Bekele, la pista y el maratón

Este 2017 parece que será el año del maratón, al menos a juzgar por la tormenta publicitaria que se ha desencadenado anunciándonos el intento de bajar de 2 horas. Es bueno que se promocione el atletismo, pero el objetivo de las 2 horas parece poco realista. La actual plusmarca es 2h02:57 del keniano Dennis Kipruto Kimetto (1984). Mejorar casi 3 minutos en un año se antoja complicado.

El etíope Kenenisa Bekele (1982) anunció un intento de plusmarca mundial para el pasado 20 de enero, en el maratón de Dubai. Su representante fijó el objetivo en 2h01:30. Una caída en la salida obligó al etíope a la retirada. El siguiente intento será en abril en Londres. De conseguir el primado universal, Bekele se convertiría en el primer atleta en tener simultáneamente las plusmarcas mundiales de las 3 pruebas olímpicas de fondo, 5000 m, 10 000 m y maratón. Sus topes mundiales de 5 (12:37,35, 2004) y 10 Km (26:17,53, 2005) parecen fuera del alcance de los actuales fondistas. Bekele corrió su primer maratón en 2014. Ha terminado 4 maratones desde entonces y sus 2h03:03, realizados en Berlín en 2016, constituyen la segunda mejor marca de siempre.  Las lesiones están condicionando esta etapa de la carrera deportiva del etíope, que comenzó muy joven en el cross y en la pista. En la primera modalidad fue 11 veces campeón del mundo, 5 en carrera corta y 6 en larga. En la pista consiguió el oro en 10 000 m en el Mundial de forma consecutiva en 2002, 2005, 2007 y 2009, además del oro en 5000 m este último año. En los Juegos de Atenas fue plata en 5000 m y oro en 10 000. 4 años más tarde consiguió el doblete de ambas distancias. Había dudas sobre su paso al maratón, pero se ha encargado de disiparlas. Aunque no todos los grandes corredores de pista triunfan en la carretera ni todos los maratonianos han tenido buenas prestaciones en pista, la transición exitosa de la pista, y del cross, al maratón no es nada infrecuente.

El finlandés Hannes Kolehmainen (1889-1966), además del primer gran fondista de la historia, fue el primero en destacar en pista y maratón. En los Juegos de Estocolmo 1912, el año que se disputaron por primera vez el 5000 y el 10 000 hizo el primer doblete de la historia. Su duelo en la distancia corta con el francés Jean Bouin (1888-1914) ha quedado para la historia, plusmarca mundial, 14:36,6, incluida. Tras la Guerra Mundial, el finlandés retornó a los Juegos de 1920, en los que se hizo con el oro en el maratón. Su tiempo de 2h32:35 era mejor marca mundial entonces, por lo que simultaneó las plusmarcas de 5000 m y maratón.

Los fondistas finlandeses, los finlandeses voladores, dominaron de forma apabullante el panorama mundial en la primera parte del siglo XX. El sucesor olímpico de Kolehmainen en la prueba de maratón, en los Juegos de París 1924,  fue su compatriota Albin Stenroos (1889-1971), que también procedía de la pista y había sido bronce en 10 000 m 12 años antes en los Juegos de Estocolmo. En los años 20, no obstante, la estrella más brillante fue Paavo Nurmi (1897-1973). En tres participaciones olímpicas (1920, 1924 y 1928) ganó 9 medallas de oro, en 1500 m, 5000 m, 10 000 m y tres modalidades que ya no son olímpicas, cross individual, cross por equipos y 3000 m por equipos. Incluso fue plata en obstáculos en 1928. Fue plusmarquista mundial de 1500, milla, 5000 y 10000 m. En 1932, tras un tiempo de 2h22:03,8 en 40 Km a principios de ese año, era favorito para el oro olímpico en Los Ángeles, pero la IAAF impidió su participación acusado de romper el código amateur.

Tras la Segunda Guerra Mundial, el dominio finlandés se diluyó bruscamente. Durante los primeros años 50, el dominador absoluto en carreras de fondo fue el checo, entonces checoslovaco, Emil Zátopek (1922-2000). Zátopek fue plata olímpica en 5000 m en 1948, oro en 10 000 en los mismos Juegos y oro en ambas distancias 4 años después. Además fue campeón de Europa de 10 000 m en 1950 y 1954 y de 5000 m en 1950. Consiguió la plusmarca mundial de 5000 m (13:57,2, 1954) y 5 veces la de 10 000 m hasta dejarla en 28:54,2 (1952). En los Juegos de 1952, tras sus oros en pista, se presentó en la salida del maratón. Era la primera vez que corría esta prueba. No obstante se impuso con cierta facilidad, consiguiendo un histórico triplete, que no se ha repetido desde entonces. 4 años más tarde, Zátopek volvió al maratón olímpico y fue 6º.

Los atletas etíopes dominaron las 3 siguientes ediciones de los Juegos. El vencedor en los Juegos de México 1968 fue Mamo Wolde (1932-2002), que sucedió a su compatriota Abebe Bikila (1932-1973). Wolde había sido 4º en los 10 000 m en Tokio 1964 con 28:31,8, su mejor marca de siempre. En México, antes de ganar el maratón, se había hecho con la plata en 10 000. En los Juegos de Múnich 1972 ganó el bronce en el maratón, con su mejor marca de siempre, 2h15:08. En 5000 m acreditó 13:38,8.

El vencedor del maratón de Múnich, el estadounidense Frank Shorter (1947) alternó la pista con el maratón, como lo acreditan sus plusmarcas personales de 5000 m, 13:26,60 (1977), 10 000 m, 27:45,91 (1975) y maratón, 2h10:30 (1972). En Múnich fue además 6º en los 10 000 m con plusmarca personal. 4 años después, en los Juegos de Montreal, fue subcampeón olímpico de maratón.

El 5º en el maratón olímpico de Montreal fue el finlandés Lasse Virén (1949). Finlandia disfrutó en los años 70 de una segunda edad de oro, con Virén como representante más destacado. En Múnich hizo doblete en 5000 y 10 0000 m. Repitió en Montreal y trató de emular a Zátopek ganando también el maratón, al día siguiente de imponerse en  el 5000. Era la primera vez que salía en la prueba. Su 5º puesto, con 2h13:11,  constituye una gran hazaña. El ganador, el alemán Waldemar Cierpinski (1950), dio una vuelta de más. Viren, que en 1972 llegó a tener las plusmarcas de 5000 m, 13:16,4, y 10 000 m 27:38,35, fue 5º en el 10 000 m de los Juegos de Moscú 1980 y abandonó en el maratón.

En esa época quien sí hizo una buena transición al maratón fue el belga Gaston Roelants (1937), campeón olímpico en 1964 y plusmarquista mundial de 3000 m obstáculos, 8:26,4 (1965). Roelants era también un excelente corredor de campo a través, 4 veces vencedor del Cross de las Naciones, antecedente del actual campeonato del mundo, con buenas marcas en 5000, 13:34,6 (1969), y 10 000 m, 28:03,8 (1972). Fue subcampeón de Europa de maratón en 1969 y bronce en 1974, prueba en la que realizó una mejor marca de 2h16:30.

Otro excelente corredor de campo a través que acabó siendo un excepcional maratoniano es el portugués Carlos Lopes (1947). Tras discretas actuaciones en los Europeos de 1971 y 1974 y en los Juegos de Múnich, en 1976 se proclamó campeón mundial de campo a través y subcampeón olímpico de 10 000 m. En 1977 fue plata en el Mundial de campo a través, pero diversos problemas físicos lo mantuvieron alejado de los mejores. Pasada la treintena, parecía que su carrera había llegado a su fin, pero resurgió en 1982, acercándose peligrosamente a la plusmarca mundial de 10 000 m que tenía Henry Rono (1952). En 1983 volvió a ser subcampeón mundial de campo a través. Tras abandonar el año anterior en el maratón de Nueva York, después de un encontronazo con un espectador, en abril de 1983 probó en Rotterdam, con excelente resultado, plusmarca europea de 2h08:39. En 1984 se hizo por segunda vez con el oro en el Mundial de campo a través y consiguió la segunda mejor marca de siempre en 10 000 m, 27:17,48, unos días después de hacer marca personal en 5000 m, 13:16,38. Pese a estos buenos registros, en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles optó por correr el maratón. Probablemente en esta decisión pesó su ausencia del podio en el 10 000 del Europeo de 1982 y el Mundial de 1983, pese a tener la mejor marca. En la ciudad californiana se proclamó brillantemente campeón olímpico tras una gran lección estratégica. En 1985 repitió oro en el Mundial de campo a través y se hizo en Rotterdam con la plusmarca mundial de maratón, 2h07:12.

Un caso curioso de los primeros años 80 lo protagonizó en neozelandés Rod Dixon (1950), bronce en 1500 m en Múnich y 4º en 5000 m en Montreal, pruebas en las que llegó a realizar 3:33,89 (1974) y 13:17,27 (1976). Tras unos años de bajo rendimiento, en 1983 realizó en maratón 2h08:59, 9º mejor marca de siempre en aquel momento. Hasta entonces nadie había hecho registros de tanta calidad en 1500 m y maratón. En la misma época, el actual entrenador, el estadounidense Alberto Salazar (1958) hizo en 1982 tiempos de 13:11,93, 27:25,61 y 2h08:52, además de ser plata en el Mundial de campo a través. Diversos problemas físicos condicionaron su rendimiento posterior.

Lopes fue el último europeo plusmarquista mundial de maratón. A partir de mediados de los 80, la jerarquía del fondo comenzó a cambiar, con el declinar europeo y la irrupción de los africanos, sobre todo kenianos y etíopes. El maratón resistió, sin embargo, una década más, lo que permitió destacar a algunos europeos en los 90, entre ellos los españoles Martín Fiz (1963) y Abel Antón (1962). Debido a su falta de aceleración final, Fiz tuvo discretas actuaciones en obstáculos y 5000 metros. Esto le hizo dar el salto al maratón, con resultados magníficos: campeón de Europa en 1994, campeón del Mundo en 1995, 4º en los Juegos de 1996, subcampeón del Mundo en 1997 y 6º en los Juegos de 2000. Su mejor marca fue 2h08:05. Antón, por su parte, había rendido mejor en pista: 8º en el 5000 de los Juegos de 1992, bronce en la misma distancia en el Europeo de 1994 y oro en 10 000 en la misma competición. La diferencia con los africanos en pruebas de ámbito mundial hizo que lo intentase en maratón, con gran éxito: doble campeón mundial en 1997 y 1999. Su mejor tiempo fue 2h07:57.

El cambio de jerarquía en el maratón tuvo lugar definitivamente cuando los mejores africanos comenzaron a dedicarse a esta distancia, especialmente  dos de los grandes corredores de 10 000 de siempre, el keniano Paul Tergat (1968) y el etíope Haile Gebreselassie (1973). Ambos pugnaron duramente por el liderazgo de los 10 Km en pista en los años 90, con resultado favorable al etíope, campeón del mundo en 1993, 1995, 1997 y 1999, además de bronce en 2001 y 2003, y campeón olímpico en 1996 y 2000. Consiguió además la plusmarca de 5000 m en 4 ocasiones, dejándola en 12:39,36 (1998) y la de 10 000 m en 3, hasta dejarla en 27:22,75 (1998). Tergat, por su parte, nunca pudo derrotar a su rival. Fue bronce en el mundial de 1995, plata en 1997 y 1999, así como plata olímpica en 1996 y 2000. Fue plusmarquista de 10 000 m, 26:27,85 (1997) y llegó a correr los 5000 m en 12:49,87 (1997). En campo a través, donde no participaba Gebre, fue 5 veces consecutivas campeón del mundo (1995-1999). En 2003 se convirtió en plusmarquista mundial de maratón con 2h04:55. Gebre, tras quedarse fuera del podio en el 10 000 de los Juegos de 2004, decidió dedicarse preferentemente al maratón, prueba en la que se había iniciado en 2002 en Londres. Allí había sufrido una de sus pocas derrotas a manos de Tergat, si bien el marroquí Khalid Khannouchi (1971) los había batido a los dos. Gebre sucedió a Tergat como plusmarquista mundial con 2h04:26 en 2007, tiempo que mejoró a 2h03:59 al año siguiente. Ninguno de los dos tomó parte en esta prueba en Mundiales o Juegos. Gebre compitió en 10 000 de los Juegos de Pekín 2008 y ocupó la 6ª posición. El etíope se convirtió en el primer atleta de la historia en ser plusmarquista mundial en las 3 pruebas olímpicas de fondo, pero no llegó a serlo simultáneamente.

Otro de los candidatos a mejorar la plusmarca mundial, el keniano campeón olímpico Eliud Kipchoge (1984), tiene un gran historial en pista. Siendo júnior, dio la sorpresa en el 5000 del Mundial de París, haciéndose con el oro, 12:52,61, en lo que parecía un duelo exclusivo entre Bekele y el marroquí Hicham El Guerrouj (1973). En la misma prueba fue bronce olímpico en 2004 y plata en 2008, además de plata en el Mundial de 2007. Su mejor marca es 12:46,53 (2004). En 10 000 m ha corrido en 26:49,02 (2007) pero nunca ha intervenido en un gran campeonato. Tras no clasificarse para los Juegos de Londres 2012, decidió pasarse al maratón. En 2016 realizó en Londres 2h03:05, muy cerca de la plusmarca mundial. En Río se proclamó campeón olímpico.

De los últimos en hacer la transición con éxito es el estadounidense Galen Rupp (1986). Con marcas de 12:58,90 (2012) y 26:44,36 (2014), en el maratón de los Juegos de Río fue bronce con 2h10:05, tras ocupar la 5ª plaza en 10 000. En los Juegos de Londres 2012 había sido plata en 10 000 m. Su primer maratón fue el de la pruebas de selección de su país, que ganó con 2h11:13. Su margen de mejora es grande.

A corto plazo se espera el salto al maratón del británico Mo Farah (1983). El historial en pista de Farah es tremendo: doble oro olímpico en 5000 y 10 000 m (2012 y 2016), 3 veces campeón del mundo de 5000 m (2011, 2013 y 2015) y 2 de 10 000 (2013 y 2015). Nunca intentó las plusmarcas mundiales de 5000 o 10 000 m. Sus mejores registros son 12:53,11 (2011) y 26:45,47 (2011). Es plusmarquista europeo de 1500 m, 3:28,81 (2013) y de las 2 millas en pista cubierta 8:03,40 (2015). Ha corrido el medio maratón en 59:32 (2015). En 2014 corrió por primera vez un maratón, en Londres. Su marca de 2h08:21 no lo dejó satisfecho (ni a la prensa). Quizá no pensaron que 9 meses antes había hecho la plusmarca europea de 1500 m. Farah ha anunciado que 2017 será su último año en pista. A partir de 2018 solo competirá en carretera.

Es muy probable que la plusmarca mundial de maratón mejore este año. Quizá no tanto como para bajar de 2 horas. En cualquier caso será muy interesante ver los grandes maratones de primavera y otoño. Bekele tiene la oportunidad de poseer las tres plusmarcas mundiales, pero sus rivales no se lo pondrán nada fácil.

Esta semana hizo 6 meses desde que abrí el blog y se alcanzaron las 10 000 visitas. Muchas gracias a todos por leerme y difundirme.

3 comentarios en “Bekele, la pista y el maratón

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