Mykolas Alekna supera a Jürgen Schult treinta y siete años después

El 3 de agosto de 2000, en el campeonato nacional de su país, el lituano Virgilijus Alekna (1972) lanzaba el disco hasta 73.88 m. Unas semanas antes había sobrepasado por primera vez los 70.00 m, 70.39. Ese mismo 3 de agosto realizó otro lanzamiento de 72.35 m. Su mejor registro de ese día lo colocaba segundo de la lista de todos los tiempos, a tan solo 20 cm de la ya entonces longeva plusmarca mundial del alemán Jürgen Schult (1960), quien el 6 de junio de 1986 se había ido a 74.08 m, muy por encima de los 71.86 m, que el ruso, entonces soviético, Yuri Dumchev (1958-2016), que también era actor, poseía como techo universal. Alekna, que entonces había sido subcampeón mundial en 1997 y bronce europeo en 1998, se acabaría convirtiendo en uno de los mejores lanzadores de disco de la historia, con dos oros y un bronce olímpicos, dos oros mundiales y un oro y una plata continentales. En 2012, con cuarenta años, fue cuarto en los Juegos Olímpicos. Aunque sobrepasó en otras veintiséis ocasiones los 70 metros, nunca volvió a superar los 72 metros. Cuando se retiró, en 2016, su hijo Mykolas comenzaba a dar sus primeros pasos que lo llevarían a superar no solo los registros de su padre, sino los de cualquier otro lanzador de disco.

Mykolas Alekna nació en Vilnius el 28 de septiembre de 2002. Siguiendo los pasos de su padre, comenzó a practicar el lanzamiento de disco. En 2019 ocupó la novena plaza en el Festival de la Juventud, celebrado en Bakú, con el disco de 1.5 Kg. En 2021, en categoría sub20, con el disco de 1.75 Kg, se proclamó campeón de Europa, 68.00 m, y del mundo, 69.81 m. Tras la temporada atlética, ese año 2021 comenzó a estudiar en la Universidad de Berkeley, California. Su primer año en la categoría absoluta fue magnífico. Lanzó 69.81 m, cuarta mejor marca del año. En el Mundial de Eugene se hizo con la medalla de plata, 69.27 m, detrás del inabordable esloveno Kristjan Čeh (1999), 71.13 m, plusmarca del campeonato. En el Europeo, en el mes siguiente, Čeh no estuvo tan fuerte, mientras Alekna mantuvo la forma del Mundial y se convirtió en campeón de Europa, 69.78 m, plusmarca del campeonato, con el esloveno metro y medio detrás. En una especialidad en que los atletas suelen dar lo mejor de sí más cerca de los treinta que de los veinte, la temporada de Aleknas resultó histórica, pues con diecinueve años se convirtió en el medallista más joven en un Mundial y en campeón de Europa, y también medallista, de menor edad.

Siguiendo con hitos de precocidad, el 29 de abril de 2023 conseguía superar los 70 metros por primera vez, 71.00 m. Nunca un atleta tan joven había conseguido traspasar esa barrera. El 15 de julio se impuso fácilmente en el Europeo sub23, 68.34 m. En el Mundial de Budapest, el 21 de agosto, tuvo un rendimiento algo menor que el año anterior. Con 68.85 m ocupó la tercera posición, detrás del campeón olímpico, el sueco Daniel Ståhl (1992), 71.46 m, y de Kristjan Čeh, 70.02 m. No había vuelto a lanzar hasta este 14 de abril, cuando en la localidad estadounidense de Ramona, Oklahoma, en un descampado habilitado para la ocasión, superó la plusmarca mundial masculina más antigua, con 74.34 m, tras mejorar su marca personal en dos ocasiones. Su serie fue 72.21 MMP, 70.32, 72.89 MMP, 70.51, 74.35 RM, 70.50. En cuanto se homologue, la plusmarca mundial masculina más antigua pasarán a ser los 86.74 m del lanzador de martillo ruso, entonces soviético, Yuriy Sedykh (1955-2021), desde el 30 de agosto de 1986 en el campeonato de Europa.

Alekna tiene ahora la ocasión de proclamarse campeón olímpico y campeón de Europa a los 21. Su padre lo fue a los 28 y a los 30. No lo tendrá fácil, con Ståhl y Čeh. Entretanto, ayer, el sueco Armand Duplantis (1999) añadió un centímetro más a su plusmarca mundial, 6.24 m. Comienza bien la temporada olímpica.

La historia de Hal Connolly y Olga Fikotová

A pesar de que los lanzadores de martillo de los Estados Unidos se llevaron los oros olímpicos en las siete primeras ediciones de los Juegos, hasta 1924, el concurso perdió todo su interés en el país. Las competiciones de martillo comenzaron a escasear y las pocas que había tenían lugar fuera de los estadios, sin público, lo que incidió negativamente en el número de practicantes. Las cosas comenzaron a cambiar después de la Segunda Guerra Mundial. Sam Felton (1926-2015) se dedicó al estudio de los métodos europeos de lanzamiento. Fue cuarto en los Juegos de Londres, a escasos 7 cm de su compatriota Robert Bennett (1919-1974), bronce. Ambos prepararon el camino para la irrupción de uno de los grandes de la historia de la prueba, el formidable Hal Connolly (1931-2010).

Harold Vincent Connolly nació el 1 de agosto de 1931 en Somerville, Massachusetts. Connolly sufrió una afectación del plexo braquial izquierdo al nacer, lo que le produjo un defecto en el desarrollo de la extremidad superior, que llegó a ser 10 cm más corta que la derecha. Este problema no le impidió convertirse en atleta de elite. Estudiante en el Boston College y posteriormente en UCLA, progresó rápidamente en el lanzamiento de martillo desde 55.40 en 1954 hasta 63.88 m en 1955, muy cerca de los 64.52 m que el bielorruso, entonces soviético, Mijail Krivonosov (1929-1994) poseía como plusmarca mundial. En 1956, antes de los Juegos Olímpicos de Melbourne, que se celebraban a finales de noviembre, ambos mantuvieron una dura pugna por la plusmarca mundial, con la irrupción de otro estadounidense, Cliff Blair (1929-2013). Este lanzó el 4 de julio 65.95 m, homologado como plusmarca estadounidense, pero no reconocida por la Federación Internacional de Atletismo (IAAF, hoy World Athletics). Krisonov lrealizó 65.85 m el 25 de abril y 66.38 el 8 de julio. Connolly hizo 66.71 el 3 de octubre, no homologado por la IAAF. Krisonov respondió con 66.85 y 67.32 m el 22 de octubre. Pero acabaría siendo Connolly el que llegase a los Juegos como plusmarquista mundial con 68.68 m el 2 de noviembre. Se preveía que habría un gran duelo entre ambos, por el oro olímpico. Unos meses antes, el 29 de junio, Connolly solo había sido tercero en las pruebas de selección olímpica, superado por Al Hall (1934-2008) y por Cliff Blair. Connolly conseguiría su objetivo olímpico. Lo que no sospechaba es que se haría mundialmente famoso por otro tema, ajeno al atletismo, en el que la mitad del protagonismo fue para la lanzadora de disco checa, entonces checoslovaca, Olga Fikotová (1932)

Olga Fikotová nació en la localidad checa de Libiš, cerca de Praga, el 13 de noviembre de 1932. Dotada naturalmente para el deporte, representó internacionalmente a Checoslovaquia en baloncesto y balonmano, antes de comenzar con el lanzamiento de disco, en 1954. Estudiante de Medicina en la Universidad de Carlos, progresó rápidamente y en 1956 resultó seleccionada para los Juegos de Melbourne, adonde llegó con una mejor marca ese año de 51.80 m. Era el cuarto mejor lanzamiento de ese año, por detrás de tres soviéticas, la campeona olímpica, la rusa Nina Ponomaryova (1929-2016), 54.36 m, otra rusa Iryna Beglyakova (1933-2018), 52.71 m, y la veterana georgiana, plusmarquista mundial con 57.04 m, Nina Dumbadzne (1919-1983), 52.27 m. Fikotová seguramente se veía peleando por el podio olímpico. Lo que no se imaginaba era la manera en que los Juegos le cambiarían la vida.

El 23 de noviembre tuvo lugar la final de lanzamiento de disco femenino. Beglyakova se colocó en cabeza en la primera ronda con 51.74 m, nueva plusmarca olímpica. En la segunda, Ponomaryova recuperó su primado olímpico con 51.61. Fikotová sorprendió en el tercer intento con mejor marca personal de 52.02 m, que la colocaba en la cabeza de la prueba. En la misma ronda se vio superada por Beglyakova con 52.54 m. Fikotova siguió progresando con 52.28 m en el cuarto intento y unos magníficos 53.89 m en la ronda final, que le dieron el oro, por delante de Beglyakova, 52.54 m, y Ponomaryova, 52.02 m. Curiosamente esta última había enseñado algunos detalles de la técnica de lanzamiento a Fikotová el año anterior.

Al día siguiente se celebró la final masculina de lanzamiento de martillo. En la primera ronda el ruso, entonces soviético, Anatoli Samontvestov (1932-2014) superaba con 62.10 m la anterior plusmarca olímpica y se colocaba en cabeza. Dos lanzamientos de 63.00 y 63.03 m colocaban en la mitad de la prueba a Krivosonov primero, con Connolly segundo, 62.65 m. El bielorruso hizo tres nulos a continuación, mientras en estadounidense se iba a 63.19 m en su quinto intento. En la última ronda Samontyestov reforzaba su tercera posición con 62.96 m.

Tanto Fikotová como Connolly consiguieron el oro olímpico, pero esto no fue lo más importante que les dieron estos Juegos. Sus caminos se cruzaron y, pese a las diferencias políticas de sus respectivos países, y que apenas eran capaces de mantener una conversación bien en el mal alemán de él, bien en el mal inglés de ella, comenzaron una relación sentimental. La reacción positiva de la prensa occidental fue diametralmente opuesta a la de las autoridades checoslovacas, decididas a no permitir la salida de Fikotová del país. Parece que los buenos oficios del matrimonio de campeones olímpicos y héroes nacionales formado por Emil Zátopek (1922-2000) y Dana Zátopková (1922-2020) tuvieron que ver para que finalmente las autoridades checoslovacas permitiesen la boda y el traslado de Olga a los Estados Unidos. El casamiento tuvo lugar en 1957 en el antiguo ayuntamiento de Praga. Se intentó mantener el lugar de la ceremonia en secreto pero se acabó sabiendo y 40 000 personas acudieron a presentar sus respetos a la pareja.

Tras establecerse en California Olga, ahora Olga Connolly, intentó terminar Medicina y seguir representando a su país de origen, pero no tuvo éxito en ninguno de estos objetivos. Representó a Estados Unidos en las siguientes cuatro ediciones de los Juegos. Fue séptima en 1960, duodécima en 1964, sexta en 1968 y décimo sexta en 1972, donde fue abanderada en la ceremonia inaugural. Por su parte Hal siguió coleccionando plusmarcas mundiales: 68.68 m (20 06 1958), 70.33 m (12 08 1960), 70.67 m (21 07 1962), 71.06 m (29 05 1962) y 71.26 m (20 06 1965). No le fue tan bien en la competición olímpica. Fue octavo en 1960, sexto en 1964, no pasó a la final en 1968 y no se clasificó en 1972.

La historia de amor de Connolly y Fikotová llegó a su fin en 1975, cuando la pareja se divorció. Uno de sus hijos, Jim Connolly, fua campeón universitario estadounidense de decatlón en 1987. Connolly volvió a casarse en 1976 con la antigua pentatleta y entrenadora Pat Winslow (1943). Hal Connolly se dedicó a la enseñanza y al entrenamiento de lanzamiento de martillo. Murió el 18 de agosto de 2010. Olga también se dedicó a entrenar y al trabajo social. En la actualidad vive retirada en Estados Unidos.

Hal Connolly fue el último campeón olímpico estadounidense en el lanzamiento de martillo. Desde su oro en Melbourne tan solo Lance Deal (1961) ha conseguido representar a Estados Unidos en el podio con su plata en los Juegos de 1996.

John Powell, uno de los últimos grandes discóbolos estadounidenses

Hasta los años 70, el lanzamiento de disco fue un territorio casi exclusivo para los Estados Unidos. Tras los Juegos 1968, los atletas de ese país habían ganado doce de dieciséis oros olímpicos y un total de veintiocho medallas. A partir de los Juegos Olímpicos de 1972 las jerarquías comenzaron a cambiar con la irrupción de los atletas de los países del Este. El coplusmarquista mundial, compartía el tope universal, 68.40 m, con el sueco Richy Bruch (1946-2011), el estadounidense Jay Silvester (1937) era uno de los favoritos para hacerse por fin con el oro olímpico. Había ganado en las pruebas de selección de su país. Su gran rival era el entonces checoslovaco Ludvík Daněk (1937-1998). Ambos tenían ya treinta y cinco años y habían resultado ensombrecidos por el tetracampeón olímpico Al Oerter (1936-2007). Silvester encabezó la final desde la tercera ronda con un lanzamiento de 63.50 m, pero en el lanzamiento definitivo Daněk se fue a 64.40 m. Por primera vez desde 1948 no había un estadounidense en lo más alto del podio de la prueba. Bruch fue tercero y otro estadounidense, John Powell (1947-2022), ocupó la cuarta posición.

John Gates Powell nació el 25 de junio de 1947 en San Francisco, California. Tras graduarse en la Universidad de San José se unió a la policía, donde estuvo siete años. Lo acabó dejando para centrarse en el lanzamiento de disco. En 1972, tras ser segundo en las pruebas de selección olímpica, fue, como se ha señalado, cuarto en la final de Múnich. Ese año hizo una mejor marca de 64.21 m, duodécima de la temporada. En los años siguientes fue progresando hasta que en 1975 consiguió la plusmarca mundial con 69.08 m. Ese año venció en los Juegos Panaméricanos de México, batiendo a Silvester, de treinta y ocho años, tercero.

Powell parecía el mayor candidato para hacerse con el oro olímpico en 1976. Pero ese mismo año surgió un rival durísimo, su compatriota Maurice Mac Wilkins (1950). Acreditado en 66.78 m en 1976, el 24 de abril de 1976 superó la plusmarca mundial de Powel por 10 cm, 69.18. Seis días después, el 1 de mayo realizó una competición perfecta, nada menos que tres nuevas plusmarcas mundiales, 69.80, 70.2 y 70.86 m, primer atleta en superar los 70 metros. Wilkins era políticamente incorrecto y lenguaraz. No tenía piedad en las críticas a su propia federación. En la final olímpica de 1976, se colocó en primer lugar con un segundo lanzamiento de 67.50 m, que a la postre resultó ganador. Powell lanzó 65.70 m en la tercera ronda y no pudo mejorar. Un último lanzamiento de 66.22 m del alemán del Este Wolfgang Schmidt (1954), que ese temporada había lanzado 68.60 m, apeó a Powell de la segunda posición. Wilkins, último oro estadounidense en este concurso, felicitó calurosamente en Schmidt, algo que se interpretó como un desprecio a Powell. Posteriormente alabaría los métodos de entrenamiento de los atletas de Alemania del Este.

Wilkins volvió a derrotar a Powell en las simbólicas pruebas de selección olímpica de 1980, celebradas cuando ya era oficial el boicot estadounidense a los Juegos de Moscú. En 1981, Powell lideró la lista mundial del año con 69.98 m. En 1984, con casi treinta y siete años, superó por primera vez la barrera de los 70 metros. El 9 de junio en San José, en los campeonatos de Estados Unidos lanzaba 71.26 m, que acabó siendo la mejor marca de ese año, derrotando a Wilkins, 70.43 m. Unos días después, volvía a batir a Wilkins en las pruebas de selección olímpica, 67.14 frente a 66.14 m. Con estos resultados y con la ausencia de los atletas del Este por el boicot del bloque soviético a los Juegos, Powell parecía que, por fin, se podría hacer con el oro olímpico.

Pero las cosas no fueron bien para Powell en la final olímpica de Los Ángeles. El desconocido alemán Rolf Danneberg (1953), acreditado en 67.40 m ese mismo año, se hizo con el oro con un lanzamiento de 66.60 m en la tercera ronda, por delante de Wilkins, 66.30 m. Powell, que al comienzo de la sexta ronda era cuarto, consiguió entrar en el podio con 65.46 m. Estas dos medallas fueron las últimas de atletas estadounidenses en esta prueba en los Juegos Olímpicos.

A Powell aún le quedaba un gran logro. Ya con cuarenta años fue plata en el Mundial de 1987, por detrás del plusmarquista mundial, el alemán Jüngen Schult (1960), 74.08 m en 1986, todavía vigente. Schult lanzó 68.74, plusmarca de los campeonatos, mientras Powell hizo 66.22 m, su mejor marca oficial ese año. Poco después del campeonato, realizó 72.08 m, pero no se homologó por caída excesiva del campo de lanzamiento. Se intentó clasificar para los Juegos Olímpicos de 1988 pero fue quinto en las pruebas de selección olímpica. Su carrera atlética finalizó de una forma un tanto abrupta al resultar sancionado por competir en Suráfrica, entonces apartada de las competiciones deportivas por sus políticas discriminatorias, en 1989.

Ya desde su época de atleta, Powell se dedicó al entrenamiento de lanzadores en la Universidad de Las Vegas y en Stanformd. Murió el 19 de agosto de 2022.

Desde la plata de Powell en 1987, los lanzadores estadounidenses solamente han ganado otras dos medallas en los Mundiales. Anthony Washington (1966) fue oro en 1999 con 69.08 m y Mason Finley (1990) bronce en 2017 con 68.03 m, mejor marca personal.

La Edad de Oro del lanzamiento de peso

Esta entrada se publicó por primera vez en el número 15, de agosto de 2021, de la revista Somos Atletismo.

El pasado 18 de junio, en el transcurso de las pruebas de selección olímpica de Estados Unidos, el lanzador de peso Ryan Crouser (1992) superaba la antigua plusmarca mundial de su compatriota Randy Barnes (1966), con un tiro de 23.37 m. Los 23.12 m de Barnes permanecieron en lo más alto de la lista mundial desde el 20 de mayo de 1990. Nunca en toda la historia, una plusmarca mundial de esta prueba había permanecido tanto tiempo vigente. En contraste con esta inmovilidad, hubo un período de 14 años que bien podría calificarse como la auténtica Edad de Oro del concurso. Del 9 de mayo de 1953, hasta el 22 de abril de 1967, se realizaron 21 plusmarcas mundiales, pasando de 18.00 m a 21.78 m, casi 4 metros de diferencia. Los protagonistas de esta gesta colectiva fueron cuatro atletas estadounidenses enormes, no solo físicamente: Parry O’Brien (1932-2007), Dallas Long (1940), Bill Nieder (1933) y Randy Matson (1945).

William Patrick Parry O’Brien nació el 28 de enero de 1932 en Santa Mónica, California. Comenzó practicando fútbol americano en el instituto. Posteriormente se pasó al lanzamiento de peso. Revolucionó la prueba con un importante cambio de técnica. Hasta entonces los lanzadores iniciaban el movimiento en la dirección del lanzamiento. O’Brien comenzaba el movimiento de espaldas a la dirección del lanzamiento y ejecutaba el tiro con un giro de 180º. En 1951 ganó el primero de sus ocho campeonatos de Estados Unidos, derrotando al plusmarquista mundial, 17.95 m, Jim Fuchs (1927-2010). En 1952, O’Brien fue segundo en las pruebas de selección olímpica, tras Darrow Hooper (1932-2018). Esa sería la última derrota de O’Brien, antes de encadenar 116 victorias consecutivas hasta junio de 1956. En los Juegos de Helsinki se hizo con su primer oro olímpico, con 17.41, 2 cm más que Hooper. El 9 de mayo de 1953 superó la plusmarca mundial de Fuchs, con 18.00 m. Hasta el 1 de agosto de 1959, realizaría otros nueve primados universales, el último, 19.30 m. Fue el primero el lanzar más de 18 y 19 metros y superar los 60 pies. Renovó su oro olímpico en 1956, con 18.57 m, 39 cm mejor que Bill Nieder. Nieder, ya como plusmarquista mundial, consiguió derrotarlo en los Juegos Olímpicos de 1960, 19.68 frente a 19.11, con Dallas Long tercero, 19.01 m, completando el triplete estadounidense. En la final olímpica de 1964, O’Brien fue cuarto con 19.20 m, en un concurso ganado por Dallas Long, 20.33 m, seguido de Randy Matson, 20.20 m. En 1966, con 34 años, O’Brien realizó su mejor marca de siempre, con 19.69 m, tercer registro de ese año, pero ya muy lejos de la plusmarca mundial de Randy Matson, 21.52 m. Tras su retirada, siguió compitiendo en atletismo veterano y en natación. Murió el 21 de abril de 2007.

Dallas Crutcher Long, nacido en Pine Bluff, Arkansas, el 13 de junio de 1940, fue el primero en desafiar el dominio de O’Brien, cuando el 28 de marzo de 1959, con 18 años, igualaba la plusmarca mundial de 19.25 m de su compatriota, tercero ese día. O’Brien deshizo el empate el 1 de agosto de ese mismo año, con 19.30 m, su última plusmarca mundial. Long se fue a 19.38 m el 5 de marzo de 1960, pero se encontró con el subcampeón olímpico de 1956, Bill Nieder.

William Henry Bill Nieder, nacido en Hempstead, Nueva York, el 10 de agosto de 1933, llevaba varios años a la sombra de O’Brien, que lo había derrotado fácilmente en la final olímpica de 1956. Nieder superó por primera vez la barrera de los 19 metros en 1959. Con 19.12 m ocupó la  tercera posición de la lista de ese año, tras O’Brien y Long. Su gran año fue 1960. Pudo, no obstante, resultar frustrante, pues estuvo a punto de no clasificarse para los Juegos Olímpicos. La plusmarca mundial de Long duró escasamente dos semanas. El 19 de marzo Nieder lanzaba 19.45 m y, poco después, el 2 de abril, se iba a 19.99 m. En las pruebas de selección olímpica se esperaba un cerrado duelo entre Nieder, Long y O’Brien, pero apareció un invitado inesperado. Dave Davis (1937) estuvo a punto de no competir, pues, tras una odisea de viaje,  llegó tarde a la clasificación. Cuando accedió al estadio se había perdido los dos primeros intentos. Sin calentar, fue capaz de entrar en la final, en la que ocupó la tercera posición, con 18.98 m, detrás de Long, 19.30 m, y O’Brien, 18.99 m. Nieder solo pudo ser cuarto con 18.84 m. El plusmarquista mundial estaba fuera del equipo olímpico. Probablemente no encontró consuelo en convertirse en el primer atleta en lanzar más allá de los 20 metros, cuando el 12 de agosto registró 20.06 m, pero Davis se lesionó antes de los Juegos. Nieder cubrió su puesto, no desaprovechó la oportunidad y se proclamó campeón olímpico. Tras su oro en Roma intentó hacerse boxeador profesional. Abandonó la idea tras no tener éxito. Intentó retomar el atletismo, pero no pudo recuperar su condición de amateur, por lo que se retiró. Posteriormente trabajó para la compañía Tartan, la primera en fabricar material sintético para las pistas.

Entretanto, la carrera atlética del joven Dallas Long continuó con otras cuatro plusmarcas mundiales, todas establecidas en Los Ángeles, 20.08 m el 18 de mayo de 1962 y otras tres en el año olímpico de 1964, 20.10 m el 4 de abril, 20.20 m el 29 de mayo y 20.68 m el 25 de julio. Se impuso sin dificultad en las pruebas de selección olímpica al joven Randy Matson y al veterano Parry O’Brien. En los Juegos de Tokio, no obstante,  Matson no se lo puso nada fácil. Long se colocó en cabeza con un primer lanzamiento de 19.61 m. Matson logró superarlo en la tercera ronda con 19.88 m, plusmarca olímpica. Consolidó la primera posición con un cuarto intento de 20.20 m, pero el cuarto de Long fue de 20.33 m, a la postre el lanzamiento ganador. Long se retiró tras los Juegos Olímpicos. Médico de profesión, ejerció como dentista y médico de urgencias.

El sucesor de Long fue, como apuntó en la final olímpica, James Randel Randy Matson, nacido en Pampa, Texas, el 5 de marzo de 1945. Comenzó a practicar atletismo a los 12 años, velocidad, saltos y lanzamientos, pero pronto lo hizo compatible con el baloncesto y el fútbol americano. Acabó decidiéndose por los lanzamientos, principalmente de peso, pero también fue un extraordinario lanzador de disco. Con 19 años, 2.00 m de altura y 120 Kg de peso, se hizo con la plata olímpica en 1964. El 8 de mayo de 1965 conseguía superar la plusmarca mundial de lanzamiento de peso por la mayor diferencia de la historia, 21.52 m, 84 cm más que la anterior plusmarca de Dallas Long, si bien en las semanas previas había lanzado 20.70 y 21.05 m, que no se habían homologado. El 27 de abril de 1967 mejoró hasta 21.78 m. Ese año lanzó el disco a 65.15 m, 7 cm menos que la plusmarca mundial del checo, entonces checoslovaco, Ludvik Danek (1937-1998). De 1965 a 1971 tomó parte en 79 competiciones de lanzamiento de peso y ganó 73. Prefirió centrarse en esta prueba, en la que sorprendentemente resultó derrotado en las pruebas de selección olímpica de 1968 por George Woods (1943) y Dave Maggard (1940), que realizaron sus mejores marcas, 20.73 m y 20.53 m. Matson fue tercero con 20.45 m. En la final olímpica, sin embargo, el rendimiento de Woods y Maggard fue inferior y a Matson le bastó un primer lanzamiento de 20.54 m para hacerse con el oro. En la clasificación se había ido a 20.68 m. Woods fue plata con 20.12 m y Maggard quinto con 19.43 m. Siguió compitiendo hasta 1974. Trató de clasificarse para los Juegos de 1972, pero se quedó en la cuarta posición en las pruebas de selección. Se retiró en 1973 pero volvió una temporada más formando parte de la International Track Association (ITA), una asociación profesional, con la que lanzó 21.37 m. Tras su retirada definitiva trabajó en la administración de la Universidad de Texas A&M, donde había estudiado.

A partir de los años 70, el apabullante dominio ejercido por los atletas estadounidenses fue cediendo, inicialmente el beneficio de los atletas del Este de Europa. Hasta 1968, los estadounidenses solo habían dejado de ganar el oro olímpico en dos ocasiones. Desde 1972 se han hecho con cinco victorias olímpicas. Siguen siendo una gran potencia, pero la Edad de Oro de 1953 a 1967 es complicado que se vuelva a repetir.

Evolución de la plusmarca mundial del lanzamiento de peso

15.54 m Ralph Rose (EUA) 21 agosto 1909 San Francisco, Estados Unidos

15.79 m Emil Hirschfeld (ALE) 6 mayo 1928 Breslau, Alemania

15.87 m John Kuck (EUA) 29 junio 1928 Amsterdam, Países Bajos

16.04 m Emil Hirschfeld (ALE) 26 agosto 1928 Bochum, Alemania

16.04 m František Douda (CHE) 4 October 1931 Brno, Checoslovaquia

16.05 m Zygmunt Heljasz (POL) 29 junio 1932 Poznań, Polonia

16.16 m Leo Sexton (EUA) 27 agosto 1932 Freeport, Estados Unidos

16.20 m František Douda (CHE) 24 septiembre 1932 Praga, Checoslovaquia

16.48 m John Lyman (EUA) 21 abril 1934 Palo Alto, Estados Unidos

16.80 m Jack Torrance (EUA) 27 abril 1934 Des Moines, Estados Unidos

16.89 m Jack Torrance (EUA) 30 junio 1934 Milwaukee, Estados Unidos

17.40 m Jack Torrance (EUA) 5 agosto 1934 Oslo, Noruega

17.68 m Charlie Fonville (EUA) 17 abril 1948 Lawrence, Estados Unidos

17.79 m Jim Fuchs (EUA) 28 julio 1949 Oslo, Noruega

17.82 m Jim Fuchs (EUA) 29 abril 1950 Los Ángeles, Estados Unidos

17.90 m Jim Fuchs (EUA) 20 agosto 1950 Visby, Suecia

17.95 m Jim Fuchs (EUA) 22 agosto 1950 Eskilstuna, Suecia

18.00 m Parry O’Brien (EUA) 9 mayo 1953 Fresno, Estados Unidos

18.04 m Parry O’Brien (EUA) 5 junio 1953 Compton, Estados Unidos

18.42 m Parry O’Brien (EUA) 8 mayo 1954 Los Ángeles, Estados Unidos

18.43 m Parry O’Brien (EUA) 21 mayo 1954 Los Ángeles, Estados Unidos

18.54 m Parry O’Brien (EUA) 11 junio 1954 Los Ángeles, Estados Unidos

18.62 m Parry O’Brien (EUA) 5 mayo 1956 Salt Lake City, Estados Unidos

18.69 m Parry O’Brien (EUA) 15 junio 1956 Los Ángeles, Estados Unidos

19.06 m Parry O’Brien (EUA) 3 septiembre 1956 Eugene, Estados Unidos

19.25 m Parry O’Brien (EUA) 1 noviembre 1956 Los Ángeles, Estados Unidos

19.25 m Dallas Long (EUA) 28 marzo 1959 Santa Bárbara, Estados Unidos

19.30 m Parry O’Brien (EUA) 1 agosto 1959 Albuquerque, Estados Unidos

19.38 m Dallas Long (EUA) 5 marzo 1960 Los Ángeles, Estados Unidos

19.45 m Bill Nieder (EUA) 19 marzo 1960 Palo Alto, Estados Unidos

19.67 m Dallas Long (EUA) 26 marzo 1960 Los Ángeles, Estados Unidos

19.99 m Bill Nieder (EUA) 2 abril 1960 Austin, Estados Unidos

20.06 m Bill Nieder (EUA) 12 agosto 1960 Walnut, Estados Unidos

20.08 m Dallas Long (EUA) 18 mayo 1962 Los Ángeles, Estados Unidos

20.10 m Dallas Long (EUA) 4 abril 1964 Los Ángeles, Estados Unidos

20.20 m Dallas Long (EUA) 29 mayo 1964 Los Ángeles, Estados Unidos

20.68 m Dallas Long (EUA) 25 julio 1964 Los Ángeles, Estados Unidos

21.52 m Randy Matson (EUA) 8 mayo 1965 College Station, Estados Unidos

21.78 m Randy Matson (EUA) 23 abril 1967 College Station, Estados Unidos

21.82 m Al Feuerbach (EUA) 5 mayo 1973 San José, Estados Unidos

*22.86 m Brian Oldfield (EUA) 10 mayo 1975 El Paso, United States

21.85 m Terry Albritton (EUA) 21 febrero 1976 Honolulu, Hawaii, Estados Unidos

22.00 m Aleksandr Baryshnikov (URS) 10 junio 1976 París, Francia

22.15 m Udo Beyer (RDA) 6 julio 1978 Gotemburgo, Suecia

22.22 m Udo Beyer (RDA) 25 junio 1983 Los Angeles, Estados Unidos

22.62 m Ulf Timmermann (RDA) 22 septiembre 1985 Berlín, Alemania

22.64 m Udo Beyer (RDA) 20 agosto 1986 Berlín, Alemania

22.72 m Alessandro Andrei (ITA) 12 agosto 1987 Viareggio, Italia

22.84 m Alessandro Andrei (ITA) 12 agosto 1987 Viareggio, Italia

22.91 m Alessandro Andrei (ITA) 12 agosto 1987 Viareggio, Italia

23.06 m Ulf Timmermann (RDA) 22 mayo 1988 Chania, Grecia

23.12 m Randy Barnes (EUA) 20 mayo 1990 Los Ángeles, Estados Unidos

23.37 m Ryan Crouser (EUA) 18 junio 2021 Eugene, Estados Unidos

*Marca no homologada por haberse conseguido fuera de la normativa de la IAAF

En negrita las plusmarcas de la Edad de Oro

Yuriy Sedykh y su longeva plusmarca de lanzamiento de martillo

El 30 de agosto de 1986 el ruso, representante de la Unión Soviética, Yuriy Sedykh (1955-2021) superaba su propia plusmarca mundial de lanzamiento de martillo, con 86.74 m. Treinta y cinco años después se mantiene en lo más alto de las listas. Desgraciadamente, esta longevidad no se ha extendido a la vida del propio atleta, que nos acaba de dejar, víctima de un infarto de miocardio. El mejor lanzador de martillo de la historia fue dos veces campeón olímpico, tres veces campeón de Europa, una vez campeón del Mundo y superó en seis ocasiones el techo mundial de la prueba.

Yuriy Georgiyevich Sedykh nació en la ciudad rusa de Novocherkassk, cerca del límite con Ucrania, el 11 de junio de 1955. Criado en Ucrania, comenzó a practicar atletismo en 1967. Parece que persiguiendo un balón de fútbol en una zona de entrenamiento de lanzadores de martillo, un artefacto le pasó cerca. Se quedó observando cómo se ejercitaban los atletas y le fascinó. En 1973 fue campeón de Europa junior (sub20). En 1976 acudió a los Juegos Olímpicos con 78.86 m, muy cerca de los 79.30 m que el alemán Walter Schmidt (1948) tenía como plusmarca mundial. En la final olímpica un segundo lanzamiento de 77.52 m, nueva plusmarca olímpica, acabó dándole el oro. Tercero fue su entrenador, el ucraniano Anatoliy Bondarchuck (1940), el anterior campeón olímpico, mientras Schmidt solo pudo ser quinto.

Dos años más tarde, en 1978, Sedykh, en dura competencia con el joven alemán Roland Steuk (1959), ganaba su primer campeonato de Europa, con 77.28 m. En 1980 superaba sus primeras plusmarcas mundiales. Sucedió el 16 de mayo en la localidad georgiana de Leseridze. Sedykh lanzaba 80.38 m, nuevo tope universal por 6 cm. Pero el estonio, entonces soviético, Jüri Tamm (1957) respondía con 80.46 m. Finalmente Sedykh consiguió imponerse con 80.64 m. Este registro apenas se mantuvo en los más alto, pues el 24 de mayo el ruso, entonces soviético, Sergey Litvinov (1958-2018) se iba a 81.66 m. En ese año olímpico se esperaba una final de lanzamiento de martillo de altísimo nivel, como así fue, pero Sedykh se mostró tan superior, que dejó empequeñecidos a sus rivales. Tras hacer plusmarca olímpica, 78.22 m, en la clasificación, en la final realizó un primer lanzamiento de 81.80 m, plusmarca mundial. Del resto de sus cuatro lanzamientos válidos, tres fueron superiores a los 80.64 m con que Litvinov ganó la plata, 81.46, 80.98 y 80.70. Litinov solamente hizo su primer lanzamiento válido. El bronce fue para Jüri Tamm con 78.96 m.

Sedykh renovó su oro europeo en 1982 con 81.66 m, plusmarca de los campeonatos, derrotando a Litvinov, bronce, entonces plusmarquista mundial con 83.98 m. En 1983, en el primer campeonato mundial, Litvinov, que había mejorado a 84.14 m, consiguió derrotar a su gran rival y convertirse en el primer campeón del mundo, 82.68 frente a 80.64 m. El 3 de julio de 1984, Sedykh recuperaba la plusmarca mundial con 86.34 m. El boicot soviético a los Juegos de Los Ángeles le impidió intentar ser campeón olímpico por tercera vez. El oro en la ciudad californiana fue para el finlandés Juha Tiainen (1955-2003), noveno el año anterior en el Mundial. Su plusmarca personal de 81.52 m fue el quinto registro de ese año, a casi 5 metros de Sedykh. Este venció en los Juegos de la Amistad, competición con la que los países del Este contraprogramaron los Juegos Olímpicos. Su marca fue de 85.60 m. Litvinov fue tercero con 81.30 m.

El 22 de junio de 1986, Sedykh mejoró su plusmarca mundial hasta 86.66 m. Litvinov no se quedó atrás y el 3 de julio superó los 86 metros con 86.04 m. Ambos se verían las caras en el campeonato de Europa de Stuttgart, a finales de agosto. En la clasificación Sedykh dio un golpe de mano con un lanzamiento de 82.90 m. En la final se encontró con un Litvinov muy fuerte, que se puso en cabeza con un primer intento 85.74 m. Sedykh comenzó con 83.94 m y fue mejorando a 85.28 y 85.46 m, pero no alcanzaba a su rival. Todo cambió en la cuarta ronda, en que se fue a 86.74 m, nueva plusmarca mundial. Sin perder la concentración, aún pudo registrar 86.68 y 86.62 m, completando una serie histórica. Litvinov no superó su primer lanzamiento y fue plata.

La enorme calidad de la prueba entonces en la Unión Soviética impidió que Sedykh resultase seleccionado para el campeonato del Mundo de 1987. Ese año solo había lanzado 80.34 m. Litvinov se hizo con la victoria, 83.06 m, por delante de Jüri Tamm. En 1988, sin embargo, Sedykh volvía a estar en forma. Acudió a los Juegos Olímpicos de Seúl con 85.14 m, mejor marca del año. En la final de martillo, Litvinov fue mejor. Obtuvo el oro con 84.80 m, por delante de Sedykh, 83,76 m, y Jüri Tamm, 81.16 m. Sedykh se perdió el Europeo de 1990. Con 35 años su carrera atlética parecía cerrada, pero aún le quedaba un gran éxito. En 1991 consiguió clasificarse para el campeonato del Mundo de Tokio. Con 82.62 m ese año, parecía inferior a sus entonces compatriotas, el bielorruso campeón de Europa Igor Astapkovich (1963), 84.26 m ese año, y el uzbeko Andrey Abduvaliyev (1966), 82.80 m. De forma sorprendente, Sedykh, con 36 años, logró la victoria con 81.70 m, 76 cm más que Astapkovich.

Sedykh continuó compitiendo hasta 1995. A menos de un mes para cumplir los 40 fue capaz de lanzar 79.48 m. Una de sus características técnicas más llamativa fue el lanzamiento con tres giros, en lugar de los habituales cuatro giros. Estando en activo, en 1990, se trasladó a Francia, donde trabajó como profesor de Educación Física y entrenador de lanzadores. Estaba casado con la aún plusmarquista mundial de lanzamiento de peso, 22.63 m, y campeona olímpica en 1988 Natalya Lisovskaya (1962). Anteriormente había estado casado con la campeona olímpica de 100 m en 1980 Ludmila Kondratyeva (1958)

La plusmarca mundial de Sedykh es la segunda más longeva en categoría masculina, tras los 74.08 m del alemán Jurgen Schult (1960) en lanzamiento de disco del 6 de junio de 1986. En la última década, quien más se ha acercado ha sido el polaco Pawel Fajdek (1989), quien el 9 de agosto de 2015 lanzó 83.93 m. Desgraciadamente, y no es de extrañar dado su origen, Sedykh no se pudo librar de la sombra del dopaje. En 2020, el antiguo director del laboratorio antidopaje de Moscú Grigory Rodchenkov (1958) en su libro The Rodchenkov Affair: How I Brought Down Russia’s Secret Doping Empire acusó al atleta de haber consumido esteroides de forma regular durante su carrera deportiva, extremo que el propio deportista siempre negó. Hoy de forma inesperada, siendo aún plusmarquista mundial, este gran lanzador se ha ido.

Dedico esta entrada a mi amigo, antiguo lanzador de martillo y entusiasta de los lanzamientos, Ángel Berruezo.

Ryan Crouser destrona a Randy Barnes 31 años después

Las pruebas atléticas de selección olímpica de los Estados Unidos, los famosos Olympic Trials, siempre deparan grandes actuaciones y registros. La calidad de atletismo de este país es tan alta que, en ocasiones, hay carreras o concursos con mayor nivel medio que en los Juegos Olímpicos. Este año, las pruebas de selección están teniendo lugar en Hayward Field, el estadio de Eugene, Oregón, donde en 2022 tendrán lugar los Campeonatos del Mundo. Se esperaba con impaciencia la final del lanzamiento de peso, en la jornada inaugural del viernes 19 de junio. Ryan Crouser (1992) llevaba tiempo amenazando con superar la vieja plusmarca mundial que su compatriota Randy Barnes (1966) poseía desde 1990, 23.12 m. Crouser, campeón olímpico en 2016, había terminado 2020 con 22.91 m, su mejor lanzamiento hasta entonces. El 24 de enero de 2021, con 22.86 m, se convertía en plusmarquista mundial en sala. Al aire libre, el 18 de mayo había mejorado hasta 23.01 m. En ese mismo concurso realizó otro lanzamiento de 22.86 m. Y la prueba para la selección olímpica no defraudó. En la clasificación se fue a unos impresionantes 22.92 m, su segunda mejor marca de siempre. En sus tres primeros lanzamientos en la final registró 22.61 m, 22.55 m y 22.61 m. Reservó lo mejor para el cuarto. Tras soltar el peso se dio cuenta de que iba a hacer algo grande. La bola aterrizó a 23.37 m del punto de lanzamiento, 35 cm más que Randy Barnes. Siguió compitiendo con un nulo y un sexto intento de 22.62 m. Crouser habría ganado la competición con cualquiera de sus lanzamientos válidos. Segundo fue el campeón del mundo, Joseph Kovacs (1989) con 22.34 m y tercero Payton Otterdhal (1996), con 21.92 m, su mejor marca personal.

Ryan Crouser nació el 18 de diciembre de 1992 en Portland, Oregón, en una familia de lanzadores. Su padre, Mitch (1957), había sido cuarto en el lanzamiento de disco de las pruebas de selección olímpica de 1984 con 62.99. Su tío Brian (1962), olímpico en 1988 y 1992, llegó a lanzar 95.10 m con la antigua jabalina. Su tío Dean (1960) realizó unas mejores marcas de 21.09 m en peso y 65.88 m en disco en los primeros 80. Ryan comenzó a practicar atletismo a los 10 años. En 2009, con 16 años, fue campeón mundial juvenil (sub18) de lanzamiento de peso, 5 Kg, y subcampeón de lanzamiento de disco, 1.5 Kg. En 2011 se matriculó en la Universidad de Texas, donde permaneció hasta 2016, año en que terminó un máster en Finanzas. Durante esos 5 años fue 4 veces campeón nacional universitario, dos en sala, de lanzamiento de peso. Su mejor marca de esta época universitaria fue de 21.52 m, de 2014.

Tras terminar sus estudios en 2016, Crouser se hizo profesional. Poco antes de las pruebas de selección para los Juegos de Río mejoró a 21.85 m. En los Trials demostró ser el más fuerte y se impuso con 22.11 m, pasando por primera vez de 22 m. En la final olímpica volvió a mostrarse muy superior. Joe Kovacs se colocó líder en la primera ronda con 21.78 m, que a la postre le darían la plata, pero Crouser, a partir de la segunda ronda, resultó implacable, con 22.22, 22.26, 21.93, 22.52, nueva mejor marca personal y plusmarca olímpica, y 21.74. El bronce fue para el neozelandés Tom Walsh (1992), con 21.36 m.

En 2017, Crouser no pudo alcanzar la forma del año anterior y solo fue sexto en el Mundial al aire libre, mientras Walsh y Kovacs ganaban el oro y la plata. Los tres medallistas volvieron a encontrarse en plena forma dos años más tarde en la final del Mundial al aire libre de Doha, donde tuvo lugar la mejor competición de lanzamiento de peso de la historia. Walsh pareció romper la final con un primer lanzamiento de 22.90 m en la primera ronda, mientras Crouser se iba a 22.36 m. Kovacs, con 20.90, ocupaba la sexta plaza. El brasileño Darlan Romani (1991) pasaba a ser segundo en la segunda ronda con 22.53 m y Kovacs, con 21.63 m ascendía al cuarto puesto. En la mitad del concurso la clasificación era Walsh 22.90, Romani 22.53, Crouser 22.36, el estadounidense Darren Hill (1993) 21.65 y Kovacs 21.63. En la cuarta ronda, Crouser recuperaba la segunda posición con 22.71. Kovacs, con 21.95 escalaba a la cuarta posición. No hubo movimientos en la quinta ronda, en la que Walsh hizo su segundo lanzamiento válido, de 22.56 m. Pero todo cambió en el último intento. Kovacs realizó marca personal de 22.91 y se colocó en cabeza. Crouser se quedó muy cerca con 22.90, lo que, a la postre, le permitió ganar la plata, por un segundo lanzamiento mejor que el segundo de Walsh, quien hizo nulo en su última tentativa. Kovacs ganó el oro con 22.91 m, que igualaba la tercera mejor marca de siempre, compartida por Crouser, de unos meses antes, y el italiano Alessandro Andrei (1959), de 1987. Crouser y Walsh se quedaron a un solo centímetro del oro.

La nueva plusmarca mundial de Crouser extiende el dominio estadounidense en la prueba. De las 50 plusmarcas mundiales homologada establecidas, 38 corresponden a atletas de Estados Unidos. Jack Torrance (1912-1969) fue el primero en superar los 17.00 m, con 17.40 el 5 de agosto de 1934. Jim Fuchs (1927-2010) se acercó con 17.95 m a la barrera de los 18 m, el 22 de agosto de 1950, pero fue finalmente el legendario Parry O’Brien (1932-2007), quien con 18.00 el 9 de mayo de 1953, superó este límite. O’Brien fue uno de los mejores lanzadores de peso de la historia. Entre 1953 y 1959 realizó diez plusmarcas mundiales, hasta 19.30 m, convirtiéndose en el primer atleta en lanzar más de 19 m. Fue campeón olímpico en 1952 y 1956 y subcampeón en 1960. Los dos siguientes campeones olímpicos, Bill Nieder (1933), en 1960, y Dallas Long (1940), en 1964, mantuvieron una dura pugna por la plusmarca mundial de la prueba. Nieder, con 20.06 m el 12 de agosto de 1960, fue el primer lanzador por encima de los 20 m, si bien fue Long, más joven, quien acabó lanzando más lejos, 20.68 m el 25 de julio de 1964. Menos de un año después, Randy Matson (1945), el 9 de mayo de 1965, se fue casi a un metro más, 21.52 m, que mejoró el 23 de abril de 1967. Fue campeón olímpico en 1968. Su plusmarca mundial duró hasta el 5 de mayo de 1973 cuando Al Feuerbach (1948) hacía 21.86 m. Brian Oldfield (1945-2017), portentoso lanzador en las filas de la asociación profesional International Track Association (ITA), sorprendió al mundo atlético el 10 de mayo de 1975 con una serie de 21.94, 22.25 y 22.86 m, muy por encima de la plusmarca mundial oficial, pero no homologables por la Federación Internacional (IAAF, hoy World Athletics), al tratarse de un atleta profesional. Entonces el atletismo era oficialmente amateur. En 1984, con 39 años, y ya restituido en el seno de la IAAF, fue capaz de lanzar 22.19 m, a 3 cm de la entonces plusmarca mundial.

El lanzamiento de 22.86 m de Olfield no se superó hasta el 12 de agosto de 1987. Ese día un inspiradísimo Alessandro Andrei, campeón olímpico en 1984, lanzó en el mismo concurso 22.19, 22.37, 22.72, 22,84, 22.91 y 22.74 m. Los lanzamientos tercero, cuarto y quinto fueron plusmarcas mundiales. En su momento se cuestionó la validez del círculo de lanzamiento, pero los registros se acabaron homologando. En los años 70 hubo una pérdida del dominio estadounidense de la prueba. El primer lanzador en superar oficialmente los 22 m fue el ruso, entonces soviético, Aleksandr Baryshnikov (1948), con 22.00 m el 10 de junio de 1976. El alemán Udo Beyer (1955), campeón olímpico en 1976, llevó la plusmarca mundial hasta 22.64 m el 20 de agosto de 1986. Su compatriota Ulf Timmermann (1962) fue el primero en superar los 23 m , con 23.06 m el 22 de mayo de 1988. Sería campeón olímpico ese año. El 20 de mayo de 1990, Randy Barnes, con 23.12 m recuperó la plusmarca mundial para los Estados Unidos. Desgraciadamente ese mismo año dio positivo en un análisis de sustancias prohibidas, por lo que recibió una sanción de 27 meses. En 1998 fue reincidente, lo que le supuso una sanción a perpetuidad.

Treinta y un años después, otro estadounidense, Ryan Crouser, ha superado la plusmarca mundial más longeva de la historia. Tendrá oportunidad de mejorarla en los inminentes Juegos Olímpicos. Rivales de calidad no le van a faltar.

Evolución de la plusmarca mundial del lanzamiento de peso

15.54 m Ralph Rose (EUA) 21 agosto 1909 San Francisco, Estados Unidos
15.79 m Emil Hirschfeld (ALE) 6 mayo 1928 Breslau, Alemania
15.87 m John Kuck (EUA) 29 junio 1928 Amsterdam, Países Bajos
16.04 m Emil Hirschfeld (ALE) 26 agosto 1928 Bochum, Alemania
16.04 m František Douda (CHE) 4 October 1931 Brno, Checoslovaquia
16.05 m Zygmunt Heljasz (POL) 29 junio 1932 Poznań, Polonia
16.16 m Leo Sexton (EUA) 27 agosto 1932 Freeport, Estados Unidos
16.20 m František Douda (CHE) 24 septiembre 1932 Praga, Checoslovaquia
16.48 m John Lyman (EUA) 21 abril 1934 Palo Alto, Estados Unidos
16.80 m Jack Torrance (EUA) 27 abril 1934 Des Moines, Estados Unidos
16.89 m Jack Torrance (EUA) 30 junio 1934 Milwaukee, Estados Unidos
17.40 m Jack Torrance (EUA) 5 agosto 1934 Oslo, Noruega
17.68 m Charlie Fonville (EUA) 17 abril 1948 Lawrence, Estados Unidos
17.79 m Jim Fuchs (EUA) 28 julio 1949 Oslo, Noruega
17.82 m Jim Fuchs (EUA) 29 abril 1950 Los Ángeles, Estados Unidos
17.90 m Jim Fuchs (EUA) 20 agosto 1950 Visby, Suecia
17.95 m Jim Fuchs (EUA) 22 agosto 1950 Eskilstuna, Suecia
18.00 m Parry O’Brien (EUA) 9 mayo 1953 Fresno, Estados Unidos
18.04 m Parry O’Brien (EUA) 5 junio 1953 Compton, Estados Unidos
18.42 m Parry O’Brien (EUA) 8 mayo 1954 Los Ángeles, Estados Unidos
18.43 m Parry O’Brien (EUA) 21 mayo 1954 Los Ángeles, Estados Unidos
18.54 m Parry O’Brien (EUA) 11 junio 1954 Los Ángeles, Estados Unidos
18.62 m Parry O’Brien (EUA) 5 mayo 1956 Salt Lake City, Estados Unidos
18.69 m Parry O’Brien (EUA) 15 junio 1956 Los Ángeles, Estados Unidos
19.06 m Parry O’Brien (EUA) 3 septiembre 1956 Eugene, Estados Unidos
19.25 m Parry O’Brien (EUA) 1 noviembre 1956 Los Ángeles, Estados Unidos
19.25 m Dallas Long (EUA) 28 marzo 1959 Santa Bárbara, Estados Unidos
19.30 m Parry O’Brien (EUA) 1 agosto 1959 Albuquerque, Estados Unidos
19.38 m Dallas Long (EUA) 5 marzo 1960 Los Ángeles, Estados Unidos
19.45 m Bill Nieder (EUA) 19 marzo 1960 Palo Alto, Estados Unidos
19.67 m Dallas Long (EUA) 26 marzo 1960 Los Ángeles, Estados Unidos
19.99 m Bill Nieder (EUA) 2 abril 1960 Austin, Estados Unidos
20.06 m Bill Nieder (EUA) 12 agosto 1960 Walnut, Estados Unidos
20.08 m Dallas Long (EUA) 18 mayo 1962 Los Ángeles, Estados Unidos
20.10 m Dallas Long (EUA) 4 abril 1964 Los Ángeles, Estados Unidos
20.20 m Dallas Long (EUA) 29 mayo 1964 Los Ángeles, Estados Unidos
20.68 m Dallas Long (EUA) 25 julio 1964 Los Ángeles, Estados Unidos
21.52 m Randy Matson (EUA) 8 mayo 1965 College Station, Estados Unidos
21.78 m Randy Matson (EUA) 23 abril 1967 College Station, Estados Unidos
21.82 m Al Feuerbach (EUA) 5 mayo 1973 San José, Estados Unidos
*22.86 m Brian Oldfield (EUA) 10 mayo 1975 El Paso, United States
21.85 m Terry Albritton (EUA) 21 febrero 1976 Honolulu, Hawaii, Estados Unidos
22.00 m Aleksandr Baryshnikov (URS) 10 junio 1976 París, Francia
22.15 m Udo Beyer (RDA) 6 julio 1978 Gotemburgo, Suecia
22.22 m Udo Beyer (RDA) 25 junio 1983 Los Angeles, Estados Unidos
22.62 m Ulf Timmermann (RDA) 22 septiembre 1985 Berlín, Alemania
22.64 m Udo Beyer (RDA) 20 agosto 1986 Berlín, Alemania
22.72 m Alessandro Andrei (ITA) 12 agosto 1987 Viareggio, Italia
22.84 m Alessandro Andrei (ITA) 12 agosto 1987 Viareggio, Italia
22.91 m Alessandro Andrei (ITA) 12 agosto 1987 Viareggio, Italia
23.06 m Ulf Timmermann (RDA) 22 mayo 1988 Chania, Grecia
23.12 m Randy Barnes (EUA) 20 mayo 1990 Los Ángeles, Estados Unidos
23.37 m Ryan Crouser (EUA) 18 junio 2021 Eugene, Estados Unidos

*Marca no homologada por haberse conseguido fuera de la normativa de la IAAF

Dedico esta entrada a mi amigo Ángel Berruezo (@megapondio_v2), un entusiasta de los lanzamientos que, me consta, ha disfrutado sobremanera de esta plusmarca.

Mercedes Chilla, una lanzadora española en un podio continental

En 2006, España ya se había acostumbrado a buenas cosechas de medallas en los campeonatos de Europa al aire libre. No fue fácil el camino, desde la primera medalla, obtenido en 1978, el oro del Jordi Llopart (1952-2020), única presea en ese campeonato. Tras las 5 medallas, un número en cierto modo inesperado, de 1982, hubo un cierto retroceso en 1986, con 3 medallas, y en 1990, con 2. La cosas cambiaron a partir de 1994, 9 medallas, 7 en 1998 y nada menos que 15, y segundo lugar en el medallero, en 2002. En 2006, España se hizo con 11 puestos en el podio, y no pasó en absoluto desapercibido que uno de ellos fuese para una lanzadora, la jabalinista andaluza Mercedes Chilla.

María Mercedes Chilla López nació el 19 de enero de 1980 en Jerez de la Frontera. Desde pequeña se aficionó al deporte y practicó baloncesto, balonmano y atletismo, hasta que a los 15 años comenzó a dedicarse en exclusiva al atletismo, de la mano de su entrenador de siempre José María Vega. Inicialmente probó el lanzamiento de peso y las combinadas, antes de decidirse por la jabalina, especialidad en que empezó a destacar muy pronto. Participó en el Mundial sub20 en 1998, fue 10ª en el Europeo sub20 de 1999 y bronce en el Europeo sub23 de 2001. En 1999 se cambió el modelo de jabalina. La plusmarca española con al anterior modelo se quedó en poder de la malagueña Natividad Vizcaíno (1954), con 60.64 m. La primera plusmarca nacional homologada con la nueva jabalina fue la mejor marca de 1999, conseguida por la gallega Marta Míguez (1973), con 57.59 m. Con esta atleta mantuvo Mercedes Chilla una cerrada pugna por el primado español. El 6 de mayo de 2000 Chilla superaba a Míguez con 57.91, pero la gallega mejoró el 2 de septiembre de ese año con 59.02. El 21 de julio de 2001 se fue a 59.43. La andaluza se impuso definitivamente el 24 de julio de 2004, con Míguez ya retirada, al lanzar unos excelentes 62.32 m, primera marca española por encima de 60.00 m. Aún mejoraría hasta 63.20 m (20 08 2006) y 64.07 m (12 06 2010).

En 2003 consiguió el primero de sus 10 campeonatos de España absolutos (2003, 2004, 2005, 2006, 2007, 2008, 2009, 2010, 2011 y 2014) y fue bronce en la Universiada. Fue olímpica en 2004. En 2005 tomó parte en el Mundial de Helsinki y se hizo con el bronce en los Juegos del Mediterráneo. En 2006 consiguió su mayor éxito y también el de una lanzadora española, al ser tercera en el campeonato de Europa, que tenía lugar en Gotemburgo. Se clasificó para la final holgadamente, tercera en su grupo con 59.54 m. Tan solo 4 atletas pudieron con 61.00 m, distancia requerida para la clasificación directa. En la final fue de menos a más. Tras un primer lanzamiento de 57.26 m era 6ª. Mejoró a 59.63 m. Después de un nulo, pasó a la mejora en 5º lugar. Al comenzar la 5ª ronda se mantenía en 5ª posición, pese a otro nulo. En esta penúltima ronda un lanzamiento de 61.98 m le permitió alcanzar el tercer puesto, del que ya no se movería. Por delante de ella se clasificaron la alemana Steffi Nerius (1972), 65.82 m, y la checa Barbora Špotáková (1981), futura bicampeona olímpica.

Pese a que, tras el éxito de Gotemburgo, los problemas físicos comenzaron a visitarla de forma asidua, aún consiguió dos nuevos éxitos en grandes campeonatos. En 2008 fue 9ª en los Juegos Olímpicos de Pekín. Se clasificó directamente para la final con 61.81m , su mejor marca del año, en el segundo lanzamiento. En la final se quedó con 58.13 m, a las puertas de la mejora en la 9ª posición. La descalificación, 8 años más tarde, de la rusa Mariya Abakumova (1986), que había sido 2ª, solo alteró el orden de las atletas medallistas. Oficialmente, el resto de las participantes en la final mantuvieron el puesto que habían obtenido en la competición. En 2010 fue campeona iberoamericana y 6ª en el campeonato de Europa. En 2011 realizó con 63.77 m su segunda mejor marca de siempre, mínima olímpica, pero una grave lesión en el hombro derecho le impidió participar en sus terceros Juegos. En 2014 fue 10ª en el Europeo.

Diplomada en Magisterio de Educación Física, en 2015 fundó una empresa de cross-fit, llamada Crosss-fit Jerez. En 2018 aún fue medalla de bronce en el campeonato de España. Continúa oficialmente en activo, aunque la temporada pasada no compitió.

Mercedes Chilla hizo historia aquel verano de 2006, con su bronce europeo. Pese a las 11 medallas conseguidas por España, el logro de la atleta de Jerez no pasó desapercibido. La prensa y los aficionados dieron un gran valor a la excelente actuación de esta gran jabalinista.

Esta mañana se murió el fondista gallego Alejandro Gómez (1967-2021). Padecía un tumor cerebral maligno. No menos triste por esperado. En el blog de Emilio Navaza hay una amplia semblanza con cuatro entradas.

Jan Železný, subcampeón y tricampeón olímpico en lanzamiento de jabalina

El 20 de julio de 1984, el alemán del Este Uwe Hohn (1962) rompía con holgura la barrera de los 100 m en lanzamiento de jabalina, al irse a unos sorprendentes 104.80 m. Enseguida saltaron las alarmas. Esta distancia representaba casi el límite de la longitud del centro de los estadios de atletismo. La IAAF (hoy World Athletics) decidió adelantar 10 cm el centro de gravedad de la jabalina, lo que haría que los lanzamientos fuesen más cortos. El nuevo artefacto se introdujo en 1986. La mejor marca de ese año correspondió al alemán del Oeste Klaus Tafelmeier (1958), que se convirtió, con 85.74 m, oficialmente en el primer plusmarquista mundial de la especialidad con la nueva jabalina. El tope universal le duró al alemán menos de un año, pues el 31 de mayo de 1987 un joven checoslovaco llamado Jan Železný lanzaba 87.66 m.

Jan Železný había nacido el 16 de junio de 1966 en Mladá Boreslav, una ciudad de 45 000 habitantes 50 Km al noreste de Praga. Antes de dedicarse al atletismo había practicado hockey sobre hielo y balonvolea. En su etapa de junior (sub20) ya mostraba una gran solidez, con un sexto y un cuarto puestos en los Europeos de la categoría de 1983 y de 1985 respectivamente. En 1986, ya con la nueva jabalina, lanzó 82.48 m, sexta mejor marca de ese año, aunque no pudo pasar a la final del Europeo absoluto al aire libre. Tras su plusmarca mundial de 87.66 m al año siguiente, era uno de los favoritos para hacerse con el título de campeón del mundo ese 1987 en Roma. No ganó, pero su actuación fue buena. Se colocó en cabeza en la segunda ronda con 82.20 m, marca que no mejoró y que le sirvió para ganar el bronce, detrás del finlandés Seppo Räty (1962) y del ucraniano, entonces soviético, Viktor Yevsyukov (1956).

El objetivo para 1988 era el oro olímpico en los Juegos que se disputarían en Seúl. Železný llegó a Corea en una gran forma. Se clasificó brillantemente con un solo lanzamiento de 85.90 m, que le habrían hecho ganar el oro. Su rendimiento en la final fue algo peor. Tras un nulo lanzó 82.32 m, que lo colocaban segundo a 0.46 m del primero, el finlandés Tapio Korjus (1961). En la tercera ronda Seppo Räty se colocó en cabeza con 83.26 m, pero en la cuarta ronda Železný lo superó con 83.46 m. El entonces checoslovaco, que lanzaba en antepenúltima posición, reforzó su liderato en el último intento con 84.12 m. Sin embargo, Korjus, que no había mejorado su primer lanzamiento y había renunciado a dos rondas por calambres, hizo un último intento de 84.28 m, que le dio el oro, pues Räty no lo superó. Tras una reñida competición, Železný se fue con la plata, que probablemente le supo a poco.

El rendimiento de Železný en los cuatro años del siguiente ciclo olímpico fue más bajo de lo esperado. Tuvo problemas de espalda que no dejaron de acompañarlo. No pudo clasificarse para las finales del Europeo de 1990 y del Mundial de 1991. Protagonizó, no obstante, junto con su gran rival, y amigo, el británico Steve Backley (1969) y con Räty una serie de plusmarcas mundiales que acabaron no siéndolo. En marzo de 1990 el sueco Patrick Bodén (1967) había mejorado el tope mundial del checoslovaco con 89.10 m. Unos meses después, el 2 de julio, Backley se iba hasta 89.58 m. El 14 de julio, Železný, utilizando un modelo de jabalina Nemeth, con superficie rugosa, conseguía 89.66 m. Backley, el 20 de julio, recuperaba la plusmarca mundial con 90.98 m, con el mismo modelo de jabalina. Al año siguiente, también con este modelo Nemeth, Räty registraba 91.98 y 96.96 m. La IAAF, temerosa de volver a lanzamientos de más de 100 m, decidió, en agosto de 1991, no homologar este tipo de jabalina, por lo que la plusmarca mundial pasó de nuevo a los 89.58 m de Backley.

Železný parecía completamente recuperado en el año olímpico de 1992. El 4 de julio superaba el tope universal por más de 5 m, 94.74 m, con una nueva jabalina Nemeth. Sin embargo, este nuevo artefacto tampoco fue del agrado de la IAAF, que decidió no homologalo. En los Juegos de Barcelona, el checoslovaco, que representaba por última vez a este país, no dio opción. Hizo un único lanzamiento en la clasificación, 83.96 m, el mejor de todos los participantes. En la final se colocó en cabeza con un primer lanzamiento de 89.66 m, plusmarca olímpica. No mejoró en las siguientes cinco rondas, pero fue suficiente para ganar holgadamente, con más de 3 m de ventaja sobre Räty, plata. El bronce fue para Backley.

Los cuatro años siguientes al oro de Barcelona fueron los mejores del gran lanzador, que desde 1993 representaba a la República Checa, separada de Eslovaquia. El 6 de abril de 1993 conseguía su primera plusmarca mundial homologada, 95.54 m. El 28 de agosto mejoró hasta 95.66 m. Entre medias, se hacía con su primer oro en un Mundial. En el Europeo del año siguiente fue bronce, su mejor actuación en este campeonato, que repetiría en 2006. En 1995 revalidó su título mundial. Las perspectivas para repetir oro olímpico eran excelentes y se acrecentaron el 25 de mayo de 1996, cuando lanzó 98.48 m, plusmarca mundial aún vigente. En la final olímpica de Atlanta, Backley se colocó en cabeza en la primera ronda con 87.44 m, mientras Železný hacía un nulo. En la segunda ronda, el checo se aupó a la primera posición con 88.16 m. Ninguno de los dos mejoró y las posiciones no se movieron. Räty fue bronce con 86.98 m.

Los siguientes cuatro años resultaron complicados para Železný, que sufrió numerosos problemas físicos, especialmente una grave lesión de hombro en 1998. Sin embargo, consiguió recuperarse, y en 1999 pudo ganar el bronce en el Mundial. Con 34 años, esperaba un tercer oro olímpico, algo inédito en su prueba. Acudía a los Juegos de Sydney con una mejor marca del año de 90.59 m. Mostró su excelente forma con un único lanzamiento de 89.39 m en la clasificación. En la final, volvió a mantener un notable duelo con Steve Backley. El checo se puso primero en el primer intento con 89.45, el británico lo superó en la segunda ronda con 89.85 m, nueva plusmarca olímpica, pero el checo mejoró en la tercera ronda con 90.17 m. Ninguno de los dos lanzó más lejos y las posiciones se mantuvieron. El ruso Sergei Makarov (1973) fue bronce.

Con este tercer oro olímpico, más la plata de 1988, Jan Železný igualaba al georgiano, que representaba a la Unión Soviética, Viktor Saneyev (1945), oro en triple salto en 1968, 1972 y 1976 y plata, en una final muy polémica, en 1980, como tercer mejor atleta olímpico en una sola prueba. Por delante, con cuatro oros consecutivos, tan solo están el discóbolo estadounidense Al Oerter (1936-2007), oro en 1956, 1960, 1964 y 1968) y su compatriota saltador de longitud Carl Lewis (1961), oro en 1984, 1988, 1992 y 1996.

Železný continuó rindiendo al más alto nivel una temporada más. En 2001 conseguía su tercer oro en un Mundial. A partir de 2002 sus prestaciones bajaron, si bien aún fue cuarto en el Mundial de 2003, noveno en los Juegos de 2004 y bronce en el Europeo de 2006, con 40 años, el año de su retirada.

Continuó vinculado al atletismo como entrenador de lanzadores de jabalina. También trabaja para el comité olímpico internacional. Es además el director de la Reunión Internacional de Ostrava, incluida en la serie World Athletics Tour.

Hoy, 17 de julio se cumplen cuatro años desde que comencé este blog. Lo hice con muchas dudas, pensando si lo que yo escribiese podría llegar a interesar a alguien y de si sería capaz de encontrar el tiempo y la motivación suficientes para mantenerlo. Hoy, tras 143 entradas y 66 500 visitas esas dudas se han disipado. Gracias a todos los que me leéis.

Manolo Martínez, un lanzador español en la élite mundial

El 5 de marzo de 2013 fue un día histórico para el atletismo español. El lanzador de peso leonés Manolo Martínez se hacía oficialmente con la medalla de bronce olímpica de lanzamiento de peso de 2004. Todo había comenzado en Olimpia, casi nueve años antes. El 18 de agosto de 2004 a las 18:00 comenzaba la final de lanzamiento de peso de los Juegos Olímpicos de Atenas. Por razones históricas se había elegido como sede para esta modalidad el yacimiento arqueológico del antiguo estadio de Olimpia, donde se celebraban los Juegos de la Antigüedad

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Yacimiento arqueológico del antiguo estadio de Olimpia (By Dwaipayanc – Own work, Public Domain, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=2437438)

Manolo Martínez se había clasificado esa mañana para la final, con 20.37 m, el séptimo mejor registro de los participantes. La competición comenzó bien para él. Tras la primera ronda era tercero con 20.70 m, por detrás del estadounidense Adam Nelson (1975), 21.16 m, y del ucraniano Yuriy Bilonoh (1974), 21.15 m. Se mantuvo en posición de bronce, sin mejorar su primer lanzamiento, hasta la tercera ronda, en que el danés Joachim Olsen (1977), que se fue a 21.07 m. Martínez mejoró a 20.78 m en el cuarto lanzamiento y a 20.84 en el quinto. Su sexto lanzamiento fue nulo. El leonés acabó en la cuarta posición. Nelson, que no volvió a realizar un lanzamiento válido, perdió la primera posición en la ronda final, cuando Bilonoh igualó sus 21.16 m y se quedó en cabeza por su segundo mejor lanzamiento. Olsen fue tercero. Pero el final aún no estaba escrito. El 5 de diciembre de 2012, la World Athletics anunció que un nuevo análisis de las muestras de Bilonoh de Atenas había mostrado restos de oxandrolona, un esteroide anabolizante. Su posterior descalificación hizo que Manolo Martínez se convirtiese en medallista olímpico de bronce.

Manuel Martínez Gutiérrez nació el 7 de diciembre de 1974. Cuando era un estudiante de Bachillerato su camino se cruzó con el de Carlos Burón, uno de los mayores estudiosos de los lanzamientos en España. Esta asociación resultó de lo más fructífera. El primer éxito internacional llegó pronto. En 1992, Martínez se proclamaba, con 18.14 m, subcampeón mundial junior (sub20). Entonces en esta categoría se lanzaba con el artefacto de 7.256 Kg.

Al leonés aún le quedaba un año más en la categoría junior, pero su inmensa calidad lo convirtió ya en 1993 en el mejor español de siempre en categoría absoluta. Ese año consiguió las cinco primeras de las 22 plusmarcas españolas absolutas, incluyendo registros en sala, que superó durante su carrera. El tope nacional pertenecía al zamorano Martín Vara (1956), 18.40 m en 1980. Martínez hizo 18.67 m el 10 de abril de ese año. El 24 de julio, con 19.17 m, rompía por primera vez la barrera de los 19 m. Ese año acabó lanzando 19.53 m. Superó los 20 metros el 28 de mayo de 1994, 20.16 m, y los 21 el 13 de mayo de 2001, 21.04 m. Su mejor lanzamiento, vigente plusmarca española, es de 21.47 m, conseguido en Salamanca el 10 de julio de 2002. También ese año 1993 fue campeón de España absoluto por primera vez, tanto en sala como al aire libre. En total consiguió 32 oros en los nacionales absolutos, bajo techo consecutivamente de 1993 a 2008, y al aire libre de 1993 a 2009, con la excepción de 1999. En ese 1993 su campeonato era el Europeo sub20, y no decepcionó. Se proclamó campeón. También tomó parte en su primer mundial al aire libre.

Aparte de la medalla olímpica de 2004, Manuel Martínez fue otras cuatro veces finalista en grandes campeonatos al aire libre: 6º en los Juegos Olímpicos de 2000, 4º en el Mundial de 2001, 7º en el Europeo de 1998 y 5º en el de 2002.

Pero donde realmente el leonés tuvo un rendimiento competitivo excepcional fue en la pista cubierta, modalidad en la que se hizo con los máximos entorchados mundial y continental. El Mundial en sala se le dio bien desde el principio. Fue 4º en 1995, 5º en 1997 y otra vez 5º en 1999. En 2001 ganó su primera medalla en esta competición, de bronce. Martínez se situó 3º con 20.10 m en la segunda ronda. Cuando iba a lanzar por 6ª vez se encontraba 5º. Un lanzamiento de 20.67 m lo devolvió al podio, detrás de los estadounidenses John Godina (1972) y Adam Nelson. Con Godina mantuvo un cerradísimo duelo por el oro en el Mundial de 2003. Martínez se colocó en cabeza en la segunda ronda con 21.14 m, pero en la tercera, el estadounidense, que había hecho dos nulos, se fue a 21.23 m. El español, que llevaba una serie magnífica de 20.73, 21.14, 21.07, 21.01 y 20.70, llegaba a la última ronda en segunda posición. Un tiro de 21.24 m y una insuficiente respuesta de Godina de 20.66 m dieron a Martínez la victoria más importante de su carrera deportiva. Aún fue otras dos veces finalista, 5º en 2004 y 6º en 2006.

En el Europeo en sala, su rendimiento fue también excelente, con tres medallas, una de cada color, y otros cuatro puestos de finalista. Esta fue su trayectoria: 4º en 1994, 7º en 1996, 6º en 1998, plata en 2000, oro en 2002, bronce en 2005 y 6º en 2009. En Gante, en 2000, consiguió su primera medalla continental. Un tiro de 20.38 m en la 4ª ronda le permitió terminar segundo, detrás del finlandés Timo Aaltonen (1969). Dos años después, en Viena, realizó un concurso impecable. Se colocó líder en la primera ronda con 20.68 m y ya no se movió de esa posición. Mejoró a 20.95 m en la cuarta ronda y a 21.26 m, su mejor marca de siempre bajo techo, en la quinta. El danés Joachin Olsen se le acercó en la sexta ronda con 21.23 m, pero solo le sirvió para ser segundo. Este se proclamó campeón de la siguiente edición, en 2005 en Madrid, mientras el leonés conseguía el bronce.

Martínez continuó activo hasta que en 2011 anunció su retirada. Ese día, Carlos Burón resumió lo que Manolo Martínez había supuesto para el atletismo español Con Manolo se va una persona buena y honesta que llegó a ser campeón, pero también un reclamo muy grande. Hace años, los de los lanzamientos éramos los malos, los humildes, la familia pobre del atletismo español, los que hacíamos que perdiéramos puntos. Había miedo. Faltaba información. Se veía como si fuera cosa de otros países… y llegó Manolo y demostró esa frase que ahora es tan célebre. El Yes we can. Fue la señal de que podíamos y consiguió cosas impensables. Y tan impensables como que un lanzador español fuese campeón del mundo.

Siendo un hombre con inquietudes, Manolo Martínez ha hecho escultura y también ha sido actor. En la probablemente infravalorada El Capitán Trueno y el Santo Grial, sobre el mítico personaje de Víctor Mora (1931-2016), Manolo se puso en la piel de Goliath, el tragaldabas compañero de fatigas del Capitán.

Un grande, sin duda, del atletismo español, el hombre que puso en el mapa internacional el lanzamiento de peso español. Tras su retirada, la especialidad ha quedado en manos del gigante, 2.04 m, malagueño Borja Vivas (1984), 21.07 m, subcampeón de Europa al aire libre en 2014, y del cántabro Carlos Tobalina (1985), 20.57 m.

Esta es una entrevista reciente a Manolo Martínez en Radio Nacional de España.

https://www.rtve.es/alacarta/audios/mitos-del-deporte/mitos-del-deporte-manolo-martinez-27-01-20/5493543/

Janis Lusis, el atleta conciliador

Acaba de dejarnos el atleta letón Janis Lusis, uno de los mejores lanzadores de jabalina de la historia, campeón de Europa en 4 ocasiones y trimedallista olímpico, con una presea de cada color. Lusis había nacido en la localidad letona de Jelgava el 19 de mayo de 1939. De niño vio cómo los soldados alemanes que habían invadido su país asesinaban a su padre en 1944. Pese a ello, nunca guardó ningún resentimiento hacia Alemania. De hecho uno de sus mejores amigos fue su rival germano Klaus Wolfermann (1946).

Lusis apareció en la escena internacional en 1961, cuando fue el 10º mejor lanzador de jabalina de ese año con un mejor marca de 81.01 m con la jabalina antigua. El líder de la temporada fue el italiano Carlo Lievore (1937-2002) con 86.74 m, entonces plusmarca mundial. Ambos se enfrentaron al año siguiente en el campeonato de Europa de Belgrado. El italiano parecía en buena forma, tras realizar la mejor marca de los participantes en la clasificación, pero en la final solo pudo ser 6º. Lusis se fue a 82.04 m y ganó con más de 4 m de ventaja sobre el segundo. A finales de esa temporada mejoró su marca hasta 86.04 m, el mejor lanzamiento de ese año.

Dos años después, en los Juegos Olímpicos de Tokio, el gran favorito era el noruego Terje Pedersen (1943), que un mes antes se había ido a unos extraordinarios 91.72 m. Pero el nórdico no cumplió las expectativas y se quedó a 21 cm de pasar a la final, donde sí estaba Lusis. Bajo una lluvia considerable, aderezada con viento cambiante, el letón, representando a la Unión Soviética, se colocó líder con 80.57 m en su segundo lanzamiento. No mejoró y en la cuarta ronda se vio superado por el finlandés Pauli Nevala (1940) con 82.66 y por el húngaro Gergely Kulcsár (1934), con 82.32. Ya no habría cambios y Lusis se hizo con la medalla de bronce. Dos años después, en el campeonato de Europa de Budapest, fue Lusis quien derrotó a los atletas que le precedieron en Tokio, al renovar su título de campeón con unos buenos 84.48 m.

El año olímpico de 1968 fue el mejor año deportivo de Lusis. El 25 de junio superaba por primera vez la plusmarca mundial, con 91.98. Era el gran favorito para el oro olímpico en México. Enseguida se colocó en la cabeza de la prueba, con 86.34 m, 4 cm por delante del finlandés Jorma Kinnunen (1941-2019). Las posiciones se mantuvieron hasta que Kinnunen llevó su marca personal hasta 88.58 m en la última ronda. Lusis tenía una única oportunidad, pero no la desaprovechó y se proclamó campeón olímpico con 90.10 m.

Kinnunen superó la plusmarca mundial de Lusis en 1969 con 92.70 m. Sin embargo en el campeonato de Europa de ese año, hubo un primer intento de hacer el Europeo bianual, su actuación fue discreta. Ocupó la 10ª posición, mientras Lusis conseguía su tercer oro, con unos excelentes 91.52 m, por delante de su viejo rival Nevala. Dos años después, en 1971, volvía a celebrarse el campeonato de Europa y Lusis hizo repóker de oros. Poco antes de los Juegos Olímpicos de 1972, el letón recuperaba la plusmarca mundial al lanzar 93.80 m. Era el gran favorito para repetir el oro olímpico, aunque, sobre el papel, tendría la resistencia de Klaus Wolferman, que una semana antes de los Juegos había lanzado 90.41. No hubo sorpresas y ambos se plantaron en la final sin problemas. Lusis empezó muy fuerte con 88.88 m en su primer intento, aunque Wolfermann no lo hizo mal, con 86.68 m. Lusis mejoró en el tercer intento con 89.54 m. El alemán añadió suspense en el cuarto, al acercarse con 88.40 m. En la quinta ronda Wolferman hacía marca personal de 90.48 m y se colocaba en cabeza. Lusis se encontraba con una situación parecida a la de 4 años antes en México, si bien aquí tendría dos oportunidades de superar al líder, al que le quedaba un intento. Su quinto lanzamiento fue el peor de la serie con 81.66. Wolfermann hizo 84.70 m en el último intento. Lusis realizó un lanzamiento larguísimo, pero insuficiente. Fue segundo con 91.46 m.

Lusis continuó en activo una olimpíada más. Fue 6º en el Europeo de 1974 y 8º en los Juegos Olímpicos de 1976, donde otro grande de la jabalina, y que además diseñaba artefactos, el húngaro Miklós Németh (1946) derrotó a Wolferman y consiguió el título. Casado con la campeona olímpica de lanzamiento de jabalina, Elvira Ozolina (1939), el hijo de ambos, Voldemar (1974) fue olímpico en la misma prueba que sus padres en 2000 y 2004. De 1962 a 1974, estuvo siempre entre los 7 primeros de la lista del año, 9 veces en primera posición, una vez segundo, quinto, sexto y séptimo. Lusis también probó el decatlón. Su mejor puntuación de 7764 le permitió se 5º mundial en 1962. El pasado 29 de abril a causa de un cáncer se iba el considerado uno de los mejores lanzadores de jabalina de todos los tiempos.