al día siguiente. Bol realizó una extraordinaria última posta en 48.52, definitivo para que las neerlandesas ganasen con unos excelentes 3:20.87.

Bol cerró una gran temporada con dos victorias en los 400 m vallas en las reuniones de Lausana y de Zúrich. Aunque McLaughlin parece imbatible, Bol solo tiene 22 años. Le queda mucho recorrido y el atletismo da muchas vueltas. Los 400 m vallas han entrado en una nueva dimensión. Estaremos atentos a su evolución.

Mariano García y el 800 español en los Europeos al aire libre

El murciano Mariano García (1997) lo ha vuelto a hacer. Tras su victoria en Belgrado este invierno, en los 800 m del Mundial de pista cubierta, acaba de obtener una vibrante victoria en el Europeo al aire libre de la distancia. Su actuación fue magistral. Repitiendo la táctica de la ronda previa, se colocó en cabeza tras 300 m de carrera, dio paso a los primeros 400 m en 52.07, contuvo a sus rivales en la curva, aceleró en la contrarrecta, mantuvo la posición en la última curva y aguantó el ataque del británico Jake Wightman (1994) en la recta final. Al contrario que Mariano García, que se mantuvo casi toda la carrera pegado a la cuerda, Wightman estuvo casi todo el tiempo incómodo, encerrado y cuando aceleró a falta de 200 m acabó haciendo toda la curva por la calle 2. El español cruzaba la meta en 1:44.85, marca personal, 0.06 menos que el británico. Wightman, campeón del mundo de 1500 en Eugene el mes de julio y bronce en la misma distancia en los Juegos de la Commonwealth, eligió el 800 para este Europeo. Acreditaba 1:44.18 de 2020, pero esta misma temporada había corrido los 1000 m en 2:13.88, aproximadamente equivalentes a 1:43.36. Tácticamente en la final fue muy inferior al español, que salió decidido a ganar sin importarle demasiado sus rivales.

Tras haber realizado la mejor marca mundial del año de 800 m en sala, mejor marca personal absoluta y plusmarca española en pista cubierta, y de haber ganado el oro en el Mundial en pista cubierta, Mariano García tuvo un inicio algo irregular de la temporada al aire libre. En el campeonato de España fue tercero, con 1:46.04, su mejor marca del año al aire libre en ese momento, detrás del salmantino Álvaro de Arriba (1994), 1:45.82, y del gallego Adrián Ben (1998), 1:46.01. En su serie eliminatoria del Mundial de Eugene mejoró hasta 1:45.74, pero no pudo pasar de la semifinal. Llegó al Europeo de Múnich en plena forma física y mental y se convirtió en el primer español campeón de Europa de 800 m al aire libre.

En categoría masculina, España ha tenido un total de duez finalistas, con esta medalla de oro y un bronce del cántabro Tomás de Teresa (1968) en 1994. El primer español en participar en la prueba de 800 m en un Europeo al aire libre fue el madrileño Manuel Macías (1923-1983), plusmarquista español en 1:54.4, que no pudo evitar la última posición en su serie. En 1958, otro español, el vizcaíno Cesáreo Martín (1930-2006) tuvo la misma suerte que Macías. El aragonés Alberto Esteban (1943) se quedó en 1962 a 0.6 de la clasificación en una ronda durísima, en que pasaban a la final los dos primeros de cuatro series. En 1966 se convirtió en el primer español finalista en la prueba en un Europeo, al ser séptimo en la final con plusmarca española de 1:47.4. Hubo que esperar hasta 1994 para volver a ver españoles en la final, en esta ocasión por partida doble. Tomás de Teresa, primer español en correr por debajo de 1:45.00, 1:44.99 en 1990, finalista en el Mundial al aire libre de 1991, se hizo con la medalla de bronce, mientras el malagueño José Cerezo (1973) entraba séptimo.

El siguiente finalista español fue el catalán Miguel Quesada (1979) en 2006, que supo jugar muy bien sus cartas y en una final táctica se coló en la quinta posición, tras una gran última recta. En 2010 volvió a haber doble representación española, con los sevillanos Kevin López (1990), sexto, y Luis Alberto Marco (1986), séptimo, en una final también muy lenta. El siguiente finalista español en la prueba fue otro sevillano, Antonio Reina (1981) en 2012. Reina había sorprendido en 2002 cuando se impuso en la Copa del Mundo en Madrid con 1:43.83, plusmarca española y primer español por debajo de 1:44.00. En el Europeo de 2012, en una final aun más lenta que la anterior, ocupó la cuarta posición a 0.13 del bronce. El último finalista, por partida doble, antes de Mariano García, fue Álvaro de Arriba, séptimo en 2016 y 2018.

En categoría femenina, la primera española en tomar parte en la prueba fue la salmantina Rosa Colorado (1954), semifinalista en 1986. La primera y única finalista española es la vallisoletana Mayte Martínez (1976), que lo consiguió en las ediciones de 2002, 2006 y 2010. En 2002 obtuvo uno de los mayores éxitos de su carrera al ser plata con marca personal de 1.58.86, tras la eslovena Jolanda Ceplak (1976). En 2006 fue séptima y en 2010 sexta.

El nivel del 800 español es bueno. Mariano García no está solo. También están Álvaro de Arriba, campeón de Europa en sala en 2021, Adrián Ben, sexto en el Mundial al aire libre en 2019 y quinto en la final olímpica de 2021 o el plusmarquista español, 1:43.65, el leonés Saúl Ordóñez (1994). El futuro se presenta interesante.

Finalistas españoles en los 800 metros de un Europeo al aire libre

1966 Alberto Esteban 7º

1994 Tomás de Teresa bronce

1994 José Cerezo 7º

2002 Mayte Martínez plata

2006 Miguel Quesada 5º

2006 Mayte Martínez 7ª

2010 Kevin López 6º

2010 Luis Alberto Marco 7º

2010 Mayte Martínez 7ª

2012 Antonio Reina 4º

2016 Álvaro de Arriba 7º

2018 Álvaro de Arriba 7º

2022 Mariano García oro