Esther Guerrero y el valor de la superación

Es bastante común ver cómo una parte de los aficionados al atletismo en particular, y al deporte en general, solo se fijan en las medallas en los grandes campeonatos. Identifican este atletismo de élite con el atletismo en su conjunto. Sin embargo, la esencia del atletismo no son las medallas, las medallas son una consecuencia. La esencia del atletismo es la superación personal. Pese a que han transcurrido tres décadas yo mismo recuerdo perfectamente la sensación que tenía cada vez que mejoraba una marca o conseguía un resultado interesante. En el atletismo nuestro rival somos nosotros mismos. Se superan barreras que parecen imposibles gracias al trabajo, el sacrificio y la disciplina. Ello constituye una valiosa lección aplicable a muchos otros campos. Cuando empiezas en este deporte te fijas en los que corren más que tú y crees irrealizable llegar a correr (o saltar o lanzar) tan rápido (o tan lejos), pero con esfuerzo y perseverancia, muchas veces, lo acabas consiguiendo. No tiene sentido correr solo para ganar, porque para ganar hay que perder muchas veces y trabajar muy duro.

Que una atleta alcance la excelencia a los 30 años significa muchas cosas. Significa motivación, amor por este deporte. Significa perseverancia, porque para una mujer correr los 800 m en menos de 2 minutos es una meta que no alcanza cualquiera. Significa mucho esfuerzo, muchas horas de entrenamiento, muchos momentos complicados. Y, por supuesto, significa que al lado de una gran atleta hay un gran técnico.

La catalana Esther Guerrero Puigdevall (Bañolas, Gerona, 7 de febrero de 1990) ha coronado la mejor temporada de su vida, al convertirse en la tercera mujer española, tras Mayte Zúñiga (1964) y Mayte Martínez (1976), en correr los 800 m en menos de 2 minutos. Ayer, 25 de septiembre, Esther terminaba segunda en la prueba de 800 m de la reunión de Doha, con 1:59.22. El fin de semana anterior conseguía el doblete en el campeonato de España con sendos oros en los 800 y los 1500 m, en dos finales separadas por menos de 10 minutos.

Guerrero es una atleta que hace honor a su apellido. Siempre da la cara y quien le gana lo hace por ser mejor, no porque ella no haya dado todo lo que lleva dentro. En los Juegos Olímpicos de 2016, un escaparate mediático inmejorable, mostró en todo su esplendor su manera de correr. No se clasificó para la siguiente ronda pero por ella no quedó. En la primera ronda se disputaron 8 series. Pasaban a las semifinales las dos primeras y 8 tiempos. Esther corrió en la séptima serie y trató de avivar el ritmo. Finalmente fue 3ª, con 2:01.85, a 0.65 de su mejor marca, y a 0.20 de la segunda clasificada. Su participación terminó ahí, pero su imagen de luchadora ha quedado desde entonces.

Cuando participó en Río, Guerrero ya llevaba 10 años corriendo los 800 en el atletismo. Ha participado, además de en los Juegos de 2016, en los Mundiales al aire libre de 2015, 2017 y 2019 y en los Europeos al aire libre de 2016 y 2018, año en que comenzó a centrarse más en los 1500 m. Su mejor clasificación fue 11º en el 1500 del Europeo de 2018. En pista cubierta fue 6ª en los 800 de 2017 y 2019. Ha sido 12 veces campeona de España, 4 en 800 m al aire libre (2015, 2016, 2017, 2020), 4 en 800 m en pista cubierta (2015, 2016, 2017, 2018), 2 en 1500 m al aire libre (2019, 2020) y otras 2 en 1500 m en sala (2019, 2020).

Además ha ganado un bronce (2017) y un oro (2018) en el relevo mixto de los campeonatos de Europa de campo a través. En este atípico año de 2020, Esther también ha mejorado su marca de los 1500 m, prueba a la que se ha dedicado de forma intensiva en las tres últimas temporadas. El 23 de agosto corrió en Estocolmo en 4:03.13, quinta mejor marca española de siempre. También se convirtió el 14 de julio en plusmarquista española de la inusual prueba de 2000 m con 5:41.30. Estamos hablando de una atleta semiprofesional, que trabaja en la escuela municipal de atletismo de su ciudad.

Entrenada por Joan Leonart, el próximo objetivo de Guerrero serán los Juegos Olímpicos de Tokio, aplazados a 2021 y que podrían disputarse sin público. Para entonces podría estar corriendo por debajo de los 4 minutos en los 1500 m. La misma Esther ha dicho que no toda la gente ha nacido para ser campeón olímpico. Evidentemente eso solo es para unos pocos, pero el buen aficionado al atletismo sabe apreciar los valores de la lucha, la perseverancia y la superación, el valor clave del atletismo. Esther Guerrero los representa todos.

La carrera más sucia de la historia

Richard Moore (1973) es un escritor y periodista escocés y antiguo ciclista. Ha escrito varios libros sobre ciclismo y, muy crítico con las drogas en el deporte, publicó en 2012 La carrera más sucia de la historia: Ben Johnson, Carl Lewis y la final olímpica de 100 m de Seúl, publicada en español por Libros de la ruta en 2018. Esta carrera fue, probablemente, el caso más famoso de la historia de uso de drogas prohibidas en una competición atlética.

En los Juegos Olímpicos de 1984, el estadounidense Carl Lewis (1961) se había convertido en una estrella al igualar los cuatro oros de Jesse Owens (1913-1980) en los Juegos de 1936. Lewis no tuvo rival en ninguna de las cuatro pruebas, 100 m, 200 m, salto de longitud y relevos 4 x 100m. En la distancia más corta, un canadiense de pocas palabras, inmigrante de Jamaica, había conseguido con su bronce impedir el triplete estadounidense. Su nombre, Ben Johnson (1961), apenas sonaba entonces en los ambientes atléticos, pero estaba a punto de comenzar una pugna que superaría con mucho el espacio mediático del atletismo y del deporte.

Cuatro años después, el 24 de septiembre de 1988, Carl Lewis se encontraba en Seúl, en la línea de salida de la final de los 100 m. El estadounidense había acudido a Corea del Sur con la intención de repetir los cuatro oros olímpicos de los anteriores Juegos. Esta vez no lo tendría nada fácil. Ben Johnson, a quien había derrotado fácilmente en 1984, lo había batido en 6 de los 10 anteriores enfrentamientos entre ambos, incluyendo la final del Mundial de Roma el año anterior, en la que el canadiense se había hecho con una estratosférica plusmarca mundial de 9.83. Lewis se encontraba, no obstante, confiado. Esa temporada solo habían coincidido un mes antes, en Zúrich, y el resultado fue contundente para Lewis, 9.93 contra 10.12 de Johnson, derrotado también por otro estadounidense, Calvin Smith (1961), 9.97. Pero en la carrera decisiva, Johnson pareció de otro mundo. Lewis marcó su mejor tiempo de siempre, 9.92, pero se quedó lejísimos del canadiense quien, parándose, registró unos asombrosos 9.79. La expresión en la cara del estadounidense tras su contundente derrota lo decía todo.

La final había superado todas las expectativas con un crono para la historia pero… no era real. Hacia el final del mismo día 24, se supo que en una de las muestras analizadas había restos de un esteroide anabolizante llamad estanozolol. El 25 de madrugada, con el conocimiento de que la muestra pertenecía a Ben Johnson, se comunicó el resultado al equipo canadiense y horas después el contraanálisis resultaba también positivo. El día 26 a las 10 de la mañana el Comité Olímpico Internacional comunicaba en una rueda de prensa la noticia. El movimientos olímpico, los patrocinadores y los aficionados de todo el mundo recibían un terrible mazazo. El velocista que representaba la imagen del atletismo era falso.

Moore cuenta todo esto hacia el final de su libro. Dedica las páginas anteriores a hacer una semblanza bastante detallada de las trayectorias de ambos atletas. Entrevista a 36 personas relacionadas de alguna manera con este oscuro episodio, entre ellas los propios protagonistas.

Lewis, criado en una familia de clase media muy interesada en el deporte, se convirtió en millonario antes de los Juegos de 1984 gracias al atletismo, pese a que, oficialmente, seguía siendo amateur. Un personaje clave en su vida es su representante Joe Douglas (1936), fundador del Santa Monica Track Club, capaz de gestionar cantidades de dinero entonces impensables para sus atletas por competir en Europa. Curiosamente, Douglas no tenía buena opinión de los velocistas, a los que consideraba indisciplinados y poco constantes. Cambió viendo al actitud de Lewis. Moore cuenta que ambos, Lewis y Douglas, esperaban un mayor beneficio económico, en forma de patrocinadores, tras los Juegos de Los Ángeles. Pero el interés por el atletismo en Estados Unidos era limitado y el atletismo aún estaba saliendo del amateurismo. No evita el autor, detallar la actitud arrogante y los problemas de Lewis con sus compañeros, así como sus reticencias para entrenar el relevo. También cuenta su poco exitosa carrera musical.

Los orígenes de Johnson fueron muy distintos. Procedía de una familia de Jamaica que había emigrado a Toronto. El personaje fundamental para Johnson fue su entrenador Charlie Francis (1948-2010), un antiguo velocista acreditado en 10.1, que enseguida introdujo a su pupilo en el mundo de los esteroides. Pronto Carl Lewis, con quien siempre mantuvo una relación agria, se convirtió en su objetivo.

Moore cuenta cómo el uso de sustancias prohibidas era bastante generalizado en los años 80, con unos métodos de detección claramente insuficientes, y unos dirigentes poco interesados en investigar demasiado.

Pero lo que más destaca el autor, y de ahí el título, es que de los 8 finalistas de la carrera de Seúl, 6 tuvieron en algún momento relaciones más o menos oscuras con las sustancias prohibidas. Tan solo Calvin Smith, bronce, y el brasileño Robson Caetano da Silva (1964), 5º, mostraton una carrera atlética limpia. Smith ha declarado en numerosas ocasiones que se considera el vencedor de aquella carrera. Carl Lewis dio positivo por estimulantes durante las pruebas de selección olímpica de 1988. Alegó la ingesta de un producto de herboristería que contenía esas sustancias prohibidas. Se libró de una sanción de 3 meses que le habría impedido ir a los Juegos. El británico Linford Christie (1960), plata, vivió una situación similar con estimulantes tras ser 4º en los 200 m de Seúl. Se aceptaron sus explicaciones. No obstante, en 1990 dio positivo por anabolizantes. Al estadounidense Dennis Mitchell (1966) se le detectaron restos de testosterona en 1996. El canadiense Desai Williams (1959), entrenado por Francis, 6º en la final, seguía un programa de consumo de esteroides similar al de Jonhson. Por último, el jamaicano Ray Stewart (1965) , que se lesionó, aunque consiguió llegar a la meta, se vio implicado en un asunto de tráfico y administración de sustancias prohibidas a los atletas que entrenaba en 2008.

En su país de acogida Johnson pasó de héroe a villano. Gran parte de la prensa lo calificó de traidor y de tramposo. El Gobierno de Canadá decidió abrir una comisión de investigación, presidida por el juez Charles Dubin (1921-2008), que descubrió un uso bastante generalizado de sustancias prohibidas en el deporte. Johnson, tras haber negado cualquier relación con estos productos, acabó confesando que usaba esteroides desde principios de los 80. Se dijo que para recuperarse de la lesión que había tenido a mitad de la temporada de 1988, el atleta incumplió los plazos para que los restos del fármaco desapareciesen de su organismo. Sin embargo, Johnson siempre ha negado este extremo, alegando que, aunque consumía esteroides, jamás había usado el estanozol y que le habían tendido una trampa.

En resumen, un libro muy recomendable para conocer el mundillo atlético de los años 80 y para profundizar en el mundo de las drogas, tal vez la parte más oscura del deporte.

Historia de la plusmarca europea de 1500 metros

Además de la plusmarca mundial de 5000 m, otra de las joyas que nos ha dejado esta atípica temporada atlética ha sido la plusmarca europea de los 1500 m, a cargo del fenómeno noruego Jakob Ingebrigtsen (2000) con 3:28.68 a 2.28 de la plusmarca mundial del marroquí Hicham El Guerrouj (1974). Sucedió el 14 de agosto, en Mónaco. El dominio europeo en la prueba de los 1500 m fue apabullante hasta finales de los 50 del siglo pasado. Cuando, el 28 de agosto de 1958, el australiano Herb Elliott (1938) superó su primer tope universal, con 3:36.0, los atletas europeos habían conseguido 19 de las 24 plusmarcas mundiales homologadas anteriormente. Desde la irrupción del Elliott se han superado 14 primados universales, pero tan solo 5 por europeos, a cargo del trío británico Seb Coe (1956), Steve Ovett (1955) y Steve Cram (1960) durante 6 años.

La primera plusmarca europea homologada tuvo lugar el 5 de agosto de 1917, en plena Primera Guerra Mundial, en la neutral Suecia. En este país, el atleta local John Zander (1890-1967) realizó sin liebres 3:54.7, también plusmarca mundial, superando los oficiosos 3:59.8, del británico Harold Wilson (1885-1932), primera marca de la historia por debajo de los 4 minutos el 30 de mayo de 1908.

El tiempo de Zander se mantuvo hasta el 19 de junio de 1924. Ese día, el finlandés Paavo Nurmi (1897-1973), dispuesto a conseguir el doblete olímpico en 1500 y 5000 m, decidió reproducir las condiciones de los Juegos, cuyas finales de ambas distancias se celebrarían con menos de 1 hora de diferencia. Nurmi hizo 3:52.6 en el kilómetro y medio y 14:28.2 en los 5 kilómetros 55 minutos después, ambos tiempos plusmarcas mundiales. Poco después, se hizo con los dos títulos olímpicos. Ganaría un total de nueve medallas de oro en tres ediciones olímpicas.

El alemán Otto Peltzer (1900-1970), el 11 de septiembre de 1926, superó en la misma carrera a Nurmi, que fue tercero, y su plusmarca mundial, con 3:51.0. Dos meses antes, Peltzer se había hecho también con el primado mundial de 800 m. Se convirtió así en el primer atleta de la historia en tener ambas plusmarcas mundiales simultáneamente.

El subcampeón olímpico de 1500 en 1928, el francés Jules Ladoumègue (1906-1973), rompió la barrera de 3:50.0 al correr el 5 de octubre de 1930 en 3:49.2. Resultó descalificado por profesionalismo, lo que le impidió disputar el oro olímpico en 1932. Precisamente, el campeón este año, el italiano Luigi Beccali (1907-1990) fue el siguiente plusmarquista mundial. Igualó al francés el 9 de septiembre de 1933 y lo superó 8 días después con 3:49.0. En 1934 fue el primer campeón de Europa de la distancia y en 1936 bronce olímpico.

El subcampeón de Europa de 1500 y campeón de 800 en 1934, húngaro Miklos Szabo (1908-2000) fue el primer plusmarquista europeo no mundial. El 3 de octubre de 1937 corrió la distancia en 3:48.6, a 0.8 del primado mundial del campeón olímpico, el neozelandés Jack Lovelock (1910-1949).

Europa recuperó el tope mundial con la pugna entre Gunder Hägg (1918-2004) y Arne Andersson (1917-2009) en la nuevamente neutral Suecia durante la Segunda Guerra Mundial. Los dos atletas suecos se repartieron 19 plusmarcas mundiales en distancias desde los 1500 a los 5000 m, 4 de ellas en el kilómetro y medio. Hägg corrió en 3:47.6 el 10 de agosto de 1941, en 3:45.8 el 17 de julio de 1942, Andersson en 3:45.0 el 17 de agosto de 1943 y, finalmente, Hägg en 3:43.0 el 17 de agosto de 1943.

Como le ocurrió a Ladoumègue, Hägg y Andersson también recibieron una sanción por profesionalismo encubierto, que les impidió acudir al Europeo de 1946 y a los Juegos de 1948. El campeón de 1500 en la primera competición y subcampeón en la segunda, el también sueco Lennart Strand (1921-2004) igualó los 3:43.0 de Hägg el 17 de julio de 1947. Cinco años después, el alemán Werner Lueg (1931-2014) consiguió el triple empate en los más alto de la lista mundial de los 1500 m. Ese año sería bronce olímpico.

A mediados de los años 50, un trío de corredores húngaros Sándor Iharos (1930-1996), Istvan Rózsavölgyi (1929-2012) y Lázló Tábori (1931-2018), dirigidos técnicamente por el antiguo mediofondista Mihály Iglói (1908-1998), irrumpieron en el panorama mundial del medio fondo y fondo con la consecución de varias plusmarcas mundiales, sobre todo en 1500 m. Iharos llegó a tener, aunque no simultáneamente, los primados universales de 1500, 3000, 5000 y 10 000 m. El 3 de agosto de 1954 corría los 1500 en 3:42.8, tope europeo, a 1.0 del mundial del australiano John Landy (1930), que había conseguido al paso de una milla. Rózsavölgyi, que sería bronce olímpico en 1960, se fue a 3:42.2 el 16 de julio de 1955. Exactamente dos semanas después Iharos ponía otra vez a Europa a la cabeza del 1500 mundial con 3:40.8. La barrera de 3:40.0 parecía muy cercana, pero aún se hizo esperar otros dos años, con cinco plusmarcas de por medio. Tábori igualó a su compatriota el 6 de septiembre de 1955, en una carrera en la que el segundo, el danés Gunnar Nielsen (1928-1985), plata europea en 1954, obtuvo el mismo tiempo y, por tanto, la plusmarca mundial. Rózsavölgyi deshizo el triple empate el 3 de agosto de 1956 con 3:40.6.

El 11 de julio de 1957 en Turku se produjo un hecho curioso, que dio como resultado un nuevo primado europeo y mundial compartido. En una carrera local, dos atletas, nacidos con 15 días de diferencia, y con nombres muy parecidos, Olavi Salsola (1933-1995) y Olavi Salonen (1933), corrían la distancia en 3:40.2. La barrera de 3:40.0 cayó finalmente al día siguiente, cuando el checo, entonces checoslovaco, Stanislav Jungwirth (1930-1986) marcó unos excelentes 3:38.1. Jungwirth, que había sido bronce en el Europeo de 1954, fue testigo de la pérdida de su plusmarca mundial el 28 de agosto de 1958, cuando Elliott realizó 3:36.0. El checoslovaco ocupó la segunda posición con 3:39.0. Unos días antes solo había podido ser octavo en el campeonato de Europa.

Tras los 3:36.0 de Elliott, la plusmarca mundial tardaría 23 años en volver a Europa. Elliott mejoró a 3:35.6 en la final de los Juegos de 1960. Posteriormente, en 1967, el estadounidense Jim Ryun (1947) correría en 3:33.1, y en 1974, en la final de los Juegos de la Commonwealth, el tanzano Filbert Bayi (1953) se convertía en el primer africano plusmarquista mundial de 1500 m, con 3:32.16. Durante todo ese tiempo, hubo algunos momentos en que los europeos pudieron acercarse a los que entonces eran los mejores registros del kilómetro y medio.

El crono de Jungwirth fue plusmarca europea hasta el 28 de julio de 1963, cuando el francés Michel Jazy (1936) realizó 3:37.8. Jazy había sido subcampeón olímpico en 1960. Fue oro europeo en 1500 m en 1962 y plata en 1966. En 5000 m fue campeón de Europa en 1966. Fue plusmarquista mundial de la milla y de los 3000 m. Perdió su primado europeo el 14 de julio de 1965, cuando el alemán Jürgen May (1942) corrió en 3:36.4, pero lo recuperó el 25 de junio del año siguiente con una décima menos, a 0.7 del tiempo de Elliott.

El sucesor de Jazy como plusmarquista europeo de 1500 m fue otro francés, Jean Wadoux (1942), que el 23 de julio de 1970 sorprendió con unos excelentes 3:34.0, segunda mejor marca de siempre a 0.9 del tope mundial de Jim Ryun. No tuvo el francés un gran recorrido. Sin embargo, hubo que esperar hasta el final de la década para superarlo. La irrupción de Coe y Ovett supuso la vuelta, por última vez, al dominio europeo de la prueba. Coe, más centrado en la milla que en el 1500, superó el primado continental de Wadoux el 17 de julio de 1979, al marcar 3:32.8 en el paso de una milla, que terminó con una nueva plusmarca mundial de 3:48.95 (homologada 3:49.0). Pocas semanas después, el 15 de agosto, el británico recuperaba para Europa la plusmarca mundial de los 1500 m, al correr la distancia en 3:32.03 (homologado 3:32.1). Este fue el único 1500 que corrió ese año y su única plusmarca mundial de una distancia en la que fue campeón olímpico en 1980 y 1984.

Seb Coe 3:32.8p 3:48.95
Seb Coe 3:32.03

El 15 de julio de 1980 unos días antes de los Juegos de Moscú, Steve Ovett se convertía en coplusmarquista Mundial, al menos oficialmente, de los 1500 m. Su tiempo real de 3:32.09 se homologó como 3:32.1, según la norma del momento, que cambiaba al final de ese mismo año. Si el británico no mejoraba perdería su condición de coplusmarquista. Tras los Juegos, en que ganó el oro en los 800 m y el bronce en los 1500, deshizo el empate al registrar 3:31.36 el 27 de agosto. Ovett, que había sido campeón de Europa dos años antes, sufrió un calvario de lesiones a partir de 1981. Aun así pudo realizar una nueva plusmarca mundial el 4 de septiembre de 1983. Sus 3:30.77 superaban los 3:31.24 que el estadounidense Sydney Maree había realizado unos días antes.

Steve Ovett 3:31.36
Seve Ovett 3:30.77

En 1985 cayó la barrera de los 3:30.00. El 16 de julio en un histórico enfrentamiento entre el británico campeón de Europa y del mundo y subcampeón olímpico Steve Cram y el marroquí Said Aouita (1959), campeón olímpico de 5000 m. En un disputadísimo final, el británico se impuso al marroquí con 3:29.67 por 3:29.71.

Esta sería la última plusmarca mundial de 1500 m superada por un atleta europeo. Cram perdería el primado mundial el 23 de agosto de ese mismo año, cuando Aouita mejoró hasta 3:29.46. Otros dos norteafricanos han sucedido al marroquí en la cabeza mundial de los 1500 m. Son el argelino Nourredine Morcelli (1970), que corrió en 3:28.86 en 1992 y 3:27.37 en 1995, y el actual plusmarquista mundial desde 1998, Hicham El Guerrouj.

El tiempo de Cram se mantuvo como plusmarca europea 12 años, hasta el 13 de agosto de 1997, cuando el español Fermín Cacho (1969) realizó 3:28.95. Era la primera vez que un atleta superaba el primado continental sin ganar la carrera. El español resultó derrotado por El Guerrouj, con 3:28.91. A esas alturas, Cacho ya había sido campeón olímpico en 1992, subcampeón en 1996, subcampeón mundial en 1993 y 1997 y campeón de Europa en 1994.

El sucesor de Cacho fue el sorprendente británico Mohamed Farah (1983). El doble campeón olímpico de 5000 y 10 000 m en 2012, que repetiría en 2016, corrió el 19 de julio de 2013 en 3:28.81, detrás del campeón olímpico de la distancia, el keniano Asbel Kiprop (1989), 3:27.72. Farah casi igualaría esta marca en 2015, al realizar 3:28.93. Sin embargo, nunca compitió en esta prueba. Continuaría con el fondo en pista y posteriormente en la carretera.

La última plusmarca europea, como se ha señalado, son los 3:28.68 de Jakob Ingebrigtsen. Como en las dos anteriores, ocupó la segunda plaza, detrás del keniano campeón del mundo en 2019, el keniano Tim Cheruiyot (1995), que marcó 3:28.41. Hace ya 35 años que un europeo no es plusmarquista mundial. ¿Tiene posibilidades el pequeño de los Ingebrigtsen de ser el siguiente?

Progresión de la plusmarca europea masculina de 1500 m

3.54.7* John Zander SUE Estocolmo 05 08 1917
3.52.6* Paavo Nurmi FIN Helsinki 19 06 1924
3.51.0* Otto Peltzer ALE Berlín 11 09 1926
3.49.2* Jules Ladoumégue FRA París 05 10 1930
3.49.2* Luigi Beccali ITA Turín 09 09 1933
3.49.0* Luigi Beccali ITA Milán 17 09 1933
3.48.6 Miklos Szabo HUN Budapest 03 10 1937
3.47.6* Gunder Hägg SUE Estocolmo 10 08 1941
3.45.8* Gunder Hägg SUE Estocolmo 17 07 1942
3.45.0* Arne Andersson SUE Gotemburgo 17 08 1943
3.43.0* Gunder Hägg SUE Gotemburgo 07 07 1944
3.43.0* Lennart Strand SUE Malmö 15 07 1947
3.43.0* Werner Lueg GER Berlín 29 06 1952
3.42.4 Sandor Iharos HUN Oslo 03 08 1954
3.42.2 István Rózsavölgyi HUN Belgrado 16 07 1955
3.40.8* Sandor Iharos HUN Helsinki 28 07 1955
3.40.8* Laszlo Tabori HUN Oslo 06 09 1955
3.40.8* Gunnar Nielsen DIN Oslo 06 09 1955
3.40.6* István Rózsavölgyi HUN Tata 03 08 1956
3.40.2* Olavi Salsola FIN Turku 11 07 1957
3.40.2* Olavi Salonen FIN Turku 11 07 1957
3.38.1* Stanislav Jungwirth CHE Stará Boleslav 12 07 1957
3.37.8 Michel Jazy FRA Colombes 28 07 1963
3.36.4 Jurgen May RDA Erfurt 14 07 1965
3.36.3 Michel Jazy FRA Sochaux 25 06 1966
3.34.0 Jean Wadoux FRA Colombes 23 07 1970
3.32.8 Sebastian Coe GBR Oslo 17 07 1979
3.32.03 (3:32.1**) Sebastian Coe GBR Zürich 15 08 1979
3.31.36* Steve Ovett GBR Koblenz 27 08 1980
3.30.77* Steve Ovett GBR Rieti 04 09 1983
3.29.67* Steve Cram GBR Nizza 16 07 1985
3.28.95 Fermin Cacho ESP Zürich 13 08 1997
3.28.81 Mohamed Farah GBR Mónaco 19 07 2013
3:28.68 Jakob Ingebrigtsen NOR Mónaco 14 08 2020

*Fueron en su momento plusmarcas mundiales **El 15 de julio de 1980, Steve Ovett corrió los 1500 m en 3:32.09. La Federación Internacional homologó este tiempo como 3:32.1.

Lista de las mejores marcas masculinas europeas de 1500 m (hasta el 17 09 2020)

1 3:28.68 Jakob Ingebrigtsen 2000 NOR Mónaco 14 08 2020
2 3:28.81 Mo Farah 1983 GBR Mónaco 19 07 2013
3 3:28.95 Fermín Cacho 1969 ESP Zürich 13 08 1997
4 3:28.98 Mehdi Baala 1978 FRA Bruselas 05 09 2003
5 3:29.47 Jake Wightman 1994 GBR Mónaco 14 08 2020
6 3:29.67 Steve Cram 1960 GBR Niza 16 07 1985
7 3:29.77 Sebastian Coe 1956 GBR Rieti 07 09 1986
8 3:30.01 Filip Ingebrigtsen 1993 NOR Mónaco 20 07 2018
9 3:30.07 Rui Silva 1977 POR Mónaco 19 07 2002
10 3:30.33 Ivan Heshko 1979 UCR Bruselas 03 09 2004
11 3:30.57 Reyes Estévez 1976 ESP Sevilla 24 08 1999
12 3:30.62 Charlie Da’Vall Grice 1993 GBR Monaco 12 07 2019
13 3:30.77 Steve Ovett 1955 GBR Rieti 04 09 1983
14 3:30.83 Fouad Chouki 1978 FRA Zürich 15 08 2003
15 3:30.92 José Luís González 1957 ESP Niza 16 07 1985
16 3:30.94 Isaac Viciosa 1969 ESP Mónaco 08 08 1998
17 3:31.13 José Manuel Abascal 1958 ESP Barcelona 16 08 1986
18 3:31.17 Robert K. Andersen 1972 DIN Zürich 13 08 1997
19 3:31.21 José Antonio Redolat 1976 ESP Estocolmo 17 07 2001
20 3:31.30 İlham Tanui Özbilen 1990 TUR Mónaco 19 07 2013
21 3:31.45 Driss Maazouzi 1969 FRA Mónaco 19 07 2002
22 3:31.46 Henrik Ingebrigtsen 1991 NOR Mónaco 18 07 2014
22 3:31.46 Marcin Lewandowski 1987 POL Doha 06 10 2019
24 3:31.48 Andrés Manuel Díaz 1969 ESP Mónaco 18 08 2000
25 3:31.57 Juan Carlos Higuero 1978 ESP Roma 14 07 2006
26 3:31.58 Thomas Wessinghage 1952 ALE Coblenza 27 08 1980
27 3:31.75 Pierre Délèze 1958 SUI Zürich 21 08 1985
28 3:31.86 John Mayock 1970 GBR Bruselas 22 08 1997
29 3:31.96 Harald Hudak 1957 ALE Coblenza 27 08 1980
30 3:31.98 Homiyu Tesfaye 1993 ALE Roma 05 06 2014
31 3:32.06 Nadir Bosch 1973 FRA París 21 07 1999
32 3:32.11 Chris O’Hare 1990 GBR Mónaco 20 07 2018
33 3:32.28 Vyacheslav Shabunin 1969 RUS Roma 30 06 2000
34 3:32.34 Anthony Whiteman 1971 GBR Mónaco 16 08 1997
35 3:32.37 Eric Dubus 1966 FRA Niza 12 07 1995
35 3:32.37 Michael East 1978 GBR Roma 02 07 2004
37 3:32.49 Jakub Holuša 1988 CHE Mónaco 20 07 2018
38 3:32.52 Josh Kerr 1997 GBR Doha 06 10 2019
39 3:32.69 Peter Elliott 1962 GBR Sheffield 19 07 1990
40 3:32.70 Arturo Casado 1983 ESP Berlín 22 08 2010
41 3:32.73 Bouabdellah Tahri 1978 FRA Mónaco 19 07 2013
42 3:32.77 Jens-Peter Herold 1965 ALE Rieti 06 09 1992
43 3:32.78 Gennaro Di Napoli 1968 ITA Rieti 09 09 1990
44 3:32.88 Álvaro Fernández 1981 ESP Bruselas 03 09 2004
45 3:32.89 Gert-Jan Liefers 1978 NED Bruselas 24 08 2001

Historia de la plusmarca mundial de 5000 metros

Esta temporada tan extraña nos está dejando registros de gran calidad, pese a las circunstancias. Ha habido dos plusmarcas de mucha calidad, la mundial masculina de 5000 m y la europea de 1500 m. En esta entrada vamos a contar la historia de la primera y dejaremos la historia de la segunda para una próxima entrada.

Los 5000 m que se disputan en la actualidad derivan de la distancia británica de las 3 millas, 4828 m, que se corrió oficialmente hasta 1977. En los Juegos de la Commonwealth no se disputaron las distancias métricas hasta 1970. La primera plusmarca mundial homologada de los 5000 m corrió a cargo de Johannes Kolehmainen (1889-1966), el pionero de los finlandeses voladores, 14:36.6, realizados el 10 de julio de 1912, año en que se estrenó esta distancia en los Juegos. Kolehmainen derrotó en un cerrado final al francés Jean Bouin (1888-2014). El finlandés previamente había ganado los 10 000 m, también olímpicos por primera vez. Se hizo, asimismo, con el oro en la prueba individual de campo a través y con la plata por equipos. En 1920 volvió a los Juegos y ganó el oro en la prueba de maratón.

El dominio finlandés en las pruebas de fondo sería apabullante los siguientes 20 años. La plusmarca de Kolehmainen duró 10 años, hasta el 12 de septiembre de 1922. Ese día su compatriota, el mítico Paavo Nurmi (1897-1973), considerado por muchos el mejor corredor de fondo de siempre, realizó 14:35.4. Casi dos años después, poco antes de los Juegos olímpicos de 1924, el 19 de junio, Nurmi decidió correr un 1500 y un 5000 en el espacio de una hora, el mismo horario que en los Juegos. Consiguió sendas plusmarcas mundiales, con 3:52.6 y 14:28.2. Poco después en París se haría con los dos oros, de los nueve que ganó en 3 Juegos. En su carrera atlética, Nurmi superó oficialmente 22 plusmarcas mundiales en distancias desde los 1500 m a los 20 Km.

Otro finlandés, Lauri Lehtinen (1908-1973), mejoró a Nurmi el 19 de junio de 1932, al correr en 14:17.0. Seis semanas más tarde, en una final con polémica, se hizo con el oro olímpico de la distancia. Fue plata en los Juegos de 1936. Taisto Mäki (1910-1979) fue el último finlandés volador en poseer el tope universal de los 5 Km. El 16 de junio de 1939 registró 14:08.8. Tres meses más tarde, se convirtió, con 29:52.6, en el primer atleta en correr los 10 000 m en menos de media hora.

Mientras el mundo se desangraba en la Segunda Guerra Mundial, los suecos Gunder Hägg (1918-2004) y Arne Andersson (1917-2009) mantenían una pugna mucho más amable, que dio como resultado 19 plusmarcas mundiales, sobre todo en distancias de medio fondo. Una de ellas fueron los 13:58.4 de Hägg en 5000 m, el 20 de septiembre de 1942. Tuvo que correr los últimos 200 m en 29 segundos para romper, por primera vez en la historia, la barrera de los 14 minutos.

El checo, entonces checoslovaco, Emil Zátopek (1922-2000) ya había ganado cuatro oros olímpicos cuando el 30 de mayo de 1954 se incorporó a la lista de plusmarquistas mundiales de 5000 m con 13:57.2. Tan solo dos días después, el 1 de junio, corría los 10 000 m en 28:54.2, primera marca por debajo de 29 minutos. Parecía que no se le escaparía el doble oro en los campeonatos de Europa. Pero, aunque ganó fácilmente los 10 000 m, otra vez por debajo de 29 minutos, se vio impotente para frenar al ucraniano, entonces soviético, Vladimir Kuts (1927-1975) que lo arrolló en los 5000 m, con una nueva plusmarca mundial, 13:56.6, el 29 de agosto de 1954.

La irrupción de Kuts, que había comenzado a practicar atletismo a los 22 años, llevó a que en tres años, de 1954 a 1957, se superase la plusmarca mundial ocho veces, por cuatro atletas. La mejoría total fue de más de 20 segundos. El 13 de octubre del mismo 1954 tuvo lugar en Londres un encuentro entre el Reino Unido y la Unión Soviética. Kuts se enfrentaba al británico Chris Chataway (1931-2014), una de las liebres de la famosa carrera de Iffley Road, donde su amigo Roger Bannister (1929-2018) había roto la barrera de los 4 minutos en la milla, y reciente subcampeón de Europa de 5000 m. Kuts impuso un ritmo rapidísimo, pero Chataway se las arregló para seguirlo y superarlo casi en la línea de llegada con 13:51.6, 0.2 menos que el soviético. Este, sin embargo, fue capaz de correr en 13:51.2 diez días más tarde.

En 1955 Kuts continuó peleando por la supremacía mundial en los 5000 m. Esta vez su rival fue el húngaro Sándor Iharos (1930-1996). Junto con Nurmi, Iharos ha sido el único atleta capaz de superar las plusmarcas mundiales de 1500, 5000 y 10 000 m. El 10 de septiembre, en un encuentro entre Hungría y Polonia, Iharos dejaba el tope mundial en 13:50.8. Kuts corría ocho días más tarde en 13:46.8. Finalmente el 23 de octubre, en el campeonato nacional Iharos se iba a 13:40.6.

En 1956, año olímpico, los corredores de 5000 m seguían rompiendo límites. El 19 de junio, el británico Gordon Pirie (1931-1991) derrotaba a Kuts por 2.8, con 13:36.8. En los Juegos de Melbourne, sin embargo, el soviético no dio opción. Ganó con gran diferencia el oro en ambas pruebas, mientras el británico se hundió en el último kilómetro de la prueba más larga y fue segundo, a gran distancia, en la prueba más corta. Finalmente, el 13 de octubre de 1957, el año de su retirada, Kuts recuperaba el primado mundial con 13:35.0.

Pasaron ocho años hasta que surgió otro atleta que volvió a dar un enorme salto cualitativo a la prueba, el australiano Ron Clarke (1937-2015). Clarke había dejado el atletismo durante cuatro años. Lo retomó en 1960, ya con 23 años. En su no muy larga carrera atlética, el australiano superó oficialmente 17 plusmarcas mundiales. Llevó la de 5000 m de los 13:35.0 de Kuts a 13:16.6 y la de 10 000 m de los 28:18.2 del ruso, entonces soviético, Piotr Bolotnikov (1930-2013), hasta unos estratosféricos 27:39.4. En 5000 m superó la plusmarca mundial en cuatro ocasiones, las tres primeras en 1965, 13:34.8 el 16 de enero, 13:33.6 el 1 de febrero y 13:25.8 el 4 de junio. Sin embargo, no acabó siendo el más rápido ese año, ya que el 30 de noviembre el keniano Kip Keino (1940) realizó 13:24.2. No obstante, el australiano volvió a ser el más rápido el 5 de julio de 1966, al irse a unos magníficos 13:16.6. La gran superioridad cronométrica de Clarke no se tradujo en medallas olímpicas. Tan solo pudo ganar el bronce en los 10 000 m de 1964. En 1968, en México, perjudicado por la altitud, solo fue 6º en los 10 000 m y 5º en los 5000. A su rival, Keino, le sucedió todo lo contrario, ya que México fue su cumbre como mediofondista-fondista de élite. Se proclamó campeón olímpico de 1500, en una memorable carrera, y subcampeón en 5000 m. Aún sería plata en el kilómetro y medio cuatro años más tarde, así como oro en obstáculos.

Clarke perdió sus plusmarcas mundiales de 5000 y 10 000 m el año 1972. El finlandés Lasse Virén (1949), rememorando glorias pasadas de su país, se hizo con el oro en los 5000 y 10 000 m en las finales olímpicas de 1972, en esta última distancia, con el primado mundial. Poco después, el 14 de septiembre, corría los 5 Km en 13:16.4, 0.2 menos que Clarke. Este nuevo tope solo le duró 6 días. El 20 de septiembre, el belga Emiel Puttemans (1947), que había sido quinto en la final olímpica de 5000 m y subcampeón de 10 000, marcaba 13:13.0 en la distancia más corta. Este registro estuvo cinco años en lo más alto, hasta el 5 de julio de 1977 en que el neozelandés Dick Quax (1948-2018) realizó 13:12.86 (homologado 13:12.9). Quax había sido subcampeón olímpico de la distancia en año anterior, detrás de Virén, que ya había repetido oro en 10 000 m.

El tiempo de Quax resultó superado en menos de un año por el huracán keniano Henry Rono (1952). El 8 de abril se iba a 13:08.4. Fue la primera de cuatro plusmarcas mundiales en cuatro pruebas. El 13 de mayo corrió los 3000 m obstáculos en 8:05.4, el 11 de junio los 10 000 m en 27:22.4 y el 27 de junio los 3000 m lisos en 7:32.1. En los años siguientes sufrió el boicot de su país a los Juegos de 1980, tuvo problemas con los federativos, ganó peso y padeció lesiones. No obstante, el 13 de septiembre de 1981, en una polémica carrera con liebre dobladas, realizó 13:06.20.

El tiempo de Rono acabó mostrándose efímero. El 7 de julio de 1982, en una carrera sin liebres, el británico Dave Moorcroft (1953), subcampeón de Europa de 1500 m cuatro años antes, marcaba 13:00.41. Rono fue testigo de la pérdida de su plusmarca. Fue cuarto en la carrera con 13:25.14. Moorcroft no mantuvo la forma en septiembre, en el campeonato de Europa de 5000 m, y solo pudo ser tercero.

La barrera de los 13 minutos estaba muy cerca, pero aún se hizo esperar. En 1983, en el primer campeonato del Mundo al aire libre, el marroquí Said Aouita (1959) ganaba el bronce en los 1500 m. Al año siguiente, pese a tener la mejor marca del año en esta prueba, optó por correr el 5000 en los Juegos Olímpicos, distancia en al que logró el oro. El 27 de julio de 1985 restaba 0.01 a la plusmarca mundial. El límite de los 13 minutos caería dos años más tarde, el 22 de julio de 1987, cuando marcó 12:58.39. Aouita fue campeón mundial de 5000 m en 1987. En 1988 trató de volver a sus orígenes disputando los 800 y los 1500 m en los Juegos Olímpicos de Seúl. Aun mermado físicamente fue bronce en las dos vueltas, pero no salió en su semifinal en el kilómetro y medio. Como Nurmi, Hägg e Iharos, superó las plusmarcas mundiales de 1500 y 5000 m.

Los años 90 vieron la irrupción de uno de los mejores fondistas de la historia, el etíope Haile Gebrselassie (1973). Su presencia marcó otra época dorada en la distancia, con una mejoría de 19 segundos en cuatro años y 6 plusmarcas mundiales, cuatro suyas, por parte de seis atletas. Competitivamente solo se dedicó al 5000 en una ocasión, en el Campeonato del Mundo de 1993, donde ocupó la segunda plaza. Fue campeón mundial de 10 000 m en cuatro ocasiones y dos veces campeón olímpico. En esta distancia consiguió tres primados mundiales. Obtuvo su primera plusmarca mundial de 5000 m el 4 de junio de 1994, con 12:56.96. El 8 de junio de 1995 perdió su primado mundial a manos del keniano Moses Kiptanui (1971), campeón y plusmarquista mundial de obstáculos, que corrió en 12:55.30, pero el 16 de agosto Gebre lograba unos sorprendentes 12:44.39. El 13 de agosto de 1997 mejoraba hasta 12:41.86. Segundo, con 12:44.90, fue el keniano Daniel Komen (1976), uno de los mayores talentos del fondo mundial. Seis días después, el 22 de agosto, Komen sorprendía con 12:39.74. Su carrera había sido fulgurante. El año anterior había superado la plusmarca mundial de 3000 m con 7:20.67, aún vigente. En 1997 ganó el campeonato mundial de 5000 m. Seis días después de su plusmarca de 5000 m, se convertía en el primer atleta en correr la inusual distancia de las dos millas en menos de 8 minutos, 7:58.61 (¡dos millas seguidas en menos de 4 minutos!). Su motivación por el atletismo, no obstante, era irregular y su carrera en la élite fue corta. Gebre fue capaz de recuperar el tope universal de la distancia al correr en 12:39.36 el 13 de junio de 1998. En la última parte de su carrera atlética, que se prolongó hasta 2012, el etíope se dedicó al maratón, distancia en la que superó otras dos plusmarcas mundiales.

Haile Gebrselassie 12:56.97
Haile Gebrselassie 12:41.86
Daniel Komen 12:39.74
Haile Gebrselassie 12:39.36

El sucesor de Gebre fue otro etíope, Kenenisa Bekele (1982), que el 31 de mayo de 2004 mejoró hasta 12:37.35. Bekele, también plusmarquista de 10 000 m, fue oro olímpico en 5000 m en 2008 y en 10 000 m en 2004 y 2008, además de cinco veces campeón del mundo en pista (4 en 10 000 y una en 5000) y once veces campeón del mundo de campo a través, entre carreras cortas y largas. Continúa activo en maratón, prueba en la que el año pasado acreditó 2h01:41, 2 segundos más que la plusmarca mundial de Eliud Kipchoge (1984), a quien, si está en forma, disputará el oro olímpico el próximo año en Tokio.

Han pasado 16 años para ver una nueva plusmarca mundial de 5000 m, los 12:35.36 del ugandés Joshua Cheptegei (1996), el campeón del mundo de campo a través y de 10 000 m. El límite de los 12:30.00, que supondría una media de menos de un minuto por vuelta, está ahí. El propio Cheptegei, alguno de los jóvenes etíopes Selemon Barega (2000), 12:43.02 (2018), Hagos Gebrhiwet (1994), 12:45.82 (2018) o Yomif Kejelcha (1997), 12:46.73 (2018) o quién sabe, el noruego Jakob Ingebrigtsen (2000), que al año pasado hizo 13:02.03, podrían romper esta barrera en el futuro próximo.

Progresión de la plusmarca mundial masculina de 5000 m

14:36.6 Hannes Kolehmainen (FIN) 10 07 1912 Estocolmo
14:35.4 Paavo Nurmi (FIN) 12 09 1922 Estocolmo
14:28.2 Paavo Nurmi (FIN) 19 06 1924 Helsinki
14:17.0 Lauri Lehtinen (FIN) 19 06 1932 Helsinki
14:08.8 Taisto Mäki (FIN) 16 06 1939 Helsinki
13:58.2 Gunder Hägg (SUE) 20 09 1942 Gotemburgo
13:57.2 Emil Zátopek (CHE) 30 05 1954 París
13:56.6 Vladimir Kuts (URS) 29 08 1954 Berna
13:51.6 Chris Chataway (GBR) 13 10 1954 Londres
13:51.2 Vladimir Kuts (URS) 23 10 1954 Praga
13:50.8 Sandor Iharos (HUN) 10 09 1955 Budapest
13:46.8 Vladimir Kuts (URS) 18 09 1955 Belgrado
13:40.6 Sandor Iharos (HUN) 23 10 1955 Budapest
13:36.8 Gordon Pirie (GBR) 19 06 1956 Bergen
13:35.0 Vladimir Kuts (URS) 13 10 1957 Roma
13:34.8 Ron Clarke (AUS) 16 01 1965 Hobart
13:33.6 Ron Clarke (AUS) 01 02 1965 Auckland
13:25.8 Ron Clarke (AUS) 04 06 1965 Compton
13:24.2 Kipchoge Keino (KEN) 30 11 1965 Auckland
13:16.6 Ron Clarke (AUS) 05 07 1966 Esocolmo
13:16.4 Lasse Virén (FIN) 14 09 1972 Helsinki
13:13.0 Emiel Puttemans (BEL) 20 09 1972 Bruselas
13:12.9 Dick Quax (NZL) 05 07 1977 Estocolmo
13:08.4 Henry Rono (KEN) 08 04 1978 Berkeley
13:06.20 Henry Rono (KEN) 13 09 1981 Knarvik
13:00.41 David Moorcroft (GBR) 07 07 1982 Oslo
13:00.40 Said Aouita (MAR) 22 07 1985 Oslo
12:58.39 Said Aouita (MAR) 27 07 1987 Roma
12:56.96 Haile Gebrselassie (ETI) 04 06 1994 Hengelo
12:55.30 Moses Kiptanui (KEN) 08 06 1995 Roma
12:44.39 Haile Gebrselassie (ETI) 16 08 1995 Zúrich
12:41.86 Haile Gebrselassie (ETI) 13 08 1997 Zúrich
12:39.74 Daniel Komen (KEN) 22 08 1997 Bruselas
12:39.36 Haile Gebrselassie (ETI) 13 06 1998 Helsinki
12:37.35 Kenenisa Bekele (ETI) 31 05 2004 Hengelo
12:35.36 Joshua Cheptegei (UGA) 14 08 2020 Mónaco