Joshua Cheptegei y la búsqueda de menos de un minuto por vuelta

El ugandés Joshua Cheptegei (1996), actual campeón olímpico de 5000 m, mundial de 10 000 m y plusmarquista mundial de ambas distancias, 12:35.36 (2020) y 26:11.00 (2020), ha anunciado que tratará de superarse en los cinco kilómetros de la reunión de Oslo, que este año tendrá lugar en una fecha inusualmente temprana, el 30 de mayo. La organización buscará una carrera alrededor de los doce minutos y medio. Si eso sucediese, se volvería a romper la barrera del minuto por vuelta en una distancia mayor. La última vez que esto sucedió fue el 31 de mayo de 1997, cuando el multilaureado etíope Haile Gebrselassie (1973), corrió las dos millas (3218.7 m) en 8:01.08, que equivale a un paso de 7:59.83 los 3200 m.

A lo largo de la historia, se ha ido mejorando el límite del minuto por vuelta en distancias cada vez mayores. Aunque la primera plusmarca homologada de 800 metros son los 1:51.9 de estadounidense Ted Meredith (1891-1957), campeón olímpico ese mismo año, 1912, el primer registro conocido en el campo amateur por debajo de los dos minutos corresponde al británico Arthur Pelham, quien en una carrera de 880 yardas (804.68 m) registró 1:59.8 el 26 de marzo de 1873. Hay una marca anterior, en concreto de 1854, año en que otro británico, Henry Reed, había corrido la distancia en 1:58.0. Este tiempo no se ha considerado ni como plusmarca mundial extraoficial por la condición de profesional del atleta.

Se tardaron nada menos que cuarenta y cinco años en volver a romper la barrera del minuto por vuelta. Sucedió durante los estertores finales de la Primera Guerra Mundial, el 22 de septiembre de 1918, cuando en la neutral Suecia, en Estocolmo, el corredor local Anatole Bolin (1893-1983) corría los 1000 m en 2:29.1. Bolin tomó parte en los 800 m de los Juegos de 1920, pero no llegó a la final, por 0.2.

Hubo que esperar a la siguiente guerra mundial, la segunda, para presenciar una nueva carrera por debajo de un minuto la vuelta. Nuevamente en la neutral Suecia, entre las diecinueve plusmarcas mundiales que superaron los atletas locales Gunder Hägg (1918-2004) y Arne Andersson (1917-2009) estaba un 1500 en menos de 3:45.0. El 17 de agosto de 1943, Andersson hacía justo esa marca en Gotemburgo, que Hägg superaría menos de un año después, 3:43.0 en el mismo estadio. Ambos se quedaron no demasiado lejos de hacer una carrera más larga en menos de un minuto por vuelta, la milla, 1609.344 m. Andersson realizó 4:01.6 en Mälmo en 1944. Hägg mejoró 0.2 un año después.

La plusmarca mundial de la milla de Hägg se mantuvo hasta 1954, año en que tres atletas de tres lugares del mundo muy alejados entre sí, un británico, Roger Bannister (1929-2018), un australiano, John Landy (1930-2022) y un estadounidense, Wes Santee (1932-2010), entraron en una competición contrarreloj buscando ser el primero en correr la distancia por debajo de cuatro minutos. Finalmente fue Bannister quien lo consiguió, en la histórica carrera de Iffley Road, Oxford, el 6 de mayo de 1954, con 3:59.4. A Landy le faltaron unos días, pues el 21 de junio realizó 3:57.9 (3:58.0). Pasó los 1500 m en 3:41.8, también plusmarca mundial. Ambos se enfrentaría en la milla del siglo de los Juegos de la Commonwealth en Vancouver, Canadá, el 7 de agosto. En un cerradísimo duelo, finalmente el británico se llevó la victoria, 3:58.8 frente a 3:59.6.

Algo más de una década transcurrió para que una distancia superior se corriese en menos de un minuto por vuelta. El 10 de septiembre de 1966, el alemán Harald Norporth (1942) hacía 4:57.8 en los 2000 m, 3.3 menos que el checo, entonces checoslovaco, Josef Odložil (1938-1993), subcampeón olímpico de 1500 m en 1964. Norporth también era subcampeón olímpico, de 5000 m el mismo año. Ese 1966 lo había sido de Europa en la misma prueba y campeón continental de los 1500 m.

El atletismo no para de avanzar. A mediados de los 80 surgió uno de los mediofondistas más versátiles de la historia, el marroquí Said Aouita (1959). Campeón olímpico de 5000 m en 1984 y plusmarquista mundial de 1500 m, 3:29.46 (1985), de 2000 m, 4:50.81 (1987) y 5000 m, 13:00.40 (1985) y 12:58.39 (1987), le resultó muy complicado superar el techo universal de Henry Rono (1952-2024) de 7:32.1 (1978). Se quedó muy cerca en cuatro ocasiones, 7:33.3 (1984), 7:32.94 (1985), 7:32.54 (1986) y 7:32.23 (1986). Finalmente, el 28 de agosto de 1989, el marroquí por fin conseguía su objetivo, y a menos de un minuto por vuelta, 7:29.45.

La última distancia en romper la barrera del minuto por vuelta fue, como se ha señalado anteriormente, las dos millas. A Gebre, su mejor marca mundial, la World Athletics no reconoce plusmarca mundial en esta prueba, de 8:01.08 le duró menos de dos meses. El 19 de julio de 1997 el extraordinario keniano Daniel Komen (1976) corría dos millas en menos de cuatro minutos cada una, 7:58.61.

Los 5000 m podrían ser la siguiente prueba en que se supere el límite del minuto por vuelta. No lo tendrá nada fácil Cheptegei. Tendría que correr 5.37 segundos por debajo de su marca personal, que es plusmarca mundial. El 13 de agosto de 1997, Gebre corría los cinco kilómetros en pista en 12:41.86. Desde entonces, hace casi veintisiete años, la plusmarca mundial solo se ha movido 6.5 segundos. La calidad y la tecnología ayudan. ¿Serán suficientes?

La última final olímpica de 5000 metros con mayoría europea

El dominio de los atletas nacidos en África en las pruebas de fondo es algo relativamente reciente. Hicieron su presentación en sociedad en los Juegos de México 1968, con los oros de 1500 m, 5000 m, 10 000 m, maratón y 3000 m obstáculos. Entonces, aparte de la indudable calidad de los Keino, Gammoudi, Temu, Wolde y Biwott, la altitud constituyó una ventaja para ellos y una desventaja para los europeos y estadounidenses. El dominio en México no tuvo continuidad cuatro años después, en los Juegos de Múnich. En realidad, esta superioridad no se consolidó hasta los años 90, con la interminable cantera keniana y marroquí, junto con la aparición del etíope Haile Gebrselassie (1973). Ello coincidió con el hundimiento del fondo europeo, gran animador hasta entonces del fondo mundial. La última final de 5000 m donde hubo mayoría europea fue la de los Juegos de Seúl de 1988.

Los 5000 m en los Juegos de Seúl tuvieron lugar entre el 28 de septiembre y el 1 de octubre. No había sido ese un gran año para esta prueba. El campeón olímpico, mundial y plusmarquista mundial, 12:58.39, el marroquí Said Aouita (1959) había decidido volver a sus orígenes de mediofondista e intentar un difícil doblete en 800 y 1500 m. Finalmente, mermado por problemas físicos, fue bronce en las dos vueltas y no salió en su semifinal del kilómetro y medio. La mejor marca de la temporada estaba en poder del portugués José Regalo (1963), 13:15.62. Trece atletas habían bajado de 13:20.00. Se programaron tres rondas, en las dos primeras llamó la atención la enorme igualdad entre los competidores. La primera ronda contó con tres series. Se clasificaban para la final los siete primeros y nueve tiempos. Recientemente la World Athletics ha decidido eliminar la clasificación por tiempos en pruebas de más de 800 m, pues es dar una gran ventaja a los atletas de la última serie. Así sucedió en esta ronda, donde siete tiempos de repesca lo fueron en la última serie. En la primera, hubo una diferencia de 0.22 entre el primero y el octavo, en la segunda fue de 0.72 y 0,58 en la tercera, con diez atletas en 0.73. Hubo algunos ilustres eliminados, como el suizo Pierre Délèze (1958), cuarto en el Mundial del año anterior, 13:32.64 en 1988, el mexicano Arturo Barrios (1963), quinto la final de 10 000 de esos Juegos, 13:17.82, séptima mejor marca del año, y el irlandés, campeón del mundo de 3000 m en pista cubierta, Frank O’Mara (1960), 13:26.65.

La igualdad continuó en las semifinales. Pasaban a la final los seis primeros y tres tiempos. En la primera serie se impuso en portugués Domingos Castro (1963) con 13:22.44. Castro era uno de los favoritos por su condición de subcampeón mundial el año anterior. Esa temporada había acreditado 13:18.69. La diferencia entre su tiempo y el del último clasificado en la serie, el británico Jack Buckner (1961), que entró por tiempos, en el puesto séptimo, fue de 0.73. Buckner había sido brillante campeón de Europa de la distancia en 1986, con 13:10.15, vigente plusmarca de los campeonatos. El año anterior se había hecho con el bronce en el Mundial. En 1988 no parecía en tan buena forma. Los 13:23.17 de esta semifinal eran su mejor tiempo del año. Los otros clasificados fueron el plusmarquista estadounidense Sydney Maree (1956), el alemán Dieter Baumann (1965), el francés Pascal Thiébaut (1959), el keniano Yobes Ondieki (1961) y el alemán del Este Hanjorg Künze (1959), sexto en la final de 10 000 m. El campeón de Europa de 10 000 y subcampeón de 5000 m, el italiano Stefano Mei (1963) se hizo con la victoria en la segunda semifinal, 13:24.20. En esta serie se clasificaron los ocho primeros, también con un resultado apretadísimo, pues el octavo, el sueco Jonny Danielsson (1964), último clasificado por tiempos, realizó 13:25.23, 1.03 más. Entre ambos atletas llegaron a la meta el keniano John Ngugi (1962), tres veces campeón del mundo de campo a través, José Regalo, que corrió sin una zapatilla, el británico Gary Staines (1963), el irlandés John Doherty (1961), el búlgaro Evgeni Ignatov (1959) y el francés Paul Arpin (1960). El italiano Salvatore Antibo (1962), subcampeón olímpico de 10 000 m y tercer mejor marquista mundial del año, 13:16.1, se quedó fuera de la final por 0.39, al ser séptimo en la primera semifinal. El último de esta serie fue el irlandés, campeón del mundo en 1983, Eamonn Coghlan (1952), 13:32.28 ese año. Otro atleta que contaba para la final y resultó eliminado era el belga Vincent Rousseau (1962), quinto en el Mundial en año anterior, 13:19.16 en 1988.

En la final del 1 de octubre había doce europeos, dos kenianos y un estadounidense. No ha vuelto a haber tal número de atletas de Europa en una final de 5000 m desde entonces. No había un favorito claro. Regalo, el más rápido del año, había corrido sin una zapatilla en la semifinal. Su compatriota Castro parecía en buena forma, y era subcampeón del mundo. Buckner había entrado por tiempos, pero era un atleta que acababa rápido. Sydney Maree tenía la mejor marca personal de los participantes, 13:01.15 (1985) y la segunda del año, 13:15.85, pero su historial internacional no era muy brillante y, pese a sus 3:29.77 en 1500 m, no tenía gran velocidad terminal. Stefano Mei había vencido en la segunda semifinal con su mejor marca del año, 13:24.20. Aunque nunca volvió a estar como en 1986, era un buen competidor y tenía un buen final. Y también estaba John Ngugi, el keniano que había ganado los tres últimos Mundiales de campo a través corriendo en solitario. En pista sus resultados eran poco llamativos. Su mejor marca personal era 13:17.95, conseguida ese año en Oslo, segundo, detrás de Thiébaut. En una carrera muy táctica el año anterior en el Mundial, solo había podido ser duodécimo, pese a haber ganado su semifinal. Su única opción era una carrera rápida, que probablemente tendría que crear él mismo. Tras unos primeros metros lentos, Ignatov tomó la cabeza y avivó algo el ritmo, que para Ngugi seguía siendo lento, por lo que decidió colocarse delante poco antes del primer kilómetro, que se corrió en 2:42.75. Un segundo kilómetro en 2:32.21 (5:14.96) rompió completamente la final. La ventaja del keniano llegó a ser de casi 50 metros a un grupo de atletas que se mantenía compacto, liderado por Doherty y Castro. Las cosas no cambiaron en el tercer kilómetro, más lento, que Ngugi cruzó en 7:56.14, con su ventaja intacta. En ese momento, Castro decidió avivar el ritmo e ir por el líder. En el cuarto kilómetro, la cabeza de carrera no había cambiado, Ngugi marcaba 10:36.21, unos veinte metros por delante del portugués, que, a su vez, aventajaba en otros treinta metros a un grupo formado por Doherty, Baumann, Buckner, Kunze e Ignatov, con Mei algo rezagado. Al toque de la campana, el oro y la plata parecían seguros. Ngugi pasaba en 12:11.42, con una ventaja de unos cuatro segundos sobre Castro. Baumann y Kunze se habían separado del resto del grupo y estaban a unos cinco segundos del portugués. Pero lo inesperado sucedió. Mientras Ngugi administraba bien su cómoda ventaja y se hacía con el oro en 13:11.70, tras una última vuelta en 1:00.28, Castro veía cómo su diferencia con los alemanes se difuminaba en los últimos 200 m y se perdía definitivamente en la última recta. Baumann ganaba la plata, 13:15.52 y Kunze el bronce, 13:15.73, mientras el portugués, que lloraba desconsoladamente, 13:16.09, se quedaba fuera del podio. Los alemanes hicieron la última vuelta en unos 56 segundos, por 1:00.5 de Castro. La quinta posición fue para Maree, 13:23.69, en lucha con Buckner, 13:23.85. Mei, 13:26.17, pudo finalmente superar a Ignatov, 13:26.41, y a Doherty, 13:27.71. Dannielsson fue décimo, 13:30.44, Thiébaut undécimo, 13:31.99, Ondieki duodécimo 13:52.01, Staines decimotercero 13:55.00 y Apin cerró la clasificación con 14:13.19. Regalo, probablemente afectado por problemas físicos, no terminó la final.

Ngugi, que se convertía en el primer y único keniano en alcanzar el oro olímpico en 5000 m, ganaría de nuevo el campeonato del mundo de campo a través en 1989 y en 1992. En pista apenas volvió a destacar. Fue subcampeón de los Juegos de la Commonwealth en 1990. Su carrera atlética no tuvo un buen final, pues resultó suspendido en 1993 por no pasar un control de drogas fuera de la competición. La plata de Baumann resultó una sorpresa. Su mejor marca previa era 13:18.43 de ese 1988. Hasta la temporada anterior había estado más centrado en los 1500 m. Había sido subcampeón de Europa en sala de 3000 en 1987. Su exitosa carrera posterior, campeón olímpico en 1992, de Europa en 1994 y cuarto en los Juegos en 1996, se vio empañada en 1999 cuando se descubrieron restos de nandrolona, un esteroide anabolizante, en una de sus muestras. Recibió una sanción de dos años. Kunze tampoco parecía contar para el podio. Ese año acreditaba 13:31.63, aunque su mejor marca era 13:10.40, que en 1981 había sido plusmarca continental. El alemán había sido un atleta muy precoz, plusmarquista europeo sub18, 7:56.4 en 1976. Medallista de bronce en 10 000 m en 1983 y 1987, las lesiones no le habían permitido alcanzar su verdadero potencial. Tras los Juegos, compitió una temporada más, en 1990, solo en la carretera.

Los Juegos de Seúl fueron los últimos en los que Europa dominó la prueba de los 5000 m. Pese a no conseguir el oro, los atletas europeos fueron aplastante mayoría en la final. A partir de entonces, el 5000 europeo ha entrado en una penuria, de la que no se ha recuperado. Desde 1988, la única medalla conseguida por un atleta nacido en Europa fue el oro de Baumann en 1992. El británico Mo Farah (1981), nacido en Somalia, ganó en 2012 y 2016. El número de atletas del Viejo Continente en las finales olímpicas también ha ido menguando, siete en 1992, cuatro en 1996, dos en 2000, uno en 2004, tres en 2008, uno en 2012, uno en 2016 y tres en 2020. ¿Se revertirá la tendencia?

El año en que Javier Álvarez Salgado se incorporó a la elite mundial

Esta semana el tuitero francés Geric, gran admirador del medio fondo y fondo de los años sesenta, setenta y ochenta, publicó un tuit con una fotografía del fondista vigués Javier Álvarez Salgado (1943).

La imagen, en realidad, corresponde a la primera de las tres semifinales de los 10 000 m en los Juegos de 1972. En el primer plano está Salgado, saludando a unos aficionados de Elgóibar, que se habían desplazado a Múnich. El vigués había sido tercero con su segunda mejor marca de siempre, 28:08.58. Detrás se ve al británico Dave Bedford (1947), segundo con 27:53.64, conversando animadamente con el vencedor de la serie, el belga Emiel Puttemans (1947), 27:53.28. Más a la derecha está el francés Nöel Tijou (1941-2023), que había sido séptimo, 28:36.08, y no pasó a la final. Salgado cuenta que este gesto casi le cuesta la descalificación, pues se había interpretado que estaba haciendo publicidad encubierta de las zapatillas, algo completamente prohibido entonces.

El tuit de Geric dio lugar a un animado intercambio de información sobre la enorme calidad de Salgado y sobre una de sus grandes carreras, su victoria en los 10 000 m de la reunión preolímpica de Múnich en 1971, un año antes de los Juegos. Ese 1971 fue el año en que este gran fondista gallego se incorporó a la elite mundial.

A principios de 1971, Javier Álvarez Salgado disputaba con el palentino Mariano Haro (1940) la condición de mejor fondista español. Salgado había conseguido algunos éxitos internacionales, como el oro en el Mundial Militar de 1964 en los 3000 m obstáculos y en los Juegos del Mediterráneo de 1967, había sido undécimo en la final olímpica de 1968, también en los obstáculos, y bronce en el campeonato de Europa de 3000 m en pista cubierta el año anterior. Era el plusmarquista español absoluto de los 2000 m, 5:14.3 desde 1970, los 3000 m obstáculos, 8:36.4, desde 1968 y de 5000 m, 13:42.0, desde 1967. Además su tiempo de 7:52.45 (7:52.6) en 3000 m, entonces solo reconocido como mejor marca española en pista cubierta, era superior a la plusmarca nacional absoluta de Mariano Haro 7:57.8. Ese año de 1971, Salgado daría un enorme salto de calidad que le permitiría competir codo a codo con los mejores del momento.

En el invierno de 1970, Salgado había alternado la pista cubierta con el campo a través con gran éxito. Además del bronce europeo referido, fue noveno en el Cross de las Naciones, competición antecesora del Campeonato del Mundo de Campo a Través. En 1971 decidió centrarse en el campo a través. La sede del Cross de las Naciones sería el hipódromo de Lasarte. El 7 de marzo, en dicho escenario, fue segundo en el Campeonato de España, detrás de Mariano Haro. Salgado nunca consiguió ser campeón de España en esta modalidad. Unos días después, el 20 de marzo, registraba su mejor actuación en un Cross de las Naciones, al entrar cuarto, en una carrera ganada con gran solvencia por Dave Bedford. Mariano Haro fue noveno.

De camino hacia la pista, el 18 de abril, Salgado hacía una parada en el Campeonato de España de Gran Fondo, 30 kilómetros, donde consiguió la victoria. Apenas un mes después, el 20 de mayo, en Roma, mejoraba su plusmarca española de 5000 m, con 13:37.5. Fue quinto en una carrera ganada nuevamente con gran autoridad por Bedford, 13:28.0. La plusmarca española duraría algo más de dos meses. El 29 de julio, en Estocolmo, Salgado obtenía una resonante victoria en los 5000 m, con 13:33.6.

El gran objetivo competitivo de ese año era el Campeonato de Europa, que se disputaría en Helsinki a mediados de agosto. Entonces los atletas del continente dominaban las competiciones de fondo, con alguna incursión africana como el keniano Kip Keino (1940), campeón olímpico de 1500 m y subcampeón de 5000 m, y el campeón olímpico de 5000 m, el tunecino Mohamed Gammoudi (1938). El resto de los grandes fondistas del momento estaban en Finlandia. Salgado se clasificó fácilmente para la final, con 13:44.4, en la primera de las tres semifinales, a 0.2 del francés Jean Wadoux (1942), acreditado en 13:28.0 y plusmarquista europeo de 1500 m, 3:34.0. En la final, el 14 de agosto, nadie parecía muy dispuesto a avivar el ritmo, de modo que fue Salgado el que se puso delante con un ritmo medio, con pases de 2:45.8, 5:31.7, 8:18.5 y 11:04.4. El vigués estuvo en cabeza hasta la última vuelta, donde surgió un torbellino finlandés llamado Juha Väätäinen (1941), que ya había sorprendido ganando los 10 000 m con la misma táctica. De nada sirvieron los esfuerzos de Wadoux ni los del alemán Harald Norpoth (1942), subcampeón olímpico en 1964 y acreditado en 13:24.8 (1966). El antiguo velocista finlandés no dio opción con un último 1000 en 2:27.8 y una última vuelta en 53.0. Terminó con plusmarca finlandesa de 13:32.48 por delante de Wadoux, 13:33.56, de Norporth, 13:33.79, del serbio, entonces yugoslavo, Danijel Korica (1945), 13:34.88, y de Salgado, 13:35.84. Inmediatamente por detrás entraban dos hombres que darían mucho que hablar en los años posteriores, Emiel Puttemans y el finlandés Lasse Virén (1949).

En una carrera de altísimo nivel, Salgado tuvo un rendimiento excepcional con un brillante quinto puesto. Pero la temporada no se había terminado, y lo mejor estaba por llegar. Del tres al seis de septiembre tendría lugar el Múnich la reunión preolímpica, una competición en la que se disputaría el programa completo en pista y que contaba con un gran elenco de participantes. El primer día se disputaban los 10 000 m, donde participaban los españoles Salgado y Haro, junto con el belga Puttemans y el campeón olímpico en 1968, el keniano Naftali Temu (1945-2003). Se pasó la primera parte de la prueba en 14:07.0. Un tremendo mano a mano, entre Salgado y Puttemans, en un último kilómetro corrido en 2:31, terminó con una llegada igualadísima en la que el español se impuso por centésimas. El tiempo de ambos fue 28:01.4, que para el belga suponía una nueva plusmarca nacional, mientras Salgado se quedaba a 2.0 del tope español de Haro. El palentino fue tercero con 28:10.8 y Temu cuarto, 28:21.8.

Salgado batiendo a Puttemans en la reunión preolímpica de Múnich en 1971. Fotografía Atletismo Español, número 198, octubre 1971

Una semana después, el 10 de septiembre, en Londres, Salgado restaba un buen puñado de segundos a su plusmarca nacional de 5000 m, al correr la distancia en 13:28.4, segundo a 2.8 de Kip Keino. Estos 13:28.4 fueron la cuarta mejor marca mundial del año. La temporada terminó para Salgado de la mejor manera posible. En los Juegos del Mediterráneo, disputados en la ciudad turca de Esmirna, del 12 al 17 de octubre, se hizo brillantemente con los oros en los 5000 y los 10 000 m. Además de Haro, en la prueba más larga, su gran rival era el tunecino Mohamed Gammoudi, inscrito en ambas distancia. Se disputaron en primer lugar los 5000 m. Salgado marcó el ritmo de la carrera y neutralizó un intento del tunecino de hacerse con la cabeza en la última vuelta. Su victoria en 13:37.2, inapelable. Gammoudi fue segundo con 13:40.8. Repitió la táctica en los 10 000 m, donde Gammoudi se retiró. El tiempo de Salgado fue 28:52.2, 2.2 menos que Haro.

En tan solo una temporada, Salgado había competido con los mejores y había mejorado 14 segundos en los 5000 m y 55 en los 10 000. Se generaron grandes expectativas para los Juegos Olímpicos de 1972, pero eso ya es otra historia. En el blog de Emilio Navaza, Vida atlética de Galicia, hay una semblanza muy completa de este superlativo atleta, a la que se puede añadir esta entrevista de hace dos años.

Carmen Valero (1955-2024), la primera atleta española de categoría mundial

El año 2024 ha comenzado con una tristísima noticia. Tras sufrir un ictus masivo el 28 de diciembre, el 2 de enero nos dejaba Carmen Valero, la mejor corredora española de fondo de siempre, la primera atleta española de categoría mundial. La repercusión mediática fue enorme, acorde con la categoría de Valero. Tanto la World Athletics como la Asociación Europea de Atletismo (EAA) publicaron sendos obituarios y el diario Marca nos dejó una portada para el recuerdo. Tras la Guerra Civil, había dejado de disputarse el campeonato de España de atletismo en categoría femenina. No se retomó hasta 1963. La cultura deportiva de entonces, más allá del fútbol, era escasa. Los atletas, con no poca frecuencia, se enfrentaban a las burlas de los transeúntes cuando entrenaban, que solían ser más ruidosas en el caso de las atletas. Valero tuvo que enfrentarse a los prejuicios no solo del público, sino de los propios federativos, a veces poco implicados en el deporte que se supone gestionaban.

Carmen Valero Olmedes nació en la localidad turolense de Castelserás el 4 de octubre de 1955. Siendo muy niña, se trasladó con su familia a Sardañola del Vallés. A los catorce años se unió a la Joventut Atlètica de Sabadell, de la mano del antiguo fondista Josep Pep Molins (1933-2023), olímpico en 1960, con quien desarrolló la mayor parte de su carrera deportiva. Comenzó a destacar muy pronto, sobre todo en campo a través. Fue campeona de España juvenil, entonces sub17, en 1970 y 1971. Ese año fue también campeona nacional de 600 m de la categoría. En su etapa junior, entonces sub19, fue campeona de España absoluta de 1500 m en 1972 y 1973 al aire libre, campeona absoluta de 1500 m en pista cubierta en 1973 y campeona absoluta de campo a través en el mismo año. Tomó parte en la última edición del Cross de las Naciones, con un 31º puesto y en la primera del Campeonato del Mundo de Campo a Través, donde ocupó la posición 25º en la carrera absoluta femenina, en ambos casos. Entonces no se disputaba la categoría junior femenina. En el campeonato de Europa junior fue cuarta, con 4:18.25, nueva plusmarca española absoluta de la distancia.

En 1974 siguió dominando el campo a través nacional. Fue consecutivamente campeona desde 1973 a 1978, además de en 1981 y 1986. En el Mundial de ese año ascendió a la novena posición. Al aire libre tomó parte en el campeonato de Europa de Roma, donde tuvo una gran actuación. Se disputaba por primera vez la prueba de 3000 m, Valero fue 15º con 9:35.4, que igualaba su plusmarca española de la prueba. Dos días después, en las series de 1500 m realizaba 4:13.02 (4:13.0), nueva plusmarca nacional, que le daba el pase a la final por tiempos. Su prestación en la final fue aun mejor. Ocupó la séptima posición con 4:11.61 (4:11.6), convirtiéndose en la primera finalista de ambas categorías absolutas en esta distancia que tantos éxitos ha dado al atletismo español.

En 1975 su progresión en el campo a través continuó. Por primera vez se encaramaba al podio con su tercer puesto en el Mundial. España conseguía estar en el podio en las tres carreras, con las platas de Mariano Haro (1940) y José Luis González (1957) en las categorías absoluta y junior masculina. Al aire libre se hizo con la medalla de bronce en los 1500 m de los Juegos del Mediterráneo, detrás de dos ilustres italianas, Paola Pigni (1945-2021), doble campeona mundial de campo a través en 1973 y 1973, y bronce olímpico en 1972 en 1500 m, y Gabriella Dorio (1957), que sería campeona olímpica en 1984.

La temporada olímpica de 1976 comenzó para Valero con un resonante triunfo en el Mundial de Campo a Través. En el hipódromo de Chepstow (Gales) consiguió una contundente victoria, superando en 20 segundos a la rusa, entonces soviética, Tatiana Kazankina (1951) y en 37 a Gabriella Dorio. Kazankina sería en unos meses doble campeona olímpica en Montreal de 800 y 1500 m. Poco antes se había convertido en la primera mujer en correr los 1500 m por debajo de los cuatro minutos. Valero resultó seleccionada para los Juegos en los 800 y los 1500 m, la primera atleta española olímpica de la historia. Ella misma en una entrevista a Atletismo Español tras su victoria en Chepstow reconocía que la prueba del kilómetro y medio, entonces la más larga del programa olímpico femenino, resultaba muy corta a sus características. Creía que su oportunidad llegaría en 1980 donde esperaba que hubiese 3000 o 5000 m femeninos. Lo cierto es que ni pudo estar en esos Juegos, ni hubo allí pruebas más largas que los 1500 m. Poco antes de los Juegos, mejoró en 1500 m hasta 4:08.34. También en 800 m superó su marca antes de Montreal, 2:04.12, también plusmarca española. En la capital de Québec no rindió bien. No tenía opciones en 800 m, pero en 1500 m esperaba estar en la semifinal. Sin embargo fue octava en su serie, muy lejos de la clasificación.

De vuelta al campo a través en 1977, en la ciudad alemana de Düsseldorf, Carmen Valero repetía oro, derrotando a la Armada Soviética, cuyas atletas fueron segunda, tercera, cuarta y sexta. La española superó en dos segundos a Liudmila Bragina (1943), campeona olímpica de 1500 m en 1972. Esa temporada, Valero había preparado también la pista cubierta. Fue campeona de España con 4:17.15, plusmarca española.

A partir de 1978, diversos problemas físicos le impidieron mantener el rendimiento de las temporadas anteriores. En el Mundial de campo a través fue décima. Tras haber mejorado su plusmarca nacional de 3000 m a 9:00.9 tomó parte en la final directa del campeonato de Europa de la distancia, donde, mermada físicamente, fue 23º

En los años siguientes, Valero apenas pudo competir en condiciones. La temporada de 1979 se la pasó en blanco. Se perdió los Juegos Olímpicos de 1980. En 1981 se proclamó campeona de España de campo a través, pero no acudió al Mundial. Ese año anunció que se retiraba. Sin embargo en 1984 retomó los entrenamientos y en 1986 volvió a ser campeona de España de campo a través, si bien renunció al Mundial por desavenencias con la Federación Española (RFEA). Ese año consiguió también la victoria en el campeonato de España de 5000 m, ganó la Jean Bouin y la San Silvestre Vallecana. Se retiró en 1987. En total fue veinticinco veces campeona de España, ocho de campo de a través, quince en pista al aire libre (tres en 800 m, siete en 1500 m, cuatro en 3000 m y una en 5000 m) y dos en 1500 m en pista cubierta. Superó quince plusmarcas españolas, doce al aire libre (tres en 800 m, cuatro en 1500 m, seis en 3000 m) y tres en 1500 m en pista cubierta.

Tras su retirada siguió vinculada al atletismo. De 1989 a 1993 formó parte del comité ejecutivo de la RFEA y también fue vicepresidenta y directora de la sección de atletismo del Club Natación Sabadell. En 1991, la Asociación Española de Estadísticos del Atletismo (AEEA), en una votación realizada por ochenta personas entre las que se incluían periodistas, técnicos, atletas, directivos de clubes, consideró a Carmen Valero la mejor atleta española de la historia. En 2001 la RFEA la consideró la mejor atleta española del siglo XX, es decir, de la historia hasta entonces. Este 2 de enero esta formidable atleta nos dejaba, pero su legado permanecerá grabado con letras de oro en el atletismo español.

¿Hacia dónde van los 10 000 metros en pista?

Dentro de los cambios que parece quiere hacer la World Athletics (WA) en el atletismo, además de la marcha, hay otras pruebas en el punto de mira, entre ellas los 10 000 m en pista. Se trata de una distancia que cada vez se disputa menos en las reuniones atléticas. Probablemente el éxito de la carrera de 10 km en ruta y sus importantes premios ha transferido el interés de los atletas de la pista a la carretera. En los últimos años las mejores marcas se han conseguido en carreras fuera del gran circuito como la plusmarca mundial de Joshua Cheptegei (1996), 26:11.00, en Valencia el 7 de octubre de 2019, los 26:33.87 del estadounidense Grant Fisher (1997) en la ciudad californiana de San Juan de Capistrano el 6 de marzo de 2022, o los campeonatos etíopes de la distancia que se celebraron en Hengelo (Países Bajos) en 2022, Selemon Barega (2000) 26:44.73, y de 2023 en Nerja (Málaga), Berihu Aregawi (2001) 26:50.66. El único 10 000 de alto nivel que se ha disputado en una reunión del circuito fue el de Ostende (República Checa) en 2021 con Joseph Kiplimo (2000) como ganador, 26:33.90. En categoría femenina se mantiene la reunión de Hengelo, donde la neerlandesa Sifan Hassan (1993) hizo plusmarca mundial, 29:06.82, el 6 de junio de 2022, superando los 29:17.45 de la etíope Almaz Ayana (1991) desde la final olímpica de 2016. Dos días más tarde en la misma pista, en el seno del campeonato etíope, Letesenbey Gidey (1998) se iba a 29:01.03, actual plusmarca mundial. La mejor marca de 2023 es también de la etíope Gudaf Tsegay (1997), campeona del mundo, en su campeonato nacional en Nerja, 29:29.73.

Los 10 000 metros son una distancia con solera que ha dado grandes momentos al atletismo. La prueba deriva de las 6 millas (9656.06 m), que fue oficial en los Juegos de la Commonwealth hasta 1966 y en el campeonato de Estados Unidos en años no olímpicos hasta 1973. En categoría masculina los 10 000 m fueron olímpicos por primera vez en 1912, con victoria del finlandés Hannes Kolehmainen (1889-1966). El primer plusmarquista mundial reconocido fue el francés Jean Bouin (1888-1914), 30:58.8, que perdió un gran duelo con Kolehmainen en los 5000 m de esos Juegos. Los finlandeses continuaron dominando la prueba hasta los años 40. En los años 20 Paavo Nurmi (1897-1973) y Ville Ritola (1886-1982) se repartieron los oros olímpicos, 1920 y 1928 para el primero y 1924 para el segundo y se arrebataron las plusmarcas mundiales, dejándola Nurmi en 30.06.2 en 1924, muy cerca de la barrera de la media hora. Esta barrera no se rompió hasta 1939, cuando otro finlandés, Taisto Mäki (1910-1979) corrió en 29:52.6. El último de los finlandeses voladores fue Viljo Heino (1914-1998), campeón de Europa en 1946, que pronto se vio superado por el checo, entonces checoslovaco Emil Zátopek (1922-2000), doble campeón olímpico en 1948 y 1952, año en que hizo triplete con el 5000 y el maratón. Fue el primer atleta en correr por debajo de 29 minutos, 28:54.2 en 1954. Los soviéticos Vladimir Kuts (1927-1975) y Pyotr Bolotnikov (1930-2013) fueron los siguientes campeones olímpicos, en 1956 y 1960 respectivamente. Este último dejó la plusmarca mundial en 28:18.2 en 1962. Poco después, en 1965 el australiano Ron Clarke (1937-2025) sorprendía con unos estratosféricos 27:39.4. Sin embargo, nunca consiguió el oro olímpicos. El año anterior, siendo ya plusmarquista mundial con 28:15.6, fue bronce en una carrera ganada por el sorprendente estadounidense Bill Mills (1938). En 1968, perjudicado por la altitud mexicana entró el sexto, con victoria del keniano Naftali Temu (1945-2003). El finlandés Lasse Virén (1949) hizo reverdecer los laureles de su país con una doble victoria olímpica en 1972, con plusmarca mundial de 27:38.4, y en 1976. Fue quinto en 1980, donde se impuso el rapidísimo etíope Miruts Yifter (1944-2016). No hubo un gran dominador en los 80. Se bajó por primera vez de los 27 minutos en 1993, con los 26:58.38 del keniano Yobes Ondieki (1961). Ese año se dio a conocer internacionalmente, ganando el Mundial, uno de los grandes de siempre el etíope Haile Gebrselassie (1973), oro olímpico en 1996 y en 2000 y campeón mundial en 1993, 1995, 1997 y 1999. Superó tres veces la plusmarca mundial hasta dejarla en 26:22.75. Acabó su carrera de forma muy exitosa en el maratón, mientras en la pista otro etíope igualaba sus logros. Kenenissa Bekele (1982) fue campeón mundial de 2003 a 2009 y olímpico en 2004 y 2008. Llevó la plusmarca mundial hasta 26:17.53. El británico Mo Farah (1983) se hizo con los dos siguientes oros olímpicos, 2012 y 2016) y con los mundiales de 2015 y 2017. En 2019, 2022 y 2023 el campeón fue el actual plusmarquista mundial, Joshua Cheptegei, al que se le escapó el oro olímpico en 2021, al resultar batido por Selemon Berega.

En categoría femenina la historia es mucho más corta. La primera plusmarca mundial homologada fue de 32:17.20 para la rusa, entonces soviética, Yelena Sipatova (1955) el 19 de octubre de 1981. La primera mujer en bajar de 32 minutos fue la estadounidense Mary Decker (1958), 31:35.3 en 1982. La noruega Ingrid Kristiansen (1956) hizo 30:59.42 en 1985 y 30:13.74 en 1986. Fue la primera campeona de Europa, en 1986, y mundial en 1987. La rusa, entonces soviética, Olga Bondarenko (1960) se hizo con el oro olímpico en 1988, primera vez que se disputaba la prueba. Desde entonces ha habido un gran dominio etíope con victorias de Derartu Tulu (1972) en 1992 y 2000, Tirunesh Dibaba (1985) en 2008 y 2012 y Ayana en 2016. Otra etíope, aunque nacionalizada neerlandesa, Sifan Hassan ganó en 2021. Completan los oros olímpicos la portuguesa Fernanda Ribeiro (1969) en 1996 y la china Xing Huiba (1984) en 2004. La plusmarca de Kristensen duró hasta el Mundial de 1993, cuando la sorprendente china Wang Junxia (1973) se impuso con 29:31.78. Se mantuvo en lo más alto hasta 2016, cuando Ayana se fue a 29:17.45 en la final olímpica.

Toda esta historia no se repetirá si la WA degrada la prueba. En su mano está volverla a hacer atractiva para los atletas incluyéndola en las reuniones o dejarla morir. Esperemos que los peores presagios no se cumplan y la prueba vuelva a sus mejores tiempos. Todavía no hemos visto mujeres por debajo de los 29 minutos y la barrera de los 26 no está tan lejos para los hombres.

Kelvin Kiptum, en el umbral de la dos horas en maratón

El keniano Kelvin Kiptum (1999), criado atléticamente en la carretera, venía amenazando la plusmarca mundial de maratón de 2h01:09, en poder de su compatriota Eliud Kipchoge (1984) desde Berlín 2022. En su tercer maratón, Kiptum se ha convertido en el primer atleta en correr por debajo de las 2h01:00, con 2h00:35. En Valencia, en diciembre de 2022, ya dio muestra de sus enormes posibilidades al hacer 2h01:53, tercera mejor marca mundial de siempre en aquel momento. En Londres, en la primavera de este año, se quedaba a 16 segundos de Kipchoge, 2h01:25. Hoy en Chicago no perdió su oportunidad. Cruzó el medio maratón en 1h00:48. La clave de su plusmarca estuvo en el parcial del kilómetro 30 al 40 en que hizo 27:52 (13:51+14:01). Sus 2h00:35, a una media de 2:51.47 el kilómetro, dejan la plusmarca mundial masculina de maratón a las puertas de las dos horas en condiciones legales.

Kelvin Kiptum Cheruiyot nació en Keiyo, localidad de la región keniana de El Doret. A diferencia de la mayoría de sus compatriotas, que empiezan en la pista antes de pasarse a la carretera, Kiptum se fue directamente a las carreras en ruta. En octubre de 2018, con diecisiete años corría un medio maratón en 1h02:01, en Eldoret, a 2200 metros de altitud. Poco después, en marzo de 2019, en Lisboa, mejoraba a 59:54. Terminó la temporada con 50:53. En 2020 realizó una mejor marca de 58:42, en el medio maratón de Valencia, donde fue sexto. No mejoró al año siguiente, en que solo compitió en tres ocasiones. En Estocolmo corrió su único 10 000, 28:17.87. Hizo además, dos medios maratones, incluido el de Valencia. En 2022 concentró todos sus esfuerzos en hacer un gran primer maratón. Tras abandonar en febrero en el medio maratón de Ras al-Haima (Emiratos Árabes Unidos), se presentó en Valencia el 4 de diciembre y obtuvo un resonante triunfo con 2h01:53. Este año, además de su victoria en Chicago, se coronó vencedor en Londres, 2h01:25, tras pasar la mitad de la carrera en 1h01:40.

Con veintitrés años el futuro se le plantea esplendoroso. Si, como se ha sugerido, opta por disputar el maratón olímpico, su duelo con Kipchoge será estelar. Veremos si disputa algún maratón en primavera, o si lo hace Kipchoge.

En categoría femenina hoy en Chicago, la vencedora fue la neerlandesa, de origen etíope, Sifan Hassan (1993). Con un prolijo historial en la pista, la actual campeona olímpica de 5000 y 10 000 m, además de bronce en 1500 m, venció este año en Londres, su primer maratón, 2h18:33. Su idea era superar en Chicago la plusmarca mundial de la keniana Brigid Kosgei (1994), 2h14:04. El 24 de septiembre, en Berlín, se le adelantó la etíope Tigst Aseffa (1996), con unos sorprendentes 2h11:53. Hassan intentó acercarse a ese tiempo con un primer medio maratón en 1h:05:42, pero no pudo mantener el ritmo. El tiempo de 2h13:44 con que se impuso es la segunda mejor marca de siempre. Hay que recordar que este año entre los dos maratones fue bronce en 1500 m y plata en 5000 m en los campeonatos del mundo al aire libre, una versatilidad muy infrecuente en el atletismo.

Tigst Assefa pulveriza la plusmarca mundial de maratón en Berlín

Etiopía cuenta con un número interminable de atletas de medio fondo y fondo. En la mañana de hoy en el maratón de Berlín se esperaba una posible plusmarca mundial del keniano Eliud Kipchoge (1984). Kipchoge demostró que su mala actuación en Boston este año había sido un accidente y se impuso con un gran tiempo de 2h02:42, su quinta mejor marca de siempre. La plusmarca mundial vino del lado femenino, con el registro de la etíope Tigst Assefa (1996) de 2h11:53, un sorprendente tiempo que superaba en más de dos minutos las 2h14:04 de la keniana Brigid Kosgei (1994), desde 2019 en Chicago. La temporada pasada dos atletas se habían acercado mucho a esta marca, la también keniana Ruth Chepngetich (1994), 2h14:18 en Chicago, y la etíope Amane Beriso Shankule (1991), 2h14:58 en Valencia. Aunque la plusmarca mundial de la británica Paula Radcliffe (1973) de 2h15:25 establecida en Londres en 2003 se mantuvo hasta 2019, el nivel medio de maratón femenino ha mejorado de forma muy acelerada. La primera mujer en correr la prueba en menos de 2h20:00 fue la japonesa Naoko Takayashi (1972), campeona olímpica en 2000, que el 30 de septiembre de 2001 en Berlín hacía 2h19:46. Desde entonces, contando el maratón de hoy, exactamente setenta mujeres han corrido por debajo de las dos horas veinte. La japonesa estuvo poco tiempo en lo más alto de la lista mundial. Una semana más tarde, en Chicago, la keniana Catherina Ndereba (1972) realizaba 2h18:47. Un año más tarde, en el mismo escenario, Radcliffe hacía la primera de sus dos plusmarcas mundiales, la primera de la historia reconocida oficialmente como tal, hasta entonces eran mejores marcas mundiales, con 2h17:18.

La nueva plusmarca mundial de Assefa es mejor que la que en su momento tuvo su compatriota Abebe Bikila (1932-1973). Bikila hizo mejor marca mundial de 2h12:11.2 cuando se proclamó campeón olímpico por segunda vez en 1964 en Tokio. Evidentemente no contó con una liebre que lo llevase hasta la recta final, ni con unas zapatillas Adidas de un solo uso de 138 gramos. La plusmarca mundial en carreras solo femeninas es de 2h17:01, de la keniana Mary Jepkoskei Keitany (1982), Londres 2017. No obstante, hay que destacar que Assefa ocupó el puesto 28º en la clasificación total, justo por delante del estadounidense Jared Ward (1989), acreditado en 2h10:45 y sexto en los Juegos de 2016. El exvelocista y periodista Ángel Cruz (1955) calculó las equivalencias del tiempo de la etíope según la diferencia con la plusmarca masculina en otras pruebas y le sale 3:44.26 en 1500 m, 8:00.16 en 3000 m, 13:43.01 y 28:30.20, una barbaridad.

Assefa, acreditada en 2h15:37 del año pasado en Berlín, donde fue la ganadora, salió decidida por la plusmarca mundial. A los 15 kilómetros se separó del grupo, un kilómetro en 2:59, del 15 al 16 la dejó en cabeza en solitario. Pasó la mitad de la prueba en 1h06:20. Su proyección para la plusmarca mundial fue mejorando según iban pasando los kilómetros hasta llegar a esas sorprendentes 2h11:53, a 3:07.5 cada kilómetro.

La trayectoria atlética de Tigst Assefa Tessema es bastante atípica. Nacida el 3 de diciembre de 1996, comenzó a practicar atletismo muy joven, al principio en la distancia de 400 m. En 2009, con doce años hacía 56.70. En 2012 hizo su mejor marca en la distancia, 54.05. En 2013 empezó a correr 800 m. Al año siguiente realizó 1:59.24, en la reunión de Zúrich, donde fue tercera. Ocupó la cuarta posición en los campeonatos de África y, quizá premonitoriamente, ganó en la reunión de Berlín. Sin embargo, los problemas físicos comenzaron a condicionar su trayectoria. Ya no mejoró en los 800 m. Apenas compitió en 2015. En 2016 fue olímpica en Río, pero no pasó de la primera ronda. Tras pasar 2018 en blanco, en 2018 tan solo tomó parte en una prueba, 10 km en carretera, que corrió en 34:35. Mejoró al año siguiente hasta 31:45. En Valencia terminó un medio maratón en 1h08:24, en quinta posición. No volvió a competir hasta 2022, con su primer maratón en Riad, unas discretas 2h34:01. Su temporada, no obstante, acabó siendo excelente, con las 2h15:37 ya mencionadas de su victoria en Berlín. Entretanto, mejoró en 10 km, 30:52, y medio maratón 1h07:28. Este año su primera carrera ha sido la plusmarca mundial de Berlín.

El nivel medio del maratón, tanto en categoría masculina como femenina, ha sido altísimo. En el caso de los hombres tres atletas por debajo de 2h04:00, nueve en menos de 2h05:00 y el décimo 2h05:05. En las mujeres hubo ocho por debajo de 2h20:00.

En Berlín, Assefa ha hecho entrar el maratón femenino en una nueva dimensión. Aunque su tiempo probablemente sea comparable al de Radcliffe, es previsible que su duración en lo más alto sea menor. Su compatriota Letesenbet Gidey (1998), acreditada en 2h16:49, tiene un gran potencial de mejoría y solo veinticinco años. Por su parte, Kipchoge ha demostrado que con casi treinta y nueve años es un serio candidato a ganar el oro olímpico por tercera vez. Tiempos atléticos apasionantes, sin duda.

Gudaf Tsegay, a un paso de derribar los 14 minutos en 5000 metros

La final de la Liga de Diamante celebrada en el estadio Hayward Field de Eugene, Oregón, el 15 y 16 de septiembre ha roto completamente la tendencia de los últimos años, en los que las reuniones tras el gran campeonato de la temporada tenían un nivel bastante discreto. En la última reunión atlética del año asistimos a dos plusmarcas mundiales, la etíope Gudaf Tsegay (1997) en 5000, 14:00.21, y el sueco Armand Duplantis (1999) en salto con pértiga, dos plusmarcas europeas, el noruego Jakob Ingerbrigtsen (2000) en la milla, 3:43.73, y en 3000, 7:23.63, junto con otras siete mejores marcas mundiales de la temporada, 46.39 en 400 m vallas por el estadounidense Rai Benjamin (1997), 8:50.66 en 3000 m obstáculos por la atleta naturalizada de Bahrein Winfred Mutili Yavi (1999), 15.35 m en el triple salto por la venezolana Yulimar Rojas (1995), 9.83 en 100 m por el estadounidense Christian Coleman (1996), 2.03 m en salto de altura por la ucraniana Yaroslava Mahuchikh (2001), 1:42.80 en 800 m por el keniano Emmanuel Wanyonyi (2004), 12.93 en 110 m vallas por el jamaicano Hansle Parchment (1990) y 1:54.97 en 800 m por la estadounidense Athing Mu (2002). Algunos de estos logros tendrán espacio en este blog, pero hoy hablaremos de la estratosférica plusmarca mundial de Gudaf Tsegay.

Hace tres años en Valencia, la etíope Letesenbet Gidey (1998) se convertía en la primera mujer en superar los 14:10.00 en los 5000 m al registrar 14:06.62. Gidey, que ya se había proclamado subcampeona del mundo de 10 000 m en 2019, ha sido desde entonces bronce olímpico en 2021, campeona del mundo en 2022 y subcampeona del mundo este 2023, precisamente detrás de Tsegay. En 2021 se hacía con la plusmarca mundial de 10 000 m, 29:01.03 y de medio maratón, 1h02:52. En 2022 corrió su primer maratón en 2h16:49. El 9 de junio de este año, en París, fue testigo de la pérdida de su plusmarca mundial, cuando la keniana Faith Kipyegon (1994) la derrotó con 14:05.20, frente a 14:07.94. Sorprendentemente el tiempo de Kipyegon solo se mantuvo tres meses en lo más alto. Este 16 de septiembre, la etíope Gudaf Tsegay se quedaba a las puertas de los catorce minutos, con 14:00.21. Los pases cada kilómetro fueron de 2:48.08, 5:37.24 (2:49.16), 8:26.03 (2:48.79), 11:16.89 (2:50.86) y un último 1000 en 2:43.14.

Gudaf Tsegey Desta nació en la región de Tigray, al norte de Etiopía, el 23 de junio de 1997. Comenzó a destacar muy joven. En 2014 fue subcampeona mundial sub20 de 1500 m. Ese año, con tan solo diecisiete, fue capaz de correr la distancia en 4:02.83. En 2016 se quedó, con 4:00.18, a las puertas de romper la barrera de los cuatro minutos. Ese invierno había ganado la medalla de bronce en el Mundial en sala de 1500 m. En 2017 corrió en 3:59.55 y fue semifinalista en el Mundial al aire libre. En 2019 se hizo con el bronce, 3:54.38, en una magnífica final de 1500 m del campeonato del mundo, en la que la neerlandesa de origen etíope Sifan Hassan (1993) fue oro, 3:51.95, y Faith Kipyegon plata, 3:54.22.

Tras una actividad competitiva reducida en 2020, en el invierno de 2021 Tsegay corría los 1500 bajo techo en 3:53.09, nueva plusmarca mundial, superando en 2.08 a Genzebe Dibaba (1991).

Al aire libre decidió probar en los 5000 m, distancia en la que registró 14:13.32 en los campeonatos de selección etíope. En los Juegos de Tokio, en una carrera lenta, ganó la medalla de bronce, por detrás de Hassan y de la keniana Hellen Obiri (1989), la campeona del mundo, que repetía plata olímpica. Comenzó la temporada 2022 con el oro en 1500 en el Mundial en pista cubierta. Al aire libre consiguió su primer oro en un Mundial de 5000 m, derrotando a la keniana Beatrice Chebey (2000) y fue plata en 1500, por detrás de la imbatible Kipyegon.

La temporada 2023 comenzó con dos grandes registros en pista cubierta. El 8 de febrero corrió la milla en 4:16.6, segunda mejor marca mundial, a 2.85 de la plusmarca mundial de Genzebe Dibaba. El 23 del mismo mes se quedó con 8:16.69 a 0.09 del tope mundial de 3000 m, también de Dibaba. Al aire libre, se centró en los 5000 y en los 10 000 m, tras hacer el 23 de junio 29:29.73, cuarta mejor atleta de siempre. En 5000 también mejoró hasta 14:12.29. En el Mundial de Budapest, en una carrera lentísima, se proclamó campeona mundial de 10 000 m. Se esperaba un gran duelo en los 5000 m con Kipyegon y con Hassan, pero, algo tocada físicamente, Tsegay acabó en la décimo tercera posición, 15:01.13, mientras Kipyegon derrotaba a Hassan, 14:53.88 frente a 14:54.11, con Chebet, 14:54.33, tercera

No volvió a competir hasta el 5000 de Eugene, donde dio la gran sorpresa con la plusmarca de 14:00.21. El sueco Gunder Hägg (1918-2004), uno de los grandes mediofondistas de la historia, fue el primer atleta en correr la distancia por debajo de catorce minutos, 13:58.2, el 20 de septiembre de 1942. Doce años más tarde, el 30 de mayo de 1954, el checo, entonces checoslovaco, Emil Zátopek (1922-2000), mejoraba hasta 13:57.2. Ese mismo año, el 28 de agosto, el ucraniano, entonces soviético, Vladimir Kuts (1927-1975), se proclamaba campeón de Europa con 13:56.6. Pronto habrá mujeres corriendo en estos tiempos, tal vez Tsegey, Kipyegon o Chebet, segunda en la final de la Liga de Diamante con 14:05.92. El medio fondo y el fondo femenino están entrando en una magnífica edad de oro.

Mohamed Katir, subcampeón del mundo de 5000 metros

El 27 de agosto de 2023, el último día del Mundial de Budapest, España figuraba en la tercera posición con cuatro medallas de oro, algo insólito en nuestro atletismo. También por primera vez en los campeonatos, un país había monopolizado los oros de las cuatro pruebas de la marcha, en ambas categorías, merced a los oros de Álvaro Martín (1994) y de María Pérez (1996) en los 20 y en los 35 km marcha. Pero faltaba estrenarse en la pista. El día anterior Adrián Ben (1998) estuvo a punto de hacerlo, al ocupar la cuarta plaza en los 800 m, a 0.08 del bronce. Quedaba una sola bala, Mohamed Katir (1998) en los 5000 m. Katir llegaba al campeonato más centrado en los 1500 m, distancia en la que tenía la segunda marca mundial del año, 3:28.89, por detrás de los 3:27.15 del noruego Jakob Ingrebrigtsen (2000). Según sus propias declaraciones, el español aspiraba a lo máximo en el kilómetro y medio. Sin embargo no consiguió clasificarse para la final, en una temporada con once atletas por debajo de 3:30.00. El golpe psićológico tuvo que ser tremendo. Las críticas no fueron favorables.

No obstante, Katir tenía una segunda oportunidad, los 5000 m, distancia en la que posee la plusmarca europea, 12:45.01, séptima mejor marca mundial del año. Como en el caso del 1500, el 5000 nunca había tenido un nivel medio tan alto como este año, con ocho hombres por debajo de 12:50.00 y dieciocho que han corrido en menos de 13:00.00. Katir se impuso en la primera semifinal con 13:35.90. En la final no había un solo atleta con cuentas pendientes. Habia dos, pues Ingebrigtsen falló en su intento de ser campeón del mundo de 1500 m por primera vez. El británico Josh Kerr (1997) se lo impidió. El noruego no había corrido ninguna prueba de 5000 m este año, pero acreditaba 12:48.45 de 2021.

En la carrera definitiva, sobre el papel tanto el noruego como el español parecían mejor situados para estar en el podio, ya que ninguno de sus rivales se les acercaba en los tiempos de 1500 m. Tan solo una carrera a un ritmo muy alto les podría poner las cosas más difíciles. Pero ningún atleta de menos de 12:50.00 decidió encarecer las medallas. Los 3000 m se pasaron a un ritmo casi pedestre de 8:13.11. El cuarto kilómetro se cruzó en 10:49.71, 2:36.60 del 3000 al 4000, con el etíope Berihu Aregawi (2001), 12:40.43 de este año, en cabeza. El último kilómetro fue trepidante. A falta de 300 m, Katir se colocó primero y dio un fuerte tirón. Parecía que se quedaba solo, pero en la última recta Ingebrigtsen consiguió alcanzarlo y lo rebasó en los últimos metros, 13:11.30 frente a 13:11.44. El noruego hizo 3:38.22 el último 1500, 2:21.07 el último kilómetro y la última vueta en 52.45, casi una carrera táctica de 1500 m.

Aunque Katir sintió cierta decepción porque se le hubiese escapado el oro en los últimos metros, no podía ocultar su alegría en una carrera que le sirvió para redimirse de los 1500 m y en la que España obtuvo su quinta medalla en este Mundial, la primera en la pista.

Mohamed Katir El Haouazi nació en la ciudad marroquí de Alcazarquivir el 17 de febrero de 1998. A la edad de cinco años se trasladó a España, donde ya trabajaba su padre. La familia se acabó estableciendo en Mulas (Murcia), donde el joven Mohamed comenzó a practicar atletismo, tras haberse dedicado al fútbol. En octubre de 2019 adquirió la nacionalidad española. Ese año corría los 1500 m en 3:37.20. En 2020, ya como español, mejoró a 3:36.59 y fue séptimo en el campeonato de España. En 2021, corrió los 3000 m bajo techo en 7:35.29 y los 1500 m en 3:36.89. Fue segundo en el campeonato de España, detrás de Adeel Mechal (1991) y cuarto en el campeonato de Europa. Al aire libre ya en el mes de mayo se mostró en gran forma con registros de 3:33.62 en 1500 m y 13:08.52 en 5000 m. Unas semanas más tarde sorprendió al mundo atlético al superar en treinta y tres días las plusmarcas nacionales de 5000 m, 12:50.79 el 10 de julio, de 1500 m, 3:28.76 el 9 de julio, y de 3000 m, 7:27.64 el 13 de julio. Sin embargo, en el campeonato de España, de finales de junio, había resultado sorprendentemente derrotado en los 5000 m ante Carlos Mayo (1995) y en los 5000 m de los Juegos Olímpicos ocupó la octava posición. En 2022, menos centrado en los registros y más en la competición, ganó la medalla de bronce en los 1500 m del Mundial de Eugene y fue subcampeón de Europa de 5000 m. Esta temporada en pista cubierta realizó la segunda mejor marca de siempre y plusmarca europea de 3000 m en pista cubierta, 7:24.68.

Mohamed Katir es el primer medallista español en la prueba de 5000 m de un campeonato mundial. Antes que Katir, hubo otros tres españoles que alcanzaron el puesto de finalista. El primero fue Enrique Molina (1968) en 1997. Dos veces plusmarquista español de la distancia, 13:11.05 y 13:07.34, y séptimo en los Juegos Olímpicos de 1996, ocupó la séptima posicíón. En el Mundial de 1997 fue octavo, en un 5000 dominado por el portentoso keniano Daniel Komen (1976). En 2001, Alberto García (1971) estuvo a punto de entrar en el podio, al ser cuarto en la final del Mundial de 5000 m. Con un tiempo de 13:05.60, se quedó a 0.40 del keniano John Kibowen (1969), en una carrera ganada por el también keniano Richard Limo (1980). Plusmarquista español, 13:02.54, y campeón de Europa en 2002, en 2003 resultó sancionado 2 años por consumo de eritropoyetina, lo que deja sus logros en entredicho. En tercer finalista previo a Katir fue el carismático Jesús España (1978). Campeón de Europa en 2006, fue séptimo en el Mundial de 2007, en una carrera lentísima ganada por el longevo estadounidense de origen keniano Bernard Lagat (1974). España llegó a hacer 13:04.73. En 2010 fue subcampeón de Europa.

Entrenado por Gabriel Lorente (1989), Katir tratará de volver al podio en los Europeos de 2024 y, sobre todo, en los Juegos Olímpicos de París. No será tarea fácil. Hay tanta igualdad, que un mal día, una mala táctica puede implicar quedarse fuera del podio o de la final.

La locura de los 1500 y los 5000 m frente a la penuria de los saltos de altura y longitud

Tras la celebración de la reunión de Londres perteneciente a la Liga de Diamante, en pasado día 23 de julio, las grandes competiciones hacen una pausa de casi un mes hasta el campeonato del mundo, que tendrá lugar el Budapest, del 19 al 27 de agosto. Tras Budapest, de la Liga de Diamante quedan las reuniones de Zúrich, Xianmen, Bruselas y Eugene, y algunas otras no incluidas en este circuito. Sin embargo, atendiendo a lo sucedido en temporadas pasadas, es más que probable que el grueso de grandes registros ya se haya realizado. En tiempos, las reuniones tras el gran campeonato del año eran algo así como una revancha, pero últimamente los atletas bajan mucho tras la gran competición de la temporada. Aunque las listas evidentemente no son definitivas, hay dos situaciones de este 2023 atlético que llaman la atención, por un lado el altísimo nivel del 1500 y el 5000 masculinos y, por otro, una gran pobreza de registros en los saltos de altura y longitud, en consonancia con los últimos años. Más abajo se adjuntan las listas del año, provisionales, de estas cuatro pruebas. La fuente es la página web de la World Athletics y se han dejado los enlaces del perfil de cada atleta.

La lista del año en los 1500 metros impresiona absolutamente. Nunca había habido tantos atletas por debajo de 3:30.00, nada menos que once. La mejor temporada en ese sentido hasta ahora había sido la de 2014, con siete atletas por debajo de ese tiempo. El tiempo del atleta 25º es de 3:32.10. Es probable que al final de la temporada sea menos de 3:32.00. El mejor atleta 25º en otros años hizo 3:33.01, en 2004. La lista está encabezada por el mejor en la actualidad, camino de ser uno de los más grandes de siempre, el noruego Jakob Ingebrigtsen (2000). Tras su plusmarca mundial de las 2 millas, 7:54.10, haciendo la segunda milla en 3:53.4, muchos pensaban que a estas alturas habría superado la plusmarca mundial de 1500 m, 3:26.00 en 1998, del marroquí Hicham El Guerrouj (1974). De momento ha hecho 3:27.14, plusmarca europea, y aventaja al segundo del año, el español Mohamed Katir (1998) en 1.75. El nivel es tan alto que pequeños detalles pueden determinar quién estará en la final y quién en el podio del Mundial. Esta mañana vimos cómo en el campeonato de España Adeel Mechaal (1991) superaba, en una carrera rápida, a Katir y a Mario García Romo (1999), que este año han corrido más de dos segundos menos que el campeón. En Budapest, es muy probable que veamos carreras muy rápidas desde la primera ronda. Los mejores no van a dar ninguna oportunidad con pruebas tácticas.

NTiempoAtletaAño PaísLugarFecha
13:27.14Jakob INGEBRIGTSEN2000NORChorzów16 07 2023
23:28.89Mohamed KATIR1998ESPOslo15 06 2023
33:29.02Yared NUGUSE1999EUAOslo15 06 2023
43:29.08Timothy CHERUIYOT1995KENOslo15 06 2023
53:29.11Abel KIPSANG1996KENChorzów16 06 2023
63:29.18Mario GARCÍA1999ESPOslo15 06 2023
73:29.26Azeddine HABZ1993FRAOslo15 06 2023
83:29.41Oliver HOARE1997AUSOslo15 06 2023
93:29.47Narve Gilje NORDÅS1998NOROslo15 06 2023
103:29.51Lamecha GIRMA2000ETILausana30 06 2023
113:29.64Josh KERR1997GBRLausana30 06 2023
123:30.30Reynold Kipkorir CHERUIYOT2004KENChorzów16 07 2023
133:30.42Andrew COSCORAN1996IRLChorzów16 07 2023
143:30.60Neil GOURLEY1995GBRLondres23 07 2023
153:30.92Elliot GILES1994GBRLondres23 07 2023
163:31.24Samuel TANNER2000NZLChorzów16 07 2023
173:31.28Vincent Kibet KETER2002KENChorzów16 07 2023
183:31.30Matthew STONIER2001GBRLondres23 07 2023
193:31.42Stewart MCSWEYN1995AUSLondres23 07 2023
203:31.43Adel MECHAAL1990ESPLondres23 07 2023
213:31.49Isaac NADER1999PORChorzów16 07 2023
223:31.54George MILLS1999GBRChorzów16 JUL 2023
233:31.81Adam SPENCER2001AUSLondres23 JUL 2023
243:32.00Andreas ALMGREN1995SUEOslo15 JUN 2023
253:32.10Robert FARKEN1997GERRehlingen28 MAY 2023

La situación de la prueba de 5000 m es muy parecida a la del 1500, con una gran cantidad de atletas en tiempos rapidísimos. En lo que va de temporada, ocho atletas han corrido por debajo de 12:50.00 y dieciocho en menos de 13:00.00. El siguiente año con más atletas sub12:50 fue 2012, con seis. El año con más sub13 fue 2006, con diecinueve, pero es probable que esta temporada se supere. El 25º de esta temporada ha hecho 13:01.48. El siguiente 25º más rápido fue en 2010, 13:04.02. Resulta difícil pronosticar lo que puede suceder en el Mundial, entre otras cosas, porque el que quizá es el máximo favorito, Jakob Ingebrigtsen, campeón el año pasado, todavía no ha corrido ningún 5000. Mucho dependerá de lo rápida que sea la carrera y aun así hay unos cuantos capaces de ganar en el entorno de 12:40.

NTiempoAtletaAñoPaísLugarFecha
112:40.45Berihu AREGAWI2001ETILausana30 06 2023
212:41.61Joshua CHEPTEGEI1996UGALausana30 06 2023
312:41.73Yomif KEJELCHA1997ETIOslo15 06 2023
312:41.73Jacob KIPLIMO2000UGAOslo15 06 2023
512:42.18Hagos GEBRHIWET1994ETIMónaco21 07 2023
612:42.70Telahun Haile BEKELE1999ETIMónaco21 07 2023
712:45.01Mohamed KATIR1998ESPMónaco21 07 2023
812:46.02Jacob KROP2001KENMónaco21 07 2023
912:52.97Luis GRIJALVA1999GUAFlorencia02 06 2023
1012:54.40William KINCAID1992EUAFlorencia02 06 2023
1112:55.16Joe KLECKER1996EUAFlorencia02 06 2023
1212:55.46Nicholas KIPKORIR1998KENMónaco21 07 2023
1312:55.47Thierry NDIKUMWENAYO1997ESPMónaco21 07 2023
1412:56.09Jimmy GRESSIER1997FRAMónaco21 07 2023
1512:56.18Selemon BAREGA2000ETIFlorencia02 06 2023
1612:56.46Mohammed AHMED1991CANFlorencia02 06 2023
1712:56.99Grant FISHER1997EUAFlorencia02 06 2023
1812:58.44Samuel TEFERA1999ETIFlorencia02 06 2023
1913:00.17Richard ETIR2003KENNobeoka04 05 2023
2013:00.38Benard KIBET1999KENNobeoka04 05 2023
2113:00.68Cornelius KEMBOI2000KENHeusden-Zolder15 07 2023
2213:00.90Emmanuel Korir KIPLAGAT2002KENNobeoka04 05 2023
2313:01.40Brian FAY1998IRLHeusden-Zolder15 07 2023
2413:01.41Birhanu BALEW1996BRNLausana30 06 2023
2513:01.48Michael Kiplangat TEMOI2005KENNobeoka04 05 2023

La cruz del atletismo actual son, sin duda, los saltos de altura y de longitud. Cuando el cubano Javier Sotomayor (1967) realizó 2.45 m, en el estadio Helmántico de Salamanca, el 27 de julio de 1993, se decía que la barrera de los dos metros y medio estaba cerca. Treinta años después, tan solo el incombustible qatarí Mutaz Essa Barshim (1991), campeón olímpico en 2021, y mundial en las tres últimas ediciones, ha logrado acercarse. El 5 de septiembre de 2014 superó los 2.43 m. Barshim ha saltado trece veces por encima de 2.40 m, la última en 2018. En las últimas diez temporadas, tan solo cinco atletas se han elevado más arriba de 2.40 m. El propio Barshim, el ucraniano Bohdan Bondarenko (1989), 2.42 m en 2014, su compatriota Andri Protsenko (1988), 2.40 m en 2014, el canadiense Derek Drouin (1990), 2.40 m en 2014, y el ruso Aleksesy Dmitrik (1984), también 2.40 m en 2014. Barshim encabeza nuevamente la lista mundial del año, con 2.36 m, que corresponde al 39º atleta de todos los tiempos. En 1980, el alemán Gerd Wessig (1959) se proclamó campeón olímpico con 2.36 m, entonces plusmarca mundial. Bashir tiene ya treinta y dos años y no es previsible que supere su mejor prestación y tampoco se vislumbra a nadie capaz de acercarse a Sotomayor. Tal vez su hijo Jaxier (2007), que con quince años ya ha saltado 1.99 m podría acabar siendo el sucesor de su padre. Sería la primera vez que ocurriese.

NMarcaAtletaAñoPaísLugarFecha
12.36Mutaz Essa BARSHIM1991QATChorzów16 07 2023
22.35JuVaughn HARRISON1999EUALondres23 07 2023
32.34Gianmarco TAMBERI1992ITAChorzów16 07 2023
32.34Tobias POTYE1995ALEChorzów16 07 2023
52.33Joel BADEN1996AUSMelbourne04 03 2023
52.33Ilya IVANYUK1993RUSBryansk02 06 2023
52.33Sanghyeok WOO1996CORJeongseon25 06 2023
52.33Danil LYSENKO1997RUSBrest (BLR)02 07 2023
92.32Zhen WANG2001CHNNanjing27 05 2023
102.31Luis Enrique ZAYAS1997CUBSan Vito al Tagliamento03 06 2023
102.31Hamish KERR1996NZLÜberruhr18 06 2023
122.30Vernon TURNER1998EUANorman, OK (USA)13 05 2023
122.30Luis CASTRO RIVERA1991PURGarbsen (GER)21 05 2023
122.30Ryoichi AKAMATSU1995JPNTokio22 07 2023
152.29Brandon STARC1993AUSBrisbane01 04 2023
152.29Dzmitry NABOKAU1996BLRBrest (BLR)09 06 2023
152.29Thomas CARMOY2000BELChorzów25 06 2023
182.28Donald THOMAS1984BAHNassau06 07 2023
182.28Alperen ACET1998TURKraljevo (SRB)22 07 2023
202.27Tawan KAEWKAM1999TAIPhnom Penh12 05 2023
202.27Norbert KOBIELSKI1997POLPoznan20 05 2023
202.27Romaine BECKFORD2002JAMAustin09 06 2023
202.27Joel CLARKE-KHAN1999GBRLondres23 06 2023
242.26Lushane WILSON1998JAMKingston28 01 2023
242.26Oleh DOROSHCHUK2001UCRLeópolis27 05 2023
242.26Shelby MCEWEN1996EUAEugene09 07 2023
242.26Sarvesh Anil KUSHARE1995INDBangkok15 07 2023
242.26Tomohiro SHINNO1996JPNYamaguchi (JPN)30 07 2023
242.26Takashi ETO1991JPNIYamaguchi (JPN)30 07 2023

Cuando el estadounidense Bob Beamon (1946) sorprendió al mundo atlético, y a él mismo en primer lugar, con su salto de 8.90 m en los Juegos Olímpicos de 1968 se dijo que duraría hasta el siglo XXI. No fue así, porque en 1991 su compatriota Mike Powell (1963), en su memorable duelo con Carl Lewis (1961) en el Mundial de Tokio, se iba a 8.95 m. Lo que probablemente nadie esperaba es que cuando casi se ha alcanzado el primer cuarto del siglo XXI, el registro de Beamon siga siendo el segundo más largo de la historia. Los 8.42 m que el indio Jeswin Aldrin (2001) tiene como mejor marca mundial del año corresponden al 58º atleta de todos los tiempos. En los últimos diez años, ningún saltador de longitud ha superado los 8.70 m, y tan solo cuatro han superado los 8.60 m, el jamaicano Tajay Gayle (1996), 8.69 m en 2019, el día que se proclamó campeón del mundo en Qatar, el cubano Juan Miguel Echeverría (1998), 8.68 m en 2018, el surafricano Luvo Manyonga (1991), 8.65 m en 2017 y el griego Miltiades Tentoglou (1998), 8.60 m en 2021. Este año el campeón de Estados Unidos de salto de longitud, prueba selectiva para el campeonato del mundo, fue Marquis Dendy (1992), con 8.14 m. Jesse Owens (1913-1980) saltó 8.13 m en 1935.

NMarcaAtletaAñoPaísLugarFecha
18.42Jeswin ALDRIN2001INDVidyanagar 02 03 2023
28.41. SREESHANKAR1999INDBhubaneshwar18 06 2023
38.40Yu-Tang LIN2000TPEBangkok15 07 2023
48.38Miltiadis TENTOGLOU1998GREVolos09 07 2023
58.37Wayne PINNOCK2000JAMBaton Rouge12 05 2023
68.36Maykel MASSÓ1999CUBLa Habana21 05 2023
78.34Marquis DENDY1992EUAGaborone29 04 2023
88.32Simon EHAMMER2000SUIOslo15 06 2023
98.27Chenault Lionel COETZEE1997NAMWindhoek15 04 2023
98.27Tajay GAYLE1996JAMKingston08 07 2023
118.26Hiromichi YOSHIDA1999JPNYokohama21 05 2023
118.26Carey MCLEOD1998JAMAustin07 06 2023
118.26Jianan WANG1996CHNShenyang28 06 2023
148.24Mattia FURLANI2005ITAHengelo04 06 2023
158.23William WILLIAMS1995EUAWalnut15 04 2023
168.22Kemonie BRIGGS1996EUAWalnut15 04 2023
168.22Anvar ANVAROV2000UZBGenève10 05 2023
188.21Ingar BRATSETH-KIPLESUND1996NORGaborone29 04 2023
188.21Malcolm CLEMONS2002EUASan José (CR)22 07 2023
208.19Jeremiah DAVIS2001EUAGainesville14 04 2023
218.18Arnovis DALMERO2000COLBogotá31 03 2023
218.18Yuhao SHI1998CHNShenyang28 06 2023
238.17Xinyu WEI1996CHNQuzhou21 06 2023
248.16Cordell TINCH2000EUAPueblo, CO (EUA)25 06 2023
258.15Alejandro A. PARADA05 JULCUBLa Habana12 03 2023

Uno de los factores que se consideran clave para esta mejoría en mediofondo y fondo son las nuevas zapatillas, cuyos ecos de la polémica que generaron cuando salieron al mercado se van apagando. Este nuevo material permite optimizar mejor la energía de carrera y disminuye el riesgo de lesiones. Sin duda es un punto a favor, pero parece que la tecnología no ha contribuido a mejorar la penuria de los saltos de altura y longitud. No hay que dejar de tener en cuenta que nos encontramos probablemente ante las mejores generaciones de la historia del 1500 y del 5000. Cuando John Carlos (1945) y Lee Evans (1947-2021) superaron las plusmarcas mundiales de los 200, 19.7 (19.92) y 400 m, 44.0 (44.06), finalmente no homologadas, en las pruebas de selección olímpica de 1968, en la altitud de Echo Summit, muchos se lo atribuyeron a las zapatillas multiclavos. En México, poco después, demostraron que corrían igual o más con calzado permitido.