Final olímpica de 800 metros 1996, cuando todos se acuerdan del que no está

Hasta la carrera de la plusmarca mundial del keniano David Rudisha (1988) en los Juegos de Londres, la final olímpica de 800 de 1996 había sido la mejor de las disputadas hasta entonces. Nada menos que cuatro atletas superaron la anterior plusmarca olímpica, 1:43.00 del brasileño Joaquim Cruz (1963) desde 1984. El vencedor, el noruego Vebjørn Rodal (1972), que, con 1:42.58, hizo la carrera de su vida, superando su mejor marca personal anterior por 0.37. Se impuso al surafricano Hezekiel Sepeng (1974), 1:42.74, al keniano Fred Onyancha, 1:42.79, y al cubano Norberto Téllez (1972), 1:42.85, que habría ganado con ese tiempo cualquiera de las anteriores finales olímpicas. Penúltimo fue el incombustible estadounidense Johnny Gray (1960), que corría su cuarta final olímpica, con unos buenos 1:44.21. Incluso el tiempo del marroquí Benyounés Lahlou (1964) de 1:45.52, que ocupó la octava posición, no desentonaba en absoluto.

Pese a haber contemplado una carrera superlativa, la mayoría de los aficionados se preguntaban qué habría sucedido si hubiese tomado parte el gran ausente, el danés de origen keniano Wilson Kipketer (1972). Kipketer había sido campeón del mundo al año anterior. Ese 1996 había acreditado la mejor marca del año de 1:42.51 y estaba invicto. Sin embargo, pese a su nueva nacionalidad danesa, no cumplía los requisitos del Comité Olímpico Internacional para participar en los Juegos. Terminó la temporada con pleno de victorias y una mejor marca de 1:41.83, a 0.10 de la plusmarca mundial del británico Seb Coe (1956).

Wilson Kipketer había comenzado a practicar atletismo muy joven, en la Escuela Católica de San Patricio, en Iten, región de Eldoret, a las órdenes del hermano Colm O’Conell (1948). O’Conell es un misionero irlandés que ha llevado al oro olímpico a atletas como Peter Rono (1967), Matthew Birir (1972) o David Rudisha. El joven Wilson ya corría los 800 m en 1:48.5 en 1987, con 14 años. En 1990 se trasladó a Dinamarca a estudiar Ingeniería Electrónica. Su adaptación fue tan buena que decidió solicitar la ciudadanía de ese país. En 1994 fue capaz de ganar 16 de las 18 carreras de 800 m que disputó y terminó el año segundo de la lista mundial con 1:43.29. En 1995 lideró la lista del año con 1:42.87 y se proclamó, representando a Dinamarca, campeón del mundo al aire libre. Ganó 10 de 12 carreras.

Por su parte Vebjørn Rodal había sido séptimo en los 800 m del Europeo Junior (sub20) de 1991. El ganador, el prometedor británico Curtis Robb (1972) ocupó la sexta posición en la final olímpica del año siguiente, pero numerosos problemas de rodilla cortaron su progresión. Probablemente por ello, hoy es cirujano ortopédico especializado en rodilla. Rodal sí continuó mejorando de forma muy notable. En 1992 realizó 1:45.33 y fue semifinalista en los Juegos Olímpicos. En 1994 dio un gran salto de calidad al correr en 1:43.50. Fue subcampeón de Europa al aire libre, detrás del italiano Andrea Benvenutti (1969) y por delante del español Tomás de Teresa (1968). En 1995, Rodal fue bronce en el campeonato del mundo al aire libre, a 0.60 del ganador, Wilson Kipketer. 1996 fue su mejor año y su punto más alto. El 5 de julio mejoró hasta 1:42.95, pero resultó derrotado por Kipketer, 1:42.76. Seis días más tarde, en Londres, corría en 1:43.25. La ausencia de Kipketer lo convertía en el favorito para el oro olímpico.

Como sucede desde los Juegos de 1992, la prueba de 800 m constaba de tres rondas. La primera tuvo lugar el 28 de julio, con nueve series. El keniano David Kiptoo (1967) fue el más rápido con 1:45.11 en la cuarte serie En total hubo 11 atletas por debajo de 1:46.00. Hezékiel Sepeng se impuso en la primera semifinal del día siguiente con 1:45.16. Lahlou fue el vencedor en la segunda, con unos excelentes 1:43.99, 0.01 más que Johnny Gray. En la tercera sucedió lo que suele suceder cuando hay clasificaciones por tiempos. Sabedores de los registros previos, los atletas participantes impusieron un ritmo rápido. El ganador fue Norberto Téllez con 1:43.79, por delante de Kiptoo, 1:43.90, y de Rodal, 1:43.96, que entraba en la final por tiempos.

Estando Johnny Gray en la final, era difícil que fuese lenta, y no lo fue en absoluto. El estadounidense tomó la cabeza y pasó en 49.55 los 400 m. En la contrarrecta parecía que era capaz de abrir un pequeño hueco con el resto. Rodal se había quedado ligeramente y en el 500 iba sexto, pero remontó en 100 m hasta la segunda posición. Gray se quedó sin fuelle al entrar en la recta final, donde Rodal se destacó con fuerza seguido de Onyancha y de Téllez. Parecía que ese iba a ser el podio, pero en la mitad de la recta, Sepeng, que había estado toda la carrera en posición secundarias, hizo un acelerón final que lo llevó a la segunda posición.

Tras la carrera, todo el mundo se preguntaba que habría sucedido si Kipketer hubiese participado. Lo cierto es que tenía mejor marca que Rodal y que el noruego no lo había derrotado nunca. Tras los Juegos se enfrentaron en tres ocasiones, y Kipketer se mostró muy superior. En realidad, el noruego no volvió a alcanzar la forma de Atlanta. Tras los Juegos su carrera atlética fue decayendo de forma bastante rápida. En 1997 fue 5º en el Mundial al aire libre. No volvió a correr por debajo de 1:44.00 y no consiguió clasificarse para las finales del Mundial al aire libre de 1999 ni para los Juegos de 2000.

En cuanto a Kipketer, hizo una soberbia temporada en 1997, que se inició en el Mundial de París en pista cubierta donde corrió la serie clasificatoria en 1:43.96 y la final en 1:42.67, plusmarcas mundiales en los dos casos. Al aire libre igualó a Coe el 7 de julio, 1:41.73, y lo superó el 13 y el 24 de agosto, con 1:41.24 y 1:41.11. Anteriormente, el 8 de agosto, había revalidado su título mundial. Sin embargo, esta temporada fue su punto de inflexión. En 1998 tuvo un brote de malaria y una mala temporada, culminada con el último puesto en la final del Europeo al aire libre, tras tropezar en la última recta. Se recuperó, no obstante, en 1999. No pudo revalidar su título en pista cubierta pero sí al aire libre. Lideró la lista del año con 1:42.27. En 2000 consiguió dos plusmarcas mundiales en la prueba de 1000 m en pista cubierta, 2:15.25 y 2:14.96. Al aire libre compitió poco antes de los Juegos de Sídney y sufrió dos derrotas. Su mejor marca fue de 1:43.35. En la final olímpica, nadie quiso avivar el ritmo y ganó el más rápido, el alemán Nils Schumann (1978), que en la semifinal había hecho marca personal de 1:44.22. Kipketer fue segundo con 1:45.14, a 0.06 del ganador. Tras perderse la temporada de 2001, tuvo su último gran año en 2001, con una mejor marca del año de 1:42.32 y campeón de Europa. En 2003 fue cuarto en el Mundial al aire libre y en 2004 demostró su gran capacidad competitiva cuando ya no estando en su mejor momento consiguió la medalla de bronce.

Del resto de los protagonistas de la final de Atlanta, Sepeng fue subcampeón mundial al aire libre en 1999, año en que mejoró a 1:42.69, y cuarto en los Juegos de 2000. Desgraciadamente en 2005 resultó sancionado por un control antidrogas positivo. Onyancha no consiguió ningún resultado relevante tras su bronce en Atlanta. Finalmente Téllez consiguió la medalla de plata en el Mundial al aire libre de 1997 y fue cuarto en 1999.

La burocracia impidió que el mejor corredor de 800 m del momento hiciese que la final olímpica de 1996 fuese aun mejor. También hizo, probablemente, que Kipketer haya pasado a la historia como uno de los grandes de su prueba, que no tuvo el premio del oro olímpico.

2 comentarios en “Final olímpica de 800 metros 1996, cuando todos se acuerdan del que no está

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