Jan Železný, subcampeón y tricampeón olímpico en lanzamiento de jabalina

El 20 de julio de 1984, el alemán del Este Uwe Hohn (1962) rompía con holgura la barrera de los 100 m en lanzamiento de jabalina, al irse a unos sorprendentes 104.80 m. Enseguida saltaron las alarmas. Esta distancia representaba casi el límite de la longitud del centro de los estadios de atletismo. La IAAF (hoy World Athletics) decidió adelantar 10 cm el centro de gravedad de la jabalina, lo que haría que los lanzamientos fuesen más cortos. El nuevo artefacto se introdujo en 1986. La mejor marca de ese año correspondió al alemán del Oeste Klaus Tafelmeier (1958), que se convirtió, con 85.74 m, oficialmente en el primer plusmarquista mundial de la especialidad con la nueva jabalina. El tope universal le duró al alemán menos de un año, pues el 31 de mayo de 1987 un joven checoslovaco llamado Jan Železný lanzaba 87.66 m.

Jan Železný había nacido el 16 de junio de 1966 en Mladá Boreslav, una ciudad de 45 000 habitantes 50 Km al noreste de Praga. Antes de dedicarse al atletismo había practicado hockey sobre hielo y balonvolea. En su etapa de junior (sub20) ya mostraba una gran solidez, con un sexto y un cuarto puestos en los Europeos de la categoría de 1983 y de 1985 respectivamente. En 1986, ya con la nueva jabalina, lanzó 82.48 m, sexta mejor marca de ese año, aunque no pudo pasar a la final del Europeo absoluto al aire libre. Tras su plusmarca mundial de 87.66 m al año siguiente, era uno de los favoritos para hacerse con el título de campeón del mundo ese 1987 en Roma. No ganó, pero su actuación fue buena. Se colocó en cabeza en la segunda ronda con 82.20 m, marca que no mejoró y que le sirvió para ganar el bronce, detrás del finlandés Seppo Räty (1962) y del ucraniano, entonces soviético, Viktor Yevsyukov (1956).

El objetivo para 1988 era el oro olímpico en los Juegos que se disputarían en Seúl. Železný llegó a Corea en una gran forma. Se clasificó brillantemente con un solo lanzamiento de 85.90 m, que le habrían hecho ganar el oro. Su rendimiento en la final fue algo peor. Tras un nulo lanzó 82.32 m, que lo colocaban segundo a 0.46 m del primero, el finlandés Tapio Korjus (1961). En la tercera ronda Seppo Räty se colocó en cabeza con 83.26 m, pero en la cuarta ronda Železný lo superó con 83.46 m. El entonces checoslovaco, que lanzaba en antepenúltima posición, reforzó su liderato en el último intento con 84.12 m. Sin embargo, Korjus, que no había mejorado su primer lanzamiento y había renunciado a dos rondas por calambres, hizo un último intento de 84.28 m, que le dio el oro, pues Räty no lo superó. Tras una reñida competición, Železný se fue con la plata, que probablemente le supo a poco.

El rendimiento de Železný en los cuatro años del siguiente ciclo olímpico fue más bajo de lo esperado. Tuvo problemas de espalda que no dejaron de acompañarlo. No pudo clasificarse para las finales del Europeo de 1990 y del Mundial de 1991. Protagonizó, no obstante, junto con su gran rival, y amigo, el británico Steve Backley (1969) y con Räty una serie de plusmarcas mundiales que acabaron no siéndolo. En marzo de 1990 el sueco Patrick Bodén (1967) había mejorado el tope mundial del checoslovaco con 89.10 m. Unos meses después, el 2 de julio, Backley se iba hasta 89.58 m. El 14 de julio, Železný, utilizando un modelo de jabalina Nemeth, con superficie rugosa, conseguía 89.66 m. Backley, el 20 de julio, recuperaba la plusmarca mundial con 90.98 m, con el mismo modelo de jabalina. Al año siguiente, también con este modelo Nemeth, Räty registraba 91.98 y 96.96 m. La IAAF, temerosa de volver a lanzamientos de más de 100 m, decidió, en agosto de 1991, no homologar este tipo de jabalina, por lo que la plusmarca mundial pasó de nuevo a los 89.58 m de Backley.

Železný parecía completamente recuperado en el año olímpico de 1992. El 4 de julio superaba el tope universal por más de 5 m, 94.74 m, con una nueva jabalina Nemeth. Sin embargo, este nuevo artefacto tampoco fue del agrado de la IAAF, que decidió no homologalo. En los Juegos de Barcelona, el checoslovaco, que representaba por última vez a este país, no dio opción. Hizo un único lanzamiento en la clasificación, 83.96 m, el mejor de todos los participantes. En la final se colocó en cabeza con un primer lanzamiento de 89.66 m, plusmarca olímpica. No mejoró en las siguientes cinco rondas, pero fue suficiente para ganar holgadamente, con más de 3 m de ventaja sobre Räty, plata. El bronce fue para Backley.

Los cuatro años siguientes al oro de Barcelona fueron los mejores del gran lanzador, que desde 1993 representaba a la República Checa, separada de Eslovaquia. El 6 de abril de 1993 conseguía su primera plusmarca mundial homologada, 95.54 m. El 28 de agosto mejoró hasta 95.66 m. Entre medias, se hacía con su primer oro en un Mundial. En el Europeo del año siguiente fue bronce, su mejor actuación en este campeonato, que repetiría en 2006. En 1995 revalidó su título mundial. Las perspectivas para repetir oro olímpico eran excelentes y se acrecentaron el 25 de mayo de 1996, cuando lanzó 98.48 m, plusmarca mundial aún vigente. En la final olímpica de Atlanta, Backley se colocó en cabeza en la primera ronda con 87.44 m, mientras Železný hacía un nulo. En la segunda ronda, el checo se aupó a la primera posición con 88.16 m. Ninguno de los dos mejoró y las posiciones no se movieron. Räty fue bronce con 86.98 m.

Los siguientes cuatro años resultaron complicados para Železný, que sufrió numerosos problemas físicos, especialmente una grave lesión de hombro en 1998. Sin embargo, consiguió recuperarse, y en 1999 pudo ganar el bronce en el Mundial. Con 34 años, esperaba un tercer oro olímpico, algo inédito en su prueba. Acudía a los Juegos de Sydney con una mejor marca del año de 90.59 m. Mostró su excelente forma con un único lanzamiento de 89.39 m en la clasificación. En la final, volvió a mantener un notable duelo con Steve Backley. El checo se puso primero en el primer intento con 89.45, el británico lo superó en la segunda ronda con 89.85 m, nueva plusmarca olímpica, pero el checo mejoró en la tercera ronda con 90.17 m. Ninguno de los dos lanzó más lejos y las posiciones se mantuvieron. El ruso Sergei Makarov (1973) fue bronce.

Con este tercer oro olímpico, más la plata de 1988, Jan Železný igualaba al georgiano, que representaba a la Unión Soviética, Viktor Saneyev (1945), oro en triple salto en 1968, 1972 y 1976 y plata, en una final muy polémica, en 1980, como tercer mejor atleta olímpico en una sola prueba. Por delante, con cuatro oros consecutivos, tan solo están el discóbolo estadounidense Al Oerter (1936-2007), oro en 1956, 1960, 1964 y 1968) y su compatriota saltador de longitud Carl Lewis (1961), oro en 1984, 1988, 1992 y 1996.

Železný continuó rindiendo al más alto nivel una temporada más. En 2001 conseguía su tercer oro en un Mundial. A partir de 2002 sus prestaciones bajaron, si bien aún fue cuarto en el Mundial de 2003, noveno en los Juegos de 2004 y bronce en el Europeo de 2006, con 40 años, el año de su retirada.

Continuó vinculado al atletismo como entrenador de lanzadores de jabalina. También trabaja para el comité olímpico internacional. Es además el director de la Reunión Internacional de Ostrava, incluida en la serie World Athletics Tour.

Hoy, 17 de julio se cumplen cuatro años desde que comencé este blog. Lo hice con muchas dudas, pensando si lo que yo escribiese podría llegar a interesar a alguien y de si sería capaz de encontrar el tiempo y la motivación suficientes para mantenerlo. Hoy, tras 143 entradas y 66 500 visitas esas dudas se han disipado. Gracias a todos los que me leéis.

10 comentarios en “Jan Železný, subcampeón y tricampeón olímpico en lanzamiento de jabalina

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