Ana Peleteiro, bronce olímpico en una final histórica de triple salto

Los registros previos de los atletas en una gran competición son una buena referencia, pero no la única referencia. No es lo mismo elegir el momento y el lugar para hacer una gran marca, que prepararse para dar lo mejor de uno mismo el día de la final olímpica, la competición más grande. En una final olímpica se reúnen los mejores atletas del planeta, hombre y mujeres absolutamente excepcionales que buscan hacer historia. La historia anterior no es garantía de nada.

Hoy, en la final femenina de triple salto, las tres atletas que han logrado ir más allá de sus límites personales han copado el podio. La venezolana Yulimar Rojas (1995) parecía muy superior al resto. Aun así, se planteó el reto de ganar el oro con la plusmarca mundial. La suramericana tenía una mejor marca de 15.43 m, de este año, a tan solo 7 cm del viejo primado universal de la ucraniana Inessa Kravets (1966). El triple salto femenino es una prueba relativamente joven. Kravets fue la segunda campeona mundial en 1995, con 15.50 m. Rojas nacería dos meses después. La ucraniana fue la primera campeona olímpica, en 1996, con 15.33 m, plusmarca olímpica. Pues bien, la venezolana comenzó con un salto de 15.41 m, que borraba de un plumazo la plusmarca olímpica de Kravets y terminó con 15.67 m, registro con el que destronaba a la ucraniana, veintiséis años después.

La medalla de plata fue para la portuguesa de treinta y dos años Patrícia Mamona (1988). Mamona había sido campeona de Europa en 2016 y sexta en los anteriores Juegos Olímpicos. Llegó a Tokio con una mejor marca de 14.66 m, de este año, quinta mejor de las participantes este temporada y novena de siempre. No parecía la mejor opción para una medalla. Pero la portuguesa hizo el mejor concurso de su vida, con un primer salto de 14.91 m, que la colocó en la segunda posición, de la que no se movería. Mejoró hasta 15.01 m en la cuarta ronda y terminó con unos excelentes 14.97 m. Impresionante actuación.

La española Ana Peleteiro (1995) fue la tercera mujer que dio lo mejor de sí, y se llevó, con todo merecimiento, el bronce. Es la tercera atleta española medallista olímpica, tras María Vasco (1975), bronce en 20 Km marcha en 2000, y Ruth Beitia (1979), bronce en 2012 y campeona olímpica de salto de altura en 2016. Peleteiro mostró enseguida su talento, con un campeonato mundial sub20 siendo sub18, pero su trayectoria no estuvo exenta de dificultades. Nunca es fácil el camino hacia el podio olímpico.

Ana Peleteiro Brion nació el 2 de diciembre de 1995 en la villa marinera gallega de Ribeira. Comenzó a entrenar muy joven en el grupo de la Asociación de Atletismo y Deportes del Barbanza, en la vecina localidad de Puebla del Caramiñal, de la mano de Abelardo Moure (1979). Enseguida mostró un enorme talento para los saltos horizontales y la velocidad En 2012, con 16 años, se proclamó campeona del mundo sub20 de triple salto con 14.17 m, mejor marca española absoluta de ese año.

La repercusión mediática de esa victoria fue enorme. Quizá eso influyó negativamente en la joven Ana, que no logró seguir progresando en los años siguientes. Fue tercera en el Europeo sub20 de 2013 y sexta en el Mundial de la categoría en 2014. Hizo varios cambios de entrenador y de residencia. Se lesionó el año olímpico de 2016. Esa misma temporada se unió al grupo del cubano Iván Pedroso (1972), campeón olímpico de salto de longitud en 2000, en Guadalajara, donde encontró la necesaria estabilidad deportiva y personal. Entrenar con una atleta como Yulimar Rojas ha sido fundamental para retomar su carrera, como la propia Peleteiro ha reconocido.

Los resultados no se hicieron esperar. En 2017, en pista cubierta, por fin mejoraba, con 14.20 m, la marca de 2012. Fue 5ª en el Europeo en sala, subcampeona de Europa sub23 al aire libre y 7ª en el Mundial, con 14.23 m, entonces su mejor marca. En 2018 fue bronce en el Mundial bajo techo, con 14.40 m. Al aire libre repitió bronce en el Europeo. Ese año mejoró hasta 14.55 m. En 2019 se encaramó definitivamente a la élite europea, con su oro en el continental de pista cubierta con 14.73, plusmarca española absoluta.

Al aire libre, tras muchos problemas físicos, ocupó una buena 6ª plaza en el campeonato del mundo, con 14.47 m. Tras un complicado 2020, volvió en la temporada invernal de 2021 con una medalla de plata en el Europeo de pista cubierta, 14.52 m. Quedaban unos meses clave para el objetivo de muchos años, el asalto al podio olímpico. Con pocas competiciones, pero bien elegidas, Peleteiro acudió a los Juegos con 14.61 m, conseguidos en el campeonato de España, su mejor de siempre al aire libre. El corte en la clasificación era de 14.40 m. La española saltó 14.34 m en el primer intento y 14.62 m en el segundo. En la final había seis atletas con mejor marca esta temporada. Pero probablemente ella misma no tenía eso en cuenta y sí su gran capacidad competitiva. Comenzó con un buen salto de 14.55 m, que la colocó quinta. La tercera, la cubana Liadagmis Povea (1996), 14.93 m este año, había hecho 14.70 m. En la segunda ronda, Peleteiro superaba su plusmarca española, con 14.77 m, y se colocaba provisionalmente en la tercera posición. No obstante, la jamaicana Shanieka Riketts (1992), subcampeona del mundo, 14.98 m esta temporada, se iba a 14.84 m, desplazando momentáneamente del podio a la española. Esta respondió con 14.87 m en la quinta ronda. Y las posiciones ya no se movieron.

No me volváis a decir que es un atleta muy bueno al que le falla la cabeza. Si le falla la cabeza, si el día que tiene que darlo todo, fracasa porque le puede la presión, entonces no es bueno, palabras del afamado técnico español Mariano García Verdugo (1948). Y así son las cosas. El atleta que es capaz de motivarse y de canalizar el estrés en su beneficio el día de la gran competición es el que triunfa y es el que hace disfrutar a los aficionados. Hoy estas tres mujeres, Yulimar Rojas, Patrícia Mamona y Ana Peleteiro han demostrado cómo hay que comportarse en unos Juegos Olímpicos, el acontecimiento supremo en la vida de un deportista.

Me gustaría añadir esta nota personal para mostrar mi alegría por la clasificación para la final de 800 m de Adrián Ben, otro enorme competidor. Adrián ha hecho historia. Es el primer corredor español que correrá una final olímpica de esta complicada prueba. Hoy me he acordado mucho de su primer entrenador, el Dr Mariano Castiñeira Vilaseca, que tristemente nos dejó el año pasado. Hoy estaría feliz con lo que ha hecho su atleta. Qué importantes son estos entrenadores de club, enamorados del atletismo. La labor que ha hecho Mariano por el atletismo lucense es impagable.

5 comentarios en “Ana Peleteiro, bronce olímpico en una final histórica de triple salto

  1. Manu

    En nuestras interesantes conversaciones sobre atletismo de pasillo en el trabajo sabes mi seguimiento y admiración por esta atleta. Hemos discutido de su potencial, de su “freno” en la evolución esos 3 años q no llegaba a 14. De sus cambios, pero me quedo por encima de todo de ese gen ganador, de hacer PB y NR el día X. Eso que hace de un gran atleta ser un crack… eso tan poco común en nuestro atletismo. El triple es una competición maravillosa, de un gran nivel desde Kravets hasta Iguarden… pero lo de hoy ha sido increíble.
    Seguiremos hablando y disfrutando! Hoy un gran día para el atletismo. Nuestro mayor talento premiado.

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    1. Así es. Todos temimos que no acabase de salir tras el prolongado bache entre 2013 y 2016. Afortunadamente encontró un lugar donde supieron encauzar su enorme talento ye inculcarle mentalidad ganadora. Ha sido un concurso superlativo. Yulimar era muy superior, pero ni Mamona ni Ana eran las que más habían saltado previamente.

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