Joshua Cheptegei y la búsqueda de menos de un minuto por vuelta

El ugandés Joshua Cheptegei (1996), actual campeón olímpico de 5000 m, mundial de 10 000 m y plusmarquista mundial de ambas distancias, 12:35.36 (2020) y 26:11.00 (2020), ha anunciado que tratará de superarse en los cinco kilómetros de la reunión de Oslo, que este año tendrá lugar en una fecha inusualmente temprana, el 30 de mayo. La organización buscará una carrera alrededor de los doce minutos y medio. Si eso sucediese, se volvería a romper la barrera del minuto por vuelta en una distancia mayor. La última vez que esto sucedió fue el 31 de mayo de 1997, cuando el multilaureado etíope Haile Gebrselassie (1973), corrió las dos millas (3218.7 m) en 8:01.08, que equivale a un paso de 7:59.83 los 3200 m.

A lo largo de la historia, se ha ido mejorando el límite del minuto por vuelta en distancias cada vez mayores. Aunque la primera plusmarca homologada de 800 metros son los 1:51.9 de estadounidense Ted Meredith (1891-1957), campeón olímpico ese mismo año, 1912, el primer registro conocido en el campo amateur por debajo de los dos minutos corresponde al británico Arthur Pelham, quien en una carrera de 880 yardas (804.68 m) registró 1:59.8 el 26 de marzo de 1873. Hay una marca anterior, en concreto de 1854, año en que otro británico, Henry Reed, había corrido la distancia en 1:58.0. Este tiempo no se ha considerado ni como plusmarca mundial extraoficial por la condición de profesional del atleta.

Se tardaron nada menos que cuarenta y cinco años en volver a romper la barrera del minuto por vuelta. Sucedió durante los estertores finales de la Primera Guerra Mundial, el 22 de septiembre de 1918, cuando en la neutral Suecia, en Estocolmo, el corredor local Anatole Bolin (1893-1983) corría los 1000 m en 2:29.1. Bolin tomó parte en los 800 m de los Juegos de 1920, pero no llegó a la final, por 0.2.

Hubo que esperar a la siguiente guerra mundial, la segunda, para presenciar una nueva carrera por debajo de un minuto la vuelta. Nuevamente en la neutral Suecia, entre las diecinueve plusmarcas mundiales que superaron los atletas locales Gunder Hägg (1918-2004) y Arne Andersson (1917-2009) estaba un 1500 en menos de 3:45.0. El 17 de agosto de 1943, Andersson hacía justo esa marca en Gotemburgo, que Hägg superaría menos de un año después, 3:43.0 en el mismo estadio. Ambos se quedaron no demasiado lejos de hacer una carrera más larga en menos de un minuto por vuelta, la milla, 1609.344 m. Andersson realizó 4:01.6 en Mälmo en 1944. Hägg mejoró 0.2 un año después.

La plusmarca mundial de la milla de Hägg se mantuvo hasta 1954, año en que tres atletas de tres lugares del mundo muy alejados entre sí, un británico, Roger Bannister (1929-2018), un australiano, John Landy (1930-2022) y un estadounidense, Wes Santee (1932-2010), entraron en una competición contrarreloj buscando ser el primero en correr la distancia por debajo de cuatro minutos. Finalmente fue Bannister quien lo consiguió, en la histórica carrera de Iffley Road, Oxford, el 6 de mayo de 1954, con 3:59.4. A Landy le faltaron unos días, pues el 21 de junio realizó 3:57.9 (3:58.0). Pasó los 1500 m en 3:41.8, también plusmarca mundial. Ambos se enfrentaría en la milla del siglo de los Juegos de la Commonwealth en Vancouver, Canadá, el 7 de agosto. En un cerradísimo duelo, finalmente el británico se llevó la victoria, 3:58.8 frente a 3:59.6.

Algo más de una década transcurrió para que una distancia superior se corriese en menos de un minuto por vuelta. El 10 de septiembre de 1966, el alemán Harald Norporth (1942) hacía 4:57.8 en los 2000 m, 3.3 menos que el checo, entonces checoslovaco, Josef Odložil (1938-1993), subcampeón olímpico de 1500 m en 1964. Norporth también era subcampeón olímpico, de 5000 m el mismo año. Ese 1966 lo había sido de Europa en la misma prueba y campeón continental de los 1500 m.

El atletismo no para de avanzar. A mediados de los 80 surgió uno de los mediofondistas más versátiles de la historia, el marroquí Said Aouita (1959). Campeón olímpico de 5000 m en 1984 y plusmarquista mundial de 1500 m, 3:29.46 (1985), de 2000 m, 4:50.81 (1987) y 5000 m, 13:00.40 (1985) y 12:58.39 (1987), le resultó muy complicado superar el techo universal de Henry Rono (1952-2024) de 7:32.1 (1978). Se quedó muy cerca en cuatro ocasiones, 7:33.3 (1984), 7:32.94 (1985), 7:32.54 (1986) y 7:32.23 (1986). Finalmente, el 28 de agosto de 1989, el marroquí por fin conseguía su objetivo, y a menos de un minuto por vuelta, 7:29.45.

La última distancia en romper la barrera del minuto por vuelta fue, como se ha señalado anteriormente, las dos millas. A Gebre, su mejor marca mundial, la World Athletics no reconoce plusmarca mundial en esta prueba, de 8:01.08 le duró menos de dos meses. El 19 de julio de 1997 el extraordinario keniano Daniel Komen (1976) corría dos millas en menos de cuatro minutos cada una, 7:58.61.

Los 5000 m podrían ser la siguiente prueba en que se supere el límite del minuto por vuelta. No lo tendrá nada fácil Cheptegei. Tendría que correr 5.37 segundos por debajo de su marca personal, que es plusmarca mundial. El 13 de agosto de 1997, Gebre corría los cinco kilómetros en pista en 12:41.86. Desde entonces, hace casi veintisiete años, la plusmarca mundial solo se ha movido 6.5 segundos. La calidad y la tecnología ayudan. ¿Serán suficientes?

La accidentada primera final olímpica de 3000 metros femeninos

En 1974 la Federación Internacional de Atletismo (IAAF, hoy World Athletics), reconoció por primera vez la mejor marca femenina de 3000 m como plusmarca mundial. La primera plusmarquista mundial de la distancia fue la rusa, entonces soviética, Ludmila Bragina (1943) 8:52.8. La prueba se incluyó en el programa del campeonato de Europa al aire libre ese mismo 1974. Los planes del Comité Olímpico Internacional eran, sin embargo, más lentos. No solo no consideró los 3000 m femeninos en los Juegos de 1976, sino que tampoco lo hizo en los de 1980. Tal vez para compensar, la IAAF organizó un campeonato del mundo femenino de 3000 y de 400 m vallas ese año olímpico de 1980. En 1983 formó parte del primer campeonato del mundo al aire libre. Tarde, muy tarde, finalmente en 1984, en Los Ángeles, la distancia sería olímpica por primera vez.

Los Juegos de 1984 sufrieron el boicot de los países del entonces llamado Bloque del Este, encabezados por la Unión Soviética, a cuya llamada acudieron otros catorce países, Polonia, Checoslovaquia, Hungría, Bulgaria, Alemania del Este, Albania, Cuba, Laos, Vietnam, Etiopía, Afganistán, Mongolia, Corea del Norte y Yemen del Sur. Al menos dos importantes atletas soviéticas no estarían en el primer 3000 olímpico, la plusmarquista mundial, 8:26.78 (1982) y bicampeona de Europa al aire libre, la uzbeka Svetlana Ulvasova (1953-2009) y la rusa bicampeona olímpica de 1500 m Tatiana Kazankina (1951), acreditada en 8:32.08. En Estados Unidos creían, sin embargo, que ninguna de estas atletas tendría posibilidades ante la heroína local Mary Teresa Decker (1958). La fama de Decker en su país traspasaba los límites del atletismo. Corredora muy versátil, capaz de hacer compatible los 800 con los 10 000 m, abogaba por la oficialidad de los 5000 y 10 000 m femeninos. En 1983 había derrotado doblemente a la armada soviética en el Mundial de Helsinki, al hacerse con los oros en los 1500 y en los 3000 m. En los 3000 m acreditaba 8:29.71 (1982), quinta mejor marca de siempre en el momento de los Juegos. También era la plusmarquista mundial oficial de los 5000 m, 15:08.26. En las pruebas de selección olímpica se había impuesto con facilidad en los 3000, 8:34.91, ya había sido segunda en los 1500, detrás de Ruth Wysoki (1957), 4:00.18, frente a 4:00.40. Esta derrota llevó a Decker a centrarse únicamente en el 3000 olímpico.

Se esperaba que la mayor rival de Decker sería la joven surafricana Zola Budd (1966), que corría descalza. El 5 de enero de 1984 sorprendió al mundo con un tiempo de 15:01.83, más de siete segundos mejor que la plusmarca mundial de Decker. No se pudo homologar como tal porque la República Surafricana no formaba parte de la IAAF, como resultado de su aislamiento internacional por sus políticas de segregación racial. El 29 de febrero registró 8:37.5 en los 3000 m. El Reino Unido se interesó por su situación y le concedió al ciudadanía, dado que su abuelo paterno era británico.

El previsible duelo entre Decker y Budd había eclipsado a la veterana rumana Maricica Puică (1950). Rumanía y Yugoslavia habían sido los únicos países europeos del Bloque del Este que no habían secundado el boicot soviético. Puică tenía una mejor marca personal de 8:31.67 (1982). Había sido plata en el campeonato de Europa en 1982 y bronce en 1500 m en esos mismos Juegos de 1984, además de campeona mundial de campo a través ese año y en 1982. Era la plusmarquista mundial de la milla con 4:17.44 (1982).

La prueba, que constaría de dos rondas, se inició el 8 de agosto, con tres series semifinales. Decker se impuso en la primera, con unos buenos 8:44.38. La segunda fue para la alemana Brigitte Kraus (1956), 8:57.53. Kraus había sido subcampeona mundial en 1983 con 8:35.11, su mejor marca personal. Puică se hizo con la victoria en la tercera serie, 8:43.32, con Budd tercera, 8:44.62.

La final tuvo lugar dos días después, el 10 de agosto. Se esperaba una carrera muy rápida, pues tanto a Decker como a Budd les gustaba imprimir ritmos altos. La estadounidense tomó la cabeza y cruzó el primer kilómetro en 2:50.43, con Budd pegada a sus talones y el resto de las atletas agrupadas. Decker seguía en cabeza al pasar la mitad de la prueba en 4:18.6, si bien el ritmo se había ralentizado. Poco después de los 1600 m, la británica Wendy Sly (1957), acreditada en 8:37.06, intentaba tomar la cabeza, pero Budd lo impidió, colocándose ella misma primera, sin cerrar completamente su posición. En la recta de llegada, poco antes de los 1800 m, Decker intentaba superar a la británica por dentro. No fue capaz y acabó en el suelo, fuera de la carrera y con un fuerte golpe en la cadera. La carrera continuó, con Budd, Sly y Puică separadas del resto del grupo. Budd pasaba el segundo kilómetro en 5:44.09, sufriendo el abucheo del público que, como la propia Decker, la culpaba del incidente. Budd perdía comba a falta de 500 m. La última vuelta fue un duelo entre Sly y Puică que se resolvió para la rumana, campeona olímpica con 8:35.96 por 8:39.47 de la británica. Budd, que entró en la última vuelta a poco más de un segundo de Sly, terminó los últimos 400 m en 1:17.25 y acabó en la séptima posición. La canadiense Lynn Williams (1960) completó el podio, 8:42.14.

Inicialmente Budd resultó descalificada, pero una reclamación del equipo británico prosperó. La caída de Decker fue un accidente, en parte provocado por intentar adelantar por dentro. Budd tuvo una corta carrera en la elite en los años 1985 y 1986 con sendos oros en el Mundial de campo a través, un cuarto puesto en el 3000 del Europeo al aire libre y una plusmarca mundial de 5000 m 14:48.07. Decker, por su parte, continuó compitiendo varios años más, aunque no volvió a alcanzar el nivel competitivo de 1983. En 1985 recuperó la plusmarca mundial de la milla, 4:16.71, e hizo su mejor marca personal de 3000 m, 8:25.83, la segunda mejor de siempre tras los 8:22.62 de Kazankina del año anterior. Tomó parte en los Juegos Olímpicos de 1988. No logró clasificarse en 1992. Terminó su carrera deportiva de mala manera, cuando, tras clasificarse en los 5000 m para los Juegos Olímpicos de 1996, se le detectó un exceso de testosterona en una muestra de orina. Puica, pese a su edad, demostró en los años siguientes que lo de Los Ángeles no había sido casual y obtuvo sendas medallas de plata en el Europeo al aire libre de 1986 y en el Mundial de 1987.

Los 3000 m femeninos no tuvieron mucho recorrido olímpico. Sorprendentemente, en 1988 se comenzaron a disputar los 10 000 m en esta categoría, pero no se sustituirían los 3000 por los 5000 m hasta los Juegos de 1996. Para la historia queda la accidentada primera final olímpica, de tres, de 1984.

Daniel Komen, una fugaz catarata de desbordante talento

Esta temporada de invierno, asistimos a la superación de la longeva plusmarca mundial de 3000 m en pista cubierta. El 15 de febrero el obstaculista etíope Lamecha Girma (2000) paraba el crono en 7:23.81, mejorando los 7:24.90 del keniano Daniel Komen (1976), realizados el 6 de febrero de 1998. Acababa de cumplir veinticinco años. Komen irrumpió en la elite en 1995 y se convirtió en plusmarquista mundial de 3000 m, tanto al aire libre como en pista cubierta, de las 2 millas (mejor marca en este caso), en dos ocasiones, y de los 5000 m también al aire libre y en pista cubierta. Se mostró superior a los mejores del momento, con algún borrón como su ausencia en los Juegos de 1996, fue de los pocos que consiguió derrotar al etíope Haile Gebrselassie (1973), pero su recorrido entre los mejores fue muy corto. Aunque siguió compitiendo hasta 2003, a partir de 1999 su rendimiento ya no volvió a ser el mismo.

Daniel Kipsgetich Komen nació el 17 de mayo de 1976 en la localidad keniana de Mwen, Distrito Elgeyo Marakwet, en el valle del Rift. Como muchos atletas kenianos comenzó a correr para ir a la escuela, a los siete años. Hacia los dieciséis comenzó a entrenarse de forma regular. En 1993 bajó por primera vez de 14 minutos en 5000 m al registrar 13:58.30 el 10 de diciembre en Sydney. Poco después, el 26 de marzo de 1994 se proclamaba campeón mundial junior (sub20) de campo a través. Al aire libre fue campeón africano de su categoría, con 13:31.10, su mejor marca personal, y campeón mundial, también junior, de 5000 y 10 000 m, en esta distancia, con marca personal de 28:29.74. Tomó parte en su primera competición en categoría absoluta, los Juegos de la Commonwealth, donde fue noveno en los 10 000 m.

En 1995 pasó de ser un buen junior a la elite mundial, al menos cronométricamente. El 8 de junio en Roma peleaba codo a codo con su compatriota, el obtaculista Moses Kiptanui (1971) en pos de la victoria en la prueba de 5000 m. Se impuso Kiptanui, con 12:55.30, nueva plusmarca mundial, mientras Komen hacía la segunda mejor marca mundial de siempre en ese momento, 12:56.15. Sin embargo, en el campeonato keniano, clasificatorio para el Mundial al aire libre, no estuvo a la altura de ese tiempo y solo pudo ser cuarto, lo que significaba que no estaría en Gotemburgo. Esa temporada realizó además 3:34.83 en 1500 m y 7:38.09 en 3000 m.

La temporada de 1996 representó para Daniel Komen la cara y la cruz. Fue capaz de realizar registros superlativos, pero no pudo clasificarse para los Juegos Olímpicos. Las pruebas de selección olímpica tenían lugar el 27 de junio, series, y el 29, la final de 5000 m. El 5 de junio, Komen había sido quinto en Roma con 13:01.38, a más de 10 segundos del ganador, el marroquí Salah Hissou (1972), y superado por sus compatriotas Philip Mossima (1977), Moses Kiptanui y Tom Nyariki (1971). Dos días después, sin embargo, en Moscú se había impuesto en los 3000 m con 7:39.43, derrotando con cierta facilidad a Nyariki y a Kiptanui. En las pruebas de selección volvió a ser cuarto. Estaba fuera de los Juegos Olímpicos. Irían Nyariki, Paul Bitok (1970) y Stephen Koroia (1972). En los días siguientes, sin embargo, Komen mostró una forma magnífica. el 3 de julio corría los 3000 m en 7:31.33, el día 8 realizaba plusmarca nacional de 5000 m, 12:51.60, y el 14 superaba su primera plusmarca mundial, en realidad mejor marca, al correr las dos millas en 8:03.54.

Tras el obligado parón por los Juegos Olímpicos, Komen continuó aun con más fuerza. El 10 de agosto realizaba 7:25.16 en los 3000 m, a 0.05 de la plusmarca mundial del argelino Nourredine Morceli (1970). Cuatro días después, en Zúrich, dejó a Haile Gebrselassie sin fuerzas en la última vuelta. El etíope acababa de ganar el oro en los 10 000 m del campeonato del mundo. El año anterior, en el mismo escenario, había mejorado por 11 segundos la plusmarca mundial de Kiptanui, con 12:44.39. Ese día, sin embargo, no pudo hacer nada ante aquella fuerza de la naturaleza llamado Daniel Komen. A falta de cinco vueltas, con un pase de 7:41.28, el keniano y el etíope se quedaron solos. Komen se colocó en cabeza, mientras Gebre no se despegaba. A falta de 150 metros, Gebre claudicaba. Mientras Komen cruzaba la meta en 12:45.09, el etíope entraba casi andando en 12:52.70.

Pero lo mejor de la temporada aún estaba por llegar. El 1 de septiembre, en Rieti, Komen hacía una extraordinaria plusmarca mundial de 3000 m, todavía vigente, de 7:20.67, restando más de cuatro segundos a la anterior de Morceli. Los pases fueron de 2:25.89 en los 1000 m, 3:38.4 en los 1500 y 4:53.18 en los 2000 m.

Komen terminaba 1996 con unos registros superlativos y con dos plusmarcas mundiales, pero con la espina de no haberse clasificado para los Juegos Olímpicos. En 1997 uniría superioridad cronométrica a superioridad competitiva. Comenzó fuerte la temporada, con una victoria en Roma el 5 de junio con 12:48.98. Antes de las pruebas de selección keniana mejoró en 1500 m hasta 3:31.29. Se impuso en las pruebas de selección y el 19 de julio realizaba un hito histórico, al convertirse en el primer y hasta la fecha único atleta en correr las dos millas por debajo de 8 minutos, 7:58.61.

Tras hacerse con el oro, con cierta facilidad, en el campeonato del mundo que, a la postre, sería su única medalla en campeonatos de ámbito mundial, volvió a Zúrich el 13 de agosto, tres días después de su victoria en Atenas, para enfrentarse de nuevo a Gebre. Esta vez el etíope se mostró superior, con una nueva plusmarca mundial de 12:41.86, mientras Komen era segundo con mejor marca personal de 12:44.90.

Pese a la derrota, Komen siguió sacando el máximo partido de su buena forma. El 16 de agosto, en Mónaco, se imponía en los 1500 m, con 3:29.46, que sería su mejor marca de siempre. Ese año fue el cuarto en la lista mundial de esta prueba. Y el 22 de agosto, conseguía la plusmarca mundial de los 5000 m, con 12:39.74.

Aún tuvo tiempo para correr la milla en 3:46.38, en la actualidad quinta mejor marca de siempre. En resumen, 1997 resultó una temporada magnífica, en la que mostró una notable superioridad en los 5000 m, salvo en Zúrich, donde resultó derrotado por Gebre. En 1998 decidió por primera vez hacer pista cubierta y volver al campo a través. Los resultados fueron inmejorables. El 7 de febrero realizaba 7:24.90 en 3000 m y el 22 12:51.48, en ambos casos plusmarcas mundiales en sala. Estando en tan buena forma, intentó superar su mejor marca mundial de las dos millas al aire libre. El 28 de febrero en Sydney se quedaba en 7:58.91, a 0.30 de su objetivo. El 21 de marzo en Marrakech se proclamaba subcampeón mundial de campo a través en la modalidad corta. Esta gran temporada invernal hacía presagiar un gran verano, pero su tono fue inferior al del año anterior. No se acercó a sus mejores marcas, ni a los registros bajo techo, pero logró las victorias en el campeonato africano y en los Juegos de la Commonwealth, en ambos casos en los 5000 m.

El invierno de 1998 marcó el punto de inflexión en la carrera deportiva de Daniel Komen. Aunque siguió compitiendo hasta 2003, progresivamente se fue alejando de los mejores, pese a contar con tan solo 23 años. En 1999 fue quinto en el 5000 del campeonato del mundo al aire libre, su último gran campeonato. En 2000 ya no se clasificó para los Juegos Olímpicos. Se retiró en 2003. En la actualidad dirige una escuela privada con su mujer.

Daniel Komen fue un excepcional corredor de fondo, del que muchos aficionados hemos pensado que, por las circunstancias que fuese, no llegó a dar lo mejor de sí, pese a haber sido campeón y plusmarquista mundial. Casi tres décadas después, ahí continúan imbatidos sus registros de 7:20.67 en 3000 m y 7:58.61 en la milla.

Said Aouita, el corredor más versátil (y II)

El oro olímpico en la prueba de los 5000 m de los Juegos de Los Ángeles convirtió al marroquí Said Aouita (1959) en una celebridad en su país. El rey Hassan II (1929-1999) lo agasajó con una villa y en su honor el tren entre Rabat y Casablanca se llamó El Aouita. A principios de 1985 declaró que su objetivo era superar todas las plusmarcas mundiales entre 1000 y 5000 m. La primera parada fue Madrid, el 4 de junio. En la distancia de los 2000 m corrió en 4:54.98, a algo más de 3.5 de la plusmarca mundial del neozelandés John Walker (1952). El 27 del mismo mes, en los Oslo Games, recortaba unas centésimas a su marca en 5000 m, al correr en 13:04.52, a poco más de 4 segundos de los 13:00.41 del británico Dave Moorcroft (1953). La temporada estaba resultando excelente para el marroquí, quien el 16 de julio en Niza tendría una excelente oportunidad de demostrar su valía. Frente a un plantel de excelentes corredores, entre los que destacaba sobremanera el británico campeón del mundo y subcampeón olímpico de 1500 m, Steve Cram (1960), Aouita tenía una enorme ocasión para hacer historia y convertirse en el primer atleta en superar la barrera de los 3:30.00. Cram estaba en una excelente forma, pues acababa de correr en 3:31.24, a 0.47 de la plusmarca mundial de su compatriota Steve Ovett (1955). El británico tuvo claro desde el principio cómo quería correr y se colocó inmediatamente después de las liebres, mientras el marroquí parecía incómodo, no encontraba su sitio y se pasaba más tiempo del deseable por las calles exteriores. Los pases de Cram fueron 55.5, 1:53.9 y 2:49.7 el 1200, ya en cabeza en solitario. Aouita, siempre detrás del británico, que lo llegó a aventajar en 7 m, estaba a 0.4 a falta de 300. En la última recta se echó encima de Cram, pero este no perdió la compostura y consiguió ganar con un tiempo histórico de 3:29.67, 0.4 menos que el marroquí, cuyos últimos 100 en unos 13.0 no le sirvieron para imponerse.

El 1500 de Niza fue una enorme decepción para Aouita, que no perdía una carrera desde la milla de Roma en septiembre de 1983. Once días más tarde estaba de vuelta en Oslo, en los Bislett Games. Esta vez no coincidiría con Cram, quien en esta reunión estableció una nueva plusmarca mundial de la milla, 3:46.32, 1.01 menos que la anterior de Seb Coe (1956), tercero en esta carrera. Unos minutos antes, Aouita había conseguido su primer primado mundial, al correr los 5000 m en 13:00.40, recortando tan solo 0.01 a David Moorcroft. Se pasaron los 3000 m en 7:51.00 y el 4000 en 10:32.16. Aouita tuvo que emplearse a fondo con una última vuelta en 54.4 y un último 200 en 27.7 para derrotar al estadounidense de origen surafricano Sydney Maree (1956), que lo sobrepasó en la última vuelta y acabó en 13:01.15.

Por segundo año consecutivo, Aouita evitó a Seb Coe en la reunión de Zúrich, el 21 de agosto. Mientras el británico resultaba derrotado en los 1500 m por el suizo Pierre Délèze (1958), 3:31.75 frente a 3:32.13, el marroquí se quedaba cerca de la plusmarca mundial de la milla, con 3:46.92. Dos días después, en Berlín, Aouita conseguía su segunda plusmarca mundial, con 3:29.46 en 1500 m. Los pases fueron 56.9, 1:53.7, 2:49.3 y un trepidante último 300 en 40.1.

La temporada de Aouita se terminó con un 3000 en 7:32.94 el 30 de agosto en Bruselas, a menos de un segundo de los 7:32.1 del keniano Henry Rono (1952) y un 2000 en 4:54.02, en Rieti, el 4 de septiembre. No había conseguido todas las plusmarcas que había prometido, pero se había hecho con las dos más importantes, la de 1500 y la de 5000 m. Tan solo otros dos atletas habían conseguido ser plusmarquistas mundiales en ambas distancias, el finlandés Paavo Nurmi (1897-1973) y el húngaro Sándor Iharos (1930-1996).

En 1986, Aouita continuó en pos de nuevas plusmarcas mundiales. Su imagen agónica en la última vuelta de los intentos de primado mundial se convirtió en icónica. Aunque esa temporada no consiguió sus objetivos, obtuvo resultados muy interesantes. El 5 de julio corría por primera vez la prueba de los 10 000 m, en una carrera en la que se enfrentaba a los mejores del momento, incluyendo al plusmarquista mundial, 27:13.81, el portugués Fernando Mamede (1951), y el campeón olímpico, el italiano Alberto Cova (1958). Aouita se impuso, dando una magnífica sensación, con 27:26.11. Se pasó el 5000 en 13:52.6. En los intentos de plusmarca mundial, el marroquí se quedó muy cerca, 13:00.86 en 5000 m en La Coruña el 6 de agosto, 7:32.54 en 3000 m en Zúrich el 13 de agosto, 7:32.23 en Colonia el 17 de agosto, marca esta probablemente mejor que los 7:32.1 de Rono, y 4:51.98 en 2000 m el 5 de septiembre en Bruselas, a 0.59 de la plusmarca mundial de Steve Cram del año anterior.

En la temporada de 1987 los éxitos continuaron para el marroquí. Su primer gran logro llegó el 28 de mayo en Turín, en la inusual distancia de las dos millas, con una nueva mejor marca (la World Athletics no considera plusmarcas mundiales en esta prueba) mundial de 8:13.45, 0.06 menos que el anterior mejor tiempo, de Steve Ovett. El 2 de julio, en Helsinki, mejoraba en la milla hasta 3:46.76, a 0.44 de la plusmarca mundial, y dos días después, en Oslo, hacía 3:30.69 en 1500 m, que acabaría como la mejor marca del año. El 16 de julio, en París, añadía, con 4:50.81, la plusmarca de 2000 m a su colección particular. Seis días después, Aouita hacía historia al convertirse en el primer atleta en romper la barrera de los 13 minutos en los 5000 m, en la Golden Gala de Roma. Completamente en solitario, tras el abandono de las liebres, corría la distancia en 12:58.39, con pases de 2:35.6, 5:13.3 (2:37.7), 7:46.5 (2:33.2), 10:26.1 (2:39.6), y un último kilómetro en 2:32.3, últimos 400 en 57.4.

En agosto se proclamó campeón mundial de 5000 m, en una carrera lenta que no tuvo demasiada historia. Ganó fácilmente con 13:26.44. En septiembre, tras hacer doblete en 1500 y 5000 m en los Juegos Mediterráneos, que se celebraban en la ciudad siria de Latakia, sufrió una de sus escasas derrotas en aquellos tiempos, al verse superado en la para él inusual distancia de los 3000 m obstáculos por el italiano Alessandro Lambuschini (1965).

El año de 1988 era olímpico. En las temporadas anteriores, Aouita había declarado que trataría de ganar el oro en los 5000 y los 10 000 m. Sin embargo, acabó cambiando de opinión. En Seúl intentaría emular a Peter Snell (1938-2019) y proclamarse campeón olímpico de 800 y 1500 m. El reto era formidable. Aunque el marroquí corría de vez en cuando los 800 m, el año anterior había hecho 1:44.74, su plusmarca personal de 1:44.38 estaba algo alejada de los mejores y databa ya de 1983. Además en los Juegos habría cuatro rondas en la prueba más corta y tres en la más larga. El marroquí no participaba en un gran campeonato de 1500 m desde 1983. El camino hacia Seúl de Aouita se centró, sobre todo en los 800 m, distancia en la que hizo tres carreras de gran calidad. El 27 de julio, en Verona, marcaba 1:44.74, y derrotaba al británico subcampeón del mundo Peter Elliott (1962), el 19 de agosto en Bruselas, batía al plusmarquista estadounidense Johnny Gray (1960), con 1:44.36. Finalmente el 21 de agosto, en Colonia, mejoraba hasta 1:43.86, delante del campeón olímpico de la distancia, el brasileño Joaquim Cruz (1963). En 1500 m, ese año había realizado 3:32.69. Poco antes de los Juegos, se mostró en forma al mejorar su marca de 1000 m hasta 2:15.16. Sin embargo, las cosas no fueron como pensaba. Tres semanas antes de los Juegos, sufrió una contractura muscular, que lo mantuvo dos semanas parado y que se le reprodujo tras retomar los entrenamientos. Le recomendaron no corren los 800 m, pero prefirió hacerlo. Dio muy buena impresión en las tres rondas previas a la final. En la ronda definitiva apareció en la pista con un aparatoso vendaje. Probablemente la presencia de Aouita en la final, hizo que sus rivales impusiesen un ritmo vertiginoso. Se pasó la primera vuelta en 49.54, con el marroquí algo alejado en sexta posición. A falta de 200 m Cruz se colocaba el primero, seguido de Elliott y de Aouita. Casi pegado a ellos estaba un keniano apenas conocido llamado Paul Ereng (1967). Cruz parecía el más fuerte en la recta de llegada, pero Ereng se las arregló para pasar a Elliott por dentro y superar al brasileño a falta de 30 metros con 1:43.45, su mejor marca personal, frente a 1:43.90 de Cruz. Por detrás, Aouita ganaba la batalla por el bronce a Elliott, 1:44.06 contra 1:44.12. El marroquí, sin ninguna experiencia competitiva en la distancia y con problemas físicos, había tenido un rendimiento superlativo, pero eso a él no lo satisfacía. Le quedaba el 1500, pero, tras ganar su serie, no se presentó en su semifinal.

El ritmo de entrenamiento y de competición de Aouita comenzaba a pasarle factura. No obstante, aún fue capaz de hacer otra gran temporada, en 1989. Había corrido algunas carreras en pista cubierta en años anteriores, pero en 1989 decidió participar en el campeonato del mundo de 3000 m, que tendría lugar en Budapest. En la capital de Hungría se presentó con 3:37.33 en 1500 m, 3:54.99 en la milla, 7:39.71, a 0.5 de la plusmarca mundial, en 3000 m, y 13:22.56 en los 5000 m. Encontró un duro rival en su viejo conocido, el español José Luis González (1958), subcampeón mundial de 1500 m en 1987, al que derrotó por 0.72 en 7:47.94. En su primera competición al aire libre, el 20 de junio, sufrió una estrepitosa derrota ante el keniano Yobes Ondieki (1961), que registró 13:12.12, 11.84 menos que Aouita. Sin embargo, el marroquí fue adquiriendo la forma. El 13 de agosto en Hengelo hacía mejor marca mundial del año en 1500 m, 3:30.63. Una semana después, en Colonia, conseguía, por fin, superar a Rono. Con 7:29.45 en 3000 m, por primera vez un atleta corría la prueba a una media de menos de un minuto por vuelta, con pases de 2:31.7 y 5:03.3.

Era la última plusmarca mundial de la carrera atlética de Aouita, quien en ese momento acaparaba las de 1500, 2000, 3000, 2 millas y 5000 metros. Tan solo se le resistió al milla. Terminó la temporada muy fuerte, con una victoria en la final del Gran Prix en 5000 m, 13:06.36, y otra en la Copa del Mundo de Barcelona, formado parte de la selección de África, 13:23.14.

A partir de 1990, los problemas físicos ya no dejaron de acompañarlo. Se perdió casi toda esa temporada. En 1991 aún fue capaz de correr los 1500 m en 3:33.28 y clasificarse para la final del Mundial de la distancia, donde fue 11º. En 1992 volvió a sorprender con unos magníficos 7:36.66 en pista cubierta, que inicialmente se homologaron como plusmarca mundial, pero se acabaron anulando cuando se demostró que había hecho parte del recorrido por dentro de la cuerda. Pese a que parecía haber recuperado la forma, nuevamente los problemas físicos le impidieron participar en los Juegos de Barcelona. Siguió hasta 1995, pero ya alejado de los mejores.

En 1995 se trasladó a vivir a Estados Unidos. Tras su retirada ha sido consultor de numerosas instituciones, entre ellas las federaciones de atletismo marroquí y australiana. En la actualidad es analista deportivo de la cadena Al Jazeera. Vive en Orlando, Florida.

Sándor Iharos, un multiplusmarquista mundial sin medallas

Los primeros años 50 fueron tiempos dorados para el deporte en Hungría, a pesar del terrible sufrimiento del país durante la Segunda Guerra Mundial y los años posteriores como satélite de la Unión Soviética. El Honved de Budapest, el equipo de fútbol del Ejército, base del potente equipo nacional húngaro, estaba considerada la mejor escuadra del mundo. Paralelamente surgieron un grupo de mediofondistas que pronto se encaramaron en la élite: Sándor Iharos (1930-1996), István Rózsavölgyi (1929-2012), László Tábori (1931-2018) y József Kóvacs (1926-1987) sorprendieron al mundo atlético conquistando los primeros puestos en las listas de todos los tiempos de aquel momento. Los tres primeros estaban dirigidos por la sabia mano de Mihály Iglói (1908-1998). De entre ellos, destacó sobremanera Iharos, que en 1955 superó seis plusmarcas mundiales, y otras dos más en 1956. Sigue siendo el único atleta, junto con el finlandés Paavo Nurmi (1897-1973), plusmarquista mundial de 1500, 3000, 5000 y 10 000 m, si bien, a diferencia de Nurmi, no poseyó todas las plusmarcas simultáneamente. Desgraciadamente las peculiares circunstancias políticas de Hungría rompieron esta edad de oro deportiva. Hay una excelente entrada en el blog de Daniel Ceán Bermúdez sobre este tema.

Sándor Iharos (Iharos Sándor en el original húngaro) nació como Sándor Izrael el 10 de marzo de 1930 en Budapest. No conoció a su padre. Su madre y su familia materna se encargaron de su educación. Comenzó a trabajar de aprendiz en una fábrica a los 18 años. Un año más tarde, tras haber recibido unas zapatillas deportivas como regalo, empezó a practicar atletismo. En 1951 inició el servicio militar, entonces obligatorio, donde conoció a Mihály Iglói, que era entrenador del Ejército. Iglói había sido él mismo atleta, primero saltador de pértiga, mientras estudiaba Educación Física en la Universidad de Budapest, pero se pasó al mediofondo. Su referencia atlética de entonces era el polaco Janusz Kusociński (1907-1940), campeón olímpico de 10 000 m en una época de absoluto dominio finlandés. Iglói adaptó para sí mismo el método del polaco, basado en un volumen alto, junto con series de alta intensidad y recuperación corta. Este entrenamiento le sirvió para ser olímpico en 1936 en 1500 m, distancia en la que registró un mejor tiempo de 3:52.2. Posteriormente continuó con este método como entrenador. Iharos había corrido previamente los 1500 m en 4:06.8. Tras unos meses con Iglói mejoró a 3:54.2 y fue segundo en el campeonato nacional. Iharos se quedaría varios años en el Ejército como instructor de deportes. Llegó al grado de capitán.

En 1952 progresó hasta 3:49.4, lo que le valió la selección olímpica, si bien no pudo superar la primera ronda. En 1953 fue bronce en la Universiada. A finales de ese año se unirían a su grupo de entrenamiento otros dos corredores que acabarían estando entre los mejores, István Rózsavölgyi y Lázsló Tábori. El 14 de julio de 1954 estos dos, junto con Iharos y el antiguo remero Ferenc Mikes superaron con 15:21.2 la plusmarca mundial del relevo 4 x 1500 m. Poco después, el 3 de agosto, Iharos, en un encuentro Noruega – Hungría a dos, celebrado en Oslo, corría los 1500 m en 3:42.4, nueva plusmarca europea. Sin embargo, su rendimiento en el Campeonato de Europa, no cumplió las expectativas. Fue sexto en la final del 29 de agosto, con 3:47.0, a 3.2 del ganador, el británico Roger Bannister (1929-2018), el primer atleta en correr la milla por debajo de los 4 minutos. Poco después realizó 7:59.6 en 3000 m, a 0.9 de la plusmarca mundial del belga Gaston Reiff (1921-1992). También mejoró en 5000 m hasta 14:12.2.

La temporada de 1954 tuvo para Iharos, sin duda, un sabor agridulce. Su progresión cronométrica no se vio refrendada con una actuación acorde en el campeonato de Europa. En cualquier caso, nada hacía prever su sobresaliente rendimiento de 1955, año en que superó oficialmente siete plusmarcas mundiales. El 14 de mayo, en Budapest, corría los 3000 m en 7:55.6. El 30 de mayo, en Londres, hacía 8:33.4, 7.0 menos que Gaston Reiff. El 28 de julio, en Helsinki, registraba 3:40.8 en los 1500 m, mejorando en 1.0 al australiano John Landy (1930). El 10 de septiembre en Budapest superaba por 0.4 los 13:51.2 que el ucraniano Vladimir Kuts (1927-1975) tenía como plusmarca mundial de 5000 m. Kuts recuperaría el primado mundial ocho días después con 13:46.8. Pero Iharos contraatacó con éxito en la misma Budapest el 23 de octubre, 13:40.6, con 2:33.6 el último kilómetro y 59.6 la última vuelta. El paso por las 3 millas en 13:14.2 fue también plusmarca mundial. Unas semanas antes, el 29 de septiembre, nuevamente en su ciudad natal, rebajaba, con sus mismos tres compañeros, el tope mundial de los relevos 4 x 1500 m a 15:14.8.

En 1956 se celebraban los Juegos Olímpicos en Melbourne. Con su rendimiento del año anterior, Iharos se había convertido en uno de los candidatos a medalla. El 19 de junio perdió la plusmarca mundial de 5000 m a manos del británico Gordon Pirie (1931-1991), con 13:36.8, que derrotó a Kuts por 2.8. El 15 de julio en Budapest, Iharos superaba la plusmarca mundial del checo Emile Zátopek (1922-2000) de 10 000 m por 11.4, con 28:42.8. El paso de 27:43.8 por las 6 millas también fue plusmarca mundial. Era el segundo 10 000 de Iharos. Había corrido una prueba en 1952 en 33:04.4. Su registro se mantuvo menos de dos meses en lo más alto. El 11 de septiembre Kuts realizaba 28:30.4. Iharos también perdió la plusmarca mundial de 1500 m, a manos de su compatriota Rózsavölgyi, que el 3 de agosto recortó 0.2, con 3:40.6. Finalmente el 4 de septiembre, Iharos fue testigo de la pérdida de su primado mundial en los 3000 m. En Mälmo, Pirie derrotó al trío húngaro con 7:52.8, delante de Rózsavölgyi, 7:53.4, y con Iharos tercero con unos pobres 8:05.8. Tábori fue cuarto. No obstante, Iharos corrió tres días después un 5000 muy rápido en 13:46.6. Pese a haber perdido sus cuatro plusmarcas mundiales en las distancias métricas, parecía uno de los hombres fuertes para los Juegos. Las circunstancias, sin embargo, no fueron favorables a los húngaros. En octubre, un nuevo gobierno en Budapest había decidido, tras numerosas manifestaciones en la calle de sus ciudadanos, hacer reformas en el seno del régimen comunista. Tras un enconado debate entre los miembros de su gobierno, la Unión Soviética decidió que no aceptaba la decisión de los húngaros e invadió el país el 4 de noviembre. Iglói, Tábori y Rózsavölgyi llegaron a viajar a Melbourne, donde los atletas, afectados por la situación de su país, tuvieron un rendimiento inferior al esperado. Tabori fue cuarto en 1500 y sexto en 5000 m, mientras su compañero no pasaba de la primera ronda en los 1500 m. Al que no pareció afectarle la situación de su país fue a József Kóvacs, plata en 10 000 m, tras el inabordable Kuts. Iharos, lesionado en un tobillo y con problemas familiares, no acudió a los Juegos pero huyó del país.

Tras los Juegos Rózsavölgyi volvió a Hungría. Iglói y Tábori optaron por emigrar a los Estados Unidos, donde el primero continuó con su exitosa trayectoria como entrenador. Sus dos discípulos más destacados en su etapa americana fueron Jim Beatty (1934), primer atleta en correr la milla en sala en menos de 4 minutos, y Bob Schul (1937), campeón olímpico de 5000 m en 1964). En 1969 se trasladó a Grecia, donde siguió ejerciendo como entrenador hasta su jubilación. Tras su retirada volvió a Budapest. Por su parte, Iharos regresó a Hungría en 1957, abandonó el Ejército, y retomó el atletismo, pero sin Iglói las cosas no volvieron a ser iguales. Su rendimiento se quedó muy lejos del mostrado en 1955 y 1956. En 1958 fue sexto en el 5000 del campeonato de Europa, con 14:07.2, muy lejos de los 13:53.4 del campeón, el polaco Zdzisław Krzyszkowiak (1929-2003). No le fue mejor en los Juegos Olímpicos de 1960, donde ocupó la 10ª posición en los 5000 m y 11ª en los 10 000 m. Aun en 1959, tuvo la oportunidad de recordar viejos tiempos cuando el 29 de septiembre, en Budapest, junto con Lajos Kóvacs (1936-1997), Béla Szekeres (1938-2000) y Rózsavölgyi, superó la plusmarca mundial de relevo 4 x 1 milla con 16:25.2. Siguió compitiendo hasta 1962. Tras su retirada trabajó como entrenador y posteriormente en una fábrica de construcción, fue comercial, camarero y empleado en una gasolinera. Cada vez más recluido y con problemas de alcoholismo, falleció el 24 de enero de 1996, a los 65 años.

Sándor Iharos fue un excepcional atleta, al que le tocaron vivir circunstancias muy complicadas y que no tuvo una segunda oportunidad en al alta competición, tras su discreta actuación en el Europeo de 1954. Después de la invasión de su país y la huida de su entrenador, ya no volvió a ser el mismo. No lo habría tenido nada fácil, en cualquier caso, ante Vladimir Kuts, que llegó pletórico a los Juegos de 1956 y se llevó los dos oros de las pruebas de fondo en pista. Desde entonces no ha habido ningún atleta capaz de aunar las plusmarcas mundiales de 1500, 5000 y 10 000 m.

Las plusmarcas mundiales de Sándor Iharos

4 x 1500 m 15:21.2 Budapest 14 07 1954
3000 m 7:55.6 Budapest 14 05 1955
2 milas 8:33.4 Londres 30 05 1955
1500 m 3:40.8 Helsinki 28 07 1955
5000 m 13:50.8 Budapest 10 09 1955
4 x 1500 m 15:14.8 Budapest 29 09 1955
3 millas 13:14.2+ Budapest 23 10 1955
5000 m 13:40.6 Budapest 23 10 1955
6 millas 27:43.8+ Budapest 15 07 1956
10 000 m 28:42.8 Budapest 15 07 1956
4 x 1 milla 16:25.2 Budapest 29 09 1959

Michel Jazy, un francés plusmarquista mundial de la milla

Esta entrada se publicó anteriormente en el número de mayo de 2021 de la revista Somos Atletismo

Las actuales distancias atléticas derivan mayormente de la milla (1609.344 m), los 800 m de la media milla (880 yardas), los 400 del cuarto de milla (440 yardas), los 200 del octavo de milla (220 yardas), los 5000 m de las 3 millas y los 10 000 de las 6 millas. Hasta 1977 la Federación Internacional de Atletismo (IAAF), hoy World Athletics, homologaba las plusmarcas mundiales de todas estas distancias no métricas, además de la milla y las dos millas. La única distancia atlética que no deriva de la milla son los 1500 m. Mientras en los países anglosajones las cuerdas de los primeros estadios eran de 440 yardas y cuatro vueltas hacían una milla, en la Europa Continental, sobre todo en Francia, había pistas de 500 m alrededor de los velódromos. Allí comenzaron las pruebas de los 1500 m. En la actualidad, la milla se disputa cada vez menos, pero durante muchos años fue una prueba de enorme prestigio entre los mediofondistas. El neozelandés Peter Snell (1938-2019), doble campeón olímpico de 800 m en 1960 y 1964 y de 1500 m en 1964, apenas disputaba las distancias métricas. En su año mágico de 1981, el británico Sebastian Coe (1956), oro olímpico en 1500 m en 1980 y 1984, prestó muy poca atención a los 1500 m y se centró en recortar tiempo a la plusmarca mundial de la milla. Por todo ello, no es de extrañar que hasta la llegada de los corredores norteafricanos, la inmensa mayoría de los plusmarquista mundiales de la milla fuesen de países anglosajones, o de influencia anglosajona, o nórdicos. Las únicas excepciones fueron dos franceses, Jules Ladoumègue (1906-1973) y Michel Jazy (1936).

Jules Ladoumègue era el principal candidato para el oro olímpico en 1928, pero resultó derrotado por el finlandés Henry Larva (1906-1980). De 1929 a 1931 permaneció imbatido. Rompió la barrera de los 3:50.0 en 1500 m, 3:49.2 (05 10 130), y de 4:10.0 en la milla, 4:09.2 (04 10 1931). Volvía a ser favorito para la victoria en los Juegos de 1932, pero la Federación Francesa decidió suspenderlo de por vida, tras aceptar pagos por correr, algo nada infrecuente en la época.

Treinta y cuatro años después de Ladoumègue, la plusmarca mundial de la milla volvió brevemente al atletismo francés, cuando el 9 de junio de 1965, en Rennes, Michel Jazy, en una carrera con otros ocho atletas franceses, rebajaba la plusmarca mundial de Pete Snell con 3:53.6. Sus pases cada cuarto fueron 57.5, 59.0, 60.9 y 56.2.

Michel Jazy nació el 13 de junio de 1936 en Oignies, ciudad próxima a la frontera belga y a Calais. Su abuelo, minero de profesión, como su padre, había emigrado desde Polonia tras la Primera Guerra Mundial. El joven Michel mostraba un gran interés por los deportes, especialmente por el fútbol, pero no prestaba gran atención a los estudios. Perdió a su padre por silicosis a los doce años. Poco después, la familia se trasladó a París, donde Michel comenzó a trabajar como ascensorista y posteriormente como aprendiz de tipógrafo. Continuó jugando al fútbol, pero, por medio de unos amigos, acabó descubriendo su talento atlético y empezó a practicar este deporte. Destacó ya en categorías inferiores, en pruebas de mediofondo y en campo a través. En 1956, con tan solo 20 años, resultó seleccionado para los Juegos Olímpicos de Melbourne, después de ganar el campeonato de Francia de 1500 m. Pese a mejorar, con 3:50.0, su marca personal, no pudo acceder a la final. No obstante, para Jazy el haber compartido habitación con Alain Mimoun (1921-2013), que sería oro en maratón, constituyó una experiencia deportiva y vital definitiva.

Jazy continuó progresando. En 1957 superaba su primera plusmarca francesa, con 3:44.0, que mejoró a 3:43.6 ese mismo año. Con ese tiempo acudió en agosto de 1958 al Europeo de Estocolmo, donde aspiraba al podio. El nivel fue altísimo. Hubo cuatro series semifinales, de las que se clasificaban los tres primeros. En la primera serie se superó la plusmarca de los campeonatos y en total se mejoraron siete plusmarcas nacionales. Jazy fue tercero, con 3:49.5, en la serie más lenta. En la final ocupó la décima plaza con 3:45.4. Unos días después, recuperaba la plusmarca francesa con 3:42.1, 0.1 menos del registro de Michel Bernard (1931-2019). Bernard recortó una décima al primado nacional en junio de 1960, pero este fue el año en que Jazy se incorporó de forma brillante a la élite mundial de los 1500 m. En Roma se celebraban los Juegos Olímpicos, a los que el francés acudía por segunda vez. El oro parecía reservado para el formidable corredor australiano de 22 años Herb Elliott (1938), imbatido en los 1500 m o en la milla. Poseía la plusmarca mundial de ambas distancias con 3:36.0 y 3:54.5. Las otras dos plazas del podio parecían más disputadas. La clasificación para la final resultó durísima. Había tres series semifinales y solamente entraban en la final los tres primeros. Jazy fue segundo en la última serie.

La final tuvo lugar el 6 de septiembre. Bernard encabezó el grupo con pases de 58.2 en el 400 y 1:57.8 en el 800. En ese momento Elliott, que estaba a 0.6 segundos de la cabeza, dio un fuerte tirón que solo Jazy y el húngaro explusmarquista mundial Istvan Rózsavölgyi (1929-2012) fueron capaces de seguir inicialmente. El australiano hizo el siguiente 400 en 55.6 y un último 300 en 41.6, lo que le supuso el oro, con 20 metros de ventaja sobre Jazy, y una nueva plusmarca mundial de 3:35.6. La brillante actuación de Jazy quedó ensombrecida por la hazaña de Elliott, pero el francés, plata, recortó, con 3:38.4, 3.7 segundos a su mejor marca personal, y se quedó a tan solo 0.3 de la plusmarca continental del checoslovaco Stanislav Jungwirth (1930-1986).

En 1961 Jazy formó parte del cuarteto francés que se hizo con la inusual plusmarca mundial de relevos 4 x 1500 m. En 1962 se estrenó como plusmarquista mundial individual con 5:01.6 en 2000 m, el 14 de junio, y 7:49.8 en 3000 m, el 27 de junio. En septiembre se proclamó campeón de Europa al aire libre con 3:40.9, nueva plusmarca de los campeonatos. En 1963 se hizo con la plusmarca europea de los 1500 m, al correr en 3:37.8. Unos días antes había establecido un nuevo techo mundial de las 2 millas con 8:29.8.

En 1964 volvían los Juegos Olímpicos, que se celebrarían en octubre en Tokio. El objetivo de Jazy era el oro olímpico. Inicialmente había decidido participar en los 1500 y los 5000 m, pero finalmente, debido a problemas de horario, se decidió por la prueba más larga, en la que su experiencia era más corta. Probablemente juzgó muy complicada la victoria en los 1500 m con la presencia del imponente Peter Snell. Jazy había acreditado ese mismo año unos buenos 13:46.8, algo lejos del mejor marquista del año, el estadounidense Bob Schul (1938), 13:38.0, registro este a 3 segundos de la plusmarca mundial del ucraniano, entonces soviético, Vladimir Kuts (1927-1975). El pase a la final tampoco era fácil en esta ocasión, con 4 series semifinales de las que se clasificaban los tres primeros para la final. Jazy ganó la primera serie en 13:55.4.

La final se celebró en el medio de una incesante lluvia. El australiano Ron Clarke (1937-2015), bronce en 10 000, se colocó en cabeza desde el inicio, dando paso a los tres primeros kilómetros en 2:50.2, 5:39.4 y 8:22.2. Perdió el liderato justo al paso por los 4000 m, en los que Jazy marcó 11:15.6, con un grupo de otros ocho atletas. A falta de 600 m el estadounidense Bill Dellinger (1934) cambió de ritmo, pero Jazy recuperó la cabeza al comenzar la última vuelta, abriendo un hueco, que llegó a ser de 10 m. El francés, no obstante, calculó mal sus fuerzas y se vio superado por Schul, cuando faltaban 70 m para la meta, por el alemán Harald Norpoth (1942) cuando faltaban 30 m y por Dellinger en la línea de llegada. La tremenda decepción de Jazy contrastaba con el júbilo de Schul, que entró sonriendo, tras haber corrido los últimos 300 m en 38.7. El tiempo del vencedor, 13:48.8, Norpoth 13:49.6 y Dellinger 13:49.8, el mismo registro que Jazy.

La derrota en Tokio fue un tremendo golpe para Jazy, que se planteó muy seriamente dejar el deporte. Afortunadamente no lo hizo. Compitió otras dos temporadas con excelentes resultados. En 1965 logró la hazaña de superar en un mes cuatro plusmarcas europeas y cuatro mundiales. El 9 de junio realizó los ya citados 3:53.6 en la milla, una semana antes había establecido un nuevo primado europeo de la distancia con 3:55.5. El 23 de junio hacía 8:22.6 en las dos millas, con un pase de 7:49.0, también tope universal, en los 3000 m. Dos días después, con Jazy como relevista, Francia mejoraba hasta 14:49.0 la plusmarca mundial de 4 x 1500m. Pero además, en ese prolífico mes de junio, el francés superó en tres ocasiones la plusmarca europea de 5000 m con 13:34.4 el 6 de junio, 13:29.0 el 11 y, finalmente, 13:27.6 el 30 de junio en Helsinki, derrotando al keniano Kip Keino (1940) y a Ron Clarke, reciente nuevo plusmarquista mundial con 13:25.8, 26 días antes.

La temporada de 1966 fue la última en la élite de la fructífera carrera atlética de Jazy. Con el horizonte del campeonato de Europa al aire libre, el francés mejoró en dos ocasiones su plusmarca europea de 1500 m, 3:36.4 y 3:36.3. En el Europeo de Budapest fue plata en los 1500 m, tras el alemán Bodo Tümmler (1943) y oro en los 5000 m. Remató la temporada a lo grande con una excelente plusmarca mundial de 2000 m de 4:56.1. Aún compitió un año más pero con resultados discretos.

En su época de atleta, Jazy trabajaba como tipógrafo en el diario deportivo L’Equipe, donde le daban facilidades para entrenarse. Posteriormente trabajó como relaciones públicas de la empresa Perrier, en LeCoq Sportif y en Adidas, antes de ser gerente del Parque de los Príncipes.

Jazy fue un corredor tremendamente versátil, capaz de correr los 800 m en 1:47.1 y los 10 000 en 29:03.2, y de superar las plusmarcas mundiales o europeas en todas las distancias intermedias, aunque, curiosamente, no consiguió ninguna de las primeras en distancias olímpicas. Probablemente continúe siendo el mejor mediofondista francés de la historia.

Lo que se podría cambiar en el atletismo actual

El mes de agosto, con el gran campeonato de atletismo que corresponda, es muy propicio para los debates en Twitter. En realidad la única razón por la que me uní a Twitter fue para escribir de atletismo y poder cambiar impresiones con otros aficionados. Estos días he tenido un contraste de pareceres sobre la idoneidad de medir los saltos horizontales desde el punto de batida y no desde el final de la tabla. Aunque la medida no resultó muy bien considerada, me hizo pensar en lo que me gustaría que cambiase en el atletismo actual. Y me salen unas cuantas cosas, que paso a contar.

  1. Medida de los saltos horizontales desde el punto de batida

Se podría habilitar una zona en la que el pie dejase una marca, desde donde se mediría el salto. Esta sería la medición real de lo que el atleta ha saltado porque los atletas se suelen dejar entre 5 y 12 cm. Además, dado que el saltador no tendría que ajustar tanto es probable que su prestación fuese mejor que con los actuales ajustes. Se me ha argumentado que de esta forma se perdería el arte del cálculo de la batida. Puede ser, pero en los saltos verticales, cuando se cambió la arena por las colchonetas, se también se perdió el arte de caer de pie.

2. Reducir al mínimo la clasificación por tiempos

Las clasificaciones por tiempos dividen a los atletas en dos grupos, los privilegiados de la última serie y el resto. Entiendo que haya algún atleta que se clasifique por tiempos cuando el número de finalistas dividido por el número de semifinales no da un número entero. El resto de esa división deberían ser los clasificados por tiempos. En estos Mundiales de Londres hemos visto ¡5! clasificadas por tiempos en las dos semifinales de 5000 m femeninos, y 5 por puestos, o 6 tiempos en las 3 series de la primera ronda del 1500 masculino. Quizá donde esto deja un mayor lugar al azar es en las semifinales de 800 m. Hasta los Juegos de Seúl 1988 en la prueba de 800 m había 4 rondas. En la tercera ronda se disputaban dos semifinales y entraban los 4 primeros en la final. A partir de entonces comenzaron a disputarse 3 semifinales, de las que pasan los dos primeros y dos tiempos, lo que añade un componente innecesario de fortuna. Lo peor es que, en lugar de corregirlo, este método se ha extendido a todas las pruebas que se disputan por calles. Se dice que si se pusiese una ronda más sería un esfuerzo excesivo. Tal vez, pero Sebastian Coe (1956) en los Juegos de LA84 corrió 4 rondas de 800 m y 3 de 1500 m. Acabó con oro en la segunda y plata en la primera. Hoy día casi nadie dobla. Otra solución podría ser incrementar el número de finalistas a 9, en los estadios que tuviesen 9 calles. Pasarían los 3 primeros de cada serie y no habría, lógicamente, ningún repescado por tiempos.

3. Volver a dos curvas por calles en los 800 m

A mediados de los 70, durante 4 temporadas, de 1973 a 1976, las pruebas de 800 m se disputaron con 2 curvas por calles. Tal vez fue casual, pero las marcas de los grandes campeonatos con esta forma de correr fueron excepcionales: 1:43,91 en los Juegos de la Commonwealth de 1974, 1:44,07 en el campeonato de Europa del mismo año y 1:43:50 en los Juegos Olímpicos de Montreal, plusmarca mundial. Lo cierto es que tener que ir 300 m por calles antes de poder hacerse con la cuerda supone tener que correr muy rápido, lo que hace mucho más difícil que la carrera sea táctica. En mi opinión sería mucho más vistoso.

4. Incorporar los 3000 m lisos como oficial en los campeonatos

A la prueba de 3000 m lisos ya le he dedicado 3 entradas. Fue olímpica hasta 1924 en categoría masculina, en la modalidad de equipos, y de 1984 a 1992 en categoría femenina y es oficial en el Campeonato de Europa por equipos y en la Copa Continental de la IAAF, en ambos casos en sustitución del cada vez menos disputado 10 000. El programa olímpico masculino de atletismo apenas se ha modificado desde 1928. El atletismo ha cambiado mucho desde entonces. El salto del 1500 al 5000 es enorme. Hay atletas que realmente serían mejores en una prueba intermedia. Seguro que hay muchísimas más razones para que los 3000 m se conviertan en olímpicos. Supondrían un cambio para bien en la transición del mediofondo al fondo.

5. Decatlón femenino

En el primer campeonato del mundo, celebrado en 1983, las mujeres no disputaron el 5000 (había 3000), el 10 000, los obstáculos, el triple, la pértiga, el martillo o la marcha. Hoy el programa femenino, más con la reciente introducción semiclandestina de los 50 Km marcha, es casi igual al masculino. Tal vez no tiene sentido que disputen una prueba combinada diferente al decatlón. Ya escribí contra la ocurrencia de la EAA de hacer octatlón para ambos sexos, pero creo que se debería hacer octatlón femenino durante un ciclo olímpico como transición al decatlón. El cambio directo al decatlón sería complicado principalmente por el salto de pértiga. El octatlón consistiría en 100 m, longitud, peso y 400 m el primer día, y 100 m vallas, altura, jabalina y 1500 m el segundo día. En 4 años se transformaría en decatlón.

Solo son las opiniones de un aficionado al atletismo, pero creo que podrían mejorar el espectáculo y hacer este deporte más atractivo y mediático.

Breve historia de los 3000 metros lisos (y III)

Uno de los principales objetivos del marroquí, campeón olímpico de 5000 m en 1984, Said Aouita (1959) fue superar todas las plusmarcas mundiales entre 1500 y 5000 m. Pese a que fue el primer atleta en correr los 5000 m por debajo de los 13 minutos y a que se hizo también con las plusmarcas mundiales de 1500, 2000 y 3000 metros, se le resistió la de la milla. De las distancias en las que consiguió el tope mundial, sin duda lo más difícil fue superar los 7:32,1 de Henry Rono (1952) en los 3000 m. No parecía así cuando en 1984, entonces el marroquí aún no dominaba el mediofondo mundial, realizó unos excelentes 7:33,3. Al año siguiente, ya plusmarquista mundial de 1500 y 5000 m, corrió los 3 Km en 7:32,94. En 1986, con una diferencia de 3 días registró 7:32,54 y 7:32,23. Probablemente esta última marca era de más valor que la de Rono, pero para la IAAF la plusmarca del keniano equivalía a 7:32,10. Tuvo que esperar 3 años Aouita para añadir la plusmarca de 3000 m a su colección. En Colonia, el 20 de agosto de 1989, registró 7:29,45. Era la primera vez que se corría a una media de menos de 1 minuto por vuelta. Los pases del marroquí: 2:31,7, 3:46,3 y 5:03,3.

Entretanto en 1985 se celebraron los primeros Juegos Mundiales en Sala, reconvertidos en Campeonatos del Mundo 2 años después. Los primeros ganadores (1985) fueron el portugués Joao Campos (1958) y la canadiense Debbie Scott (1958). Los primeros campeones (1987) fueron el irlandés Frank O’Mara (1960) y la ucraniana, entonces soviética, Tatiana Samolenko (1961). Ilustres ganadores de esta competición han sido Said Aouita en 1989, la rumana Gabriela Szabo (1975) en 1995, 1997 y 1999,  el etíope Haile Gebreselassie (1973) en 1997, 1999 y 2003, el marroquí Hicham El Guerrouj (1974) en 2001, el keniano estadounidense Bernad Lagat (1974) en 2004 y 2012, la etíope Meseret Defar (1983) en 2004, 2006, 2008 y 2010, su compatriota Kenenisa Bekele (1982) en 2006 o la otra etíope Genzebe Dibaba (1991) en 2014 y 2016. Bekele es el único atleta que ha ganado el 3000 en sala y el Mundial de Campo a Través, además el mismo año.

La extraordinaria plusmarca mundial en sala del Emiel Puttemans (1947) de 7:39,2, realizada al paso de las dos millas en 1973 consiguió superarse 19 años después, en 1992, cuando el keniano Moses Kiptanui (1971) corrió en 7:37,31. Ese mismo año, en la temporada al aire libre, rebajaba la plusmarca mundial de Aouita, al correr en 7:28,96, con pases de 2:31,5 y 5:04,2. Tres días después superaba también el tope universal de obstáculos con 8:02,08. En el invierno de 1995, mejoraba su plusmarca mundial de 3000 m en sala al registra 7:35,15. Ese verano se convirtió en plusmarquista mundial de 5000 m con 12:55,30 y en el primer sub8 en obstáculos, 7:59,18, el mismo día que perdía el primado universal de 5000 m. Para entonces, el keniano ya no era tampoco plusmarquista mundial de 3000 m lisos, pues el año anterior, el argelino Noureddine Morceli (1970) había corrido en 7:25,11, con pases de 2:29,5 y 5:01,3. Kiptanui fue campeón mundial de obstáculos en 1991, 1993 y 1995 y subcampeón olímpico en 1996.

En 1983 se corrió por última vez la prueba de 3000 m lisos categoría femenina en un campeonato del mundo. En 1995 se sustituiría por los 5000 m. Ese año sucedió uno de los hechos más extraños de la historia del atletismo. La plusmarca mundial femenina de 3000 m seguía en poder de la rusa Tatiana Kazankina (1951) desde 1984 con 8:22,62. Este registro suscitaba algunas dudas, ya que la atleta había recibido una sanción de 18 meses tras negarse a pasar un control unos días después tras un 1500. Durante ese tiempo quien más se había acercado al tiempo de la rusa había sido la rumana Maricica Puica (1950), campeona olímpica de 3000 m en 1984, que hizo 8:27,83 al año siguiente. En el campeonato del mundo al aire libre, la china Qu Junxia (1972) se impuso con 8:28,78. Un mes después tuvo lugar el campeonato nacional chino. Lo ocurrido allí es difícil de calificar. El 12 de septiembre en Pekín se celebraban las semifinales de la prueba de 3000 m lisos. El día 8 Wang Junxia (1973) había pulverizado por 42 segundos la plusmarca mundial de 10 000 m con 29:31,78. El día 11 fue 2ª en 1500 m con la segunda mejor marca de la historia, 3:51,92, por detrás de Qu Junxia, que había superado la plusmarca mundial con 3:50,46. Ambas atletas corrían la segunda semifinal de 3000 m l. En la primera semifinal Zhang Linli (1973) mejoraba con 8:22,06, la plusmarca mundial de Kazankina. La segunda clasificada, Zhang Lirong (1973), con 8:22,44 también había superado a la rusa. La plusmarca de Zhang Linli duró unos minutos, pues en la segunda semifinal, Wang Junxia registró 8:12,19, con Qu Junxia muy cerca en 8:12,27. En la final, que tuvo lugar al día siguiente, Wang se hizo con un nuevo y sorprendente tope universal, 8:06,11, más de 16 segundos mejor que Kazankina. Las 5 primeras corrieron por debajo de la marca de la rusa. Wang había hecho en abril de ese año un maratón en 2h24:07.

Los tiempos de la atletas chinas se recibieron con absoluta incredulidad en el mundo atlético. De repente pequeño grupo de atletas empequeñecía al resto del universo atlético femenino. La supuesta sapiencia del entrenador Ma Junren (1944), los regímenes intensivos de entrenamiento o la sangre de tortuga no parecían explicaciones suficientes para lo sucedido. El año pasado Wang Junxia reconoció que sus prestaciones fueron consecuencia de un programa patrocinado por el propio estado que incluía sustancias prohibidas.

Además de 4 atletas chinas, tan solo Genzebe Dibaba ha logrado bajar de 8:20,00, con su plusmarca de 8:16,60 en pista cubierta en 2014. Quienes más se han acercado a esta barrera han sido las kenianas Helen Obiri (1989), 8:20,68, y Marcia Cherono (1991), 8:21,14, ambas en 2014, la rumana Gabriela Szabo, 8:21,42 en 2002, y la irlandesa, última campeona de la distancia en 1994, Sonia O’Sullivan (1969), 8:21,64 en 1994.

En categoría masculina, los 7:25,11 que poseía como plusmarca mundial Nourredine Morceli tan solo duraron 2 años. En 1996, el keniano Daniel Komen (1976), uno de los fondistas con más talento de la historia, dejó sin palabras al mundo atlético con una marca de 7:20,67, con pases de 2:26,5, 3:38,4 y 4:53,4. Unos días antes había corrido en 7:25,16 y 7:25,87.

Al año siguiente se proclamó con gran facilidad campeón del mundo de 5000 m y se hizo con la plusmarca de esta distancia, 12:39,74, y otro impresionante tiempo, mejor marca mundial de siempre en las 2 millas, 7:58,61, con pases en cada milla de 3:59,2 y 3:59,4, 43 años después de la carrera de Iffley Road de Roger Bannister (1929). El pase por el 3000 fue de 7:27,3. En el invierno de 1998, Haile Gebreselassie había superado su propia plusmarca en sala de 3000 m de 7:30,72 hasta 7:26,15. Unos días después Komen la rebajó a 7:24,90. Desgraciadamente Komen no se sentía lo suficientemente motivado por el atletismo para seguir mucho tiempo más. En el blog de Soy Cobarde hay una excelente entrada sobre este magnífico corredor, capaz de dejar sentado a Gebreselassie.

La plusmarca de Komen al aire libre se ha convertido en inabordable. Probablemente sea de mayor calidad que las de 1500 y 5000 m.  Quien más se ha acercado ha sido Hicham El Guerrouj, 7:23,09 en 1999.

El programa olímpico masculino se ha mantenido casi igual desde 1928. El atletismo ha cambiado mucho desde entonces. Dado el salto que hay entre 1500 y 5000 m, tal vez la IAAF se debería plantear introducir en las competiciones oficiales la distancia de 3000 m. De este modo se podrían enfrentar los mejores de 1500 con los mejores de 5000 m. Si solo fuese por su historia, se lo merecería.

Progresión de la plusmarca mundial masculina de 3000 m lisos al aire libre

8:36.8  Hannes Kolehmainen (FIN) 12 07 1912 Estocolmo
8:33.2  John Zander (SWE) 07 08 1918 Estocolmo
8:28.6  Paavo Nurmi (FIN) 27 08 1922 Turku
8:27.6  Edvin Wide (SWE) 07 06 1925 Halmstad
8:25.4  Paavo Nurmi (FIN) 24 05 1926 Berlín
8:20.4  Paavo Nurmi (FIN) 13 07 1926 Estocolmo
8:18.8  Janusz Kusociński (POL) 19 06 1932 Amberes
8:18.4  Henry Nielsen (DEN) 24 07 1934 Estocolmo
8:14.8  Gunnar Höckert (FIN) 16 09 1936 Estocolmo
8:09.0  Henry Kalarne (SWE) 14 08 1940 Estocolmo
8:01.2  Gunder Hägg (SWE) 28 08 1942 Escolmo
7:58.8  Gaston Reiff (BEL) 12 08 1949 Gävle
7:55.6  Sándor Iharos (HUN) 14 05 1955 Budapest
7:55.6  Gordon Pirie (ENG) 22 06 1956 Trondheim
7:52.8  Gordon Pirie (ENG) 04 09 1956 Malmö
7:49.2  Michel Jazy (FRA) 27 06 1962 Saint-Maur-des-Fossés
7:49.0+  Michel Jazy (FRA) 23 06 1965 Melun
7:46.0  Siegfried Herrmann (GDR) 05 08 1965 Erfurt
7:39.6  Kipchoge Keino (KEN) 27 08 1965 Helsingborg
7:37.6  Emiel Puttemans (BEL) 14 09 1972 Aarhus
7:35.2  Brendan Foster (GBR) 03 08 1974 Gateshead
7:32.1  Henry Rono (KEN) 17 06 1978 Oslo
7:29.45  Saïd Aouita (MAR) 20 08 1989 Colonia
7:28.96  Moses Kiptanui (KEN) 16 08 1992 Colonia
7:25.11  Noureddine Morceli (ALG) 02 08 1994 Monte Carlo
7:20.67  Daniel Komen (KEN) 01 09 1996 Rieti

Progresión de la plusmarca mundial femenina de 3000 m lisos al aire libre

8:52.8  Lyudmila Bragina (URS) 1974-07-06 Durham, United States
8:46.6  Grete Andersen-Waitz (NOR) 1975-06-24 Oslo, Norway
8:45.4  Grete Waitz (NOR) 1976-06-21 Oslo, Norway
8:27.2  Lyudmila Bragina (URS) 1976-08-07 College Park, Australia
8:26.78  Svetlana Ulmasova (URS) 1982-07-25 Kiev, Soviet Union
8:22.62  Tatyana Kazankina (URS) 1984-08-26 Leningrad, Soviet Union
8:22.06  Zhang Linli (CHN) 1993-09-12 Beijing, PR China
8:12.19  Wang Junxia (CHN) 1993-09-12 Beijing, PR China
8:06.11  Wang Junxia (CHN) 1993-09-13 Beijing, PR China

Progresión de la plusmarca mundial masculina de 3000 m lisos en pista cubierta

7:39.2 Emiel Puttemans (BEL) Berlin 18.02.1973
7:37.31 Moses Kiptanui (KEN) Sevilla 20.02.1992
7:35.15 Moses Kiptanui (KEN) Gent 12.02.1995
7:30.72 Haile Gebrselassie (ETH) Stuttgart 04.02.1996
7:26.15 Haile Gebrselassie (ETH) Karlsruhe 5.01.1996
7:24.90 Daniel Komen (KEN) Budapest 06.02.1998

Progresión de la plusmarca mundial femenina de 3000 m lisos en pista cubierta

8:39.79 Zola Budd (GBR) Cosford 08.02.1986
8:33.82 Elly van Hulst (HOL) Budapest 04.03.1989
8:32.88 Gabriela Szabo (ROM) Birmingham 18.02.2001
8:29.15 Berhane Adere (ETH) Stuttgart 03.02.2002
8:27.86 Liliya Shobukhova (RUS) Moscú 17.02.2006
8:23.72 Meseret Defar (ETH) Stuttgart 03.02.2007
8:16.60 Genzebe Dibaba (ETH) Estocolmo 06.02.2014

Breve historia de los 3000 metros lisos (II)

En 1974, la IAAF reconoció por primera vez como plusmarca mundial la mejor marca femenina de 3000 metros. Aunque la prueba no sería olímpica hasta 10 años más tarde, ese mismo 1974 se incluyó por primera vez en los campeonatos de Europa, que se celebraban en Roma. La primera plusmarquista mundial de 3000 m, la rusa , entonces soviética, Ludmila Bragina (1943), 8:52,74 (1974), había sido también, extraoficialmente, la primera mujer en romper la barrera de los 9 minutos, 8:53,0, 2 años antes. En los Juegos de Múnich de 1972, Bragina consiguió un logro inédito. Se disputaba por primera vez la prueba femenina de 1500 m, en la que ella era la plusmarquista mundial con 4:06,9. En los Juegos se corrían tres rondas. Bragina con 4:06,71, 4:05,07 y 4:01,38 fue mejorando su plusmarca mundial en cada una de ellas hasta hacerse con el oro. En 1974 fue plata en el primer campeonato de Europa de 3000 m femenino, detrás de la finlandesa Nina Holmén (1951), que 8:55,10 hizo su mejor marca de siempre

Bragina perdió la plusmarca mundial de 3000 m a manos de la noruega Grete Waitz (1953-2011) que realizó 8:45,4 en 1975 y 8:46,6 en 1976. Esta prueba se quedaba muy corta a la atleta nórdica, que se acabó convirtiendo en una de las mejores corredoras de campo a través y de maratón de la historia. Ganó 9 veces el maratón de Nueva York y fue campeona mundial de campo a través en 5 ocasiones. Rebajó la plusmarca mundial de maratón en 9 minutos, hasta 2h25:29. El tope universal de 3000 m le duró, sin embargo, poco tiempo. Bragina lo recuperó con la extraordinaria marca de 8:27,12, unos meses después de la segunda plusmaca de Waitz. Este registró se mantuvo imbatido 6 años. Una uzbeka, entonces soviética, Svetlana Ulmasova (1953-2009) corrió en 1982 en 8:26,78. Ulmasova fue campeona de Europa de 3000 m en 1978 y 1982. También brilló en campo a través, con dos oros mundialistas.

Pese a que en los Campeonatos de Europa el 3000 femenino era oficial desde 1974, el COI no lo hizo olímpico en los Juegos de Moscú 1980. La IAAF decidió que celebraría ese mismo año un campeonato del mundo de 3000 m y de 400 mv en categoría femenina, prueba esta última que tampoco se había introducido en el programa olímpico. La ganadora, y por tanto primera campeona del mundo, fue la alemana Birgit Friedmann (1960) con 8:48,05. El 3000 ya fue oficial en el primer campeonato del Mundo que organizó la IAAF en Helsinki en 1983. El oro fue para la estadounidense Mary Decker (1958), acreditada en 8:29,71 (1983) y plusmarquista mundial de los 5000 m, 15:08,26 (1982). Ulmasova solo pudo ser 4ª. Decker hizo el doblete con el 1500. Era la gran favorita para convertirse en la primera campeona olímpica de 3000 m en 1984 en Los Ángeles. Su máxima rival parecía la emergente estrella la británica nacida en Suráfrica Zola Budd (1966), acreditada en 8:37,5, que corría descalza. En la final de LA, sin embargo, las cosas fueron mal para ambas. Algo después de la mitad de la prueba, en un lance involuntario, ambas atletas tropezaron, Decker se cayó al suelo y se lesionó. El público la tomó con la británica quien, desconcertada, terminó 7ª. La airada reacción de la estadounidense ante el incidente poco tuvo que ver con la que tendría 8 años después el marroquí Hicham El Guerrouj (1974), tras irse al suelo en la final de 1500 m de Atlanta. La vencedora de la prueba, injustamente postergada, fue la rumana Maricica Puica (1950), con unos excelentes 8:35,96.

El año terminó con plusmarca mundial, 8:22,62 por parte de la rusa, entonces soviética, Tatiana Kazankina (1951), oro olímpico en 1500 m en 1976 y 1980. La rusa no estuvo en LA por el boicot soviético a los Juegos. Su carrera atlética acabó repentinamente ese año cuando recibió una suspensión de 18 meses por negarse a pasar un control. En 1985 Decker y Budd marcaron respectivamente 8:25,83 y 8:28,83, pero ninguna de las dos volvería a destacar en grandes campeonatos. En la segunda mitad de los 80, destacó la ucraniana, entonces soviética, Tatiana Samolenko (1961), campeona del mundo en 1987 y 1991. Realizó su mejor marca, 8:26,53, en la final olímpica de Seúl 1988, donde fue oro. Se hizo con la plata por detrás de la rusa Yelena Romanova (1963-2007) en los Juegos de Barcelona 1992.

En el campeonato de Europa en sala, el 3000 femenino comenzó a disputarse en 1982, con la italiana Agnesse Possamai (1953) como primera campeona. La primera plusmarca oficial fue 8:39,79, realizado por Zola Budd en 1986. En 1989 la neerlandesa Elly van Hulst (1959) mejoró el tiempo de Budd con 8:33,82, que duraría 11 años como tope mundial. Van Hulst fue campeona de Europa en sala en 3 ocasiones consecutivas, de 1989 a 1991.

De 1964 a 1985 se disputó a prueba de 3000 m masculino en los campeonatos de Europa en categoría junior (Juegos Europeos hasta 1970). En 1986, con ocasión del primer Mundial de la categoría, se sustituyó por los 10 000 metros. El primer campeón, en 1964, fue el alemán Jürgen Haase (1945), que posteriormente sería plusmarquista y 2 veces campeón de Europa de 10 000 m. El último oro fue el irlandés Nick O’Brien (1966) en 1985. La plusmarca de los campeonatos está en posesión del alemán Rainer Wachenbrunner (1962) con 7:57,18 en 1981. Ilustres vencedores fueron el español José Manuel Abascal (1958) en 1977, bronce olímpico en 1500 m en 1984, y Steve Cram (1960) en 1979, campeón de Europa de 1500 m (1982 y 1986) y del Mundo (1983), subcampeón olímpico en 1984 y primer hombre en bajar de 3:30. La plusmarca europea de la categoría pertenece al finlandés Ari Paunonen (1958) con 7:43,3 (1977).

En categoría femenina, la prueba de 3000 m comenzó a disputarse en el Europeo júnior en 1981 y continúa en el programa en la actualidad. La rumana Gabriela Szabo (1975), campeona en 1991 y 1993, posee la plusmarca de los campeonatos con 8:50,97. En el Mundial de la categoría el 3000 también es oficial. Szabo fue oro en 1994. La rumana fue campeona olímpica de 5000 m en 2000 y mundial en 1997 y 1999, además de en 2001 en la prueba de 1500 m. Es la actual Ministra de Juventud y Deportes de su país. La plusmarca europea y mundial de la categoría siguen siendo los 8:28,83 de Zola Budd de 1985.

En cuanto a la categoría absoluta masculina, la plusmarca mundial del británico Brendan Foster (1948) duró 4 años, hasta la aparición del fenómeno Henry Rono (1952), quien en 1978 en 81 días superó las plusmarcas de 10 000 m, 27:22,2, 5000 m, 13:08,4, 3000 m obstáculos, 8:05,4 y 3000 m, 7:32,1. La plusmarca de 3000 m se acercaba a la barrera de 1 minuto por vuelta. Los pasos fueron 2:34,0 (1000 m), 3:49,6 (1500 m), 5:04,5 (2000 m). Es decir, corrió el segundo 1500 en 3:42,5 y el último kilómetro en 2:27,6.

La plusmarca de Rono acabaría siendo muy duradera, pues no se superó hasta 1989. En 1982, el británico David Moorcroft (1952) estuvo a punto de rebajarla en una trepidante carrera. Moorcroft venía de mejorar su marca en la milla el 26 de junio, 3:49,50, y de realizar el 7 de julio una sorprendente plusmarca mundial de 5000 m, sin liebres, con 13:00,41. Rono, que en 1981 había mejorado su plusmarca de 1978 a 13:06,20, fue 4º en la carrera en que perdió el tope universal. El 17 de julio, el británico estaba dispuesto a dejar al Rono sin la plusmarca de 3000 m. La cita era en Crystal Palace, en un encuentro internacional Reino Unido – España – Kenia – Japón. En la carrera de 3 Km, además de los atletas de los países participantes, entre los que no estaba Rono,  había un gran elenco de grandes mediofondistas, entre los que destacaban los estadounidenses Steve Scott (1956) y Sydney Maree (1956) o el neozelandés John Walker (1952). Se pasó el primer kilómetro en 2:31,3 y la mitad de la prueba en 3:45,7. En ese momento Moorcroft cogió la cabeza y dio paso al 2000 en 5:02,2. A falta de 400 m, el británico continuaba en cabeza en 6:36,4. Maree consiguió sobrepasarlo a falta de 200 m, pero Moorcroft se rehízo, recuperó la cabeza y se impuso con 7:32,79, a 0,7 de la plusmarca mundial. Segundo fue Maree, 7:33,37 y  3º Walker, 7:37,49.

La carrera de 3000 m  partir del minuto 14′

Dos años más tarde, el marroquí Said Aouita (1959) intentó por primera vez una plusmarca mundial de 3000 m que le llevaría 5 años conseguir.

Breve historia de los 3000 metros lisos (I)

La prueba de 3000 metros lisos deriva de las 2 millas (3218,688 m), distancia esta que aún se disputa ocasionalmente, si bien sus mejores marcas no tienen categoría de plusmarcas mundiales. El 3000 fue brevemente olímpico tanto en categoría masculina como femenina. En hombres se disputó en los Juegos de 1912, 1920 y 1924, en la modalidad de equipos. Puntuaban 3 atletas por país y no había clasificación individual oficial. En mujeres se corrió en los Juegos de 1984, 1988 y 1992. Posteriormente se sustituyó por los 5000 metros lisos. En la antigua Superliga Europea / Copa de Europa sustituyó al 10 000 en la 17º edición, celebrada en Madrid en 1996. Ha continuado en la competición que sucedió a la anterior, el Campeonato de Europa por equipos. En la antigua Copa del Mundo de la IAAF se introdujo en lugar del 10 000 en la edición de 1996, que tuvo lugar en Johnannesburgo, y continuó en la Copa Continental de la IAAF. En pista cubierta es la prueba más larga que se disputa en los campeonatos de Europa y del Mundo.

Probablemente el 3000 es la prueba no olímpica en la que más se compite. A lo largo de la historia muchos grandes atletas fueron plusmarquistas de esta distancia, en algunos casos, como el de la actual plusmarca mundial, con registros de grandísimo valor.

La primera plusmarca mundial de 3000 metros reconocida por la IAAF la estableció el finlandés Johannes Kolehmainen (1889-1966) en la semifinal del 3000 por equipos de los Juegos de Estocolmo 1912, con una marca de 8:36,9. Era la quinta carrera que disputaba el finlandés en la competición. Ya había sido oro en 5000 y 10000 metros. No pudo, sin embargo, disputar la final de 3000 por equipos pues Finlandia no logró la clasificación. El sueco John Zander (1880-1967) sucedió a Kolehmainen. Hizo tres veces la plusmarca mundial, hasta dejarla en 8:33,2 en 1918.

Tres de las 22 plusmarcas mundiales que estableció oficialmente Paavo Nurmi (1897-1973), en distancias de 1500 a 20 000 m, lo fueron en 3000 m, con un mejor registro de 8:20,4 en 1926. Nurmi acabaría ganando 12 medallas olímpicas, 9 de oro, en 7 pruebas diferentes a lo largo de 3 Juegos. El futuro campeón olímpico de 10 000 m en 1932, el polaco Janusz Kusocinski (1907-1940) superó a Nurmi poco antes de los Juegos con 8:18,8. El primado mundial pasó a manos del danés Henry Nielsen (1910-1969), 8:18,4 en 1934, y posteriormente al campeón olímpico de 5000 m de 1936, el finlandés Gunnard Höckert (1910-1940), 8:14,8 en 1936. El medallista de bronce en Berlín, el sueco Henry Jonnson-Kälame (1912-2001) rebajó el tiempo del finlandés en 1940 con 8:09,0.

Günder Hagg (1918-2004) se acercó a la barrera de los 8 minutos cuando en 1942 corrió en 8:01,2. Probablemente pudo haber sido el primero en romper ese límite, pero se centró más en los 1500 m y en la milla. Ese honor correspondió al belga Gaston Reiff (1921-1992), campeón olímpico de 5000 m en 1948, que un año después marcó 7:58,8. El húngaro Sandor Iharos (1930-1996) corrió en 7:55,6 en 1955. Iharos fue uno de los fondistas más versátiles de la historia. Llegó a poseer además, aunque no simultáneamente, los topes mundiales de 1500 m, 3:40,8, 5000 m, 13:50,8 y 13:40,6, y 10 000 m, 28:42,8. Perdió la plusmarca de 3000 m a manos del británico Gordon Pirie (1931-1991), que realizó 7:52,8 en septiembre de 1956. En junio se había hecho también con el primado de 5000 m, 13:36,8. En noviembre ganó la plata olímpica en Melbourne en esta prueba.

El francés subcampeón olímpico de 1500 m en 1960, Michel Jazy (1936), se convirtió, en 1962, con 7:49,2 en el primer atleta en correr por debajo de 7:50,0. Jazy fue además plusmarquista mundial de la milla, 3:53,6, 2000 m, 5:01,6 y 4:56,2 y de las 2 millas, 8:29,6 y 8:22,6. En esta última carrera pasó en 7:49,0 por la marca del 3000, nueva plusmarca mundial. La mayor decepción del francés fueron sin duda los Juegos de Tokio 1964. Prefirió tomar parte en los 5000 m, en lugar del 1500, en busca del oro. A falta de 50 m comandaba la prueba, pero acabó quedándose fuera del podio. Los 7:49,0 fueron plusmarca mundial algo más de un mes. En agosto de 1965 el alemán Siegfried Herrmann (1932-2017) hizo 7:46,0. El mayor éxito de Herrmann fue la plata en los primeros Juegos Europeos en sala, que se celebraron en Dortmund en 1966 por detrás de otro alemán, Harald Norporth (1942). Norporth fue un sólido competidor en 1500 y 5000 m, 4º en los Juegos de 1968 en el kilómetro y medio y plata en 1964 en los 5 Km.

La plusmarca de Herrmann duró 22 días. A finales de agosto, uno de los más grandes, el keniano Kip Keino (1940) corría en 7:39,6. Keino fue un corredor muy polivalente, campeón olímpico de 1500 m y subcampeón de 5000 m en 1968 y campeón de 3000 m obstáculos y subcampeón de 1500 m en 1972. Fue también plusmarquista mundial de 5000 m ese mismo año de 1965 con 13:24,2. El registro de Keino en 3000 m se mantuvo en lo más alto hasta 1972. Poco después de ganar la plata olímpica en 5000 m, el belga Emiel Puttemans (1947) hacía un promedio de 1:01,0 con 7:37,6. Seis días después añadía a la de 3000 la plusmarca mundial de 5000 m, 13:13,0. Fue también del atleta belga la primera plusmarca en sala homologada por la IAAF, 7:39,2 en 1973. Este ya de por sí extraordinario registro se consiguió al paso de una carrera de las 2 millas, en la que Puttemans también s hizo con la mejor marca mundial, 8:13,2, entonces superior a la mejor marca mundial al aire libre de Lasse Virén (1949), 8:14,0. El registro en 3000 m en sala se mantuvo imbatido durante 19 años.

El tiempo al aire libre en 3000 m de Puttemans tuvo menos recorrido como primado mundial. En 1974 el británico Brendan Foster (1948) marcó 7:35,1, poco después de proclamarse campeón de Europa de 5000 m. Foster, que comenzó corriendo 1500 m, fue plusmarquista británico de esta prueba con 3:37,64 y de 5000 m con 13:14,6 en ese mismo 1974. Más tarde subió al 10 000, prueba en la que llegaría a ser plusmarquista europeo, 27:30,3, y bronce en los Juegos de Montreal.

En 1974 se produjo otro hecho destacado pues la IAAF homologó por primera vez una plusmarca mundial femenina de 3000 m, los 8:52,6 de la rusa, entonces soviética, Ludmila Bragina (1943), aunque aún quedaban algunos años para que la prueba se incluyese en los Juegos Olímpicos.